Partida Rol por web

Llegas a la entrada de una cueva, algo llena de ramas y humeda pero nada que un amante de los insectos no pueda soportar.

-Es aquí.

Al llegar, Kuroji vuelve a afirmar con la cabeza y se adentra en la cueva.

Llegas a una cueva con una única entrada, la cual era la única salida. En el suelo de la cueva había un gran sello dibujado, no lo reconocías pero por el tipo de sello, parecía un sello de invocación.

-¿Que hay aquí en esta cueva? ¿Para que es ese sello?

-Tu solo colocate en el centro conmigo

Kuroji accede a colocarse en medio.

Natsuki cogió de la mano a Kuroji, no por nada mas que por lo que estaba a punto de hacer. Al instante empezo a realizar sellos increiblemente rapidos con una mano que angeriormente se había mordido, luego la plantó en el humedo suelo.
Al instante una enorme paloma os tenia en su espalda, haciendo que casi te caigas si no hubiera sido por la mano no la Hatake.
-por esto te di la mano- Lo sube y lo suelta en la espalda de la paloma, la cual era negra como la tinta.

Kuroji se sorprendió un poco, no esperaba este tipo de invocación.

-¿Y ahora a donde vamos con esto?

-a la casa de un amigo- cogio el brazo del Anbu para tirarlo a las plumas y se agarró a ellas, en ese instante la paloma salió por la cueva y empezóa volar hacia el norte con ambos a su espalda.

"Todo esto...y...¿un amigo?...Debo estar alerta."

Llegaste a un bosque, muy húmedo pues había un rio cerca. Cuando bajasteis la paloma se deshizo y Natsuki echó a andar hacia una pequeña montaña al Noreste.

Estabas tranquilo pensando tu siguiente movimiento en una habitación tras haber descansado un poco cuando la puerta se abrió y entró el vigilante corriendo y gritando.
-¡Señor, ha venido! ¡Natsuki ha venido, ha descubierto la forma de llegar y no viene sola, la acompaña un miembro del ANBU!- Hizo una pausa esperando tu reacción.

Kuroji empezó a seguir a Natsuki de nuevo ya un poco molesto.

-¿Me quieres decir que hacemos aquí de una vez?

-Querías saber mi motivo para irme ¿no? pues ahora lo descubrirás, aunque no me hago responsable de lo que te pueda ocurrir. Natsuki siguió caminando hacia la cueva.

-Ya bieno, eso ya me lo has dicho, pero me acabas de traer a kilómetros de Konoha...

Todos los planes que se le ocurrían para adentrarse en Konoha flaqueaban en algún punto, cosa que los hacía complicados o incluso suicidas. No era sencillo sacar de Konoha a Natsuki y eso es algo que llegaba a frustrar a Rida, el cual siempre se caracterizó por tener una gran paciencia.

Justo en ese momento apareció Tenshou*… Natsuki… ¿Aquí?, ¿Cómo habrá dado con nuestro escondite?... Pensó. El hecho de que llegara con el AMBU no era lo que más pudiera impacientarle. – Vaya, eso sí que es una grata sorpresa. – respondió Rida con tono calmado. – ¿Se encuentran muy cerca?, ¿de cuánto tiempo disponemos?. – preguntó mientras se levantaba de su silla y se dirigía hacia la puerta, aunque no con demasiadas prisas. – Cuéntamelo mientras nos reunimos con el resto del grupo, esta quizás sea la ocasión que estábamos esperando. -

-Se encuentran a unos minutos de la entrada, van a un paso extrañamente tranquilo- Siguió a Rida esperande ver sus acciones.