Partida Rol por web

Grupo A

Cuando salieron del ascensor, Drax vio que tendrían que pasar por al lado de unos cuantos guardias, por lo que comenzó a andar rítmicamente y como si tuviera algo de prisa. Esperaba que o les dijeran nada, pero no fue así, uno de ellos le saludó, llamándole Ullos. Drax dio gracias a la estupidez de aquel guardia que no era capaz de identificar a uno de los suyos. Drax era consciente de que cualquier cosa que respondiese podría meterles en un lío, así que se limitó a hacer un gruñido de afirmación y le dio un empujón al turiano, que se había parado. 

Por fin salieron de su vista y de sus oídos, y empezaron a recorrer salas y más salas llenas de cajas, tal y como señaló el turiano. Aquello era mala cosa, porque no solo no les servía de nada sino que además resultaba bastante sospechoso que estuviera llevando a un prisionero por allí. 

Al final del pasillo se encontraron con dos carteles, fundiciones y alimentos. Aunque Drax tenía algo de hambre, estaba claro que la mejor opción era fundiciones, pues allí podría haber algo importante. 

Asintió al turiano.

-Sí, vamos a fundiciones. Si alguien preguntara, podemos decir que he perdido la llave de tus esposas y que voy a que hagan otra. 

Era una excusa débil, pero mejor que nada. Sin más, echaron a andar hacia fundiciones. 

El quariano resolló al pensar en el curso de acción más evidente. Se acercó al primer terminal accesible y empezó a buscar información sobre la nave que les había enganchado. Buscaría tanto en Extranet como en los lugares más inaccesibles... Tampoco iba a pasar nada por saltarse uno o dos sistemas de seguridad si eso le ayudaba a obedecer a Arlius y rescatar a todo el mundo.

Quizá hubiera alguna noticia sobre lo ocurrido con ese tal Alenko, o alguna desaparición denunciada al Seg-C sobre una tripulación.

Grupo A

Ambos avanzarón por el pasillo de fundiciones, la puerta de seguridad estaba abierta, la habían roto los piratas seguramente porque no pudieron hackear las puerta, en cualquier caso los vapores cálidos y de olor férreo se colaban ya por los alrededores del marco de la puerta...al asomarse por la puerta se veía una plataforma donde el material caliente entraba desde otra habitación, el arrabio sacaba los metales por un lado y los residuos por otro en dos niveles superpuestos.

Encima de la plataforma se movían unos raíles que transportaban ambos materiales...los desechos iban hacia la dirección de donde veniaís y el material ya pasado por la piqueta de arrabio iba hacia delante. En la sala solo había una mujer humana que parecía estar controlado la maquinaria, medía 1,60, llevaba el uniforme azul oscuro y el casco de protección...estaba encadenada por las muñecas y los tobillos.

De pronto los datos comenzaron a saltar, y premio...los tripulantes de la nave llevaban pulseras vitales para poder localizados en caso de sufrir algún incidente laboral o sufría algún exceso de intoxicación para proceder con su purga.

Las señales eran un tanto complejasm, pero Zare era un buen especialista en estos campos y conseguía resolverlas con mayor o menor brillantez...salían varias defunciones, la gran mayoría dentro de la nave, pero un tanto había muerto en las excavaciones y extracciones del planeta.

Según las pulseras que seguían recibiendo actividad habían ocho tripulantes a bordo, una de ellos en la sala de fundiciones, cuatro en la cocina, los otros dos en la sala de control y un último en las celdas.
 

Zare se emocionó al ser capaz de hallar a los supervivientes. Se había sentido como si estuviera dando palos al agua pero había logrado encontarlos. Rápidamente abrió un canal de comunicaciones con Arlius, asegurándose de que fuera seguro hablar, y se lo explicó:

- Señor, he encontrado a la tripulación superviviente. Le paso sus localizaciones- dijo mientras le mandaba un mapa rudimentario donde marcó a los ocho supervivientes, y los fue mencionando-. Uno está en la sala de fundiciones, hay cuatro en la cocina de la nave, hay otros dos en la sala de control y el último está en la zona de las celdas.

Dejó el canal abierto por si tenía que recibir más órdenes. Esperaba que los demás estuvieran bien...

Llegamos a las fundiciones y aquello era tal y como indicaba su nombre: vapores cálidos y olor férreo, una plataforma donde el material caliente entraba desde otra habitación, el arrabio sacaba los metales por un lado y los residuos por otro en dos niveles superpuestos. Encima, unos raíles transportaban materiales. Observamos y en la sala sólo había una mujer, de uniforma azul y casco protector, el detalle a destacar era que estaba atada de manos y pies:-Es posible que sea parte de la tripulación, tal vez sepa cómo podemos movernos por la nave sin que nos vean. Vale la pena intentarlo, al menos se ve en la misma situación que yo.-le susurro a Jorgal. 

Grupo B

De pronto saltó el canal de comunicaciones de Arlius, que abrió, el silencio permitió a sus dos acompañantes más cercano escuchar que era Zare, parecía traer buenas noticias.

- Señor, he encontrado a la tripulación superviviente. Le paso sus localizaciones- dijo mientras le mandaba un mapa rudimentario donde marcó a los ocho supervivientes, y los fue mencionando-. Uno está en la sala de fundiciones, hay cuatro en la cocina de la nave, hay otros dos en la sala de control y el último está en la zona de las celdas.

- Parece que hemos tenido fortuna...

- Lo mejor será que nos movamos hacia ellos estamos muy cerca de la cocina, son cuatros los que allí hay... dijo en consonancia Ethan.

Drax se acercó con el turiano, al que asintió a sus palabras. Un prisionero podía darles información. 

Cuando se hubo cerciorado de que no había más guardias en aquella sala, le quitó las esposas a Arianrhod y avanzó hacia la prisionera. 

-Escúchame, no hagas ruido. Somos prisioneros también, hemos escapado. ¿Puedes decirnos dónde guardan las armas?-preguntó sin muchos preámbulos.

Zare se quedó en silencio unos segundos pero en seguida tuvo la necesidad de oír las voces de sus compañeros.

- ¿Cómo habéis conseguido escapar de los asaltantes?- preguntó en voz baja y con clara preocupación.

Grupo A

La mujer tembló como una brizna de hierba, miraba especialmente al krogan, era una figura indudablemente intimidante, continuó en silencio, mirando con recelo absoluto...- Es que...¿quienes sois?... dijo casi como furfullo ...¿cómo os habeís conseguido escapar de aquí?... la mujer se retira el protector, tenía ojos verdes claro y la tez blanquecina, algo tostada ...nadie me dice que no sea otro malo...y que haría con las armas...

Drax gruñó bajito mientras la mujer les hacía un montón de preguntas. Sin embargo, en vez de darle un coscorrón y volver a preguntarle donde estaban las armas, se contuvo, y respondió:

-Somos agentes de la Ciudadela, y aún no hemos escapado. Hemos salido de la celda, pero poco importa si seguimos en esta nave. ¿Que qué haríamos con las armas? ¿Tú que crees? No las íbamos a usar para plantar flores, si es lo que pensabas. Necesitamos las armas para reventar las cabezas de los que nos han metido aquí y escapar. Si nos ayudas, podemos llevarte. Pero tiene que ser ya. 

Grupo B

- Digamos que nos conocíamos...sabía sus métodos chapuceros y estaba preparado...de todas formas, no estamos fuera de peligro, tan solo hemos salido de la celda y estamos moviéndonos por la nave...ahora escuchame, necesito que tengas cuidado...no eres un combativo, si alguno puede salir de aquí...al menos que sea alguien con más futuro que un viejo soldado.

La pobre mujer temblaba de miedo al ver a Jorgal, cosa normal si un montón de krogan se meten en la nave y os secuestran. Y que encima te pregunte por armas, la situación no podía ser mas surrealista. Pero me sorprendió cómo Jorgal se contuvo y le explicó la situación, aunque como siempre acaba diciendo alguna burrada de las suyas. En el momento en que termina de decir animaladas entro en escena:-Mi nombre es Arianrhod y él es Jorgal. Como dice, somos agentes de la Ciudadela y nos hemos dejado capturar para poder salvar esta nave y capturar o eliminar, según vayamos viendo, a los que nos han hecho prisioneros.-le explico un poco más detallado la situación a la pobre humana:-Antes de que nos descubran, dinos dónde debemos buscar.-

Grupo A

- Bueno todos los atacantes de la nave están armados, pero creo que las armas de reserva la guardan en las salas médicas...no sé cuantas, ni lo que tienen allí exactamente... la muchacha indicó con su dedo una compuerta a la derecha hacia el frente ...se llega tomando esa puerta, llegaís al fondo del pasillo, giraís a la izquierda y en el ascenso del pasillo la segunda puerta a la derecha, han destrozado la puerta porque nos escondimos allí por lo que creó que han puesto una gran placa de metal para tapar la puerta, no...no os costará moverla... dijo mirando con temor al krogan.

Grupo B

Tras comprobar que no había nada de interés justo debajo de los conductos, tan solo habitaciones llenas de cajones con minerales, el grupo continuó reptando como una serpiente por los conductos. Una vez llegaron al final del trayecto el grupo llegó a una pieza abierta en el maquinismo. El trio descendió entonces a un pequeña habitación con una puerta cerrada sin cierre, a través de la ventanilla de cristal se podía apreciar que al otro lado quedaba la cocina.

Por fin la humana se decidió a hablar, y por suerte no se dedicó a irse mucho por las ramas como solían hacer todos los de su especie. 

-¿Sabes si hay guardias hasta llegar allí?-preguntó Drax. En las condiciones en las que se encontraban, no había muchas posibilidades de abrirse paso luchando, y tampoco había manera de justificar por qué llevaba a un prisionero al almacén de armas. 

- Bueno... dijo con un tanto de precaución ...es que es complicado, digamos que no he visto a nadie continuamente allí, pero sé que tienen por allí a unos operarios que revisan las armas...son de tecnología antigua, creó que son casi de la época de la primera expansión de la Humanidad...así que requiere de mantenimiento...supongo que vosotros...vosotros veniaís también armados...

De pronto el comunicador de la omni-herramiente se abre...llega una señal distorsionada, pero parece una respuesta a los datos enviados por tí que previamente Arlius te abría pasado, quizás podías emplear tus habilidades para decodificar el mensaje, hubiese sido un buen trabajo para Arianrhod...no logras entender una palabra del audio en la comunicación.

El mensaje que recibió en la omniherramienta puso más nervioso a Zare. ¡Ya habían respondido! Suponiendo que fuera quienquiera que había recibido ese documento de Arlius, claro. ¿Por qué tenían que enviarse mensajes encriptados? ¿Sería algo sospechoso? ¿Sería simplemente por seguridad?

Suspiró y se tranquilizó. No era asunto suyo especular sobre quién era el interlocutor. Simplemente tenía que hacer lo posible para ayudar a sus compañeros y conseguir refuerzos.

Pasó el mensaje al centro de la nave para poder trabajar mejor desde el centro de mando. Allí empezó a desencriptar el mensaje, intentando descifrar el código y limpiar la señal para recibirla con claridad. De momento no avisó a su jefe porque estaba más centrado en su trabajo.

Lo que decía aquella mujer básicamente era que no tenía ni idea de si había gente o no. Aquello era inútil, y Drax tuvo que controlarse para no darle un puñetazo a algo. En vez de ello, solamente gruñó. 

-Muy bien. Si lo logramos, volveremos a por ti. Si no, lo mejor será que finjas no habernos visto, tendrás menos problemas.

Dicho eso, miró al turiano para ver si él tenía alguna pregunta más que hacerle. Si no decía nada, continuarían hacia la puerta.