Partida Rol por web

Oigo las palabras de Marie Sourcil, y me sale una carcajada.

- ¡Ja! ¿Así que ahora resulta que todo esto lo han montado los sindicatos y los estudiantes sólo "han dejado de hacer los deberes", no? ¿Dónde estaban los sindicatos cuando Danny se enfrentó al ministro? ¿Y dónde estaban cuando detuvieron a los ocho? ¿Y dónde han estado los sindicatos estos cinco meses de manifestaciones y palos? Mire... señora, le agradecemos mucho su acción en las fábricas y su presencia aquí, pero vamos a dejar las cosas claras: todo esto lo hemos montado los estudiantes, y sí, estamos abiertos a todos. Pero al César lo que es del César, no te jode ahora.

Después se monta ese lío, el otro tío tiene un gorro raro...

- Ahora -vuelvo a dirigirme a Madame Sourcil-, en una cosa te doy la razón: esta asamblea va a ser un fracaso. Tanto buen rollo y paz para todos... ¡a las barricadas, joder! a llenar París de barricadas y tomar la cuidad. Sólo así será posible la revolución socialista.

Ulf había pasado los últimos años viajando, y de repente estaba en medio de esta asamblea. Parecía interesante esta asamblea, pero parece que será mas agitada de lo que debería. Pensó mientras Gäelle y Fabian discutían.

Ulf, que aun tenia su viejo abrigo marrón y su bastón en mano se dirigió a una silla libre cerca del café que había preparado. Dejo el abrigo y el bastón sobre el respaldo de la silla y se sirvió una taza de café mientras observaba a la multitud, cuando escucha a Pierre hablar de tomar parís.

- ¡Chaval! - dice para llamar la atención de Pierre - No seas tan impaciente. - Dijo con su grave y embriagadora voz de locutor de radio. - Yo estuve en las barricadas de España luchando junto a los catalanes por su libertad. Si tomamos París solo pasará lo que paso en Cataluña, inocentes morirán, y en caso de que al menos ganáramos, ¿que haríamos? ¿Quedarnos en la oscuridad hasta decidir que es lo mejor para el pueblo? Lo primero es siempre el dialogo y la reflexión. Nunca lo olvides.

En un momento, ya se había montado el caos en la asamblea. Y sin intervención alguna de fuera. El hombre busca un lugar para sentarse. Tras mirar a su alrededor, ve un colchón de los que había colocado Danny en el suelo, y se sienta encima.

Saca de su bolsillo una bolsita con unas cosas verdes, un cilindro de metal y papel de puro. Con cuidado llena el cilindro, lo cierra, y comienza a darle vueltas. Luego lo abre y un olor que definitivamente no es tabaco llena la habitación. con cuidado de nuevo llena el papel del polvo verde y lo enrolla.

- Niño, me parece que eso es lo más sabio que vas a sacar de aquí. - dice mientra sigue concentrado en su labor. - Deja el tabaco, eso es solo mierda.

Cuando termina, observa con cuidado su obra, le da un par de vueltas para cercionarse que va a aguantar, y luego espera pacientemente a que el resto de compañeros estén un segundo en silencio, lo cual es más difícil que todo lo anterior.

- Si queréis, podemos hacer un cigarro de la amistad. Es una buena forma de calmarse y reflexionar. Seguro que de esta manera solucionamos las cosas antes. A mí por lo menos me ayuda a concentrarme y ver las cosas desde otra perspectiva.

-Y el tío de pelo repeinado sale a al defensa de la princesa, que típico. Mira tío yo vengo de España y se lo que es la dictadura. Así que mejor te metes en peleas que puedes ganar, vete a vestir sus bragas.-La señalo.

De soslayo escucho lo que el loco de los aliens decía y como no al chaval del centro de la discusión.
-¡HAHAHAHa! Claro que no chaval. Esto es como la cerveza, la primera nunca te gusta, pero la segunda esta genial y luego ya no sabes parar.-Luego giro la cabeza hacia un tipo que se había mofado.
-He, por algo se empieza

Finalmente el tipo de pelo a lo afro dijo lo único interesante desde que comenzó la reunión.
-Eso es lo mas sabio que he escuchado desde que hemos llegado.-Su cigarro se había consumado sin darse cuenta y necesitaba otro y si estaba aderezado mejor. Se sentó a lado del cantante y esperaba que este le ofreciera una calada.

-¿Porque no te cantas algo?

Fabian había "intentado" contestarle "Pobre infeliz" pensó Lincoln -Vaaaya... ¿De todo lo que te digo solo eres capaz de contestarme a eso?... pobre... animo que algún día no serás un inútil de la vida- Y con su sonrisa burlona siguió buscándo al Español -Por cierto... la "princesa" como tu la llamas, ha demostrado tener mas narices que tu, así que vigila no vaya a ser que se descontrole y te parta la cara... aunque no creo que sea la primera vez que una mujer te da por tonto- Linc se puso la mano en la cabeza y suspiró -Bah, dejalo, seguro que con lo cateto que eres ni has entendido una palabras...- Observar, Analizar y juzgar "Fabian, un completo inépto... fácil de manipular por lo visto jaja" Mostró una sonrisa por sus pensamientos y siguió a lo suyo.

Tras que la gentuza de Fabian le gritase en el oído, Gäelle se encogío en defensa. Por suerte Lincoln estaba ahí para frenar a ese tío. Gracias, eres todo un caballero le dice gentilmente. El tal Fabian era un esperpento, sin duda sabía lo que era venir de una dictadura, no había más que ver sus maneras autoritarias de tratar a los demás. Era el arquetipo de franquista. El tipo en cuestión no paraba de rebuznar y de pavonearse por la sala, creyéndose el más interesante de la sala. La srita. Bonhard buscó un sitio apacible en el que relajarse y que el tipo este no le siguiese atacando, por suerte parecía que iba a fumar hierba. A ver si eso relajaba al drogata del grupo. ¿Por qué habrán metido a ese enfermo mental? pensaba Gäelle juiciosa, sería una reivindicación interna, ya que había salido mal parada y con el tipo equivocado. Sus ojos no dejaban de escrutarle y en su expresión se dibuja el asco y la repulsión que sentía ante sus actos.

-Hablas mucho principe, pero detrás de las barricadas quisiera verte yo. Gritando consignas pegadizas no se ganan batallas. Yo lucho por lo que creo. En presente. No pienso que labrarme un futuro para tener un bonito despacho y fingir los fines de semana que soy liberal. Quiero que se cree un pais, MI PAIS, que no tenga que estar oprimido por unos viejos trajeados de pensamiento cuadricular. Como algunos ya me habéis mostrado. Es fácil insultar y degradar a la gente cuando te crees superior. ¿Verdad superior? Yo lucho contra eso. Con los puños si hace falta. Y no pienso dejarme empujar por nadie, que haya salido en el periódico no le da mas derecho que otros-¿Que se creen los hijos de mama, que me chupo el dedo?

-Joder que yo no le puse el pito en la boca, se lo ofrecí y él lo cogió, coño. No entiendo esta quema de brujas. Sois peor que los fachas ¿Que tiene de malo un cigarro?-Eso le recordó que el negro de su vera tenia una bien jugoso.

-Si con lo de principe quieres decir que estoy per encima de tu nivel... sí, lo estoy, grácias- Pobre no sabe contra quien se mete... -Sabes cual ha sido mi despacho los últimos años, la guerra de Vietnam, así que... creo que se lo que es luchar por algo, no llevaba una cámara solo, también tenía un arma en mi mano para defenderme o avanzar junto a los demás, así que las barricadas... bueno, se me quedan MUY cortas- Dice sin quitar esa sonrisa de su cara -Y por cierto, ¿Sabes quien quiere SU PAÍS? Los dictadores... pues yo quiero un país para todos no solo para mí...- Sin duda él había querido decir lo mismo que Lincoln pero aprovechó su cagada para dejarle por los suelos.

Sonríe al hombre que se sienta a su lado. Por fin alguien razonable. Enciende el cigarro y le da un amplio tiro antes de pasárselo a su compañero. Esperaba que más gente se apuntara y pudieran hablar entre todos, pero algo le decía que aquello no iba a pasar.

- Buena idea, macho. A ver si es verdad eso que dicen que la música amansa a las fieras. - coge la guitarra de detrás suyo y sopesa las cuerdas antes de empezar.

¿Qué tocar en un momento como aquel? Ninguna de sus canciones era lo suficientemente profunda. No se sabía los himnos revolucionarios, y además, aquello avivaría más las llamas. Entonces miró al niño, inocente y rodeado de gente peleándose por sus derechos. Instantáneamente recordó una canción que había salido hacía poco tiempo. Comienza a rasgar las cuerdas y cantar en voz baja las primeras estrofas.

- I am a child, I'll last a while. You can't conceive of the pleasure in my smile...

-Dame un arma y veremos quien es mejor. ¿Eres muy fuerte por estar en una selva? Otra guerra sin puto sentido. Si antes pensaba mal de ti, ahora te has enterrado tío. Seguro que eras de esos que sacaba fotos a los niños muertos en su propio charco de sangre y te condecoraban por ello. Pero voy a respetar tu trabajo por una sola cosa porque aquí "el rojo" a querido que estés con nosotros y no conozco tu trabajo, pero en lo personal no eres mejor que los que mataban orientales por pura diversión.-Menudo payaso

-Yo quiero que Francia sea libre de gente como tu, que se cree mejor que el resto porque piensa que a hecho cosas buenas y lo único que busca es reconocimiento. Pero si no comprendes eso. Es normal que pienses que quien ama su país es un dictador. Patético.

Le sonrió con dientes mellados al cantante y le dio un largo tiro a su liado.
-E tio suenas de puta madre, un poco suave, pero bueno.-Le dio otro tiro para quitar el mono, mientras meneaba la cabeza al son de la guitarra.

Tomo notas en mi cuaderno. Por ahora los resultados han salido como esperaba aunque me da la sensación que voy a tener que usar más veces el rotulador rojo en las próximas gráficas. Hay algo que no termina de encajar. La mentira, los indicios de "falsa identidad" están muy presente en los resultados del oH. Necesito un descanso. Retiro el casco de mi cabeza y lo devuelvo con cuidado a la maleta. Guardo los cuadernos. Me levanto, remolineo los pelos del pequeño Gabriel y camino a por un poco de agua mientras miro al famoso director de cine. Es impresionante la energía que desprende este tipo. Tengo ganas de oírlo hablar.

Aún no estaba recuperado de la paliza, pero aquella no era una oportunidad que debiera desaprovechar. Me reconforta estar junto a Yvette, aunque estoy receloso en una asamblea tan variopinta. En fin, es lo que toca en estos tiempos. El Partido ve con desconfianza esta ¿revolución? auspiciada por elementos a menudo críticos con la Unión Soviética y de una extracción en muchas ocasiones pequeño burguesa.

No llevamos ni una hora y ya se ha producido una discusión por una cuestión de educación infantil. Joder, si este va a ser el nivel de la asamblea, podemos prepararnos. Yvette ha ido a hablar con una de las chicas envuelta en la trifulca, así que, después de despedirme de ella con un leve roce y una mirada de cariño, aprovecho para fumar un cigarro mientras espero a que alguien proponga algo de interés.  

Según termina la canción sonríe y coge su hierba para fumar. Eso era vida.

- Si lo de suave lo dices por lo que estamos fumando, lo hice a propósito. No creo que la mitad de estos aguanten mucho y he preferido utilizar lo más suave de mi reserva y así evitar que a nadie le de un amarillo. - a él no le colocaba apenas, pero eso sí, sabía de puta madre y relajaba. - Si es por la canción... bueno, buscaba calmar un poco el ambiente. Y parece que lo he conseguido. Ya casi no se escuchan gritos. A ver si dura...

Vuelve a fumar antes de pasárselo a su compañero, guardando el humo todo lo que puede en sus pulmones para luego soltarlo lentamente.

Dimitri ha permanecido sentado en un taburete cercano a una esquina. 

Su francés no es demasiado bueno y no entiende la mitad de lo que se discute en la alborotada discusión.  Especialmente a los que hablan con acento extraño como el alborotador Fabian o el yanqui Linc. Por otro lado no conoce a nadie excepto a Dany, que le invitó a la reunión al conocerse y enterarse de que era un fugado de la URRS. Parece que toda esta gente quieren montar algo parecido al Octubre Rojo ¡y en una democracia! ¿Quitar al general que combatió contra Hitler para poner quizás a un Stalin? No entiende nada pero esperará a ver cómo van trascurriendo las cosas.

Dimitri se acomoda en el taburete y aprovecha el rato de caos inicial para mirar en silencio a la gente.

La tal Gaelle parece ser conocida, ciertamente es una chica bonita y con personalidad, pero habla demasiado para el gusto de Dimitri. Marie no tiene un rostro muy agradable, ciertamente, pero emana fuerza y rabia como las mineras de Kazán. Dimitri, acostumbrado a estética clásica, no le encuentra la gracia al pelo corto de Yvette y Francine pero sí al largo y bonito cabello de Shelley y Celia. Le recuerda al de su Natasha... La hecha de menos, ciertamente, pero cada vez recibe menos cartas suyas y el amor parece estar deshaciéndose como el hielo del Volga en verano.

Piensa en servirse una primera ronda del vodka que ha traído para dejar de pensar en mujeres, pero prefiere esperar un poco para no parecer demasiado alcohólico.

Ve a otros que, como él, aguardan en silencio. Quizás aún no se haya empezado a decir nada relevante y únicamente están hablando aquellos que se conocen o tienen afán de protagonismo.

Descubre al viejo Faure mirándole con atención y sonriéndole. Parece cansado. Dimitri le devuelve la sonrisa.

El colorido Jacques parece, sin embargo, prestarle más atención a su botella de vodka. Quizás sea hora de levantarse y hacer amigos. Se dirige a Jacques y le ofrece la botella. 

"¿Un trago, camaradaroska?¿Alguien más se anima?"

Desde que llegué a París me ha invadido un sentimiento de esperanza y fascinación. El cambio está aquí, muy cerca. Las calles hierven con los gritos de los estudiantes. Me entusiasmó además el poder participar en esta asamble, y no me hizo falta pensarme dos veces el unirme a este grupo. Sin embargo, desde que estoy aquí tengo la impresión de que somos un grupo demasiado dispar, demasiado variopinto, y no estoy segura de que algunos estén verdaderamente interesados en llevar la revolución hacia delante...de momento seguiré observando y escuchando, esperando a que se acaben las tonterías y empiece lo interesante.

Shelley había llegado de Reino Unido queriendo ser partícipes de los aires revolucionarios que ahora parecían tener su epicentro en París. Las protestas estudiantiles en Italia habían quedado en un segundo plano y deseaba que en París la llama revolucionase no se apagase y que las mujeres formasen parte de ella. Había llegado llena de ilusión que se desvaneció tras los primeros diez minutos de asamblea. ¿Eran estas las personas que dibujarían el futuro del mañana? Ni siquiera llevaban ahí media hora y ya habían rodado cabezas. Le molestaba especialmente que cinco o seis personas hubiesen tomado el protagonismo de la asamblea mientras muchas otras callaban y observaban. Se sintió derrotada antes de empezar y prefirió callar a formar parte de aquel circo. Al menos, se dijo, podría escribir sus reflexiones en su próximo libro.

-Oye Fabián, ¿tú no serás policía, verdad?-

-Sí, hice esas fotos por una única razón para que el mundo entero viera lo que ocurría en una guerra, para que vieran que jamás debía ocurrir de nuevo, ni por diversión ni por gusto, si te convence, bien, sino también.- Se puso la mano en la cara mientras le volvía la sonrisa -Lo que sigo sin entender es que has hecho tu en la vida... a si, estar tras las barricadas chillando lo mucho que amas tu país mientras que lo único que haces es buscar la violencia en vez de otros caminos como el dialecto, no lo entiendes ¿Verdad? tranquilo, te lo explico, cuando un país llega a esos puntos es porque gente idiota de los dos bandos no son capaces de razonar y luego tienen que llamar a tipos como yo para fotografiar todo aquello que causan los tipos como tu, para poder evitar que vuelva a ocurrir y que a otros locos se les ocurra destruir un país de nuevo desde dentro.-

Rió al escuchar a la uniceja preguntarle si era policía -¡¿Policía?! Jajajajaja ¿Lo ha visto? si solo sabe destruir mientras que la policía se encarga de mantener el orden y construir-

Tras relajarse un poco el ambiente dedico un saludo general a todo el grupo. Muy buenas, compañeros y compañeras. No tengo claro si debemos esperar a que Daniel o a Reneé den comienzo a esta asamblea. De todas formas, si necesitan cualquier cosa no duden en comentármelo. 
Al decir estas palabras no me queda claro a cuantos les habrá llegado mi comentario, pero siento que debía cuanto menos transmitir cercanía al grupo. El tic de mi mano izquierda vuelve a activarse levemente. Camino hacia la librería con paso lento.

Me muerdo las uñas. Levanto la mirada de mi cámara y observo que Bourgeois me saluda de manera cómplice con la cabeza, le devuelvo el saludo rápidamente para que no note que no se quien es. A menudo me ocurre que hablo con la gente sin recordar de qué nos conocemos, por lo que hace meses que decidí saludar rápido y evitar ese momento tan incómodo. 
Voy hacia la biblioteca para cotillear un poco. Veo en el tercer estante de la librería un cuaderno ancho con tapa de piel que llama mi atención. Lo cojo. Se titula "El portavoz" de Jack Trust. Interesante. Me quedo leyéndolo un rato hasta que escucho unos pasos que se acercan. Es el extraño de Landazuri. Cierro el libro y lo dejo dónde estaba. Le saludo ... Hola, que tal? ... Me mira. Y me devuelve el saludo amablemente. Mira el libro que he dejado. Me vuelve a mirar y sigue andando. Creo que no está muy sano.