Partida Rol por web

El ruido de los motores me saca de mis pensamientos adormilados. Manteniéndome escondido activo el visor nocturno del rifle.

-Mira que son cabezotas...ahora cómo cojónes van a cruzar el jodido puente...

Pienso en las opciones, pero hay demasiados arboles para ver siquiera a cuánta distancia están los vehículos, así que decido que lo mejor por ahora es mantenerse escondido y vigilando.

-Si había poca munición ahora...joder...

Intento calmarme, esto son cosas que pasan y si un orko aparece ahora a mi lado y decide abrirme la cabeza, pues nada oye -Por lo menos esos cabrones no acostumbran a ser muy silenciosos, pero vamos, que si me pillan por sorpresa...a joderse...

Asumir mi propia muerte como de costumbre funciona y me siento al cien por ciento.

-Como se les ocurra dejarme solo se va a armar, no pienso patearme todo el camino hasta la misión yo solo...

-Hijos de mala madre...

Mi cabeza no deja de charlar, por la tensión de la espera. No verlos me saca de quicio.

-Y ahora no podemos pedir apoyo...¿hola, mando, me recibe? si, necesitamos otro ataque de esos molones...¿donde? pues...en el mismo sitio que el capullo de nuestro especialista no sabe disparar su jodido rifle y falla más que los del pelotón de morteros...

Biggs había ganado al piedra papel tijera a su hermano, y se habia ganado el derecho de dormire abrazado al cañon de asalto, como si de una mujer se tratara. Y por como comienza a meterle mano al cañon de asalto, parece que en sus sueños tempranos, ya estaba viendose con alguna comisaria sexy, o alguna hermana de batalla de buenas curvas.

Por desgracia, el estruendod el motor orco le hizo saltar como un resorte. Cabreado como estaba, le dió una patada a su hermano para que se despertara, y señaló hacia el puente, mientras miraba al Sargento. ¿Volar el puente? Pero si es un objetivo de la misión... eso sin contar que si lod estrozamos, tendrmeos que nadar hasta el otro lado. Me cago en diez... Pensó, mientras se quitaba las lagañas, y se ponia el casco sin abrochar, asiendo el cañon de batalla y encarandolo hacia el puente.

Quizás, si le daba al primero dentro del puente, los demas no pudieran pasar. Aquelló le pareció... una excelente idea. Que por supuesto, ante su mudez autoimpuesta, no dijo a nadie.

Tras montar el campamento y ponerse ha descansar durante un momento, Hunter se sobresalto al escuchar los ruidos de vehiculos. Escucho al sargento dar ordenes a gritos sin llegar a oirle del todo; al ver que sus compañeros se despertaban y que empezaban a ponerse alerta, Hunter comprendio que todo el merecido descanso el cual se habían ganado duramente se iba al traste.

Hijos de puta, es que nunca descansan estos cabrones.

Viendo que se acercaban enemigos, Callidon optó por la solución número treinta y cinco. Esconder la cabeza y disparar a lo loco.- Esto... Señor. Me atrevo a sugerir que tenemos un bunker vacío a nuestro alcance, Señor. Señor, sin ánimo de parecer cobarde pero tal vez sería buena idea parapetarnos dentro antes de que nos alcancen los vehículos, Señor.- Dijo, finalizando con el correspondiente, fiel, marcial, reglamentario y siempre omnipresente saludo.

Tras haber montado el campamento y haberse jodido el pequeño descanso debido a un rugido de motores que se aproximan hacia nuestra posición, observo a todos mis hombres y veo como la pesadumbre y la mala ostia por no haber podido descansar un poco se acrecentaba en ellos. - Eso chicos, me encanta veros enfadados... así sois más letales - 

Me estaba rebanando los sesos pensando en la mejor solución para salir indemnes de la situación y entre unos y otros van dando soluciones y estrategias. Miré fijamente a Callidon - Ya se que tenemos la protección del bunquer, pero... eso vendría bien si conseguimos mantenerlos a distancia, como se acerquen y nos rodeen, nos frien aqui dentro. Y no os quiero contar como se les ocurra hacer lo mismo que hice yo ¿ves como quedó el bunquer de tripas de orco? pues imagina si son las tuyas, no creo que nos hiciera mucha gracia. -

Tras hablar con Callidon, observé los movimientos y reacciones de Biggs, estaba claro que lo de convertir el puente en bicarbonato no era buena idea. Seguí observándolo atentamente y conseguí descifrar lo que pensaba - ¡¡¡Eso es Biggs!!! ¿te ves capaz de tumbar algún vehículo en el puente para que haga de barricada? si lo hiciéramos así, como ha pensado el "mudito", y sale bien, podríamos utilizar el bunquer como el Emperador manda, pero si falla el Gran Biggs, lo vamos a pasar muy mal - comenté a todos para ver que les parecía la idea que, Biggs y Callidon, me habían transmitido, uno sin parar de hablar y saludar y el otro sin decir ni pio.

¡Coño! Este hijo de puta había conseguido entenderme a la primera y con la minima de gestos. Estaba mejorando, eso había que reconocerlo... Pero no me hace ni puta gracia que me llamen mudito. La próxima vez, le dispararé con el cañon de batalla. Y su cara fue un autentico poema de cada uno de sus pensamientos. Mirando fijamente al Sargento, volvió la vista hacia el puente y se encogio de hombros.

Tras unos segundos mirando el puente, y pensando, torció la cabeza y levantó el dedo pulgar, dando a entender que podría derribar al primer camión. Y como era costumbre, sin decir nada, asió el cañon, quitandose incluso el casco para apuntar mejor, sin que nada le molestara, humedeciendose los labios con la punta de la lengua, y mirando a su hermano de reojo, esperando que le echara un cable con las correcciones por las rafagas de viento, o la velocidad de los camiones.

Venga, joder, si la cago con este tiro, no podrán echarme la puta bronca... ¡estaremos todos muertos! ¡Y una mierda! ¡Aun tengo que ver si la hija del Comandante es tan fresca como dicen! ¡Me cago en la puta! ¡Ya me estoy poniendo nervioso! A centrarse...

Callidon obedeció resignándose a mirar el búnker con cierta añoranza y permaneció fuera de la estructura. Aún así, hizo igual que Biggs. Buscó un hueco en el que apuntalarse, tumbándose en el suelo tras un orco caído para tener una mínima cobertura y afianzando su arma apuntó hacia el puente. Viniera lo que viniera, ese puente se convertiría en un embudo de muerte para orcos.

Poco a poco el ruido de los motores orcos se fue haciendo mas intetnso hasta que aparecieron por el horizonte 6 motos orcas moviendose rapidamente y soltando mucho humo por sus tubos de escape que se dirigian hacia el bunker destruido y dispuestas a cruzar el puente.

Esto tiene pinta de orkos motorizados, engendros de la tecnología, no entiendo como no explotan tan sólo con encenderlas.....seguramente lo hagan, pero sólo vemos el porcentaje de las que han sobrevivido al arranque inicial.

¿Como enfrentarse a las motos sin apenas munición? LA cosa está complicada para el grupo.

-Me temo que el el emperador se levanta muy poco de su asiento

Busco un lugar donde coger cobertura manteniendo la posición junto a los del cañón automático y Callidon. Aunque los primeros disparos serían por parte de nuestros artilleros los demás deberíamos apoyarle.

- Vamos venid cabrones.....aquí encontrareis a la guardia imperial.

Motos. ¿Motos? ¿MOTOS? ¡Me cago en la puta! ¡Motos! ¡Motos de los cojones! Si le doy al primero y lo derribo, es posible que las otras simplemente pasen por encima.... Como la última puta vez. Esto es un puto problema... Bueno, que sea lo que el emperador quiera.

Se concentró, y esperó a que su hermano se agachara hasta su posición y le señalara que moto debería ser la primera en caer. Cerró uno de los ojos y cogió aire. Y apretó el gatillo, haciendo que el lugar se iluminara con cinco fogonazos, uno tras otro, creando un estruendo propio del mismimo emperador, y haciendo volar la munición hasta le grupo de Orkos Motorizados.

Nunca me gustaron las putas motos.

Tras el rugido de motores que se escuchaban en la lejania y la gran columna de humo que sobresalía de los árboles del bosque hacia el cielo, el linde del bosque dio paso a una visión un tanto preocupante.... - ¡¡seis motos chicos!! ya se que no os gustan las motos orcas y jamás comprenderemos como esos chismes pueden andar en vez de revertar, pero ¡¡¡¡ahí vienen!!!! Biggs, quiero impactos limpios y precisos - le comenté con voz firme.

Seguidamente miré al resto de mis hombres - el que quiera la protección del bunker ya sabe lo que tiene que hacer, pero no debemos perder ni un segundo, en cuanto el caos se adueñe del grupo de moteros orcos, debemos de dispararles en el momento de la confusión y así lograr algo de ventaja. Mientras tanto Wimdel dará buena cuenta del que siga en pié sobre la moto - Tras unas milésimas de segundo, se me ocurrió una idea - Disparad a los depósitos de las motos, si hacemos que exploten seguro que nos llevaremos a algun orco por delante -

Callidon mantuvo su posición ganada tras el cuerpo de un horco abatido, y siguió apuntando hacia las motos, eligiendo una al azar y esperando a que se acercara lo suficiente como para disparar el conductor.