Partida Rol por web

- ¿Y porqué no vamoz con elloz papito? - pregunta totalmente inocente - Ezto ez muy aburridooooooo

Dice moviendo los pies y la cabecita

- ¿Que hay de mi heladito? Podríamoz ir a la zala de laz telez y buzcar a eze hombre malito que ze llevo a mi hermanito - carita

Hackett pensó que aquello no iba bien, guardias buscando a un inexistente niño, Mathias infringiendo la ley, y los otros dos perdidos...Y el al cargo de la niña malcriada, no había tenido ese problema con sus hijas, posiblemente debido a la inestimable labor de su madre, pues él pecaba de protector.

- Bueno Darla, vamos a por tu helado primero. No sé si entrar en esa sala sería lo más correcto si queremos pasar desapercibido.- La cogió y la puso de nuevo en sus hombros para facilitar su visión. Mientras el intentaba recordar la descripción que le había proporcionado Wilhem,"Tiene tatuados unos gusanos en los labios, que lleva pintados de blanco. Se maquilla los ojos y tiene el pelo largo, mitad castaño mitad rubio. En cuanto lo veáis lo reconoceréis"

- No puede ser muy difícil encontrar a un tipo con aspecto tan peculiar.

Llegaron al puesto de helados:

- A ver, ¿qué sabor quieres?- Dirigiéndose al que les atendería- Esta niña, que se le ha antojado un helado a estas horas... - Con una sonrisa de resignación y buscando la compensión del tendero- En fin mientras no me llegue a casa dentro de 10 años co un asiático de esos tatuados maquillados y con pelos teñidos...

Ella encantada juguetea en tus hombros de nuevo

- Arriba papi, máz arriba - salta a tu espalda que si fueras mortal terminarias cogiendo un buen dolor de espalda, porque aunque pequeñita, los seis o siete años no se los quita nadie.

 - Heladooooooooooooooooooooooo - contenta mientras mira por todos lados

Cuando llega delante del dependiente mueve las coletas como si la cosa no fuera con ella y al preguntarle el sabor mira el carrito inspeccionando los colores

- ¿De que ez el rojo? - señala

La vástago que te acompaña se aleja hacia la entrada, y parece que ve algo. La sigues, terminando ya con la información en el grupo y ves cómo un joven empieza a acelerar el paso hacia unas escaleras mecánicas, bajando al piso principal.

Ella mira suspicaz, absorta en sus pensamientos.

Ante tu mirada asustadiza y tus balbuceos, se encuentra un joven bastante peculiar. Esta rodeado por un par de guardias y varias personas con ropas realmente exquisitas, de marcas que incluso con tu sueldo no te puedes permitir. Esta claro que es una persona de alto estatus, por la posición en la que los demás parecen relacionarse, pero es muy joven. Al menos lo aparenta.

Te mira con cara de pocos amigos, pero te sonríe ligeramente, con una cortesía fría e incluso despreciable.

- Eso he oído, si. ¿En qué podemos ayudar a... la policía de Munich? - Su mirada esta fija en ti, sin parpadeos.

- De frambuesa, pequeña. - Responde el tendero, algo apabullado por la impetuosidad de la "hija" y la charla abierta del "padre". - ¿Una bola, caballero? ¿O usted también tomará? 

El hombre no parece haber entendido ninguna alusión a la descripción que Hacket ha dado, y sigue eficientemente los protocolos de su puesto. Pero por el rabillo del ojo veis como un joven baja apresuradamente las escaleras mecánicas. Mira hacia atrás repetidas veces, y parece ir con prisa. Lleva una ropa corriente, de salir. Claramente no es el hombre al que buscáis.

La niña mira el helado y baja hasta la oreja de su nuevo papito.

- ¿La frampueza ezRH-? - pregunta inocente susurrándole y ve lo que quiera que haya llamado la atención de papito...

Un hombre corre y ella se encuentra con un helado de frambuesa en la mano, que por cierto no es de de RH, ni positivo ni negativo, de forma que le da un lametón y lo escupe

- Azquerozzzzzo, ezto ezta....  - a punto de hacer pucheros, se calla cuando su padre la hace callar y simplemente sostiene el helado que chorrea manchando sus manitas

Hackett mira de reojo al hombre que baja las escaleras con prisas como si alguién le persiguiera pensando "¿A donde irá el chalado con esas prisas?" La pregunta del heladero le devuelve a la realidad:

- Una, con una es suficiente. A mi no me apetece - Con una sonrisa despeina la cabeza de la niña y con el tono paternal utilizado un sinfin de veces con sus hijas- Bueno, y ahora espero que no te manches!. - Saca sin esperar un billete de 5 euros para pagar el helado y sin esperar la vuelta- Quédese la vuelta,- mientras vuelve a coger a la niña de la mano y le dice - Ande ven por aquí a calmar una curiosidad de papá.

Asomándose a la escalera intenta seguir con la mirada al tipo de antes para saber adonde iba. Algo no le pegaba en las prisas de aquel hombre y estando como estaban buscando a alquién, la mejor opción era examinar las plantas desde una posición elevada, asi que por que no subir a la de arriba.

La encantadora cría te tiende el helado con cara de no haber roto un plato

- No lo chero

Krauser salió del local detrás de Nédara. Al parecer, la mujer había visto algo, un tipo que intentaba marcharse del lugar con bastantes prisas, según parecía. 

Wilhem siguió a buen paso a su compañera e intentó fijarse en el joven, que descendía al piso inferior del centro comercial. Quería comprobar si su aspecto coincidía con el del sujeto al que buscaban. Dado que era sumamente llamativo, no tardarían en descartarlo o cantar victoria.

-Pu pues buscabamos a un fugitivo, sabemos que ha desaparecído en este centro comercial.- Digo tímidamente y miro al que parece el jefe, es clavado a la descrición que nos dieron.

El taxista mira con resignación a la malcriada niña:

- Bueno, pues recuerdame que no te vuelva a comprar un maldito helado, subamos.

Mientras, coge el helado que la niña le devuelve y lo tira en la primera papelera que le pilla de paso.

- Pero Papiiiii ez que ezta mu malo.... Eze hombre te ha enganyao....

Dice ella con carita de pena.

Ella le da toques en la mano en la cabecita y asiente cuando el le dice que van para arriba.

La sonrisa crece en sus labios ante tus palabras, como si el tema le hiciera gracia. Mira a sus acompañantes, que a su vez dirigen la mirada brevemente hacia él. Luego notas cómo todos los ojos de la sala están fijos en ti, pero sin duda los que más incomodidad te causan son los del extraño personaje.

- Muy bien, señor policía. Puede dar la descripción al equipo de seguridad - Dice señalando con la mano a los trajeados vigilantes. - Avisaremos en  caso de que encontremos a alguien que coincida con su descripción. ¿Algo más, señor policía?

Darla y Hackett suben, cogidos de la mano, a la planta superior, justo en el momento en que Nedara y Wilhem se asoman a las escaleras mecánicas. Casualmente los cuatro se quedan observando a un joven que al llegar a la planta inferior, se dirige con algo de "prisa" hacia la salida del centro comercial.

A pesar de su extraña actitud, no parece encajar bien con la descripción de la persona a la que buscáis.

Mientras suben las escaleras mira interrogativamente a sus compañeros que están arriba. Cuando llegan arriba Hackett y tras observar al tipo que sale del centro comercial  les pregunta:

- ¿Qué os parece si alguno sigue a aquel tipo, mientras el resto busca al objetivo?

- Papi papi, vamoz nozotroz...  - dice la nina entusiasta aún sobre sus hombros.

Entonces se empieza a revolver para que la baje mirando a los otros que están junto a ella.

- Mami.... vienez?- le dice a la única mujer del grupo que no es ella.... y que perrera con lo de mami y papi.

Al bajar de los hombros del grandullón le golpea suave con la muneca de trapo y plástico que tiene desvencijada y casi rota, con un ojo menos y los rizos chamuscados.

El sujeto no parecía ser el que buscaban. Lástima.

Krauser se encendió un cigarrillo y aspiró una bocanada. Tendrían que seguir buscando. La idea de Hackett era buena, cerciorarse de la identidad del tipo mientras el resto buscaba al objetivo.

- Correcto, si os parece id vosotros. La señorita y yo seguiremos buscando por aquí. Con las pintas que tiene, no será muy difícil dar con él.-

comentó el abogado. Habría que seguir dando vueltas por el centro comercial.

-¿Po..Podría hablar con usted en privado? necesito comentárle algo si a usted no le importa-

¿señor policia?Jajaja, jamás me habían dicho eso....

me meto las manos en los bolsillos para que no se note que tiemblo.

A Darla nunca le gustaron los abogados. Frunció el cenyo y luego miró de nuevo a su flamante recien estrenado papito con la cabeza muy echada hacia atrás y hacia arriba, mostrando un encantador gesto de impaciencia que podía convertirse en gesto de berrinche de un instante a otro.