Partida Rol por web

A pesar de los esfuerzos de la rompemaldiciones por librarse de aquella criatura horrible y tenebrosa, le fue imposible lograr este cometido y más bien, sintió como la túnica respondía con mayor agresividad contra ella y la resistencia que trataba de presentar, aferrándose con mayor presión contra el cuerpo de la mujer y buscando extenderse cada vez más contra este, de forma que pudiera comenzar a drenar su vida poco a poco. Ahora estaba más claro el porqué los Lethifolds eran considerados una simple leyenda que no tenía sustento para muchos, si atacaban de esta manera, muy seguramente nunca quedaría una víctima o registro después de cada ataque, algo que lo hacía aun más tenebroso y peligroso a partes iguales. Afortunadamente, Tiberius, después de librarse de su atacante con éxito procedió a socorrer a su compañera de desventuras, haciendo un encantamiento "Sectum" contra el Lethifold que la tenía atrapada y con la esperanza de que fuera suficiente para repeler a la criatura sin dañar a Brianna. Con un sabor agridulce, el hechizo logró impactar apenas en la túnica viviente, sirviendo solo para hacer que esta se retorciera un poco y no pudiera continuar con su cometido, dejando una oportunidad a la única mujer del grupo de librarse.

Mientras todo esto sucedía en el calor de una batalla feroz y sin cuartel por sobrevivir y seguir avanzando por los pasillos de la prisión de Azkaban, tanto Michael como Erick se vieron atrapados también por sus respectivos atacantes, terminando con los múltiples y afilados colmillos que estas criaturas habían demostrado tener contra su piel, dejando heridas por toda la zona en la que se comenzaban a enredar y expandir. Esta situación dejó a Tiberius como el único dentro del grupo que no había sido alcanzado aún por los Lethifolds y quién tenía el peso de ayudar a sus compañeros si es que estos no podían librarse por sus propios medios, por si esto fuera poco, quedaban dos criaturas que, viendo que las presas se reducían a solo una única persona, comenzaron a revolotear y acosar al abogado, dispuestas a atacar en cualquier momento para que se uniera al mismo destino de sus demás compañeros. La situación estaba cada vez más tensa y con un peligro latente que no hacía más que incrementar a cada segundo que pasaba, sin duda y pese a que los Dementores y el Graphorn habían sido pruebas muy duras de superar, los Lethifolds estaban dejando a todos en un estado de crisis y vulnerabilidad enorme, les estaban llevando al límite con ese enfrentamiento letal y horrible.

Por un momento, las túnicas que estaban acosando a Tiberius estaban a punto de atacarle con toda la ferocidad, pero el fuego, que aún seguía latente y buscando alimentarse causó una pequeña explosión en una de las habitaciones, demostrando que estaba poco a poco ganando fuerza mientras el enfrentamiento seguía su curso. La llamarada provocó que las túnicas se vieran obligadas a parar su ataque, y solo revolotear por toda la sección, de forma que Tiberius podría ganar la iniciativa en el combate, ya fuera que buscara atacar a ambos enemigos o bien, utilizar la oportunidad para ayudar a sus compañeros, sería decisión suya, una que podría cambiar la balanza.

Atrapado por uno de los lethifolds, Michael pudo sentir cómo la criatura hundía sus colmillos en uno de sus brazos y se extendía a través de este hacia el hombro, provocándole un inmenso dolor. En aquellos instantes, el bibliotecario se sentía estúpido por haber tocado aquella túnica y haber intentado ponérsela, creyendo que tenía que tratarse de algún tipo de nueva prueba.

El dolor de los dientes del lethifold clavándose en su cuerpo era intenso, aunque Michael hizo acopio de todas sus fuerzas para librarse del agarre de la criatura, no sin cierta dificultad.

-¡Centraos en los lethifolds! ¡Tratad de acabar con ellos antes de ocupaos del fuego! -exclamó, consciente de que iban a necesitar de una estrategia conjunta si quería derrotar a aquellas criaturas-. ¡Primero los lethifolds! ¡Hay que reducir su número!

El dolor que sentía era abrumador. Brianna se debatía cada vez con menos fuerzas, estaba llegando a su límite y el Lethifold cada vez iba estrechando más su presa, aferrándose a su cuerpo, clavando su infinidad de dientes afilados, como si fueran millares de pequeñas dagas que perforaban su piel. La mujer ahogó un grito y se detuvo un instante, no conseguía liberarse y su mirada empezaba a oscurecerse. 

¿Para qué luchar? Si seguía debatiéndose, los dientes de la criatura se irían clavando cada vez a más profundidad y ella misma se estaba enredando con ella.

«No puedo... Esto es el final...» Se dijo y a punto estuvo de rendirse, le dolía tanto... Pero justo cuando iba a tirar la toalla se dio cuenta de que el conjuro que había lanzado Tiberius había conseguido rasgar ligeramente la tela de la criatura. Era su última oportunidad, no podía rendirse, no, todavía no había llegado su final... Apretó con fuerza los dientes y, aprovechando esa pequeña rasgadura en la presa del Lethifold, estiró con todas sus fuerzas y consiguió finalmente liberarse, arrancando a la criatura de su cuerpo y sintiendo como sus dientes afilados rasgaban su carne.

— ¡Aaaaaaghhhh! — Se apartó unos pasos, todavía se sentía débil y un sudor frío y pegajoso hacía que su cuerpo se estremeciera. Había conseguido liberarse gracias a Tiberius, pero no podía distraerse, debía contraatacar y ayudar a sus otros compañeros...

— ¡Gracias...! — Murmuró una palabra de agradecimiento a su compañero, lanzándole una mirada significativa y volvió de nuevo la atención hacia su enemigo. 

El calor que desprendía el fuego era sofocante y el humo empezaba a picar en su garganta. Escuchó la voz de Michael y asintió con un firme gesto de cabeza. 

— Sí, primero los Lethifolds... — Después entre todos podrían sofocar el fuego, pero si no se concentraban en el enemigo, corrían el riesgo de volver a ser atrapados y ya había comprobado lo peligrosos que eran...

Maldijo internamente cuando vio que solo le había hecho un rasguño al lethifolds que tenía a Brianna y en parte, agradeció que el fuego siguiera bien latente - ¡Protego Maxima! - conjuró para volver a protegerse. Miró a su lado y sus compañeros seguían luchando contra los Lethifolds que los habían capturado. Sonrió cuando vio que Michael consiguió liberarse.

Se giró después hacia Erick, apuntó con su varita para deshacerse del Lethifolds. Supuso que si conseguía liberar a su compañero, el podría aprovechar la oportunidad para devolver otro ataque a otro - ¡Sectum! - dijo y vio cómo el hechizo que salía de su varita, le hacía un corte al captor de Erick - ¡Erick! ¡Aprovecha! - le dijo a la muchacha.

Asintió a las palabras de Michael, aunque supuso que no lo había visto Bien, primero criaturas y luego fuego pensó mientras estaba pendiente a su alrededor. 

De repente, vio que Brianna conseguía liberarse del Lethifolds que la tenía capturada - ¡De nada! 

Erick, jadeando, se sacó de encima los trozos del lethifold tan oportunamente partido en dos. La sangre le corría por los brazos y el rostro, debido a las mordeduras. 

-Tiberius...me has salvado una vez más-Comentó con humildad y agradecimiento mientras recuperaba el aliento.- Ya creía que era el fin.

Pero enseguida, como gritaban los otros, tuvo que centrarse en materias más acuciantes: todavía quedaban dos a los que enfrentarse. ¡Y el condenado Protego seguía sin salirle!

No era buena idea seguir recurriendo al hechizo Incendio, rodeados de llamas como estaban, lo último que necesitaban era alimentar aquella conflagración; pero aún había formas de usar el fuego contra los Lethifolds si uno las buscaba

Con un clásico y sencillo encantamiento de levitación, hizo levantarse en el aire un madero en llamas de los que había por todos lados y lo lanzó en pos de los Lethifolds supervivientes, intentando sin éxito golpearlos y quemarlos. Viendo cómo se escurrían, esperó que por lo menos bastara para mantenerlos alejados o distraídos. 

Tanto Brianna como Michael lograron quitarse de encima a sus respectivos captores, ambos pudieron observar como las túnicas vivientes revoloteaban a su alrededor antes de pasar a la retirada para asi, encontrar otro momento en el cual atacarles, estas criaturas estaban demostrando ser un depredador bastante poderoso pese a su delicada y muy poco amenazante forma. Erick por su parte, pudo ver como el "Sectum" que había lanzado el abogado partía en dos al atacante que estaba logrando engullirle, aún asi, el Lethifold que había sido seccionado por la mitad, todavía logró revolotear por toda la sección, entre un gurutal chillido que duró hasta que la criatura logró encontrar una forma de escapar de la batalla. El grupo entero había logrado voltear su suerte y ahora todos se encontraban libres de los Lethifolds gracias a sus esfuerzos. Pese a esto, Brianna, Erick y Michael podían sentir sus cuerpos llenos de múltiples y pequeños cortes, la sangre comenzaba a escurrir y el sentimiento de estar adoloridos también se estaría haciendo presente pronto. Pero aún asi, el combate aún continuaba, con las criaturas tenebrosas siendo reducidas a cuatro tan solo y estando de esta forma en igualdad.

La balanza se volteó mucho más a su favor en cuanto Erick, con un "Wingardium Leviosa" logró arrojar un madero ardiente contra el grupo de Lethifolds que se encontraban aún de pie, si bien este no tuvo ningún efecto en los enemigos, si que logró hacer que retrocedieran al momento en que impactó en uno de los pilares de piedra, causando que un estruendo y varias chispas ardientes salieran en todas direcciones, una vez más las horribles túnicas vivientes no pudieron tomar la delantera ni lanzarse contra el grupo, y se limitaron a esquivar el ataque de Erick revoloteando por toda la sección que se encontraba libre de las llamas, dando asi un punto libre para que todos pudieran concentrar sus ataques o bien, tratar de apaciguar el fuego que crecía cada ves más y más. Aunque tendrían que esperar un contraataque de parte de los Lethifolds en caso de que fallaran en sus intentos de eliminarles. La esperanza de superar esa prueba demencial volvía a estar presente.

El bibliotecario notaba la sangre corriendo por las heridas que le habían abierto los lethifolds. En esos instantes, Michael estaba asustado, mucho más de lo que lo había estado huyendo de los dementores o enfrentándose al graphorn. Aquellas criaturas eran temibles y estaban demostrando ser mucho más temibles de lo que hacía pensar su apariencia.

-¡Sectum! ¡Sectum! -exclamó a la desesperada, mientras apuntaba a los lethifolds, primero al más cercano que tenía y luego al que notase que estaba más cerca de cualquiera de sus compañeros.

Michael confiaba en que sus hechizos serían suficientes para destruir a la mitad de los lethifolds contra los que se enfrentaban. Tenían que reducir su número cuanto antes o aquellos seres terminarían por destruirlos.

-¡No quedan muchos! ¡Vamos, podemos derrotarlos! -arengó a sus compañeros, con la esperanza de que pudieran acabar con los lethifolds restantes.

Brianna sentía como sus ojos lagrimeaban por el humo y cada movimiento que hacía era una tortura. Le escocían la infinidad de heridas que tenía por todo su cuerpo y la sangre se mezclaba con su sudor... Pero todavía quedaban cuatro Lethifolds y debían acabar cuanto antes con ellos si querían poder sofocar el fuego. 

Apretó con fuerza los dientes y alzó la varita. De reojo vio al bibliotecario descuidando su guardia y atacando a la desesperada a dos de los lethifolds. La joven frunció el ceño, si no se protegía volverían a pillarle, pero... Vio lo efectivos que habían sido sus ataques y se volvió hacia los dos que quedaban. Debía intentarlo y acabar lo más rápido posible con aquella amenaza.

— ¡Sectum...! ¡Sectum...! — Alzó la voz con firmeza mientras dirigía los poderes de su varita hacia las dos criaturas que quedaban.

— Cof cof cof...¡Apaguemos el fuego...! — Dijo, intentando controlar el ataque de tos que picaba en su garganta...

Parecía que todo iba mejor. Sus compañeros estaban libres y eso era importante para Tiberius. Miró a sus compañeros y veía las heridas que aquellas criaturas le habían hecho Sería necesario descansar... pero no hay tiempo... No si queremos que esos... dementores nos comiencen a pisar los talones pensó. Desde que habían entrado a lo que era la prisión, Tiberius perdió un poco el sentido del tiempo e, incluso, diría que del espacio.

Vio que tanto Brianna como Michael se encargaban de los Lethifolds que quedaban y suspiró aliviado. Apuntó con su varita hacia el lado derecho - ¡Aqua Eructo! - y luego hacia el lado izquierdo - Aqua Eructo... - de su varita salió un chorro de agua que intentaba amainar el fuego que seguía crepitando. Esperaba que fuera suficiente para apagar el fuego.

Viendo cómo los otros dos hacían pedazos a   los Lethifolds supervivientes con entusiasmo, Erick decidió centrarse en ayudar a Tiberius a terminar de apagar las llamas. Le hubiera gustado dejar que aquel horrible lugar ardiera hasta los cimientos, ¡pero no con ellos todavía dentro! Por no hablar de que no quería dar un pretexto a las autoridades del Ministerio para quitarles de en medio y echar tierra sobre el asunto.

- Déjame que ayude. Es así como lo estáis haciendo, ¿no? ¡Aqua eructo! ¡

Al principio sólo salió un estallido de finas gotas, petardeando, pero tras otro intento consiguió un chorro decente que lanzar hacia el fuego. 

El grupo que se debatía entre la vida y la muerte en aquella batalla feroz contra los Lethifolds logró tomar no solamente la delantera sino que también aprovechar con excelencia la oportunidad que se les había presentado para dejar un feroz y efectivo golpe mortal a los enemigos que aún quedaban en pie contra ellos. Con Brianna y Michael siendo los verdugos del grupo, haciendo uso de unos poderosos encantamientos "Sectum" lograron mutilar a las túnicas vivientes que se encontraban revoloteando por toda la seccción, sin tener ningún momento libre para lanzarse contra ellos o los otros dos hombres del grupo. Todos pudieron ver como las criaturas tenebrosas y horribles soltaban lúgubres y tétricos sonidos guturales mientras trataban de escapar ahora que se encontraban severamente heridas, dando con esto fin al escalofriante enfrentamiento que todos habían tenido con unas criaturas salidas de un cuento de terror, y muchas leyendas que ahora podían ser confirmadas por todos los que se hallaban allí, habían sobrevivido de nuevo…

Sin duda alguna la presencia de esas criaturas tenebrosas, en estas cantidades nunca antes vistas, volvía a dejar al descubierto lo retorcida y dañada que debía estar la persona que estaba permitiendo que esto sucediera dentro de las paredes de una Azkaban que se suponía, debía estar en estado de abandono total. Y viendo lo feroces y eficaces que los Lethifolds eran, una pregunta podría llenar el aire más pronto que tarde. ¿Los aurores si habrían logrado escapar? O estas criaturas habían sido soltadas antes de que lograran evacuar incluso a los propios trabajadores del Ministerio de Magia. La pregunta y posibles respuestas para la misma dejaba un sentimiento horrible si se pensaba con detenimiento, pero al menos todos los que se encontraban allí había logrado superar este ataque sin cuartel en su contra.

Asi como Brianna y Michael se encargaron de los enemigos que quedaban antes de que sufrieran otro ataque, fueron Tiberius y Erick quienes, tan pronto vieron la oportunidad que sus compañeros les habían presentado, se concentraron en apagar el fuego que seguía latente y no tardaría en ser un problema para el grupo. Pronto, la sección entera quedaría llena tan solo del humo que se había formado, con charcos enormes de agua en el suelo y sin ningún rastro de alguna llama que se les hubiera pasado por alto, el mobiliario había terminado empapado y escurriendo en agua también para asi, por fin dejar que todos los que estaban allí presentes pudieran descansar y tomar un merecido respiro. De alguna forma u otra habían conseguido superar todos los retos que se les presentaron en esa sección tan demencial y peligrosa, el precio sin embargo, había sido bastante caro pues todos salvo Tiberius, estaban sangrando y adoloridos por los innumerables colmillos que se habían incrustado en sus cuerpos, debido a los Lethifolds y su forma tan devastadora de atacar.

Todos pudieron darse cuenta que el sentido de peligro que había llenado el lugar anteriormente iba desapareciendo poco a poco, para dar paso de esta manera a la calma, aún asi todos tenían que seguir alerta por si acaso Azkaban les tenía algo más preparado en esa sección, asi como hacer una revisión de sus heridas y el estado de todos antes de ver como debían continuar avanzando. Por supuesto la ausencia de una puerta o pasadizo que les ayudara a seguir descendiendo seguía allí, advirtiendo que aún tenían que encontrar la manera de seguir después del brutal y feroz enfrentamiento. Además de esto, algo había cambiado… el cuerpo inconsciente de Lord Badak, o el Arlequín Feliz, había desaparecido del lugar en donde el bibliotecario le había dejado, sin dejar ni un solo rastro o señal que les pudiera indicar que había sucedido con él.

Sea como fuere, por fin podrían tener un pequeño respiro y un momento para reorganizar sus ideas, después de todo, el enfrentamiento con los Lethifolds había sucedido de manera muy inesperada.

Hicieron huir a los últimos Lethifolds y entre Tiberius y Erick consiguieron apagar el fuego, antes de que fuera demasiado tarde. Brianna se detuvo un instante. Sentía la piel pegajosa, por la mezcla de sudor y sangre que había ido extendiéndose por todo su cuerpo y le dolían tanto las heridas... Se apoyó en una de las paredes, recuperando poco a poco el aliento. Lo habían conseguido, por un momento había temido que no fueran a salir de allí, había estado a punto de rendirse cuando vio que casi todos habían sido atrapados y no había forma de liberarse... Había tenido miedo... Pero ya había terminado, o al menos eso parecía...

«Todavía no hemos terminado...» Se dijo y una mueca asomó a sus labios. Se incorporó de nuevo, mirando a uno y otro lado y fue entonces cuando se dio cuenta de la ausencia del Arlequín. ¿Durante el caos del combate habría despertado y decidido volver a la sala anterior? 

— Lord Badak se ha ido... — Masculló, dirigiendo su mirada hacia Michael. En ese momento recordó los papeles que había visto y que casi había olvidado con toda aquella confusión. Se acercó a la habitación donde los había visto y los buscó con la mirada. Se sentía tan débil y le dolía tanto todo el cuerpo, que cada movimiento era un suplicio... Apretaba con fuerza los dientes y todo su cuerpo estaba en tensión, pero no iba a quedarse hecha una bola, llorando por su destino. Tenía que superar aquello y tenía que encontrar la forma de salir de Azkaban.

Cogió los papeles y caminó, cojeando ligeramente. Se sentó en el suelo, apoyando la espalda en la pared y se concentró en la lectura de aquellos documentos. No sabía si encontraría algo de interés, pero al menos podía estar un rato sentada

Michael dejó escapar un hondo suspiro, incapaz de creer que hubieran conseguido mutilar y poner en fuga a los lethifolds que aún quedaban haciéndoles frente. El bibliotecario había estado plenamente seguro de que encontrarían la muerte a manos de aquellas molestas criaturas, logrando salvarse por muy poco. Durante el combate, había notado cómo los lethifolds hundían los colmillos en su cuerpo, aunque no fue hasta que el enfrentamiento terminó que Michael echó un vistazo a su cuerpo para tratar de asegurarse de la gravedad de sus heridas.

Mientras el bibliotecario miraba los lugares donde se habían hundido los dientes de los lethifolds, escuchó la voz de Brianna. Al oír lo que decía, los ojos del bibliotecario mirando a su alrededor, buscando el cuerpo de Lord Badak, pero el Arlequín Feliz había desaparecido sin dejar ni rastro.

-No puede ser... -dijo, mirando a la rompemaldiciones, extrañado-. No estaba en condiciones de levantarse y marcharse por su propio pie... -En su fuero interno, Goldman estaba convencido de que no había forma de salvar a aquel hombre, que incluso si hubieran conseguido arrastrar el cuerpo fuera de Azkaban, Balak habría terminado marchitándose. Aquella súbita desaparición parecía ir en la línea de su pensamiento. De algún modo, el Arlequín Feliz seguía siendo parte de los misterios de la prisión y quien sabía si no le encontrarían más adelante-. Quienquiera que esté controlando Azkaban se lo ha llevado... -afirmó, seguro de ello.

La desaparición de Lord Badak en esos momentos dejó una gran cantidad de dudas, todos habían visto la condición tan lamentable en la que se encontraba desde el piso anterior, al punto de tener que cargar con su cuerpo moribundo y que parecía mantenerse vivo solamente por el uso de alguna magia extraña, este hecho causaba que fuera improbable que el hombre, en tal condición, se pusiera de pie por si mismo para asi escapar al piso superior o por algún otro lado que solo el conociera, sin embargo ninguno había visto que los Lethifolds le atacaran estando inconsciente, lo que hubiera sucedido con él dejaba lugar a muchas interpretaciones, pero el único hecho real era que en esos momentos había desaparecido fuera para bien o para mal. El bibliotecario pudo darse cuenta que sus heridas eran muy similares al que tenía el resto de sus compañeros, aquellas túnicas tenebrosas y vivientes dejaban múltiples y pequeños agujeros por toda la piel afectada, sin embargo y pese a que estaban sangrando y adoloridos, se podrían considerar heridas no profundas, seguramente porque el peligro real se encontraba en el hecho de que estas criaturas tenían su sistema digestivo por fuera, con el tiempo suficiente hubieran sido devorados vivos y sin poder hacer nada…

Brianna por su parte, decidió ir a recoger los papeles que había visto mucho antes del ataque de los Lethifolds en una de las habitaciones de esa sección, para su sorpresa, estos habían quedado empapados y un poco chamuscados por todo lo que había sucedido durante el feroz combate que habían tenido, dejando de esta manera, algunas partes de lo que parecía ser un diario deshojado perdidas y sin poder leerse correctamente, aunque afortunadamente habían algunas hojas que se habían salvado y que podían ser leídas sin problema alguno. El lugar en donde tomó la mujer asiento no solo le permitiría descansar un poco, sino que dejaba una invitación a que cualquiera del grupo pudiera acercarse y echar un vistazo también a estos papeles si es que tenían curiosidad por saber el contenido de los mismos, Brianna podía ver que habían múltiples fragmentos de una misma historia repartidos entre los papeles que había adquirido, no siendo muy complicado ponerlos en orden:

"¡Maldita sea! ¿Incluso a sus propios trabajadores dejarán aquí? No me jodan… estoy seguro que fue gracias a esos aurores que querían denunciar lo que estaba pasando aquí. ¿Y porqué tenemos que pagar todos por igual? ¡Que se jodan ellos! Los malditos cobardes sabían a que venían, el trabajo era seguro, fácil y podías divertirte tanto como quisieras… Azkaban no tiene leyes después de todo ¿Porqué no pudieron tragarse su moral? Como si denunciar esto fuera a cambiar algo, si claro. Ahora nos han condenado a todos…"

"Si no vienen por nosotros con esos trasladores antes de medianoche como nos prometieron… Mierda, mierda ¡Mierda! Nos podemos considerar carne muerta en ese caso…

"¡Lo voy a matar! Rudolf… Ese maldito bastardo quería entregar información confidencial a algunos periódicos por debajo de la mesa ¡Sera cabrón! Somos hombres muertos de todas maneras, antes que lo maten los dementores, seré yo quién le de final a su miserable vida…"

"No quiero morir… siempre fui leal al ministerio ¿Porqué? ¡Porqué! Todo por querer sacar las cosas a la luz, esos malditos topos…"

"Nunca vinieron, al final fue cierto que todos pagamos por los caprichos moralistas de unos pocos. Azkaban es un caos, se han liberado criaturas horribles y todos estan muriendo ¿Es este miedo e impotencia lo que sentían esos mierdas de los prisioneros?… jamás entendí cual era la verdadera finalidad de todo esto pero ahora, estando al borde de la muerte y tratando de sobrevivir junto con los demás me doy cuenta, tal vez debí cuestionarme si en verdad era correcto…"

"¡Lo hice, lo hice! Los dementores me encontraron pero ya nada importa, ¡Lo hice! Asesiné a Rudolf, pude ver como su alma se desprendía de su cuerpo, el hermoso color verde de mi hechizo impactando en ese viejo, me llena de placer…"

"Ahora moriré, solo trato de escribir estas últimas palabras antes de que me atrapen. Maldito seas ministro… los dementores estan aquí."

Estaba claro que este diario pertenecía a uno de los aurores que trabajaba dentro de las instalaciones de Azkaban, las hojas estaban maltrechas y desorganizadas, sin embargo, si se leían en orden podrían ver el trágico destino de este hombre. Sin saber si eran en verdad dementores los que dieron fin a la vida del pobre diablo o los Lethifolds, quienes se parecían bastante unos a otros, lo único que se podía rescatar era que mientras que los aurores parecían estar coludidos con lo que fuera que el Ministero de Magia estaba haciendo en la prisión, algunos de estos tenían intenciones de denunciar y exponer las atrocidades que se estaban cometiendo y que todos en el grupo ya habían visto de primera mano.

Todos los presentes seguían en una aparente calma después de la tormenta, sin embargo su prioridad tenía que ser el seguir avanzando, no fuera que se unieran al mismo destino que la persona del diario, cayendo presa de la locura antes de ser asesinados por uno de los múltiples horrores que vivían en esa prisión tenebrosa, tenían que seguir sobreviviendo.

Michael estaba seguro de que Lord Badak no podía haberse marchado por su propio pie. Quienquiera que se lo hubiera llevado lo tenía que haber hecho mientras ellos combatían a los lethifolds, aunque extrañamente ninguno de ellos había podido ver cómo se producía.

El bibliotecario notó que la rompemaldiciones se dirigía hacia unos papeles que había encontrado previamente y se disponía a leerlos. Decidió acercarse para intentar leerlos mientras Brianna los sostenía y le hizo un gesto a Erick y Tiberius para que también se aproximaran. El contenido de los papeles pertenecía, aparentemente, a uno de los aurores que habían estado en Azkaban durante los últimos días en que la prisión había estado en funcionamiento.

-No deberíamos perder más tiempo aquí... -dijo el bibliotecario, mientras no podía evitar pensar si no acabarían todos ellos como aquel auror-. No sabemos si los dementores aún nos están siguiendo. Vamos.

Michael decidió avanzar, varita en mano. No era momento para detenerse.

Brianna leyó con atención los maltrechos papeles que había encontrado en una de las celdas. Según iba terminando de leer, le iba pasando las hojas a Michael. Cuando terminó frunció el ceño, contrariada. Había pensado que encontraría algo de interés, pero era tan sólo el diario de un pobre diablo que había estado allí encerrado. 

Se quedó unos momentos pensativa, con las hojas que había recuperado en las manos. Escuchó al bibliotecario y levantó la mirada, frunciendo ligeramente el ceño.

— Tenemos que encontrar la salida de este lugar. De momento no he visto ninguna runa ni símbolo que pueda ayudarnos... Seguid buscando, yo voy a probar algo... — Comentó y volvió a mirar los papeles mojados que tenía en las manos. ¿Seguro que eso había sido tan sólo un diario? Lo más seguro que sí, pero por probar no perdía nada. Cogió la varita e hizo un círculo sobre las hojas mientras pronunciaba una palabra.

— Aparecium... — Y pronunció aquel mismo conjuro con cada una de las páginas, buscando posibles mensajes ocultos entre las palabras  escritas del antiguo dueño del diario.

Tiberius respiró aliviado cuando consiguieron acabar con aquellas criaturas y con el fuego. Había perdido la cuenta de las veces que habían logrado esquivar a la muerte. Cada vez que avanzaban, el pelinegro confirmaba que aquel lugar era un sitio horrible y que probablemente, los prisioneros lo habían pasado muy mal Independientemente del mal que hubiesen cometido... creo que no se merecen que los usen de conejillos de indias o que los torturen... pensó.

Echó un vistazo a sus compañeros y se acercó a ellos. Estaban heridos por los lethifolds. Escuchó a Brianna y a Michael y acto seguido miró hacia donde el bibliotecario dejó a Lord Badak. Efectivamente, había desaparecido - Pero... ¿C-cómo? - se preguntó asombrado. Miró a Michael y asintió lentamente - O de algún modo, sacó fuerzas para conjurar algún hechizo para salir de donde estamos... O que los lethifolds que han huido hayan cargado con él...

Brianna se dirigió a una de las habitaciones, cogiendo unos papeles y sentándose en el suelo. Tanto él como Michael se acercaron a la rompemaldiciones y se pusieron a leer los papeles que se habían salvado. Tiberius miró al suelo sin saber muy bien qué decir Sin lugar a dudas, el Ministerio está muy corrupto... ¿cómo pudieron dejar tanto a trabajadores como a los prisioneros en aquella prisión, a su suerte? Se sentía decepcionado con el Ministerio.

Asintió a las palabras de Michael y Brianna - Lumos... - conjuró para ver mejor y mientras Michael estaba por un lado, Tiberius se fue hacia el otro para seguir buscando.

Erick se había dejado caer contra uno de los pilares hasta quedar sentado en el suelo y llevaba unos minutos sin prestar mucha atención a lo que hacía el resto. Estaba cansado, dolorido y empapado en quién sabe qué fluidos. Ni siquiera se molestó en comentar o mirar cuando oyó que Lord Badak había desaparecido.

Por supuesto que ha desaparecido cuando no mirábamos. Soy un estúpido por haber tenido compasión de él y haber querido ayudarle.  

Estaba empezando a acostumbrarse a la cruel lógica de aquel lugar. 

Finalmente, al notar que los demás se volvían a poner en movimiento, abrió los ojos y se levantó con un quejido para ayudar a buscar una salida. Al pasar por delante de Brianna, aprovechó para echar un vistazo por encima a los papeles de los que se había rodeado. -Huh. Curioso- comentó antes de seguir adelante y buscar una puerta, una ventana, o alguna marca en la pared.