Partida Rol por web

Ficha:

1.       NOMBRE: Tugnus Hólderhek

2.       JUGADOR: ArgusV

3.       CLASE: Enano/Cazador

4.       DESCRIPCIÓN: pon algo aquí 

5.       HISTORIA: pon algo aquí

6.       NOTAS:

Habilidades generales: (30 puntos)

• Fuerza: 8
• Resistencia 4
• Carisma 2
• Destreza 7
• Agilidad 3
• Inteligencia 3
• Sabiduría 2

Habilidades propias: (100 puntos)

• Lengua Enana: pon algo aquí
• Lengua Humana Primitiva: pon algo aquí
• Destreza intuitiva (artesanía): pon algo aquí
• Ambidiestro: 1
• Artesania(piedra): 8
• Esconderse: 13
• Moverse silenciosamente: 13
• Armas Arrojadizas: 20
• Armas cuerpo a cuero (hacha): 20
• Música: 5
• Saber de Cavernas: 10
• Supervivencia: 10

Bien, ya tengo mi ficha, mi hostoria y mi imagen cargadas. Creo que estoy listo para empezar.

Los forjadores enanos dominan las runas como nadie. Sus libros de páginas de acero son auténticos diccionarios que describen con toda precisión geométrica el trazado de dichos símbolos de poder pero no siempre especifican sus efectos. Toda la naturaleza reconoce las runas como órdenes directas del dios enano Argon -y a los forjadores como heraldos de su poder-, y pocos seres pueden resistirse a ellas. Sin embargo, el impacto de las runas depende de varios factores: La precisión con la que ha sido grabada, la dureza del material base, la devoción del forjador...

Las runas también son útiles para comunicar mensajes escritos entre los enanos, y todo enano que se precie podrá hacerse entender por éste pesado medio.

Los efectos de las runas, que se tallan con una lentitud que a cualquier otra raza le sería insoportable, nunca son inmediatos. A veces se desencadenan por ciertas circunstancias especificadas en ellas, y en ocasiones se manifiestan sutilmente durante toda su existencia, en forma de una silenciosa protección, por ejemplo.

En un lugar en el centro del bosque élfico, donde sólo los zahoríes pueden adentrarse, hay un estanque que no está lleno de agua sino de magia, pura, natural y sagrada, que se acumula al son de la vida que lo rodea. El estanque nutre a todo el bosque de vitalidad y hace que las plantas crezcan. Sólo los elfos deben conocer su existencia, y de entre ellos sólo los zahoríes pueden acceder a él, con el fin de preservarlo de todo daño o imprudencia, dado que es tan delicado como el tallo de la flor más bella.

Los elfos utilizan la magia del estanque para sus fines, que son inequívocamente preservar y fortalecer el bosque. Sus medios, aparte de sus capacidades innatas, son las semillas que coleccionan y almacenan con tanto cuidado y celo, y que pueden modificar siguiendo delicados procedimientos.

Las semillas mágicas pueden dar lugar a vegetales muy variados que sirven para dispares propósitos.

Los fados hayan su poder en las reliquias de tiempos remotos que atesoran celosamente. Éstas pueden ser joyas, vestidos o simplemente templos en ruinas. Dicho poder lo emplean para ejercer sus poderes, entre los cuales el más antiguo y característico es el de transformar y pervertir la naturaleza a su modo triste y siniestro para cumplir con sus fines.

Así pues, el vetusto bosque en que hayan su morada ha perdido su antigua vitalidad, y sus sangrantes árboles de cristal crecen al son de una canción de desesperación, uniendo sus ramas para formar arcos que, cristalinos como el agua u oscuros como la obsidiana, construyen lentamente una ciudad soñada sólo en las pesadillas de su diosa perdida, Thea, que ahora pueblan las noches del pueblo maldito de los fados.

La artificial y dolorosa ciudad solitaria se hace más densa cuanto más profundo es el punto del bosque en el que se está. Sus formas de eterna belleza se asemejan a las de un intrincado templo de columnas arbóreas sin más techo que las fortuítas hojas gruesas y negras que, a lo largo de la tremenda altura del bosque, brotan no por buscar al sol sino por tapárselo a sus amos.

Hace mucho tiempo que se perdió la fórmula secreta -tal vez con la caída de la misma Thea- que permitía fabricar las reliquias, por lo que cada vez hay menos. Sin embargo, el poder de éstas no hace más que incrementarse con el tiempo. Las que se tienen recogidas se acumulan en los abiertos mausoleos fados, pero probáblemente aún haya muchas esperando en el subsuelo.

Los fados acumulan magia para utilizar sus habilidades de raza y de clase con mayor efectividad, así como para construir en su bosque o ampiar sus límites.

Reliquias actuales:

• Colgante de Zaar-Itxul: Aporta un punto de magia al día.
• Altar del eterno sacrificio: Sólo puede ejecutarse un sacrificio vivo diario. Los puntos de magia resultantes dependen de la vitalidad y rareza del sacrificio (se decide en cada caso).
• Ruinas del templo negro: aporta un punto de magia por cada día de oración de un fado. Un fado en día de oración renuncia a toda acción durante ese día, pues entra en el sueño eterno (mündavaras), del que no puede ser despertado hasta el fin del día (de un amanecer a otro). No necesita comer ni nada parecido. Se le recuperan con más facilidad las heridas. Los fados necesitan tener días de oración de vez en cuando, puesto que es el único sueño que conocen.
• Sable de los muertos: Aporta un punto de magia por cada víctima asesinada con él.