Partida Rol por web

Nieve Carmesí VI

La Mansión

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18/03/2009, 17:55
Director

Los soldados y los prisioneros corrieron, corrieron como alma que lleva el diablo hacia la mansión. Los obuses siguieron cayendo, también las bombas de mortero cargadas con gas mostaza.

 

El humo verde se alejaba de la casa, subiendo hacia el encapotado cielo, sin embargo, todos sabían que ante cualquier cambio de viento, todos estaban muertos. Muertos de la forma más horrible. Tanto como el Teniente, que aún seguía debatiéndose entre la vida y la muerte.

 

Todos corrieron, hasta llegar a la escalera de la entrada de la mansión, y en ese momento, se giraron para ver por última vez el cuerpo del Teniente.

 

El humo ya cubría el cuerpo del Teniente Diederick, el cual comenzaba a moverse con fuerza, intentando salir de allí, intentando no morir, tratando de que su vida continúe unos minutos más en su cuerpo.

 

Lentamente, su piel comenzó a llenarse de pústulas, que iban reventando a los pocos segundos de estar en contacto con el gas. Sus globos oculares estallaron, dejándolo ciego y sus entrañas se convirtieron en papilla, chorreando por las heridas de su cuerpo.

 

Volvieron a mirar la escalera, la cual subieron en dos zancadas y abrieron la puerta de la mansión, entrando en tromba dentro de la casa y utilizando algo de ropa para tapiar la parte baja de la puerta, por si el humo decide llegar a la casa y entrar por allí.

 

El chirrido de la puerta al cerrarse, es opacado por el sonido de un reloj, que justo en ese momento, comienza a dar las diez de la noche.

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18/03/2009, 17:59
Director

Muerte...

Dolor...

Terror...

Muerte...

Esos sentimientos llegan a tu mente cuando entras a la mansión y cierran la puerta.

Las campanadas del reloj no hacen más que sobresaltarte con cada una.

Comienzas a sudar...

Comienzas a temblar...

Debes salir de allí...

La muerte acecha por doquier...

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18/03/2009, 18:30
Octavius

el grupo ingreso a la mansion, y las puertas se cerraron tras ellos

el artillero comenzo a sudar y a jadear y con cada campanada de aquel reloj, parecia empeorar

la mirada extraviada, la boca temblorosa, las manos volvian a las puertas para intentar abrirlas y escapar de aquel lugar

octavius habia entrado en ustado de panico y su rostro lo reflejaba sin reparos

- dejenme salir.. de..dejejenme salir....SALIRRRRRRRR!!!!

las torpes manos del atemorizado germano intentaban mover le picaporte de las puertas...

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18/03/2009, 18:54
Pieter

Al entrar en la mansión Pieter dejo  a su hermano en el suelo para poner telas en la rendija de la puerta y evitar la entrada del gas, entonces el eco de un reloj resonó como indicando su muerte, un escalofrío recorrió la espina dorsal del soldado mientras escuchaba los gritos del alterado Octavius " solo nos falta que ahora la gente se ponga mas nerviosa " Con paso firme y levantándose del suelo después de poner las telas, se dirigió hacia Octavius cogiéndole de los brazos y zarandeandole con brusquedad...

 - Tranquilizate... Por el amor de dios, basta ya!!!!  Inevitablemente tuvo que darle un pequeño guantazo para que reaccionara de una vez y lanzarle al suelo.

 - Así no consigues nada, ha algo de provecho y asegura las habitaciones, no sabemos si hay rusos dentro!!! Doctor, podrías mirar a Hans, necesita una cura rápida... Bien, muevete Octavius, yo ojearé la zona derecha!

Cogiendo el fusil que portaba al a espalda se encaminó cautelosamente hacia la primera habitación de la zona de la derecha, no sabían si había alguien dentro y debían comprobarlo antes de llevarse una sorpresa...

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18/03/2009, 20:34
Alexeva

Una... Dos... Así hasta diez campanadas. Y con cada una de ellas el miedo se hacía más intenso. Alexeva casi no podía con los nervios y la tensión acumulada. Primero caer capturada por los alemanes, luego los obuses y el gas mostaza y, ahora, estar encerrada en una casa maldita. A cada paso que daba su situación iba a peor y tal vez por ello, con la carne de gallina y tiritando por el miedo y el frío se quedó plantada escuchando como el distante reloj marcaba las horas.

No tenía arma alguna con la que defenderse. Cuando combatía tenía el temor de caer abatida sin haber podido expulsar a los alemanes de su tierra, pero la confianza de poder sobrevivir gracias a su puntería era más fuerte. No sabía qué horrores albergaría la casa, pero tenía la certeza de que se sentiría mucho más segura si sujetaba su fusil. Pero éste se encontraba a kilómetros de distancia, oculto entre la maleza.

- Estamos encerrados aquí- le dijo a Grigori como si no resultase obvio para todos. Su atención se fijó entonces en la mano del ruso, en el diario que había tomado del teniente cuando aún estaba con vida. Un último recuerdo para su familia.

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19/03/2009, 08:38
Hans

En otras circunstancias las palabras de Grüber le hubiesen podido reconfortar de alguna manera, y aunque no era la respuesta que temía, aquellas palabras de “ánimo” también podían haber sido pronunciadas perfectamente por un amigo en el lecho de muerte de un pobre desgraciado, esperando que su marcha se hiciese menos terrible si durante lo que le restaba de vida no contemplaba la funesta posibilidad que suponía la muerte. El recuerdo que tenía de su herida era pequeño, irreal, basado en unos escasos segundos antes de haberla tapado instintivamente con sus propias manos temiendo que su vida pudiese escapar por el agujero de su vientre. Pero es que el dolor lo desvirtuaba todo, retorcía la realidad exagerando las peores sensaciones y reduciendo a la nada las que pudiesen suponer un alivio.

Se dejó ayudar por su hermano cuando el médico tuvo que correr en ayuda de otro soldado, y dio gracias a qué fuese Pieter quien estaba allí y no otro. Quién le iba a decir que cuando se había alistado forzado por las circunstancias y los ruegos de sus padres por que vigilase a su hermano, que iba ser él el que fuese cuidado.

Fue entonces, cuando la sangre chorreaba por su ropa empapada en sangre y agua hasta gotear en el suelo, mientras resollaba por el dolor al penetrar los dedos de su hermano en la herida para taparla, cuando escuchó el desgarrador grito a su espalda. No pudo ver el dantesco espectáculo que presenció el resto, pues el solo hecho de girar suponía un gran esfuerzo y Pieter no parecía querer que Hans lo viese.

- ¡Qu… qué ha pasado!-exclamó.

Al recibir por respuesta un silencio la imaginación decidió jugar su papel en aquel momento, cuando estimulada por la duda, la angustia, la curiosidad y el miedo, le hizo imaginar las razones que hubiesen podido provocar aquella reacción en sus compañeros. Aun así poco se aproximó Hans a la realidad (una vez más) ya que solo podía contemplar las peores posibles muertes y la forma en la que el teniente iba a morir era, cuanto menos, ¿imposible?

Una vez dentro el sonido del reloj le hizo recordar lo que había sujetado antes de iniciar la estampida hacia la casa que vislumbraron en mitad de la niebla. Una vez en el suelo, jadeando por el esfuerzo de haber entrado casi corriendo, y después de colocar su fusil pegado a él, a un lado en el suelo, tanteó con su trémula mano la cintura buscando la cadena que delataba lo que guardaba en el bolsillo. Allí estaba, aun seguía en su sitio, pero no sabría hasta que lo sacase y lo abriese, que el golpe contra el muro y la posterior caída al suelo también lo habían afectado.

- No hay que perder de vista…- Apretó con fuerza sus dientes intentando atenuar una intensa punzada de dolor que recorrió por un instante su cuerpo.-… a los prisioneros.- dijo antes de recuperar el fusil del suelo para poner él mismo en práctica el consejo que había dado.

 

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19/03/2009, 08:43
Octavius

octavius callo al suelo, y eso hizo que se tranquilizara un momento, mientras miraba a pieter

- si... si señor...

octavius agarro su fusil, aunque sus manos temblaban un poco, y se dirigio a las habitaciones de la izquierda

(este lugar va a matarnos...)

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19/03/2009, 11:38
Director

Notas de juego

ESTO NO ES UNA ACTUALIZACIÓN

-INFORMACIÓN-

Localización:

Recibidor: El recibidor es una habitación rectangular en cuyas paredes podéis observar grandes ventanales de cristal, todos ellos, enrejados por la parte de fuera, imposibilitando que podáis salir por ellos de manera sencilla. Acabáis de entrar por una gran puerta doble, la cual se ha cerrado con un estruendo, y hacia delante, podéis ver dos puertas más. Una en la pared más alejada a donde os encontráis, la cual es una gran puerta, doble, y a vuestra derecha, también os encontráis con una puerta más pequeña.
 
Los pisos de cerámica del recibidor parece que no se han limpiado en años, así también como los cristales de las ventanas y las puertas. Podéis ver también dentro de la sala donde os encontráis, una especie de mesilla redonda, cubierta por una manta blanca, la cual cae hasta el suelo cubriendo por completo el mueble.
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19/03/2009, 16:03
Grüber

El doctor decidió evitar la visión del teniente sufriendo esos efectos devastadores a sabiendas de lo que ocurriría, aunque hubiera agradecido que alguno de sus compañeros diestros en combate accediera a gastar una bala para evitarle más sufrimiento.

Finalmente, todos se adentraron en la oscura mansión y unos cuantos se encargaron de tapiar la puerta mientras Grüber ayudaba a Dieter a sentarse en el suelo, dejándolo apoyado en una de las paredes con un suspiro de alivio mientras alzaba la mirada hacia el reloj de péndulo.
Le resultó extraño que aún funcionara teniendo en cuenta el estado del resto de mobiliario pero no le dio demasiada importancia, tenía preocupaciones mayores que atender en ésos momentos.

Asintió a la petición de Pieter y entonces fue en ayuda de Hans.
-Vamos compañero, ahora sí te toca a ti- comentó en tono amigable, simulando que las cosas iban mejor de lo que en realidad estaban.
Le ayudó a tumbarse en el suelo y apartar parte de su chaqueta para inspeccionar la herida con mayor detalle, entrecerrando los ojos repetidamente hasta darse por satisfecho y desplegar varias de sus pequeñas bolsas aún con herramientas médicas útiles (tijeras, bisturí, pinzas...) y otros utensilios (numerosas gasas, vendajes, morfina...).

-¡Señora!- espetó de repente mientras Alexeva pronunciaba algo incomprensible para él -Necesito luz, ¿entiende?- miró entonces también a Grigori -LUUZ- exageró la lentitud de la pronunciación como si así fueran a comprenderle mejor aunque en verdad lo dudaba bastante, así que rebuscó en su mochila medio vacía hasta tenderles su linterna(*) esperando que comprendieran lo que requería de ellos, lavándose las manos con alcohol para empezar entonces la intervención.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d8(+8)
Motivo: Sanar
Resultado: 8(+8)=16

Notas de juego

(*)No estoy muy segura de lo que usaban en esa época, quizá lámparas de aceite o lo que sea... (si no llevamos nada nos saltamos eso)

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19/03/2009, 16:44
Alexeva

La guerrillera sacudió la cabeza e intentó prestar atención:
- ¿Luz?- preguntó, utilizando un fuertemente acentuado alemán para ello, pese a que había entendido perfectamente las palabras del médico.

Ayudar a los alemanes era algo que le repugnaba. Pero habían cambiado tanto las cosas en apenas un minuto. Necesitarían mantenerse firmes y unidos para sobrevivir dentro de la perversa mansión hasta que se dispersase el gas tóxico.Uno de los soldados, el hermano del herido, había ido a investigar a la habitación anexa. Asintiendo y farfullando para sí, la muchacha le siguió.

Progresivamente fue aminorando el paso hasta llegar al marco de la puerta para dedicar una apreciativa mirada, desconfiando de qué podía encontrar al entrar. Tal vez allí hubiera algo para alumbrar, o una trampa que acabase con su vida antes de que tuviese tiempo de reaccionar.

El soldado no parecía tener muchas posibilidades de sobrevivir a la herida del vientre.

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19/03/2009, 20:50
Director

El doctor obró maravillas con las heridas del soldado, que si bien, aún estaba herido, ahora si podría moverse con un poco más de libertad... con la libertad que le dejaran las apretadas vendas que ahora lleva.

Pero las cosas parecen ir de mal en peor. Aún se encontraban en el recibidor de la mansión, sin comida, sin agua, sin posibilidades de sobrevivir mucho tiempo en ese lugar.

Pieter se decidió de una vez por todas, y comenzó a caminar hacia una de las puertas del recibidor, mirando hacia atrás a ver quién lo seguía. Él no tenía ninguna intención de salir de allí, de quedarse sólo, pero tenía que asegurar primero la zona y ver que estaban solos.

Octavius intentó abrir con todas sus fuerzas la puerta, pero está estaba cerrada a cal y canto. Después, ante las palabras de su compañero, recobró la compustura y se dirigió hacia las puertas dobles del final del recibidor, con la clara intención de abrirlas.

Los demás, todavía estaban conmocionados con la muerte del teniente, pero tenían que reaccionar... debían reaccionar o esta mansión sería su tumba.

En ese momento, otro sonido comenzó a escucharse en la mansión, que provenía de la puerta doble del final del recibidor, justo cuando Ostavius se disponía a abrirla.

El cual queda cortado de repente con la explosión de un obus en las cercanías de la casa.

Notas de juego

Alexeva, aclarame bien a que puerta vas.

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19/03/2009, 20:56
Alexeva
Sólo para el director

Notas de juego

Siguiendo a Pieter: la derecha.

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19/03/2009, 21:03
Director

Alexeva siguió a Peter cubriéndole las espaldas armada solo con sus puños.

Era una récia campesina, no se dejaba amedrentar por nada...

¿Pero que era esa música?

¿De dónde provenía?

De la habitación del fondo...

Notas de juego

Los demás, si os váis a mover, decirme donde y como váis.

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20/03/2009, 08:50
Octavius

armado de valor octavius se dirigio a las puertas del final del recibidor para ver que escondian tras ellas. pero el inocente y a la vez macabro sonido de una una cajita musical helo sus movimientos.
su pulso se acelero, y su frente brillaba con minusculas perlas de miedo

- QUIEN ESTA AHI ??

el grito del germano fue acompañado de su fusil apuntando a las puertas

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20/03/2009, 11:38
Grüber

El doctor suspiró hondamente, bastante satisfecho con el resultado obtenido en la herida de Hans, al menos con los escasos medios de los que gozaba en una situación como esa, en la que la tensión también podía jugar en su contra.
Se limpió las manos encharcadas en sangre como pudo entre su propia ropa y algún pañuelo mortalmente sucio que aún quedaba en el fondo de uno de sus bolsillos, manteniéndose con una rodilla apoyada en el suelo junto a sus pacientes, sin intención de dejarlos solos y vulnerables mientras el resto investigaban la extraña casa.

Arrugó el ceño en cuanto la música empezó a sonar, mirando a Dieter y Hans extrañado y con un frío escalofrío recorriéndole el espinazo.
En una situación normal la melodía podía haber sido hermosa, pero ahora resultaba incluso macabra... sin embargo lo que le hizo dar un fuerte respingo fue el grito de Octavius.

-¿Crees que te responderá si gritas de ése modo? Probablemente estén más asustados que tú y además vas armado...- se colocó bien el casco para que no molestara en su ángulo de visión y se colocó algo mejor para poder ver el pasillo -Me quedaré aquí con los heridos, intentad encontrar un sitio más seguro, o comida...- añadió lo que en realidad era evidente, pero al fin y al cabo la tensión del lugar podía despistar a más de uno.

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22/03/2009, 22:27
Grigori

La puerta, finalmente, se cerró. Atrás quedaron el gas mostaza y las explosiones. La muerte y la devastación. En ese momento, un nuevo panorama se abría paso ante los ojos del grupo. Hacia la perdición... hacia el infierno.

El reloj sonó avisando del paso de una nueva hora. Un sonido que helaba la sangre más efectivamente que el frío del exterior. Grigori asintió ante las palabras de la otra prisionera; efectivamente, estaban encerrados allí. ¿Para siempre?

En sus manos, el campesino sujetaba el diario que el soldado le entregó hacía unos instantes. Las manchas de sangre, aún frescas, manchaban sus manos dejándolas viscosas. Con torpes movimientos logró abrir el cuaderno y ojear en su interior. ¿Habría algo allí que necesitaran saber o era solo un gesto de despedida del teniente? Pronto lo sabrían...

Notas de juego

Los prisioneros ¿vamos maniatados?

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22/03/2009, 22:48
Director

Notas de juego

Váis sueltos, pero con los soldados pegados a los pantalones.

Un saludo.

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23/03/2009, 15:08
Director

Octavius apoyó la mano en la puerta doble del final, y empujó para abrirla. Cuando las puertas se abrieron de par en par, Octavius no tardó más de un segundo en levantar su arma y apuntar a lo que sea que haya dentro.

Dieter lo cubrió desde detrás, a un lado, con la culata de sus rifle apoyada en su hombro, listo para disparar ante cualquier signo de peligro.

Todos los demás miraron la actuación de los soldados con intranquilidad. El sonido provino de esa sala... allí tiene que haber algo...

En cuanto la puerta dejo ver su interior... las luces de la sala comenzaron a parpadear... algunas estallaron... pero las pocas que quedaban alumbrando, dejaron ver el interior de la sala...

Alexeva y Pieter abrieron la puerta de la derecha, dejando ver una sala más pequeña, la cual parecía ser una vieja biblioteca.

Notas de juego

Localización Nueva:

1- Salón de Baile: (Puerta del fondo, doble, de donde proviene la música)

El Salón de Baile es una enorme sala rectangular, que seguramente era dedicada tanto a bailes como a organizar fiestas de todo tipo. Grandes ventanales pueblan toda la pared del frente, desde unos veinte centímetros del suelo llegando casi hasta el techo, algunos, cubiertos con gruesas cortinas oscuras, anudadas a la pared por sogas doradas en bastante buen estado. Junto a una de las paredes, se apilan sillas y más sillas, las cuales serían utilizadas seguramente por las damas, para descansar entre pieza y pieza. Por todo lo demas, la habitación está completamente vacia.

2- Biblioteca: (Puerta de la derecha)

La sala es una gran habitación dedicada tanto a la lectura como a la música. Hay estanterías, un piano y un arpa. Las estanterías están repletas de libros, la mayoría bien ordenados, uno junto a otro mientras que algunos en algunos sitios, los libros están tumbados y desordenados. En el centro de la sala podéis ver un gran piano, junto a un arpa, la cual parece ser antigua. En el piano hay un pequeño banquito, y sobre sus teclas, podéis ver una hoja de partitura.

Una gran lámpara cuelga del techo, con muchas de las bombillas fundidas. Sólo un par de ellas alumbran la sala, dandole un aire lobrego y mortecino.

En la pared del frente podéis ver una puerta y justo en la pared de la izquierda a donde se encuentra el sargento, otra puerta.

Los que decidan investigar las habitaciónes, por favor, una tiradita de 1D8 + Inteligencia.

 

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23/03/2009, 17:21
Octavius

para su sorpresa, el interior del recinto estaba aparentemente vacio

- SALGA AHORA CON LAS MANOS EN LA CABEZA, Y NO DISPARAMOS....

octavius avanzo lentamente recorriendo el lugar con la mirada detras de su fusil como guia

- Tiradas (1)

Tirada: 1d8(+6)
Motivo: revisar
Resultado: 4(+6)=10

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23/03/2009, 19:15
Pieter

Después de abrir la puerta escucho los sonidos provenientes de Octavius mientras inspeccionaba el lugar donde se había oído algo, y aunque en primer momento pensaba en acompañar y salvaguardar su seguridad, sabía que debía continuar con la inspección que estaba realizando, pues si había alguien ahí debía averiguar quien, la sala era una biblioteca y le sorprendió ver el piano y el arpa, no obstante empezó a caminar hacia dentro apoyándose en la puerta y buscando en los huecos escondites donde se pudiera esconder alguien, había una puerta la cual debería comprobar después de asegurar la habitación y así lo hizo...