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Mass Effect: Destino

[Epílogo] Ascensión del Destino

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04/12/2013, 20:59
Matriarca Lidanya

Reela Tuarig vas'Nisa pilota con maestría la lanzadera, esquivando las naves de descenso Geth que se introducen en el ámbito de la Ciudadela. Sin ningún percance, llegáis al acorazado insignia de la flota asari, el Ascensión del Destino. Una de las naves más poderosas de la galaxia que ahora parece verse sobrepasada por el ataque geth y, sobre todo, por el Soberano.

La quariana pide permiso para abordar al Ascensión, alegando que lleva a bordo al Consejo. Inmediatamente, varios cazas asari vuelan hacia vosotros para escoltar a la pequeña lanzadera. Casi contra todo pronóstico llegáis sin ningún altercado serio a bordo de la inmensa nave.

Un grupo de asari rápidamente se acerca a vuestra lanzadera para llevar al Consejo a un lugar seguro. La comandante de la nave en persona se queda junto a vosotros y os hace un saludo militar.

- Comandante Jareth. Usted y sus hombres han salvado al Consejo. Me encargaré personalmente de que sean honrados como héroes después de esta batalla.

Sin embargo, no hay tiempo para que el turiano conteste, pues rápidamente la Comandante Lidanya recibe un mensaje por su comunicador y os hace un gesto para que la acompañéis al puente de mando.

- Hemos sufrido muchas bajas, pero gracias a su aviso desde Omega la flota estaba lista para el combate. Aún así, nada podría habernos preparado para esto. Si fueran sólo los geth podríamos contenerlos, pero ese Soberano...

No hay tiempo para más explicaciones, pues la comandante debe volver inmediatamente a su puesto.

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04/12/2013, 21:19
Director

Durante unos momentos os quedáis apartados, observando el funcionamiento del acorazado asari desde su propio centro de mando. La potencia de fuego que esta nave es capaz de desplegar es abrumadora, y eso sin contar todos los cazas que se sirven de ella como base. Sin embargo, no parece ser suficiente como para parar a la nave de Saren.

- ¡Oh, Diosa! - exclama una de las Navegantes.

Con una maniobra que parece imposible en una nave de su tamaño, el Soberano se lanza en picado al interior de la Ciudadela. Las fragatas turianas que intentan detenerlo no son capaces de aguantar el disparo de sus cañones, o chocan indefensas contra el casco del Soberano sin que la nave parezca sufrir el más mínimo daño.

Con horror véis cómo la nave de Saren se acerca a la Torre de la Ciudadela y despliega unos inmensos brazos mecánicos para acoplarse a la zona donde os encontrábais hace tan solo unos minutos. De repente, los brazos de la Ciudadela comienzan a cerrarse y sólo podéis dedicar un pensamiento de preocupación a vuestros compañeros que de momento siguen allí.

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04/12/2013, 21:20
Jareth Artrus

La lanzadera de la Fortuna escapa de milagro entre los brazos de la Ciudadela y vuela sin problemas hasta la Ascensión del Destino. Reela aterriza en el hangar del acorazado asari y se deja caer sobre los mandos de la lanzadera, agotada. Jareth le da una palmada en el hombro agradeciéndole su trabajo antes de bajar de la lanzadera con la Consorte. La consejera Tevos va a recogerla escoltada por una fuerza de comandos. Tras dar las gracias al espectro y a su equipo con una ligera inclinación de cabeza, se retiran a una sala segura con el resto del Consejo.

Después de Jareth Saria baja de la lanzadera y mira sorprendida a su alrededor. Demasiados recuerdos de la academia se agolpan en su cabeza al encontrarse de nuevo en un entorno militar asari. Justo tras ella, con aspecto completamente abatido, se encuentra Adina.

- Su "secretaria" prefirió quedarse en tierra, Pat Dur - dice el Espectro al ver al volus. El énfasis sarcástico en la palabra secretaria parece dejar claro que nunca terminó de creerse esa historia. - Pero sigue viva, hasta donde nosotros sabemos.

Os hace un gesto y le seguís hacia el puente de mando, escoltados por una oficial del Ascensión.

- Señores, esto aún no ha acabado - dice Jareth. - El Ascensión del Destino sigue siendo atacado por la flota geth, así que recen a sus dioses para que todos salgamos de aquí.

Tal y como el turiano vaticinaba, el escenario que os encontráis al llegar al puesto de mando es terriblemente desolador.

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04/12/2013, 21:24
Matriarca Lidanya

- ...La Ascensión del Destino. Motores principales desconectados. Barreras cinéticas por debajo del 40%. El Consejo está a bordo. Repito, el Consejo está a bordo.

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04/12/2013, 21:33
Jeff "Joker" Moreau

La solicitud de ayuda de la Ascensión del Destino parece no pasar completamente desapercibida, pues pronto se puede escuchar una voz por el comunicador. - Normandía a Ciudadela. Normandía a Ciudadela. Comandante, por favor, dime que eres tú...

Una voz serena de mujer no tarda en contestar. - Joker, aquí estoy.

- Comandante, recibimos esa señal de emergencia. En estos momentos estoy en el sector de Andura con toda la flota de Arturo. Todavía podemos salvar a la Ascensión. ¡Activa los relés que rodean la Ciudadela y enviaremos a la caballería!

Durante un momento incómodo, sólo se escucha silencio por el comunicador. El piloto al que han llamado Joker no tarda en insistir.

- Comandante, necesito saber cuáles son las órdenes. ¿Nos quedamos atrás o vamos a salvar a la Ascensión?

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04/12/2013, 21:43
Jane Shepard

Suspiráis al escuchar la voz de la mujer, la comandante Shepard, la primera Espectro humana de la que tanto se ha oído hablar durante las últimas semanas.

- Joker, estoy abriendo los relés. Debemos salvar a la Ascensión... ¡A cualquier precio!

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04/12/2013, 21:51
Steven Hackett

- ¡Naves de la Alianza! ¡Acérquense! ¡Hay que salvar a la Ascensión del Destino!

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04/12/2013, 21:52
Matriarca Lidanya

Os acercáis rápidamente a los miradores de la Ascensión del Destino. Cruceros y fragatas de la Alianza llegan desde el relé de masa más próxima. ¡Toda una flota de apoyo! Pronto, se juntan con las naves turianas y empiezan a abrir fuego sobre las naves Geth.

- Comandante, ¡llegan refuerzos! - exclama la navegante de la Ascensión del Destino

- ¡Es la Alianza! ¡Gracias a la Diosa! - contesta la matriarca asari, agachándose para poder ver las naves recién llegadas.

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04/12/2013, 23:20
Jeff "Joker" Moreau

La batalla dura pocos minutos más. La voz de Joker vuelve a sonar en el puente de mando.

- Ascensión del Destino, está todo despejado. Repito, está todo despejado.

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04/12/2013, 23:22
Steven Hackett

Los brazos de la Ciudadela comienzan a abrirse, permitiendo el acceso al interior.

- ¡Las defensas de la Ciudadela están cayendo! ¡Que vengan todas las naves! ¡Hay que concentrarse en el Soberano!

La orden del Almirante Hackett es rápidamente obedecida por toda la flota de Arturo.

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04/12/2013, 23:27
Jeff "Joker" Moreau

Durante lo que parece una eternidad, las naves de la Alianza disparan sin cesar sobre el Soberano. Finalmente, la voz de Joker retoma las comunicaciones.

- ¡Sus escudos han caído! ¡Es nuestra oportunidad!

- Disparad con todo lo que tengamos. - Responde el Almirante Hackett.

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04/12/2013, 23:30
Jeff "Joker" Moreau

- Todos en formación, vamos a entrar. - Elevándose hacia el exterior de la Ciudadela, la Normandía se queda un momento suspendida en el aire, girando a causa de su inercia, antes de sumergirse en un picado hacia el Soberano.

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04/12/2013, 23:36
Director

Tras el último disparo de la Normandía, el Soberano explota, esparciendo sus fragmentos por todos los distritos de la Ciudadela.

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09/12/2013, 11:33
Avina

-- Tres días después --

Caminas por los salones del Presidium mientras la gente trabaja a tu alrededor, tratando de reparar los destrozos causados por el Soberano y la avanzada Geth. Dejas a un lado las nuevas oficinas de Seg-C y continúas unos metros más.

Por primera vez, introduces tus credenciales de SPECTRE para acceder al cuartel general.

- Bienvenido, espectro Pat Dur. - La voz de Avina te saluda según accedes a un pequeño pasillo. Al fondo, en una sala más grande dos terminales con acceso al equipo especial y las asignaciones de los Espectros te esperan.

Respirando con orgullo, caminas al interior.

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09/12/2013, 11:38
Jareth Artrus

El turiano parecía estarte esperando en la entrada.

- Sabía que no tardarías en venir por aquí. - Dice con algo parecido a una sonrisa.  Le miras de abajo a arriba. Sabes que te has convertido en Espectro gracias a su recomendación, pero aún no has tenido tiempo para agradecérselo. - Tómatelo con calma, no creo que te vaya a faltar el trabajo.

Sabes que tiene razón. Aún no hace ni quince minutos que terminó tu reunión con el Consejo, en la que te nombraron Espectro a pesar de las evidentes reservas de Udina y Valern. Estás seguro de que Sparatus votó a tu favor exclusivamente por la recomendación de Jareth. Si embargo, la abstención del recién nombrado Consejero de la Alianza ha permitido que estés aquí. La fuerte respiración marcada por el orgullo del embajador Korlack aún resuena en tus oídos.

- El trabajo de Espectro requiere muchas cosas además de habilidad en combate. Has mostrado tus recursos durante toda la investigación - dice Jareth sin dejate hablar. - Más que eso, también has demostrado valor y buen juicio táctico protegiendo a tu gente. - No estás muy seguro de si se refiere al momento en que te interpusiste entre el francotirador geth y Zane Clark (o Kane Mason, ya que ahora tienes autorización para conocer su verdadero nombre) o a cuando saltaste encima de una granada para evitar que la detonación alcanzase al propio Jareth. - Pero ahora es cuando tendrás que demostrar realmente tu valía. Yo empezaría buscando un buen equipo... Como el que yo he tenido.

Tiende su mano hacia ti y la estrecha en un sincero apretón. Sin decir nada más se dirige hacia la puerta, cojeando aún por las heridas que le infringió el Centro Neurálgico.

- De todas formas, no descuides tu formación. Ahí detrás tienes un campo de tiro - dice señalando una puerta a la derecha. - Aprender a manejar esa pistola como dios manda puede llegar a salvarte la vida...

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09/12/2013, 11:52
Steven Hackett

-- Al día siguiente --

El Almirante Hackett te espera detrás de un escritorio, mientras observa tu ficha en un pad.

- Kane Mason... - Hace tanto tiempo que no escuchas tu verdadero nombre que casi te resulta difícil responder a él. De hecho, ni siquiera te inmutaste cuando Aria en Omega se refirió a ti por ese apellido. - Ha dado muchas vueltas para volver aquí, ¿no cree? - Pregunta levantando sólo un momento la cabeza. Obviamente, es una pregunta retórica y no espera ninguna respuesta.

- Infantería, miembro de la infantería hasta la batalla de Elisyum... Y posteriormente parte de un grupo de Operaciones Especiales. - Deja a un lado el pad y te mira un momento, observándote.

- Fue retenido por volar un prototipo en una misión con los Soles Azules, pero escapó. Desde entonces lleva huyendo tanto de la Alianza como de los Soles Azules. Desde luego, no parece una tarea fácil. - Se levanta y coge una botella de whisky y dos vasos. - Algún día me tendrá que contar cómo un mercenario renegado pasa a formar parte del grupo de un Espectro...

Llena los vasos y te tiende uno.

- Pero ahora está aquí bajo la autoridad de SPECTRE. Todo un héroe de guerra que ayudó a salvar al Consejo, nada menos. Y se pide a la Alianza que retire sus cargos contra usted. Nada más fácil... - Pulsando un botón, ves cómo las imágenes rojas parpadeantes en tu ficha desaparecen, sustituyendo la leyenda de "En busca y captura" por otra en verde de "Licenciado".

Tan fácil como eso, darle a un botón para devolverte tu vida.

El Almirante Hackett levanta el vaso hacia ti. - Por su nueva vida, señor Mason. - Brindáis y bebéis el whisky escocés. - Algunos son buenos y otros mejores... - Cita el almirante refiriéndose a la bebida.

- ¿Ha decidido ya qué va a hacer con ella? - Pregunta. - En el grupo de operaciones demostró que no estaba dispuesto a seguir a sus superiores en misiones con las que no estuviese moralmente de acuerdo. Pero, ¿qué le parecería escoger a usted esas misiones? - Miras a Hackett con evidente sorpresa. - En esta batalla hemos perdido muchos hombres y necesitamos gente con principios para reemplazarlos. ¿Ha escuchado hablar del programa N7? ...

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09/12/2013, 13:45
Director

-- La semana siguiente --

Te mueves entre los escombros, con cuidado de que tu traje ambiental no sufra ningún daño por la maraña de hierros que ocupan por completo la zona. Una vez más maldices tu mala suerte, que te ha dejado, literalmente buscando entre la basura. ¿Para esto has puesto tanto empeño en conseguir los papeles para vivir en la Ciudadela? Casi ni te importa, pues no tienes mucha intención de quedarte aquí. Demasiados recuerdos desagradables.

Te paras un momento a descansar, sentándote en una zona un poco más despejada de escombros. Cuando bajasteis de la Ascensión del Destino se os recibió como héroes. Os curaron de vuestras heridas y os homenajearon con una pequeña celebración... Todo tan vacío como tu misma vida, sin poder compartirla con Nefilim. El único momento medianamente agradable fue cuando Chellick se vio obligado a entregarte tus papeles de residencia. No podrías confirmarlo, pero jurarías que fue Jareth quien se encargó de que el turiano de Seg-C fuese asignado para eso. Una pequeña venganza.

Sin embargo, sí hay algo que merezca la pena en esos papeles. Te permite investigar los restos del Soberano. Durante unos días se escucharon rumores de que la nave era en realidad un segador, una inmensa inteligencia artificial perteneciente a una especie aún más antigua que los proteanos. Sin embargo, la versión oficial no tardó en desmentir esos rumores, cosa que al parecer no le ha hecho demasiada gracia a la heroína de la batalla de la Ciudadela, la comandante Jane Sephard.

Pero, si hay algo de verdad en esos rumores, es algo que tienes que investigar. Si esos segadores son tan poderosos como Sephard parece creer, tal vez puedan encontrar en los restos de la explosión del Soberano algo que te permita reconstuir a Nefilim. Tal vez, después de todo, quede alguna esperanza.

Una voz asari te hace levantarte y correr hacia ella. - ¡Lo he encontrado!

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09/12/2013, 14:15
River Ramcer

Si hace una semana te hubieran dicho que la Oficial Ramcer se iba a ofrecer voluntaria para ayudarte a reconstruir a Nefilim, te hubieras reído sarcásticamente.

- Me salvó la vida, Adina. Nos la salvó a todos... - Te dijo cuando se encontró contigo después de la batalla. - Llevaba tiempo sospechando que Nefilim era mucho más que una IV. Después de todo, mi trabajo es monitorizar las comunicaciones de la nave. Pero cuando estábamos ahí arriba, con el Soberano y todos esos acorazados Geth... Nefilim nos dió tiempo a evacuar la Fortuna, se sacrificó por nosotros. La mitad de las asari que conozco habrían hecho lo posible por salvarse ellas, pero él no lo hizo.

River consiguió salvar parte de la memoria a corto plazo de Nefilim, nada anterior al comienzo de vuestra misión. Sin embargo, con alguno de los backups que guardabas en tus archivos personales es posible que puedas restaurarlo. De todas formas, faltarán años de trabajo para que vuelva a ser el que era.

Corres hacia la oficial Ramcer para ver qué es lo que ha encontrado entre los restos y no puedes evitar tu sorpresa al ver el pedazo de hardware más complejo que jamás hubieras podido imaginar. De alguna forma te recuerda a un procesador, pero infinitamente más complicado. Si eso proviene del Soberano, es un milagro que no esté completamente destruído. Desde luego, podría ser la prueba de que Sephar tenía razón con respecto a los segadores, pero también...

Por primera vez desde hace una semana te permites el lujo de soñar.

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09/12/2013, 14:18
Director

No fue fácil sacar el fragmento del Soberano de la Ciudadela, pero una vez más la ayuda de River Ramcer fue casi inestimable. La asari consiguió llevaros hasta Illium. No es precisamente tu planeta favorito, pero con el acceso a Omega prácticamente vedado tras la poco amistosa despedida con Aria, probablemente este lugar sea la mejor opción para el trabajo completamente ilegal que vais a realizar.

Conectas los últimos cables al extraño procesador. Tras varios meses de estudio de la pieza del segador estáis razonablemente seguras de que no contiene ningún rastro del código del Soberano. Al principio fue complicado acostumbrarse a trabajar con la asari, pero sus conocimientos de telecomunicaciones se han probado útiles en más de una ocasión, especialmente ayudándote a comprender cómo sustituir el ordenador cuántico por este nuevo hardware.

Las luces del nuevo drone esférico de Nefilim parpadean un par de veces mientras se eleva en el aire. Casi instantáneamente, un haz láser escanea la habitación en la que os encontráis. Sin embargo, es la única reacción que conseguís obtener del drone que, a todos los efectos, es poco más que un globo iluminado.

Maldiciendo en todos los idiomas que conoces, abandonas el apartamento seguida por River.

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09/12/2013, 14:45
Nefilim 5.0

La puerta se abre sola cuando volvéis a casa. Tras varias horas bebiendo en el bar hasta terminar con el alcohol diseñado para quarianos y otras tantas durmiendo la borrachera, el regreso a vuestro apartamento es mucho más lento de lo esperado.

- Adina, River, siento no haber reaccionado antes - os quedáis las dos completamente paradas al ver a una humana delante de vosotros. - Tenía demasiados datos que procesar y la forma de drone no se ajustaba bien a mi nuevo hardware. Sin tener necesidad de un equipo remoto, he podido integrar los chips del procesador del segador sobre el cuerpo de un mech. El tejido sintético ha sido algo más complicado, pero tendremos tiempo para mejorarlo... Me temo que vuestras cuentas de crédito habrán quedado un poco mermadas en las últimas horas.

Parpadeas detrás de tu casco ambiental, preguntándote si estás sufriendo alucinaciones por culpa de la resaca.

- Adina, hay una cosa que no he podido hacer en todos estos años. - La humana se acerca a ti y, sencillamente, te da un abrazo. - Gracias por todo.

No hace falta decir más. No necesitas saber qué motivos llevaron a Nefilim a sacrificarse por la tripulación de la Fortuna, y pese a tu interés científico, no te importa cómo el drone se las ha apañado en pocas horas para conseguir un mech de placer e integrar su nuevo hardware en él. Lo único que te importa es que Nefilim, tu creación, tu hijo (o hija, dado el cuerpo que ha conseguido) te está abrazando, agradeciéndo que le hayas dado la vida.

Con los ojos llenos de lágrimas bajo tu casco, le devuelves el abrazo sabiendo que, por primera vez en muchos años, incluso desde antes de que te exiliasen de la Flota Nómada, estás con tu familia, en tu hogar.