Partida Rol por web

D-1 Mediodía.

Karl te acerca una bolsa con cable de alta capacidad , un disipador de calor a prueba de golpes, y conectores suficientes. Está todo.

- De parte de Tournevís, y que si no es imprescindible no la molesteís esta tarde, trabajará en otro proyecto.

El teutón es parco en palabras, pero lo que sea que ha hecho Tournevís, ha funcionado, eso servirá para acabar el clúster.

Marius apareció tras la puerta deslizante, con la cara cansada y los ojos hinchados por falta de sueño. Karl esperaba al otro lado.

- De parte de Tournevís, y que si no es imprescindible no la molesteís esta tarde, trabajará en otro proyecto.

- Descuida- asintió Marius- Ha hecho suficiente- el tecnólogo observaba el trabajo de Tournevis con ojo experto- Yo también estoy a tope. Ve a divertirte por nosotros a la cantina, tú que puedes.

Aparte de ser un perro Gaijin H debía ser también un han'yō pues de alguna forma había conseguido percatarse de mis intenciones.

¡Maldita sea!, pensó Hikaru y sin embargo aquella habilidad del hombremaquillaje le gusto. Aunque por sus ancestros que no iba a aceptárselo nunca.

Le miro, imaginando que sus ojos tenían dientes filosos, dientes de marció que podían sesgar la carne, pero solo por un instante antes de apartar la visa – fingiendo aburrimiento – mientras manipulaba su I.A para apagarla.

No sé a qué te refieres…dijo como quien no quiere la cosa antes de tomar una de las tazas de té.

Estaba delicioso apestaba, por lo cual y como debía ser, se tomo aquel instante para ella, cerrando los ojos mientras disfrutaba la bebida. En su mente imaginaba aquella cita reunión concluyendo con un romántico beso bajo un árbol Sakura y mientras sus flores llevadas por el viento les rodeaban a ambos como en un cuento de hadas japonés, con Ō-Mikami enviando su fuego divino sobre H, calcinándolo hasta los huesos mientras ella, enfundada en su armadura potenciada reía como una maniática con la bandera del sol naciente como fondo.

Abrió los ojos y luego de dejar la taza con cuidado y protocolo, miro a H a los ojos sin decir nada, como esperando.

Habla…capullo…pensaba.

H. estudiaba cada uno de los gestos, movimientos y reacciones de la tecnóloga con una atención minuciosa y una curiosidad divertida. Cuando la mujer apagó la IA y terminó elegantemente su té, el comando se dispuso a iniciar su maniobra diplomatica no sin antes reprimir una sonrisa ante la idea de levantarse triunfalmente y habrt conseguido una cita con su compañera. Al no querer salir a la carrera esquivando los disparos de Hikaru dejó la divertida idea en un segundo plano.

-Verás Sasuke, de la información que obtuvimos de Tic Tac se puede deducir que las criaturas gigantes de ese planeta podrían percibir las vibraciones y localizarnos mediante ellas.- expuso precavidamente para poner en antecedentes a la mujer- Hemos pensado que quizás un martillador sísmico podría servir de señuelo para alejar a esas criaturitas de nuestra zona de aterrizaje y de la zona de la extracción de marzio.-explicó lentamente la base del plan- no tenemos tiempo para montarlas en Nexus ni medios para introducirlas en la nave sin alertar a los mandos de que poseemos información privilegiada. Por lo tanto todo se reduce a tus comocimientos mecánicos- alabó a la nipona justo antes de hacer una reverencia desde la posición arrodillada en la que se encontraba el soldado- Te ruego, por favor, que descargues diversos esquemas y diseñes una lista de piezas que necesitaremos, de manera que haya varios esquemas y piezas que disimulen las piezas que necesitamos realmente.- solicitó sumiso mientras comenzaba a ergirse y miraba a su compañera a los ojos- el objetivo es tener las piezas y el diseño necesarios para poder montar los señuelos sismicos en los 4 dias que llevará la aproximación al planeta. Pero hacerlo de manera que los mandos no se den cuenta de que necesitamos esas piezas concretamente. Camuflaremos lo que necesitamos en la lista que entregará nuestro capitán a los mandos de solicitud de material.- pidió esperando que la tecnóloga viera que tener esos martilladores le permitirían trabajar con mayor seguridad mientras extraía marzio. Por supuesto, H. no se lo diría así puesto que no quería que pensara que la subestimaba y despreciaba sus habilidades, lo que podría llevar a que el orgullo cegaría su reacción pensando que la intentaba a humillar.

Día D-1 Habitación de Tic-Tac (después del disparo en el pecho)

Una vez que has llegado a tu habitación y se te ha puesto en la cama, parece que más tarde aparece Snow a hacerte una visita, y con cara de pocos amigos.

- Qué tal Tic-Tac, vaya lío de los cojones, ¿eh? Bueno, al lío. -Snow enciende su IA de muñeca y te la acerca. - Ya puedes ir cantando todo lo que necesitas que metan en el contenedor. Tu amiguita Susurro hizo algo con este cacharro, y supongo que le llegará la onda de lo que necesitamos. Yo he pedido a mayores armas cuerpo a cuerpo, unos Raynor, y munición extra para todos. Falta que cantes en este aparato que necesitas que esté mañana en la zona de carga de la nave para el tema ese sísmico del que no se una puta mierda. Tú dilo, las preguntas luego. - Una vez Tic-Tac ha terminado con lo que necesita,  apago la IA, me la quito y la meto en el frigo (o sucedáneo) de su habitación.

- Bueno chico, quiere dos cosas, que es lo que acordé con ella. Lo que te robaron de vuelta, y una copia de la grabación de la misión. Lo segundo creo que lo puedo conseguir, pero lo primero... Lo primero nos preocupará cuando volvamos. - Snow enciendo un pitillo de sabroso olor a tabaco, no la mierda con más filtro que carga que reparte el Dominio.

- Llegué a un acuerdo con ella. Le daríamos eso, y además manipuló mi Brazalete IA. - Señalo el frigo. - Si pirateó a un Policía vivo, no quiero saber qué puede hacer con eso, aunque la verdad tuvo poco tiempo. Eso a cambio de la carga en los contenedores de la nave, y de no liquidarnos allí mismo, porque esa zorra iba a por todas. Me dio un recado por cierto. Si la llamas otra vez Caperucita, te volará la pelota. - Un gesto de disparo con los dedos hacia mi cabeza culmina la charla, y Snow se queda dando una calada al pitillo, esperando la inevitable intervención de Tic-Tac.

Necesitamos Señuelos sísmicos, varios. Y explosivos quimera como los del expendedor de la armadura. Equipo médico y de zapador. Que cojones, Susurro tienes el informe, si se te ocurre cualquier cosa más que pueda ser útil envíanosla y marcala con un post-it dibujado con una sonrisa. - dijo el soldado. 

Una vez la IA estuvo en el frigorífico, Tic-Tac cambió su actitud. - Mierda tío. No tenías que haberme seguido, ahora estamos de mierda hasta el cuello los dos. Si lo que ha metido en tu pulsera es lo que creo que es yo tiraría la pulsera. O la quemaría. 

Lo que me robaron es una IA diseñada para comerse a otras y aprender de ellas para suplantarlas. Si sueltas algo así en Nexus puedes colarte casi donde quieras. Y no me lo robaron, sabía que esa zorra vendría a por ella así que busqué donde guardarla. - dijo el soldado. - ¿Quieres que eche un ojo a ver que ha hecho? - preguntó el soldado haciendo referencia a la pulsera. 

Snow señala el frigo mientras niega con la cabeza.

- No, no, ten cerca a tus amigos, y más aún a tus enemigos. Circunvenirla temporalmente puede ser útil en algún momento, pero de momento no me preocupa, digamos que remamos en la misma dirección por ahora. Y de toquetearla mejor tampoco. Así empezó todo esto, creo yo. - El ex agente mira con ojo crítico a Tic-Tac.

Y no me lo robaron, sabía que esa zorra vendría a por ella así que busqué donde guardarla.

- ¿Sabías  dónde guardarla, cabronazo? May casi me hace el tercer grado. Buen chanchullo has montado con ella. Ya hablaremos de eso. - Snow termina el pitillo y se incorpora, con intención de dejar descansar al artificiero.

¿May? ¿Que te ha dicho? - preguntó el soldado con curiosidad. - ¿No te habrá llevado al frigorífico no? Allí es donde dicen que... - dijo totalmente serio llevándose un dedo al cuello y fingiendo cortar. Tras un segundo de tenso silencio Tic-Tac soltó una carcajada de la que se arrepintió al instante. Toses y más toses. 

¿Que me perdí mientras estaba inconsciente? Cuentamelo todo anda. - dijo el soldado invitando a Snow a sentarse y pillar algo de cafeína. 

- Pues me ha llevado al "frigo". Quería saber todo lo que pasó en el callejón. Me dijo que había "preparado" el robo contigo. Y que era nuestra aliada. ¿Te fías de May? No le dije nada, lógicamente esa es tu guerra, no la mía. Parecía asustada por el tema del PEM* y lo que en el callejón se dijera. - Snow se vuelve a sentar.

- Lo que pasó mientras estabas k.o. es lo que te he dicho. Susurro me ofreció un trato. Y lo acepté. Si hubiera sido yo, me hubiera tirado de la polla. Pero estabas tú por medio, así que esto es lo que hay. - dice el soldado encogiéndose de hombros.

Me fío de ella. Es complicado saber de quien puedes fiarte y de quien no así que  a veces hay que tomar riesgos. - dijo el soldado. - Pero bueno, por el momento tenemos preocupaciones mayores. Te ayudaré con lo del vídeo pero para eso tenemos que volver primero.

Es importante que Susurro no sepa de May, parece bastante inestable. Siento haberte metido en este berenjenal, pero me alegro de tener un tío como tu cubriéndome. - dijo con una sonrisa. 

Snow alza ambas manos sonriendo.

- Bueno, no nos comamos las pollas todavía Tic-Tac, jejeje. Será mejor que hables con May. Tiene un cabreo de cojones, y sabes que no soy el tío más diplomático del mundo. - La actitud de Snow es la de "me la pela la diplomacia por otra parte".

- En cuanto al tema del vídeo, creo que tengo ese tema cubierto. Estuve en la Agencia, ¿recuerdas? Tengo algunos truquillos en la manga para estas mierdas. Y hablando de eso... - Snow parece dejar la pregunta en el aire, mientras mira al negro a los ojos.

- ¿Me vas a contar quién es esa hacker de primer nivel de una puta vez o qué? - Tamborillea los dedos sobre el frigo con expresión súbitamente endurecida.

Iré a ver a May antes de irnos, a ver si no acabo colgando de un gancho en el frigo. - dijo bromenado. - Sobre el hacker no tengo ni idea de quien es. Se me presentó cuando volvía de Operaciones y me ofreció el informe a cambio de un favor. Me pareció un trato justo así que lo acepté. 

Luego vino toda la mierda del virus/IA y el resto ya lo viste tú. Parece una mujer con recursos y pocos escrúpulos. - dijo el soldado. - Sabiendo lo que sé ahora me pensaría aceptar el trato. - añadió con una sonrisa. 

Salvo por su insufrible forma de ser, se podía decir de H que era un hombre de recursos.

Hikaru se sorprendió por la “perfecta manera” en que el comando siguió uno a uno los distintos pasos protocolares de la antigua ceremonia.

Respeto-orgullo-dedicación e incluso sutiles trazas de seducción velada tan propias en la cultura japonesa.

Por supuesto que se guardo para sí misma sus pensamientos ni loca le diría nunca que admiraba su habilidad en este particular asunto.

Mas predispuesta a ayudarle, le escucho mientras bebía su te para luego tomar ella misma la palabra.

Sin embargo, antes de que pudiera formular nada un Oni brumoso y malévolo asalto su mente.

¡No entendía nada de todo aquello!. ¡Claro!, conocía la teoría, reconocía las piezas y entendía la idea general, pero el “como” montar aquella maquina que le pedían escapaba POR COMPLETO a su conocimiento.

¿Qué demonios pasaba?, ¡no vales nada Hikaru!, se amonesto con dureza haciendo suyas la frase de cabecera de su padre.

Era inteligente, ¡lo creía al menos!, pero por alguna razón que ahora escapaba a su entendimiento, TODO lo relacionado con la mecánica escapaba a su buen hacer.

¡Perra sin honor, eres una maldita Tecnóloga!, pensó con tristeza y mucha desilusión.

El rostro se le oscureció y cierta pena imposible de poder cubrir tiño sus expresiones. Hikaru miro hacia un costado, muy molesta consigo misma, y mientras sendas lágrimas humedecían sus ojos.

Suspiro sentidamente y recobrando la compostura le susurro a su compañero sin mirarle.

No…puedo…ayudarte.

Se sentía pésima, pésima por fallarle a sus compañeros, pésimo por fallarle al único hombre que había sido amable con ella y sobretodo, pésima por ser una completa inútil

Dejo la taza, sin mucho cuidado y levantándose de donde se encontraba se seco los ojos sin mucho protocolo antes de volverse sobre sí misma para marcharse.

Debo irme…adiós, dijo y luego se marcho.