Partida Rol por web

-La medicina Krogan es menos problemática.- Argumenta el doctor, sacando la jeringuilla de Khalos. -Vale, ya tengo suficiente. Ahora...- Aplica una dosis de medigel, que desinfecta la herida, y luego aplica una gasa estéril. -Con eso debería valer.- El médico asiente, a modo de respeto, al Drell. -Le agradezco su colaboración. Con esto podremos ayudar a muchos de su especie. Lo cierto es que tengo teorías sobre el síndrome de Keprel, pero nunca he llegado a tener acceso a ninguna muestra genética Drell. Ahora, si la guerra acaba... Cuando esta guerra acabe, quizás pueda poner esas teorías a prueba.- 

Los últimos segundos son frenéticos y cuando parece que todo se iba a ir al traste la alianza aparece iluminando el cielo a base de disparos contra el segador, mientras los pelotones son rescatados en lanzaderas.  Una vez son llevados a lugar seguro Sonnen desciende de la nave de un salto y observa la improvisada base, mientras Anderson da unas breves instrucciones para que minutos después Black salga tras sus pasos.

El turiano se queda sorprendido por la moral de los marines a pesar de la situación y todas las adeversidades que tenían en contra y sonrie cuando el Krogan piensa en donde poder tomar un trago.

- Vamos Wurst, busquemos algún sitio para beber una copa, seguro que nada agradar a estos humanos que vernos juntos bebiendo.-

Klahos sonríe para si mismo

“Claro, muy altruista todo. Lo de poder echarle el guante a la sangre Drell para investigar con ella es solo un plus. Además, yo no tengo Keprel. No se como va a sacar una cura sin una muestra de la enfermedad. En fin. Parece que ya ha terminado.”

Finalmente, el doctor le aplica el medigel como debería haber hecho desde el principio y le da permiso para irse. Siempre le sorprenderá a Kalhos esa curiosidad innata en los humanos, ese afán por saber más. Pero al fin y al cabo, puede que sea gracias a eso que consiguieron un puesto en el consejo. No queriendo parecer maleducado, kalhos esboza una sonrisa.

-Gracias doctor, espero que tenga suerte con las muestras-

Entonces mira a sus compañeros Fior y Aylin y les hace un gesto hacia el pasillo.

-¿Venís? No es que no quiera quedarme, pero siempre me han dado repelús los hospitales. Además, ahora necesito un trago con urgencia. Doctor ¿tenéis por aquí algún sitio donde se pueda beber algo? Aunque sea ácido de batería. No se, un área de descanso o algo-

Mientras el drell espera la contestación, se fija en si sus compañeros se encuentran bien. Es una sensación rara el volver a confiar en alguien, a Kalhos le gusta esa sensación.

- Estoy listo? - pregunto al doctor antes de levantarme y darme una revisada al punto donde estaba la herida

Me pongo de pie y luego de darle una revisada a mi traje para asegurarme de que esté en buen estado me dirijo al drell

- Dudo que haya mucho que beber aquí, no me los imagino haciendo alcohol en estos momentos y menos aún cuando se mueven constantemente. Pero sea como sea te acompaño, aunque sea para conocer el sitio.

Aylin abrió lentamente los ojos y se llevó una mano a la cabeza. Le dolía enormemente aún y no sabía dónde se encontraba.

Se giró, provocando una nueva oleada de dolor, y miró alrededor. Dedujo que se encontraba en un hospital de campaña. Miró hacia sus compañeros.

-¿Va todo bien? -dijo con un hilo de voz. Lo preguntó tanto por ellos como por ella misma.

-Va todo bien.- El doctor que ha inyectado el suero a la Asari la tranquiliza, y la obliga, con un gesto suave, a volverse a estirar. -Descanse, se lo ha ganado. No se preocupe, en unos minutos debería sentirse mucho mejor.- 

Poco a poco los heridos de entre el grupo Anvil se recuperan en el hospital, mientras Black discute con Anderson, y este le entrega varios informes detallados, en los que se explica la situación actual de las fuerzas de la resistencia terrestre, así como medidas para la flota de Hackett de como contactar con ellos a través de los comunicadores CEC. Por su parte, el resto del equipo se entretiene, gracias a la compañía de algunos marines y pilotos en el hangar, que aún guardan bebidas y algo parecido al alcohol, sintetizados de Brandy, Cognac o Whisky, entre otros. 

No obstante, al poco, justo antes de que la base entera se traslade, la agitación se adueña del campamento provisional, ya sin equipo de por medio, y solo con las estructuras que los marines abandonarán en unos pocos minutos. Todos salir a ver. Un batariano acaba de aterrizar con una extraña lanzadera, batariana, y camina con toda la calma del mundo por el campamento. Los del equipo Anvil lo reconocéis, aunque lejanamente. Es el Capitán Herrel, le visteis en La Ciudadela, cuando os reclutaron, y antes de tétrico experimento de Colbert con la visión de muerte segadora. Va directamente hacia Black. 

Por el camino, uno de los marines lo detiene, con un gesto de la mano. Herrel se para y sonríe mostrando todos sus dientes (en una expresión que debería ser cordial, pero que da escalofríos, más que otra cosa), a la vez que inclina su cabeza hacia la derecha, un gesto que para cualquier batariano es una muestra de respeto. 

-Alto no...- Herrel, el Capitán batariano, extiende al oficial un PADD con datos al oficial. Se lo enseña, aunque sin llegar a dárselo. 

-Vengo bajo las órdenes del Capitán de fragata Adam Colbert, y de vuestro Almirante Hackett, humano. Vengo a entregar al Almirante David Anderson estos códigos de frecuencias seguras para contactar con la flota humana a través de un CEC. Y vengo a llevarme al equipo Anvil-1 de vuelta al espacio. Tienen nuevas órdenes.- Anderson aparece mientras el batariano habla, y este se adelanta y le entrega el PADD. El Almirante lo revisa, mirando con cierta desconfianza al batariano. 

- Bueno, parece que el doctor no tuvo suerte - digo sonriendo al escuchar las noticias - Hice bien en no dejarme atravesar por esa aguja. Esperemos que al menos la próxima misión no sea suicida, con un segador tuve suficiente.

Toda una vida viviendo en naves hacía que el estar allí resultara un poco incómodo. Demasiado caótico y grande a mi parecer.

Zeth se acerca un poco al tumulto, lo justo para enterarse de que se los llevan a otro lado.

-¿Ni siquiera vamos a tener un permiso? Esto del fin del mundo no tiene las coberturas sociales que yo esperaba...

Tras eso, doy una palmada en el hombro a Fior.

-Tranquilo, seguro que ahora nos mandan a un idilico mundo jardin a controlar una evacuacion de ganado... o a infiltrarnos dentro de un segador en funcionamiento y enseñarle lo que es el amor por lo seres vivos... las dos opciones me parecen igual de probables.

- No sabría qué haces con tanto ganado, además me pongo nervioso no hago explotar algo cada tanto. - respondo sin separar la vista del batariano

-El capitán Colbert es el supervisor del Proyecto Anvil y nuestro superior directo -informó Black a Anderson, adelantándose hacia el batariano-. Lamento no poder ser de más ayuda aquí, Almirante Anderson, pero al parecer mi equipo es necesario en otro lugar. ¡Zeth, reúna al equipo Anvil, nos vamos con el Capitán Herrel!

El propio Black saludó al Almirante y se apresuro en recuperar su equipo para comenzar con la extracción. A decir verdad, el Comandante ocultaba su hastío tras una fachada de profesionalidad, pues lo que de verdad deseaba ahora era echar un trago sin la pesada armadura N7 encima. 

Zeth realiza un informal saludo militar a Black.

-¡A la orden!

Tras eso, reune a los miembros del equipo Anvil que aun no se allan enterado del estruendo, y si le es posible, aprobecha para llevarse una botella de alcohol del que han destilado los soldados.

De nuevo a la lucha, amigos, de nuevo- Dice el krogan, con el animo algo mejorado tras la bebida y la noticia de que volverian a la lucha en breve.- Comandante, alegrese, mas gloria para el equipo anvil 1.

Wurst se dirige con su caminar pesado hacia la lanzadera, tarareando para si, cuando se vuelve- Por cierto...¿No quedaran juguetitos de los que le disparamos al segador, no?- Comienza a reirse, mientras vuelve de nuevo a la lanzadera.

Herrel ensancha aún más su sonrisa, mostrando con claridad sus aserrados dientes batarianos, que provocan más miedo que otra cosa. -Esto es el principio del fin de la galaxia. Y los segadores no dejan irse a nadie de permiso.- Anderson comprueba el PADD con detalle, y varias veces. Finalmente suspira, y le pasa el PADD a uno de sus oficiales, que ya va a embarcar. 

-Bien, Comandante Black, pues le deseo suerte. Seguro que nos volveremos a ver.- 

Aylin, pese a haber salido con el beneplácito de los médicos del hospital, no parecía completamente recuperada. Se mostraba muy silenciosa, seria y temblorosa. Parecía que apenas se tenía en pie.

Se acercó lentamente a Ian.

-Comandante, aún me encuentro bastante mareada... -dijo con una voz suave, no añadiendo el temible dolor de cabeza que aún tenía- Si no nos queda nada más que hacer por aquí agradecería que nos diéramos prisa para poder aprovechar el tiempo de descanso...

-Eso espero, Almirante, gracias. Buena suerte también -respondió Ian a Anderson con una ligera sonrisa. 

Pero pronto centró su atención en Aylin. Durante la batalla había llegado a pensar por un momento que la habían perdido, y saber que no fue así supuso una inyección de moral lo bastante potente como para poder dar el remate definitivo contra el segador. 

-Por supuesto, Aylin, nos vamos ya mismo. Usted descansará todo lo que necesite, se lo garantizo -mientras hablaba hizo un gesto hacia Kai-. Ayúdela a subir a bordo, Kai. ¿Necesitan ustedes ayuda, Kalhos, Fior? 

Aylin trató de sonreír pero le salió una mueca.

-Gracias Comandante. -se limitó a decir.

Sonnen apura los tragos tratando de no pensar en nada, el estar en aquella base temporal de la alianza hacía que no consiguiera sacar el recuerdo de su amada de la cabeza y la llegada de la lanzadera y del capitan Herrel fueron un alivio para el turiano que por fin distrajo su atención.

Escuchó con cierta alegria como traía órdenes para llevar a todo el equipo a otra misión, asi que algo mareado cogió su equipo y salió andando tras la figura del enorme krogan.

- No sabía que a los krogan os gustase la música- dijo al oirle tararear una canción - Aunque lo cierto es que nunca he visto a uno de los tuyos dedicarse a otra cosa que no fuera machacar cráneos- añadió con una sonrisa justo antes de llegar a la altura de Black y el resto.

Tipico de otras razas... veis a un krogan y solo pensais en que somos maquinas de matar con gusto por el combate. Si escarbaseis un poco mas, sabriais que somos maquinas de matar con gusto por el combate y un bagage cultural bastante extenso- Dice, riendo- Si no tuviesemos musica, nos habriamos vuelto locos... bueno, mas locos de lo que creeis vosotros que estamos.Aunque lo de machacar craneos puede ser divertido a veces

Continua su camino, con el resto del grupo, dirigiendose a la lanzadera.