Partida Rol por web

8 A.M. Habitación 23 del Hotel Palapas.

-A SUS ÓRDENES MADAM, AUNQUE ME OFENDE QUE PUDIERA PENSAR QUE YO...- La silueta de la I.A se desdibuja, convirtiendo su imagen en un espejo irreal chisporroteante. -VALE! VALE! SOLO ERA MI PROTOCOLO! DESACTIVADLO, PAUÉS!- la imagen parpadea y la pobre I.A. estalla en una lluvia de chispas virtuales. De su silueta fragmentada surge una voz de terciopelo y acero a un tiempo. Una voz acostumbrada a mandar a niños al matadero mientras degusta algún manjar exótico en posición indolente: Valen0.

-Dionisa_Chaos, es un extraordinario placer hablar contigo al fin. Lamento lo de la I.A pero trató de delatarnos y he tenido que activar el Escorpión. Iré al grano porque no hay tiempo para dar flores: Obtus0 te está buscando y pronto dará contigo. Créeme, llevo eludiendo a ese espectro persistente desde hace ya un tiempo. Si te preguntas como he dado contigo... simplemente diré que ha sido gracias al Proceso del Concepto Vacío. Contacto contigo para ofrecerte ayuda en el aprieto en el que te has metido. Te interesa?-

Aunque no exista, la bebida espumosa se desliza por tu garganta casi como si fuera real. Incluso puedes notar unos toquecitos picantes en el regusto. Es de su agrado, aguerrida clienta?!- Pregunta desde la barra el tabernero palmeándose la panza. A pesar de que La Perla parece a rebosar, te resulta difícil saber que clientes son reales y cuales una ilusión por culpa de los avatares fantásticos propios de los juegos neurales que abundan en la taberna. La única excepción es un hombre de piel bronceada que lo identifica como isleños de las islas Mappe. Va vestido con un traje adaptativo ceñido estándar como cualquier obrero del Distrito Industrial.

Nada sospechoso. Pero quizás por ello, inquietante. Tu intención te dice que él si que es real y que probablemente sea un cliente. Todavía no ha reparado en ti pero si sigues mirando es probable que lo haga.

Parece que en realidad es Apryl, y que se traían algo con esos agentes neurales. Reconozco el nombre de Chainer, al parecer saben más de ellos que yo. ¿Con que tiene dos hijas, he? Aún debo averiguar el nombre del otro agente.

xXArmaggedonXx:

—Es una pena, pero me temo que Bane de verdad esta muerto, mis condolencias, si erais muy cercanos. Se puede decir que soy un viejo amigo —digo, tras unos segundos de reflexión—, se que tienen problemas con unos agentes, pero el asunto parece más chungo de lo que creí. Incluso me ha pedido que me los cargara.
Mientras digo esto, ejecuto una subproceso de rastreo para encontrar la ubicación de mi interlocutor.

—Dime, Apryl ¿Qué diantres es lo que está pasando?

Escucho al desconocido bastante desconcertada- así que realmente estaba muerto, joder...- tenía una voz calmada y encima hablaba de matar agentes neuronales como si fuese lo más normal del mundo. Todo estaba escalando muy rápido y no precisamente para bien. Antes de que de cuenta estoy sonriendo mientras acelero mi moto debido a la emoción.

- No la verdad es que no eramos más que conocidos y la verdad es que no sé mucho. Hace apenas unas horas se me avisó de que había infringido la ley y que esperase en mi casa a que viniesen a por mí. Como aún soy capaz de pensar por mi misma no les hice ni puto caso y bueno una cosa llevo a la otra y ahora estoy hablando contigo...- es entonces que por culpa de la emoción de toda la noche le estaba contando a un extraño mis problemas, un extraño que sabía mi nombre.- Por cierto no me gusta estar en desventaja, así que estaría bien que me dijeras como sabes mi nombre y ya puestos un nombre por el que llamarte sería fantástico.

La CEN de MetalStalker vibra de nuevo y un nuevo mensaje aparece en pantalla. Llamada entrante de Venus1an_Hexxx...

Respondes?
 

Contesto la llamada y lo agrego a la actual conversación con Apryl.

—Todo a su tiempo —Alken sabía que le llamaría la atención que le nombrara, quizá su ahora occiso compañero no le había hablado de él—, conozco tu nombre porque "Bane" me habló de ti... Aguarda, alguien mas quiere contactar, lo agregare a nuestra llamada, dejemos que hable primero ¿Vale?.

Sin esperar respuesta, contesto a la llamada.

- ¿Como que todo a tiempo? El momento es ahora, guapo. Ni siquiera te estoy pidiendo tu nombre real solo una manera de dirigirme a tí, porque sino te das cuenta me apareces como "Metal Stalker" y no me apetece nombrarte como un muerto.- le digo bastante airada, el muy capullo estaba poniéndome de los nervios de una manera que el agente Chainer no lo había conseguido y ser consciente de ello solo aumentaba esa sensación aún más. Lamentablemente lo único que recibo es silencio así que me callo a la espera de quien quiera que sea esa tercera persona.

Mientras leía el mensaje de GoldenGun, no pude sino sentir un inquietante oleaje de nervios por sus palabras, ¿realmente un agente del estado hablaría así? No podía creerlo, su cordialidad y casi torpeza fingida me resultaban repulsivos, haciéndome mas a la idea de que había algo que quería ocultar, un motivo verdadero por el cual quería ayudarme con tanta insistencia. Sin embargo, ya sabía yo que esa "ayuda" terminaría siendo un final siniestro para mi persona, no podría asegurarlo claro está, pero la voz de mi ennegrecido corazón tenía un terrible presentimiento para con él.

-Le diré todo lo que sé una vez nos veamos, señor GoldenGun, tenga paciencia antes que nada. 

Activé la conversación antes de salir, y una vez enviado el mensaje, cerré cualquier tipo de chat abierto para desactivar mis comunicaciones. 

Salí de mi apartamento algo apresurado, inquieto, sería perfectamente factible que uno de mis implantes se sobrecargara y explotara de la sola tensión y estrés que padecía. Llevaba un terrible apuro, pese a que la trampa de redireccionamiento que había dejado sembrada debería de proteger mi ubicación. Si trataban de rastrearme, primero acabarían en la punta inversa de la ciudad antes que se acercasen a almenos 100 metros de mí. Así servía el software de redirección, a un radio de 500 metros de mí, cualquier señal que tratase de hallarme sería repelida a una distancia de dos o tres veces mi radio, jamás me hallarían por ese método, al menos no hasta que supieran la trampa y la forma de desenredarla. 

Una vez fuera, preferí no arriesgarme a tomar un taxi y que de alguna forma hallasen mi rastro por él. Me figuré la caminata desde que formulé la cacería que se efectuaba a mi nombre, y aunque la distancia de aquí al distrito donde se concurría todo el mercado ilegal fuera extensa, lo valía más proteger mi vida. 

— No. No me interesa —

Cortó el agua y salió de la ducha. Cogió una toalla y vio el reflejo desnudo de si misma en el espejo.  Empezó a secarse. Primero el pelo después la cara, los brazos, el cuerpo y por ultimo las piernas. Luego se puso una de las batas del hotel. Era de color gris perla y en la solapa estaba bordado en negro Hotel Palapas. Salió del baño y fue hacia la cama y se sentó en el borde. 

— Dime una cosa — 

Se dejó caer y tumbada bocarriba observó como el techo estaba surcado por unas vigas de algo que parecía madera pero que seguramente era otra cosa. Estiró la mano y cogió el control remoto. Hizo girar la rueda que regulaba la intensidad de las luces de la habitación y todo se sumió en las sombras. 

— ¿Qué sacas tú de todo ésto? —

Me quedo en silencio unos instantes, esperando a que sea alguno de los otros dos quien diga algo, aunque está claro que no van a darme ese gusto. Intento recordar algo sobre la otra persona que está en la llamada... "¿Será otro amigo suyo? ¿No soy la única que lo sabe o ha sido pura coincidencia?" Incluso empiezo a dudar si es de verdad MetalStalker quien lo ha cogido...

Con un carraspeo y una inocente sonrisa invisible, decido romper el silencio del canal.

- ¡Johnny! Cariño, hace tiempo que no nos vemos... Perdón, ¿te va bien hablar ahora?

Probablemente sea un cliente y probablemente esté ahí por algo similar a lo que yo he ido. No me conviene que repare en mí así que, mientras espero a que Commala vuelva, me dirijo al posadero para pedirle una segunda cerveza y algo para picotear. No es agradable comer sin beber.

Con el rabillo del ojo echo un último vistazo al hombre y empiezo a contar, totalmente en silencio, números primos. Uno, dos, tres, cinco, siete...

Al escuchar a la otra mujer tuerzo el gesto, ¿Bane tenía novia? ¿O sería una amante? Ambas ideas hacen que me ría por un segundo sin poder evitarlo.

- Perdón...- digo algo avergonzada, y encima ahora me tocaba decirle que estaba muerto.- Lo siento pero "Jonnhy" esta muerto, o al menos es lo que dice el tercero en discordia en la llamada. Le gusta ir de misterioso así que no te esperes mucho por su parte.- esto último iba con algo de resquemor mientras recupero mi aplomo natural- Por cierto soy Delirium_Karma. Diría un placer pero no esta siendo mi mejor día. Y tú, "encanto".¿Podrías decirme de que conoces a Bane?

Levanto una ceja al oír una risa de mujer. "¿Tal vez su novia? No, Johnny no era de esos... Aunque me pregunto qué pensará de esta aparición." Intentando contener la sonrisa, tuerzo el gesto recordando el resto de preguntas que me está provocando toda esta situación ahora mismo. "¿Encanto? Genial, una celosilla."

- ¿Cómo que está muerto? No, eso es imposible... Pero si estaba perfectamente. ¿Qué le ha pasado? - hago una pausa, intentando recordar algo del otro que está en la llamada. "Si no es Johnny, es que de verdad la ha palmado..." suspiro y noto un nudo en la garganta. "Tal vez sea lo mejor esta vez." - Venus1an_Hexx. Soy amiga suya... O lo era si lo que decís es verdad. ¿Y a todo esto, podría saber por qué estáis en su canal?

—Pueden decirme Armaggedon, o X si así lo prefieren —dije con tono serio—, estoy intentando averiguar que es lo que a pasado a nuestro amigo. Parece haber muerto en un accidente de coche, pero a mi las cosas no me cuadran. Me he hecho con su CEN para dar luz al asunto, de ahí que tenga mis reservas al hablarles. ¿Podrían contarme que es lo último que han sabido de él y que clase de relación tenían?

No confiaba del todo en las chicas que le hablaban, al menos de una ya tenía información, pero no de Hexx —como Alken decidió abreviar su apodo/nickname—, cosa que no le agradaba en nada. 

Quizá ellas tampoco confíen en mi, pero mi intención es saber que ocurre y quienes están en peligro. Esta situación es muy enfadosa, debo obtener todo lo que pueda de información antes de que alguien más tenga que palmarla.

Vuestras miradas se entrecruzan y reparas en sus profundos ojos castaños; ojos duros, ojos que reflejan cosas que quizás no deberías ver pero sobre todo... ojos decididos y determinados en su tarea. Parpadeas aturdida. Ya no estás en La Perla.

Te ahogas. Sin metáforas. Te estás ahogando en un mar pardo de olas gigantes que han hundido tu pequeña barca y ahora intentan hundirte a ti. Es un fallo, tiene que ser un fallo de tu CEN donde se han combinado una noche entera sin dormir y un canal hiperrealista de experiencias extremas. Tiene que serlo.

Pero el agua que llena tus fosas nasales y amenaza con ahogarte está fría como el hielo y es totalmente real. Tratas de luchar pero a pesar de tus habilidades de natación, sucumbes...

Y una ola de ojos pardos te arrastra a la negrura.

En La Perla, los ojos del hombre se dilatan ante la sorpresa de ver como la mujer enfrenta su mirada durante un instante antes de golpearse el mentón con la mesa, inconsciente. "No puede ser" piensa tratando de serenarse. "Un desmayo, un simple desmayo, nada más." se tranquiliza. "No tiene nada que ver contigo. Termina lo que has venido a hacer y vete por donde has venido, nada más." trata de convencerse en vano.

Finalmente, paga al tabernero digital y abandona nervioso el establecimiento. "No tiene nada que ver conmigo... una simple casualidad." se repite a si mismo mientras se pierde entre la multitud.

???. HORA Y FECHA DESCONOCIDA.

Agua helada en los pulmones. Un agua real, descarnada, primigenia, desprovista de emoción humana que te sumerge en lo más profundo del abismo. Un abismo negro, caracterizado por tener su propia gravedad en lo que respecta a atraer almas perdidas a las ignotas profundidades. Un abismo nunca habitado por peces o algas, donde los recuerdos se sedimentan y la oscuridad es absoluta.

El embotellamiento avanza con lentitud y eres capaz de atender a la llama y conducir al mismo perfectamente. La fría lluvia matutina ha empapado por completo tu pelo e hillillos de agua corren por tus mejillas. Varios conductores comentan con desagrado tu estado mientras esperan a sus respectivas salidas del embotellamiento.

De un vagón público de transporte cercano, una figura abre la ventana y te observa. Comprueba los datos y extrae con tranquilidad una enorme pistola dorada que amartilla al tiempo que el resto del vagón se aleja de él gritando. Con la calma de un francotirador, apunta con cuidado y respira hondo antes de apretar el gatillo.

Por desgracia para él, un joven impetuoso al mando de su propio aerovehículo, un niño rico arrogante que acudía a un tratamiento genético para implantarse alguna extravagancia tan de moda entre la juventud decadente, adelanta a un destartalado vagón público... y recibe un impacto de bala en la cabeza.

Oyes el primer disparo pero reaccionas cuando el segundo roza tu moto sin causar demasiados daños. Un hombre de traje antiguo armado con una pistola de diseño antiguo y color dorado se abre paso entre los vehículos buscando una mejor línea de tiro.