Partida Rol por web

Neonomicon

Oficina de reclutamiento del FBI

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23/08/2017, 10:03
Sharak

Bueno, como no os conozco a ninguno y no quiero tirar un dado para elegir los personajes, he abierto esta escena para ayudarme a tomar una decisión.

Todos deberíais de tener acceso de escritura a esta escena (en caso contrario me avisáis por MP).

Os voy a pedir que, vista la introducción de la partida, me hagáis una pequeña (cuatro o cinco líneas, no os paséis) descripción del personaje que os gustaría encarnar en esta partida. En principio es un caso asignado al FBI así que la salida más fácil es ser agente del FBI, pero no es necesario. Podéis encarnar un personaje colaborador con el FBI (médicos, periodistas, ...) o cualquier tipo de personaje que logréis relacionarme con el FBI y con el caso.

Así pues, os dejo hoy y mañana para escribir vuestras opciones (mensajes sólo para el director si no queréis que lo lean los demás, aunque tampoco podréis leerlos vosotros, o mensajes normales si no os importa). Si tenéis más de una opción, podéis escribir todas si queréis.

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23/08/2017, 10:55
Kairi

Eva G. Fray, 28 años, médico forense.

Nunca ha sido fácil engañarte y ahora mismo tienes delante uno de los mayores casos a los que te has enfrentado en tu vida. ¿Hasta que punto es cierto todo lo que os han contado hasta ahora? ¿Si esto no es más que un complejo acertijo cómo puedes estar segura de que conseguirás resolverlo a tiempo? ¿Y si ese hombre con el que a veces tenías contacto desapareciera misteriosamente? 

Eva estudió medicina sin convicción pero terminó alistándose en el cuerpo de policía científica. Lógica, segura de sí misma pero en ocasiones demasiado fría, parece que no tiene otro objetivo en la vida más que demostrar que las mujeres también pueden estar a la altura cuando se trata de plantar cara a situaciones peligrosas y complicadas que necesitan de trabajo duro para ser resueltas.

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23/08/2017, 11:49
IzVe

José Balmaceda, 42 años, agente del FBI

José es un hombre nacido en Estados Unidos, de padre Chileno y madre Americana. Desde pequeño quiso ser parte del FBI alentado por las películas que veía junto a su padre en una destartalada casa en la ciudad de Birmingham, en Alabama. Preparó sus pruebas y las pasó, siendo aceptado a los 21 años de edad. Ahora vive solo, divorciado por culpa de su adicción al whisky barato. Es una persona meticulosa cuando esta sobrio, su estado físico es aceptable; lo justo para pasar las pruebas físicas anuales. Sigue gestionando los problemas ayudándose de la vieja petaca que heredó cuando su padre murió.

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23/08/2017, 12:25
DarthBLU

Carley Jalabert, 29 años, agente especial del FBI Carley nació en Chicago. Es hija de una pareja de dentistas, futura heredera de una clínica, como tal comenzó estudiar en la Facultad de Odontología de la Northwestern University. Aunque le fue bien académicamente, se percató que ser dentista no era lo suyo, así que pasados dos años, decidió sin rumbo claro cambiar de carrera, a Psicología. La elección resultaría ser correcta, ya que finalmente se graduaría. Tras finalizar sus estudios, trabajó inicialmente en un reformatorio, pero lo dejaría para unirse al Departamento de Policía de Chicago. Allí destacó por ser una oficial con ojo para los detalles y capacidad de ponerse en lugar del otro, incluso del criminal. Carley abandonó ese Departamento después de dos años, tras superar las pruebas de selección del FBI. Allí formó parte del equipo que se especializa en crímenes violentos. Es una persona que sabe lo que hay que decir en cada momento, quizá por sus estudios, y suele caer bien. Su departamento se dedica a delitos muy crudos, así que una persona alegre como ella es algo que ayuda a mantener la moral de sus compañeros en los casos más desagradables.

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23/08/2017, 13:33
Morgian
Sólo para el director

Mackenzie «Kenzie» Stellman, 32 años, agente del FBI.

Hace sólo un año que Kenzie viste traje y lleva su placa encima cuando sale a la calle. En cuanto salió de la academia la infiltraron en el entorno de una banda de moteros que traficaba con armas. Siete años ahí metida le cambia la vida a cualquiera y la cosa acabó mal. Muy mal. Un agente muerto, los cabecillas de la banda huidos y la tapadera de Kenzie descubierta. 

Después, un año de excedencia, con tratamiento psicológico incluido, y otros dos haciendo trabajo de oficina. Le costó recuperarse, recordar quién era en realidad detrás de la máscara que había llevado puesta durante tanto tiempo.

Para cuando quiso incorporarse al trabajo de campo ya no era la jovencita risueña y confiada de la academia, sino una mujer endurecida por todo lo que había llegado a ver. Silenciosa y desconfiada, algo hosca en ocasiones, pero decidida. A Kenzie no le tiembla la mano para «hacer lo que se tiene que hacer». Siente un ligero desdén hacia las normas, pero no suele demostrarlo ya que siente que sin su trabajo no sabe quién es, o peor, no es nadie. No suele sacarlo a relucir, pero tiene un sentido del humor algo ácido. 

...

Karen Morgan, 35-38 años, agente del FBI.

Karen tuvo la suerte —o la desgracia— de ser la mejor amiga de Claire Nelson desde mucho antes de que su hermano Nick se convirtiese en un asesino en serie. El caso la pilló trabajando ya en el departamento de Homicidios y de inmediato la absorbió más de lo habitual. Sentía algo familiar en los patrones del asesino, casi como si dejase mensajes sólo para ella.

La cosa se puso algo turbia cuando comenzó a sentirse vigilada. El teléfono de su casa sonaba en mitad de la noche y nunca respondía nadie, sólo una respiración. Su compañero fue la última víctima, la que le dio la clave para terminar de atar los cabos y descubrir que el asesino estaba más cerca de lo que ella creía. 

El éxito fue un bálsamo escaso para la pérdida de su compañero, pero durante una temporada su nombre sonó bastante por los pasillos de la agencia. Finalmente el tiempo pasó y el caso se perdió en el olvido. A día de hoy Karen no ha vuelto a sentirse tan inmersa en ningún caso como en aquel. No sería correcto decir que lo añora, pero sí nota que algo falta en su vida, tal vez la adrenalina o quizás las miradas de reconocimiento por su labor. Es una mujer inteligente, detallista y con buena memoria. Está liada en secreto con un agente de la DEA desde hace un par de meses. Aunque las pesadillas hace tiempo que remitieron, en ocasiones aún se sobresalta si el teléfono suena de noche. 

...

Zoey Williams, 28 años, psicóloga, asesora del FBI.

Zoey tiene un don: es capaz de comprender a las personas. Tal vez por eso estudió Psicología, aunque encontró su verdadera especialidad en los seminarios sobre perfiles de criminales a los que la arrastraba su novio de esa época. Por algún motivo, Zoey tenía gran facilidad para empatizar con los criminales más brutales, entendiendo sus procesos mentales y emocionales, sus motivaciones. 

Fue precisamente el agente que impartía estos seminarios quien le ofreció trabajar como asesora para la agencia. Primero en un caso sencillo, poniéndola a prueba en un escenario real en lugar de usar fotografías, pero no tardaron en contar con ella en más ocasiones, hasta que se hizo frecuente verla en las escenas, contemplando detalles con la cabeza ligeramente ladeada. 

Si le está afectando tener un contacto tan profundo con las personalidades a las que se enfrenta, por ahora Zoey no lo demuestra. Puede que duerma peor, que su carácter de natural alegre y optimista se esté apagando un poco o que haya empezado a tener migrañas, pero hay algo adictivo en su trabajo, en desentrañar cada capa de la personalidad de un asesino, que la mantiene enganchada caso tras caso. 

Notas de juego

Cualquiera de ellas podría cambiarse de género sin mucho problema si fuese necesario. 

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24/08/2017, 22:09
rorro

Louis Maranzano Jr, 32 años, agente del FBI

Louis, o Luma, como le apodan los que tienen la suficiente confianza, es frío y cínico, pero efectivo. Bien considerado en el FBI por entender las motivaciones de los asesinos y otra gentuza. Quizá las entienda porque a menudo el tiene inclinaciones parecidas, aunque hasta ahora siempre las ha controlado.

No sabe si desciende del famoso Salvatore, pero sí sabe que su padre es abogado, de los que se lleva el trabajo a casa y de los especializados en defender a los que todo el mundo considera culpables fuera de toda duda. Y a Luma le encantaba ojear las fotos de los expedientes y pronto vio lo que la gente era capaz de hacer y las consecuencias que ello tenía en general, incluso aunque te defienda el gran Louis Maranzano senior.

Pronto descubrió que el tenía tendencias parecidas a lo que veía en los expedientes. Y no quería acabar en la cárcel o en un agujero por una venganza. Así que ingresó en el FBI. Ver la ley a diario y lo difícil que es escapar de ella le mantenía honrado.