Partida Rol por web

Siempre listo! (Con este o el otro pj o con ambos mejor aún) XD

Harada espera aun subido en la tarima, erguido en su pequeña estatura como un poste, con los brazos enlazados en la espalda. Sin embargo, cuando estas lo suficientemente cerca, se baja para que podáis miraros a los ojos.

- Hajimemashite, Mizaki-chan - dice en perfecto japonés, con una familiaridad que te sorprende - ¿o debo llamarla Sasuke?

Te mira ahora con un aire grave y paternal, una pizca afable, que parece propio de un hombre completamente diferente. Sin embargo no es algo excepcional. Sabes perfectamente que entre tus compatriotas cambiar de máscara es algo habitual cuando se precisa para los fines de una situación social. No puedes por menos que preguntarte que puede querer de ti este viejo y poderoso escorpion.

La mirada de Hikaru era filosa cuando volvió sus ojos hacia los de su superior.

Se cuadro de forma marcial, en silencio y expectante a aquello que el hombre tenía para decir. Y aunque le sorprendió el cambio de tono que ahora el Comandante usaba para con ella nada dejo entrever por sus facciones y se mantuvo igual.

Señor, dijo a su tiempo, puede usted decirme como usted quiera, Señor, respondió. Pues el nombre no importa sino la función dentro de la maquinaria y la función de este comando es la de servir a la NEXUS.

Entonces, y sin saber bien porque, dijo de forma casi automática aquella frase que se había convertido en su mantra personal:

"El Tecnólogo valiente no piensa en términos de victoria o derrota; trabaja fanáticamente hasta la muerte. Sólo de este modo realiza su destino."

El Comandante asiente ecuánime a tus palabras, recuperando cierto aire grave.

- Sin duda, eres hija de tu padre. - Dice con un tono de reconocimiento que pretende ser elogioso. - Hideo luchó bajo mis ordenes durante las Guerras Coloniales. Era un soldado abnegado, muy consciente de su deber. Un autentico seguidor del bushido. Ya no existen muchos hombres así...

Suspira, con algo parecido a tristeza o añoranza. Es difícil decir si solo es una pose, sus ojos sin difíciles de leer.

- Corren tiempos difíciles, Mizaki-chan. La Hora Límite se acerca, no solo aquí en Nexus, también en el hogar. La Tierra se desliza hacia el precipicio sin fondo del desastre. Si la humanidad debe sobrevivir, será necesario que personas capaces tomen decisiones difíciles. Deberán hacerse muchos sacrificios para asegurar la existencia de un mañana para nuestra raza...

Ladea la cabeza y su semblante se ensombrece.

- Los occidentales - casi escupe la palabra - no entienden esto. Creen que vencerán la escasez o la debacle industrial como a cualquier otro enemigo. A tiro limpio, con campañas publicitarias y acciones heroicas. Los gaijin son estrechos de miras y tienden a olvidar la historia. Nosotros no podemos permitirnos ese lujo. Ese capitán que Mc Griff os ha asignado es solo un idiota engreido, incapaz de comprender el concepto de un bien superior, por encima del microcosmos que su pequeño cerebro es capaz de manejar. Llegado el momento, elegirá la supervivencia del pelotón por encima de la misión, ignorante de cuantas vidas dependen en realidad de ello.

Hace una pausa, te mira con intensidad a los ojos. Con un movimiento pausado te pone las manos sobre los hombros, en un gesto tan cargado de confianza como de responsabilidad.

- Dígame, Sasuke. ¿Es una autentica seguidora del bushido? ¿Sería capaz de sacrificar a sus compañeros para cumplir con su deber?

Y allí estaba finalmente.

Toda aquella parafernalia social tan propia de su cultura. Todos los adornos y las florituras, las frases ocultas entre líneas, las entonaciones, las miradas, las posturas y por supuesto, los silencios, habían girado los unos sobre los otros en un remolino de palabras y letras que buscaban ocultar las intenciones.

Y las intenciones eran saber si ella podía traicionar a sus compañeros por el bien de la misión.

La respuesta era sencilla, claro, y el Comandante lo sabía sin necesidad de escucharlo de los labios de Hikaru.

Sasuke lo miro, con  frialdad y en silencio, pero sus ojos hablaban claramente y lo que decían se parecía a esto:

"El Tecnólogo valiente no piensa en términos de victoria o derrota; trabaja fanáticamente hasta la muerte. Sólo de este modo realiza su destino."

Ahora bien. Así como el hombre no precisaba de la aceptación tacita de Hikaru respecto a la pregunta de la cual ya tenía la respuesta – incluso antes de que la formulase -, Hikaru estaba convencida que todo aquel monologo y la pregunta al final:

- Dígame, Sasuke. ¿Es una autentica seguidora del bushido? ¿Sería capaz de sacrificar a sus compañeros para cumplir con su deber?

Iba a tener una nueva escalada de revelaciones si ella aceptaba lo propuesto.

Señor, le dijo sin abandonar su postura o la frialdad tan propia en ella, mi familia tiene una larga tradición la cual se sustenta en el honor. Sin dudas usted ha de saberlo si mi padre sirvió entre sus hombres. También yo sigo el paso de mis ancestros y por ende mi respuesta, es si. Sí, tengo la entereza para ver por sobre las vidas humanas, la mía incluida, en favor de la misión para la cual he sido elegida, Señor, le dijo taladrando lo ojos del anciano con los suyos.

Harada asiente secamente una sola vez, retirando los brazos de tus hombros. Te da después la espalda, elevando la mirada hacia las simulaciones holográficas que aún flotan en el aire.

- Sin duda es sincera, soldado. - Dice con el mismo tono grave. - Pero me pregunto de que manera respaldaría esas palabras con acciones. Si el capitán Snow mostrase debilidad o cobardía en el cumplimiento del deber, si pusiera las vidas de sus compañeros por encima de la misión, entonces...

Y te mira sobre su hombro, con las manos enlazada en la espalda.

- ¿Que haría usted entonces, Sasuke?

Aquellas vueltas sobre vueltas. Las insinuaciones a medio camino entre el marujeo y la “puesta a prueba” constante de su propia entrega a la causa le estaban comenzando a tocar los ovarios de una forma alarmante.

Hikaru recrudeció su mirada sobre el pequeño comandante al tiempo que su rostro se volvió aun más parco. Incluso sus, ya de por si, finos labios, se volvieron una línea casi invisible al apretarse el uno sobre el otro contraídos por la tensión interna que ahora sentía.

Solo un momento luego fue capaz de mitigar – a medias -, la ira que sentía para decir unas palabras.

¿Señor, Puede este soldado hablar en confianza señor?, pregunto sin dejar de clavar sus ojos en los del otro.

El Comandante se vuelve con cierta brusquedad y una ceja enarcada. Te mira a los ojos con fijeza desde una distancia bastante corta.

- Por supuesto Mizaki-chan. - Dice despacio, volviendo a la familiaridad. - Hable libremente. Pero recuerde a quien tiene delante

Asintiendo de forma escueta con la cabeza, Hikaru comenzó entonces a hablar sin dejar la postura rígida que le era tan propia.

Señor, si cualquiera de los comandos entorpece la misión encomendada por el alto mando, este soldado está dispuesto a poner un correctivo permanente en forma de proyectil solido en el espacio oscuro e inútil que esos llaman cabeza, dijo sin ninguna emoción.

Esta opción es tan buena como cualquier otra e incluso más efectiva ya que un soldado rebelde no es provechoso para la NEXUS bajo ningún punto de vista, Señor, concluyo mirando al comandante.

Harada asiente con rigidez. Algo parecido a una sonrisa se extiende por sus rasgos, como agua helada sobre una losa de marmol.

- No me equivoqué al juzgarla, Mizaki-san. - E inclina la barbilla en un amago de reverencia, apenas uno o dos grados, pero de algún modo constituye todo un elogio por parte de un hombre como Sato.

Introduce una mano a su cinturón y extrae de su funda un pad de datos en el que teclea algo con rapidez. Un haz laser sale del pequeño aparato, leyendo la retina del Comandante antes de emitir una luz verde de aceptación.

A continuación te lo tiende con la misma brusca rigidez que acompaña todos sus gestos.

- En este pad de datos encontrará un código de reconocimiento y un nombramiento de capitanía in extremis. - Dice de manera directa. - Si en algún momento el mando del Sr Snow pone en peligro la misión, sus ordenes soldado Sasuke serán tomar el mando. Para garantizar que no se produzca ninguna insubordinación, el código de seguridad pondrá bajo su mando exclusivo la IA de su nave de descenso. Recuerde, debe pronunciarlo personalmente y asegurarse de que esa información no cae en manos de ninguno de sus compañeros.

Te mira con intensidad a los ojos al tiempo que vuelve a enlazar las manos tras la espalda.

- Sírvame bien y será recompensada, Mizaki-san. La Hora Límite se acerca, y cuando llegue, necesitaré soldados como usted a mi lado.

A Sasuke se le ocurrieron un montón de posibilidades en las cuales aplicar el “In Extremis” que ahora sostenía en su mano. Snow no era conocido por su obediencia y claramente duraría poco en el puesto que el inútil de Mc Griff le había otorgado.

Sin embargo no abusaría de la “carta a favor” que ahora poseía y solo iba a usar dicha opción llegado el momento – que llegaría sin dudas -, y siguiendo las reglas establecidas por el alto mando para todos los habitantes de la NEXUS.

Respondió al saludo del comandante de la misma forma en que este se lo ofreció y guardando el pad de datos en su uniforme volvió a adoptar la postura marcial “de manual” esperando por aquello que tuviera para agregar el hombre que ahora tenía por delante.

El viejo comandante devolvió el saludo con un gesto seco.

- Puede retirarse, soldado.

Después te vuelve a dar la espalda, las manos enlazadas tras el. Alza la cabeza para contemplar los hologramas y suspira largamente, con los hombros tensos y el semblante iluminado por la brillante imagen de Omicrón. Aunque no has abandonado aun la sala, tienes la sensación de que ya has desaparecido para el.