Partida Rol por web

Cuando los nuevos miembros de la tripulación aparecieron, se dieron cuenta de que era de lo más variopinta, había un humano, una asari, un batariano, un salariano y un turiano, parecía que el Capitán Anderson apostaba por la diversidad.

-Bienvenidos al Normandia, una nueva generación está ante mí, una generación que espero ascienda rápidamente. Nos dirigimos hacia Eden Prime, allí haréis un reconocimiento del lugar, en unas excavaciones os está esperando Nihlus, un espectro turiano, él se encargará de vuestro adiestramiento en el lugar. Hasta que deis con él, Aress T'Raasi está al mando. Si no tenéis preguntas vayan a prepararse, estamos a punto de aterrizar

Pronto me encontré entre la tripulación más variopinta de la que tenía constancia. Acostumbrado a servir en pelotones de la Jerarquía Turiana, compuestos exclusivamente por miembros de nuestra especie, aquello suponía un cambio refrescante. Aunque lo cierto es que quizá me parecería todo mejor si no me sintiese tan sumamente enfermo. 

Me cuadré ante el capitán Anderson y permanecí en posición de firmes mientras hablaba, más por costumbre de años que por otro motivo, mientras intentaba que la información permease mi cerebro. Pero parecía que mi cuerpo había decidido rebelarse y entregar el mando a mi estómago, que llevaba desde que había despertado decidido a abandonar mi cuerpo por la fuerza y buscar nuevas tierras donde no se le maltratase tanto. <<Varius, centrate, ignora la nausea>> pensé desesperado, no por primera vez aquel día. El capitán hablaba del espectro... el espectro turiano Nihlus... ¿Se refería a Nihlus Kryik? <<Menudo elemento...>> Recordaba perfectamente las historias del Viejo Kasian y de sus compañeros de cuartel sobre el espectro, y la mayoría no me dejaban buen sabor de boca. Sin embargo, tampoco pude concentrarme demasiado en esos recuerdos, ya que pronto se le entregó el mando del pelotón a Aress T'Raasi y se nos instó a prepararnos.

Lo cierto es que no tenía demasiadas preguntas, salvo quizá donde estaba mi petate. Pero claro, tampoco era el tipo de pregunta que me apetecía hacer ante el pelotón, ya tendrían tiempo después de enterarse de mis "problemillas". Podían esperar, al menos, a que terminase el primer día. En espera de que alguno de mis nuevos compañeros dedicase alguna pregunta al Capitán, me concentré en evaluar a la Asari disimuladamente. Me interesaba saber quién era esa muchacha que nos comandaría y quizá algo de su actitud o sus palabras me ayudase. << ¿En serio estas pensando en ella como una "muchacha", Varius? Vale que te cueste distinguir la edad de las razas sin caparazón, pero es una ASARI. Podría tener 200 años y seguiría pareciendo joven y lozana >>

Me sentí algo incomodo entre tanta gente de bien, sin estar rodeado de calaña. Escuché el discurso del comandante Anderson, algo aburrido pero el trabajo es el trabajo. ¿Entrenamiento? No creo que necesite más, pero si eso es lo que hay que hacer no me importa la verdad. Tras la charla me fuí a una esquina a limpiar tranquilamente mi escopeta.

Afilo media sonrisa cuando, inesperadamente, Anderson me pone al mando del primer reconocimiento. Sin menospreciar mi entrenamiento, el adiestramiento turiano siempre ha resultado ser sobresaliente entre todas las especies de la galaxia, así que en cierto modo esperaba que fuera ese turiano que parece que tiene un palo en el culo el que fuera a ser designado líder del grupo.

No me quejo, pues un reconocimiento debería ser tarea fácil. Sus órdenes han sido breves como concisas, dejándome únicamente lugar a dos dudas.

La primera es la que concierne a la información dada por Anderson. - ¿Qué clase de adiestramiento? - Pregunto, curiosa. Aunque yo ya he recibido entrenamiento en Thessia, y confío en que el resto del equipo también lo haya hecho en otros lugares, es obvio que un espectro será superior a cualquiera de nosotros en todos los aspectos, así que si ese Nihlus tiene algo interesante que enseñarnos, entonces no puedo esperar a verlo.  

La segunda no tiene nada que ver con la misión, si no con el resto de sus componentes, a quienes me dirijo tras mi primera pregunta. - Oh, y, Anderson ya lo ha hecho por mí, ¿Pero el resto no pensáis presentaros? - Siendo cada uno de una especie distina, siempre podemos llamarnos por nuestra raza, pero no creo que sea lo más cómodo para ninguno de nosotros.

La presencia del batariano también me intriga, pero prefiero morderme la lengua al respecto, no queriendo ofender a nadie. Al menos no es un vorcha.

- Varius Kasian, para servirla, parece.- digo mientras le extiendo la mano hacia la Asari, mucho más inestable de lo que me gustaría y con la voz ligeramente pastosa aún.- Escuadrones de asalto, 26º Legión Armiger.- continuo, mientras chasqueo las mandíbulas.- Aunque quizá eso no signifique nada para vosotros, me temo. Puede llamarme simplemente Varius, me temo que "el señor Kasian" es mi viejo y resultaría algo extraño.- estrecho con fuerza la mano de la Asari, pero sin intención de hacer daño.

- Parece que vamos a ser "compis". - digo desde mi esquina- Soy Jer, para lo que necesites jefa aquí me tiene.

A Sardok se le aceleró el pulso. Vamos a trabajar con un espectro Turiano. He trabajado con algunos de su especie en la alta jerarquía, pero esto es importante.

Intentó contener la emoción y se dirigió hacia Aress. Será un honor. Me presento, soy Sardok Yaex. Enviado del espacio salariano. Se volvió hacia Varius. Es reconfortante tener a aliados de siempre en esta misión. He trabajado desde siempre dentro del espacio Turiano. En misión comercial sobre todo. Es un interés conjunto de mi gobierno y de mi compañía, la Corporación Halegeuse. Creo que habrán oído hablar de nuestros escudos planetarios. Por supuesto, valoramos la labor del espacio turiano en la defensa del orden de la Ciudadela. ¿Qué menos que ayudar en la defensa de sus propios mundos natales en la medida en que podamos?

-Darren Frost-contestó el único humano presente-Es un honor servir a sus órdenes, Comandante Anderson y con gusto me pondré a las órdenes de Aress T´raasi para lo que disponga.

Claro que sería así. Darren se sintió algo torpe diciendo una obviedad, pero no se le ocurría mucho más que decir.
 

Mientras esperaba la respuesta de nuestra nueva líder de escuadrón, me vi asaltado por el salariano. Entusiasta, hablando mucho y rápido, y encantado por encontrar un turiano. Nuestras razas habían sido aliadas mucho tiempo y parecía que había trabajado en espacio de la Jerarquía. Era bueno saber que había alguien que podía tenerme en alta consideración sólo por ser lo que era... aunque preferiría que me valorasen por mi mismo. 

- Encantado de conocerle, Yaex.- cloqueé, con la voz ligeramente más clara que la primera vez que abrí la boca.- No he tenido el placer de trabajar con la Corporación Halegeuse, me temo, pero espero que me informe sobre sus escudos planetarios.- Traté de sonreír, realmente me interesaban los escudos, pero todo el tema corporativo salariano siempre me había perdido un poco, era un soldado, hijo de soldados, y sólo entendía el servicio publico. Los intereses privados tenían poco sentido para mi.

Acepto la mano del turiano, que se presenta como Varius Kasian, y estrecho su mano de vuelta, con firmeza, disfrutando su introducción más cercana. El resto también lo hacen a su manera, siendo el batariano más escueto, el salariano más nervioso y entusiasta, explicando más de sí mismo, y por último el humano más cordial. 

"Para servirla", "Jefa", "Será un honor", "A sus órdenes". Tanta disposición es de agradecer, pero a la vez abrumadora frente a Anderson y lo que parece un muy breve periodo al mando. - Mucho mejor así. Es un placer, chicos. - Contesto a todos con un ligero entusiasmo. - Pero lo de jefa no va a ser por mucho tiempo, así que será mejor que no os acostumbréis. Sólo Aress está bien. - Aclaro, quedando ya sólo a la espera de la respuesta de Anderson a mi primera pregunta para preparar mi equipo para la misión. 

-El hecho de que todos vosotros seáis de razas diferentes no es una casualidad, el Consejo quiere reclutar un nuevo espectro, había varios nombres en la mesa, pero finalmente tras la aportación del espectro Nihlus, él se encargará de ver vuestras aptitudes, de hacer un informe de vuestro rendimiento y pasarselo al Consejo para que ellos elijan al próximo espectro. No creo que deba decir que debéis dar lo mejor de vosotros mismos.

-Capitan Anderson, estamos aterrizando-comento Joker desde la cabina de mando

La sorpresa de Sardok no pudo ser mayor al escuchar al capitán. Una mezcla de inseguridad y emoción pareció embargarlo. Al terminar de escucharlo, se volvió a Darren, el primero del grupo al que conoció en la Normandía.

Bueno, respondiendo a tu pregunta... como poco va a ser interesante. Espero estar a la altura. Espero que todos lo estemos.

Luego volviendose a Varius. Bueno, le diría que podría pasarle un panfleto, pero solo hacemos contratos con gobiernos, así que la información está reservada. En realidad el concepto es más como otro tipo de escudos. No se trata de un sólo escudo, sino que es la evolución de los escudos que se pueden encontrar en hábitats espaciales y orbitales, incluyendo otras aplicaciones militares de campos de masa. En definitiva, aunque aún no podemos hacer un escudo que cubra un planeta, lo que intentamos es potenciar el valor estratégico de las colonias de forma que, en esencia, estando defendidas sirvan a su vez como defensa.
 

<< ¿Un nuevo espectro? ¿Sabe el Viejo donde me ha mandado?>> pensé, sin saber muy bien si reír o llorar. Desde luego que sabía donde me había mandado, aquí no había medias tintas, o daba la cara y daba lo mejor de mi o quedaba al servicio de otro, bien lejos de la influencia de la Jerarquía. En ambos casos tendría la libertad que yo tanto ansiaba y también la posibilidad de perecer en cualquier rincón ignoto lejos de Palaven que el Viejo Kasian me deseaba como tumba. Sea como fuere, él ganaba. No podía esperar menos de uno de los mejores generales de la Jerarquía. Y yo pensando que aún había algo de amor por mí en ese viejo pecho. No pude evitar una risa ahogada. El corazón y los sentimientos de mi padre habían muerto hacía quince años, junto con mi madre; lo que quedó después fue un oficial eficiente y un padre distante... a estas alturas ya debería estar acostumbrado. <<Ay Varius, siempre has sido un optimista>>

Al menos, la revelación de por qué estaba ahí, me sirvió como jarro de agua fría y terminó de despejar lo suficiente mi mente como para hacer una evaluación preliminar de la situación. Observé a mis compañeros de escuadrón como lo haría con rivales, lo más fría y desapasionadamente que podía, buscando sus puntos fuertes y flojos: La asari, Aress, decidida, confiada en si misma, parecía tener un carácter fuerte. Seguramente sería una consumada biótica, como la mayoría de las suyas, y ya estaba puesta al mando de la primera parte de la misión, lo que decía que tenía dotes de mando o que, al menos, Anderson se las presuponía. No había que olvidar que el puesto de espectro era también una elección política, y las asari tenían un peso importante en el consejo, con lo que tendrían su visto bueno. En su contra se podía decir que no parecía demasiado cómoda con la posición de mando que le habían dado. Así pues Aress podía ser mi rival más peligrosa. Después estaban el salariano, Yaex, y el humano, Frost. El primero tenía a su favor su raza, una mente ágil y, seguramente, un sistema de valores maleable, lo que le hacía óptimo para operaciones encubiertas. En contra parecía demasiado simpático y deseoso de agradar, cosa que le colocaba más en una posición de seguidor que de líder. En cuanto al humano, había dicho poco de él, parecía un soldado, lo mismo que yo, pero tenía en su contra el hecho de que no había habido ningún espectro humano hasta el momento y, no formando parte de las razas del Consejo, no era probable que fuese a haber alguno pronto. Por último estaba Jer, el batariano. Era la nota anárquica en todo aquello. Tenía poco en su favor, y mucho en contra y por su actitud hubiese dicho que estaba allí para ponerse a las ordenes de quien tocase y hacer el trabajo sucio, no para convertirse en un agente de la Ciudadela. Y por último, estaba yo mismo: turiano hasta la médula (con todo lo que eso significaba), con apoyo (más o menos) de la Jerarquía, respaldado por la presencia de otros espectros turianos en activo y con un historial impecable. <<Y con tus "problemillas" Varius, no te olvides de ello. Lo más probable es que el Viejo le haya contado a Anderson con pelos y señales todo lo que sabe o sospeche, tienes que tenerlo en cuenta>>. Aún con todo tenía posibilidades, siendo mi verdadera "adversaria" Aress. Pero realmente ¿Quería ser un espectro?

Decidí dejar la respuesta a esa pregunta para más adelante, y centrarme en lo que tenía ahora entre manos. Convenía que funcionásemos como un grupo cohesionado y sólido, aunque fuese una mera operación de reconocimiento: un equipo unido era más eficiente y productivo. Y dejaba menos bajas.

Se volvió hacia Sardok, que seguía hablando mucho y rápido, respondiendo a mi requerimiento sobre los escudos.

- Ciertamente, esos escudos tienen un interés estratégico, sobre todo en las zonas periféricas. Quizá deberías preparar uno de esos panfletos para los gobiernos cuando volvamos de la misión, Yaex.- bromeé, al tiempo que le palmeaba cordialmente la espalda, como haría con un compañero de escuadrón al que conocía desde hacía años. 

Me volví después hacia Anderson y T'Raasi

- Iré a prepararme, presupongo que mi petate estará en mis habitaciones.- les pregunto, con mucha más seguridad de la que siento, pero sin interés ninguno en ir a la misión desarmado.- ¿O quizá en la armería?

<< Y aquí vamos otra vez, te despiertas no sabes donde, te encuentras en medio de una misión con gente que no conoces porque el Viejo no quiere saber más de ti y no tienes ni idea de donde está tu arma. Sólo reza a los espíritus por no haber empeñado todo por otro trago o que el viejo haya tenido a bien empaquetarte con "el equipo completo". Hoy das mucha pena Varius>>

-No te preocupes Aress; me adapto fácilmente a los cambios-contestó Darren sonriendo amistosamente-Me he pasado mis cinco primeros años de servicio de un lado para otro.

El tono distendido del agente se tornó en sorpresa cuando el Comandante les confesión el verdadero propósito de su estancia allí. ¿Así que de alguna forma, competirían entre ellos por ver quién sería nombrado espectro de todos ellos? Le resultado difícil de creer que el Consejo fuese a aceptar que un humano fuese espectro, cuando apenas acababan de poner un pie en la Ciudadela y ni siquiera formaban parte de las razas del Consejo. La mayor parte de las razas allí presentes los miraban con una actitud que derivaba entre el escepticismo y la condescendencia.

Le desconcertaba además, el hecho de tener que observar a los demás integrantes de su unidad como competidores.

-¿E...espectro?-contestó Darren arqueando una ceja con incredulidad-¿Me está diciendo que podrían permitir que un humano se convirtiese en espectro? Difícil me resulta creerlo.

Realmente me sorprendió que el comandante Anderson anunciase aquello. ¿De verdad me estaban dando la oprtunidad de ser un espectro? Esto realmente me emocionó, "Daré todo en esa prueba, ya lo verán" . Cuando acepté el trabajo pensaba que sería algo diferente, matar a unos cuantos, extorsionar a alguien o a lo mejor recuperar mercancia perdida, pero esto me quedaba algo grande... "lo daré todo, solo espero que no me de el mono en el adiestramiento... no jo***, no la voy a cagar así. Recuerda Jer, hagas lo que hagas ya es mucho estar aquí". Decidí acercarme un poco al grupo, saliendo de la esquinita.

- Parece que tendremos que competir "compis". Gane quien gane, sin rencores ¿Eh? - dije con un tono algo irónico. Después me dirigí a Darren Frost- A mi si que me resulta difícil de creer, pero me lo creo. Así que prepárate soldadito -dije cariñosamente- espero que des lo mejor de ti.

- Genial. - Contesto a Darren esbozando una ligera sonrisa, más cómoda al ser referida con normalidad como a una más. 

Ah, pero más genial es, infinitamente, lo que anuncia Anderson a continuación. Sorprendente para todos, sin duda. Jamás me habría imaginado como candidata a tal puesto durante mi etapa de doncella, pero de ser elegida para ello, pese a resultar abrumador en un principio, no rechazaría dicho honor. - Gracias por esta oportunidad, capitán. - Manifiesto, tan seria como honesta. Estoy segura de que la lista de personas responsables de que me encuentre en esta situación es más amplia, pero sólo Anderson se encuentra aquí para recibir mi gratitud. 

La primera y breve impresión que tenía sobre mis compañeros crece de inmediato en consecuancia, pues se encuentran aquí por el mismo motivo que yo. Ahora no me parecen unos simples operativos más en sus respectivas especialidades, y ninguno es de subestimar. Ni siquiera el batariano, pues si está aquí es por algún motivo. Varius y Darren no me parecen unos simples soldados más, ni Sardok un comercial cualquiera. Tampoco Jer sólo un... ¿Mercenario? Claro que yo tampoco me quedo atrás. Comandos hay muchas, pero la candidata para el puesto de espectro soy yo. El chute de autoestima que todo esto me proporciona es importante, y confío en que tras ello no venga un bajón mayor. Siempre aprendiendo, siempre mejorando. 

Chupáos esa. Pienso para mí misma, afilando media sonrisa de autosuficiencia al recordar a todas aquellas que se burlaron de la 'inferioridad' de mi sangre. Sólo el hecho de estar aquí, aspirando a tal cargo, ya es para mí un logro impresionante. 

Por supuesto, no soy la única sorprendida por la revelación de Anderson, y no sólo por la aspiración al puesto de espectro, si no por la naturaleza de algunos de los aspirantes, que pronto lo manifiesta.

- Sí. - Secundo a Jer. - Después de Blasto el espectro Hanar me creo cualquier cosa. - Bromeo sobre los cómics de este, divertida. - Ya en serio. Debería serte más fácil creerlo con un batariano entre nosotros. Al menos tú especie pertenece al Espacio de la Ciudadela. - Apunto.

- Y sí. - Contesto de nuevo a mi compañero batariano. - Parece una competición. Así que... Que gane el mejor. - Añado de buen humor. 

- Yo también voy a prepararme. Buena suerte chicos, espero que no la necesitéis. - 

En cuanto bajáis de la nave podéis ver un mundo nuevo ante vosotros, por desgracia no tenéis tiempo para disfrutarlo como os gustaría, ya que os están esperando. En cuanto salis de la nave, Aress tropieza con algo, es una mejora de una omni-herramienta, es un filo explosivo.

No llevais ni un minuto en el planeta cuando comienza a dispararos, uno de los disparos da en la armadura de Aress por suerte sin causarle daño a ellas, os percatais de que los causantes de los disparos son tres drones

Darren miraba con curiosidad el mundo que se mostraba ante él, cuando notó algo extraño. No acababa de percatarse de qué se trataba cuando vio como un disparo impactaba en la armadura de Aress. Por suerte, sin mayor repercusión. Darren se movió con rapidez buscando una cobertura mientras buscaba el origen de los disparos y preparaba su rifle de asalto. No tardó en descubrir varias figuras pequeñas que se movían velozmente por el aire.

-¡Será mejor que nos dispersemos! Si permanecemos juntos seremos un blanco más fácil.

El gesto de Sardok fue más disgustado que horrorizado o sorprendido. Su análisis de los alrededores y la situación era, como siempre, clínico. Si bien no se adelantaba a la situación ni esperaba algo como esto, su cabeza fría y pragmática estaba buscando salidas al aprieto entre manos. Saltó y rodó en busca de la cobertura más próxima, a la izquierda más allá de Darren.

Estoy de acuerdo. ¡Preparaos para luchar!

Desenfundó su pistola de arco.