Partida Rol por web

El joven muestra una aura apasionada y llena de vitalidad. El aura que corresponde a una persona joven con ganas de luchas y que cree en el fin de su lucha.

El aura del anciano es más apagada, lo que corresponde a alguien de más edad, pero también muestra pasión sus ideales y la lucha. Aunque lo más sorprendente de esta aura es un extraño resplandor plateado que corona al anciano como la corona que portan los santos de las iglesias cristianas.

Después de observar sus auras me acerco alternativamente a mis compañeros para susurrarles lo que he descubierto.

En primer lugar, lo hago con Francesco por si pudiera ampliar la información de lo que he descubierto. – Por lo que he percibido el joven es un humano que cree apasionadamente en lo que ha dicho y está dispuesto a luchar por ellos. Por su parte el anciano tiene el aura por una parte más apagada que podría ser por la edad, mostrando también ser apasionado y dispuesto a luchar por sus ideales. Además, he tenido una extraña sensación que me ha hecho pensar en los santos. Me advirtieron que los verdaderos creyentes eran muy peligrosos para nosotros, aunque es la primera vez que he percibido uno. Padre Francesco usted debe saber mas sobre estas cosas sin duda.

Mientras lo hago continuo pendiente de lo que acontece a nuestro alrededor. Con lo que he creído percibir en el anciano sería muy peligroso para nosotros quedar rodeados por mas gente así.

Las palabras de la muchacha no dejaron indiferentes a Francesco, su rostro torció el gesto ante lo que sin duda no era ninguna buena noticia.

Eso explica muchas cosas... no se tratan de cainitas, sino de cazadores, hombres de fe. Será mejor que tengamos cuidado, a pesar de ser humanos pueden resultar peligrosos y la propia imposición de sus manos podría dañarnos. He conocido a muchos de ellos, pues muchas veces son a la vez debotos o religiosos, manteneros alerta es posible que sepan lo que somos nada más vernos.

Las palabras del Padre Francesco me preocupan ya si su contacto es peligroso para nosotros no puedo enfrentarme a ellos.

Les continúo hablando en susurros de mis nuevos temores, puede que haya algunos de nosotros que se consideren invencibles, pero no es mi caso. – En ese caso si hubiera un enfrentamiento de poca ayuda podría resultar. – Negando con la cabeza mientras indico mi tamaño. – No poseo más que una daga, y mas para ahuyentar pequeños rateros sin mostrar lo que soy. Siempre he usado mi apariencia para que se acerquen confiados e incluso inclinen su cuello hacia mí, y no sería el caso.

Camino unos metros cavilando y se me ocurre una cosa que el Padre Francesco sabrá si puede tener alguna base de verdad. – Padre Francesco, ¿podrían ser ellos quienes hubieran matado al cainita de que nos acusan? Sería una forma de hacer que sospecháramos unos de otros.

 Francesco asintio, si desde luego podrían estar detrás de la muerte, es más es posible que ni tan siquiera supieran quien era realmente, quizá todo esto no haya sido más que una casualidad lo cual nos situa en el lugar y momento equivocado.

El monje siguió avanzando tras las 2 figuras, quien sabía quizá estuvieran ante la resolución de su destino.

Sea como sea, esta claro que en ellos encontraremos respuestas... no debemos perderlos.

Los hombres llegan hasta uno de los barrios pobres y llaman a la puerta de una casa de dos plantas. Una casa normal y sin personalidad, con paredes revocadas en cal blanca que con el paso del tiempo ha cogido un color verduzco por la humedad de la laguna. Seguramente la casa de algún trabajador que aprovecha el aumento de población temporal de la ciudad para alquilar alguna habitación y conseguir un dinero extra. Una mujer de media edad con la cabeza cubierta por un pañuelo pardo abre la puerta dejando entrar a los dos cruzados para cerrarla a continuación.

La calle, aunque alejada del centro de la ciudad, mantiene un constante flujo de gente.

Al ver como entran en una casa particular en lugar de en un local público me detengo sujetando las ropas de mis compañeros.

– No creo que podamos entrar allí sin que descubran que somos. No tenemos ninguna escusa para entrar y si esta vigilando uno de los que nos puede descubrir… Opino que deberíamos informar de lo que hemos descubierto, los soldados del Dux seguro pueden entrar y el Principe tendrá los contactos para usarlos. Por lo menos en nuestro país los tienen controlados a través de marionetas mortales.

Francesco puso una mano sobre el hombro de Karmen

Es posible que tengas razón, pero me preocupa perder la inciativa en esto... Si informamos al Dux y alguien más esta al tanto puede ser que haga desaparecer a estos dos dejandonos sin opciones.

¿Has podido ver algo raro en la mujer? quizá podamos intentar algo sin exponernos.

Akos se mordió el labio pensativo.

-Yo no tengo talentos para infiltrarme en la casa o espiar. Lo único que se me ocurre es vigilar quien más entra o sale.- Meditó lo que el hombre de Dios había dicho. -Si perdemos la iniciativa puede que alguien haga desaparecer nuestros sospechosos, eso es cierto. Pero si esperamos mucho puede que nos quedemos sin tiempo o que seamos cómplices de su siguiente crimen contra la estirpe. 

El húngaro se abstuvo de añadir un ultimo factor: que de los tres días que tenían para investigar prefería emplear dos en investigar y uno en huir de la ciudad si no veía claro que pudiesen salir airosos de esta situación. La supervivencia era lo primero para cualquier criatura. Y Venecia no era tan interesante una vez que la olías con tus propias narices. 

-Tampoco sé hasta donde tenemos que llegar con esto. ¿Tenemos que llevarles la cabeza del asesino? ¿al asesino vivo para que pueda ser interrogado? ¿Como llevamos a alguien que es peligroso para los nuestros al eliseo? Quizá podríamos secuestrar al joven, entregárselo al Dux y si el viejo de los santos quiere ir a liberarlo pues que se entienda con los esbirros del ilustre. Pero eso es una apuesta peligrosa.

-Yo creo que por mucha santidad que tenga, un virote de ballesta desde un tejado puede acabar con él.- Comentó más para si mismo que para sus compañeros. Una cosa era el ideal de noble guerrero que lucha por una causa justa con honor y otra muy distinta las cotidianidades de un soldado a sueldo. Akos era ante todo un hombre pragmatico

Francesco se quedó pensativo por unos instantes, Quizá podamos buscar un punto intermedio, vigilar la casa y a esos hombres mientras buscamos refuerzos. Los caballeros Don Diego y Zoltan y la señora Occitania, quizá sea la hora de poner en común nuestros avances y tendremos suficiente fuerza para llevar a esos hombres ante el Dux sin sorpresas.

El grupo permanecía hablando en la calle sobre qué hacer. Su temor ante lo desconocido era palpable. Habían oído en múltiples ocasiones hablar sobre los “cazadores de brujas” y sus extraordinarios poderes, muchos habían fanfarroneado sobre matarlos y descuartizarlos, pero ahora que ser enfrentaban verdaderamente a uno la fanfarronería se había deshinchado y el miedo a una muerte real era mucho más palpable.

Trascurrió una media hora y la suerte sonrió a los condenados. La puerta de la casa volvió a abrir y el hombre joven salió a la calle, esta vez no iba vestido con su llamativo atuendo de cruzado de vivos colores con la cruz roja destacando, su vestimenta era sencilla y desapercibida, parecía un simple campesino vestido con ropas pardas de baja calidad.

Asiento, entendiendo hasta cierto punto la lógica de su sugerencia.

Le agradezco su tiempo - le respondo -. Sabedor sobre todo de que en este momento no debo ser una de las personas más apreciadas por su clan. Intentaré encontrar a su verdadero asesino para que puedan castigarle.

Sin más me retiro para dirigirme hacia mi siguiente persona a consultar, que por su puesto es la dama que en su momento nos sirvió de guía en la ciudad.

Buenas noches - saludo cortésmente - Me gustaría consultar con vos la información que pueda darnos respecto a quienes son las personas que controlan los almacenes en los que fue hallado el cuerpo sin vida de nuestro finado Ventrue. Por lo que he oído comparten origen con vos y posiblemente pueda informarnos con mayor precisión de quien o quienes se trata en particular.

La salida del joven provocó que la situación se desencadenará rápidamente. Esta solo, no podemos perder esta oportunidad, puede ser que vaya a reunirse con otros. Seguirme y estar atentos.

El monje siguió al jovén hasta que vió el momento propicio, algúna callejuela que se abríera a los lados, una vez llegado a ese punto sin esperar a que llegará a su destino, Francesco llamó la atención del jovén.

Disculpe

Anna pasea de un lado a otro de la sala con su llamativo vestido bizantino, nadie en la sala parece tener interés en hablar con ella. Todo el mundo sabía cuál era la postura de la cainita bizantina, la no confrontación, y era una postura que nadie en la sala apoyaba salvo Khadijah, la cainita árabe.

Una chica esta encantada de hablar con vos. Contesto Anna con su curiosa forma de hablar, seguramente fruto de su falta de conocimiento del leguaje franco y el latín. Una chica sabe poco sobre el comercio. Una chica está más interesada no iniciar una guerra que destruya más conocimiento El conocimiento no debe de convertirse en cenizas como en la biblioteca de Alejandría. Era obvio que Anna estaba interesada en el conocimiento, pero su interés era muy profundo tenía que haber algo concreto, algo tangible, no un simple ideal misántropo.

Una chica por ser bizantina no debe de saber mucho sobre la familia Mouakios, al igual que un chico por ser Aragonés no debe porque saber sobre Lucia. Las palabras de Anna eran claramente una coartada que trataban de ocultar algo más. Anna conocía bastante la familia Mouakinos y seguramente tenía alguna relación con ella, puede incluso que buscaba ocultar un gran secreto en esta relación.

Y sin embargo conocéis sus nombres - respondo sorprendido - Eso ya es más de lo que yo sé. Algo me dice que vuestro conocimiento sobre esta familia tan específica es particularmente superior a la mía. Nos sería de gran utilidad conocer lo más posible sobre este tema en particular, por razones que supongo que no me es necesario explicar. Entre extranjeros en esta tierra y personas que no desean que la guerra acabe con conocimientos que puedan ser valiosos. Ofrecednos el que atesoráis.