Partida Rol por web

EL mago levantó la vista del libro por un momento. - Así que todos estais de acuerdo con el reparto........, bien ........, vale-, vuelve a enfrascarse en la lectura del libro.
Tras unos breves instantes vuelve a dejar la lectura, parecía no estar muy a gusto, tenía algo en la cabeza que parecía no dejar que se concentrase todo lo que necesitaba.
- bien, si así os parece justo, estoy de acuerdo, ya veremos que pasa si nos encontramos con algún objeto poderoso que todos podamos usar-, luego vuelve a su libro poniendo sus manos en torno a los ojos para poder centrarse más en la lectura.

La silueta de dos soldados se acercó al hueco donde Arza, conteniendo sus impulsos, se mantuvo quieto, apuntando con su cuerpo a la pared y sus manos colocadas en la típica postura de quien realizaba sus necesidades

Una mano se apoyó violentamente en su hombro y lo hizo girar, donde se encontró a uno de los soldados sosteniéndolo del hombro mientras el otro con su espada desenvainada lo cubría.

- Quieto - la voz sonó, alta y profunda - en la oscuridad del campamento - Me deberá acompañar a ver a Lord Ranith -

El primer intento de convencer a los soldados de tus "honestas" intenciones no dió resultado. La respuesta fue firme. - No me interesan las excusas. Nadie puede estar aquí sin autorización. Acompáñeme... por favor - las últimas palabras no parecían más que un intento de disfrazar una orden dificil de evitar.

A la voz del guardia, pudiste apreciar como algunos de los soldados miraban en vuestra dirección y, aprestando las armas se acercaban a donde te tenían "prisionero"

Cuando intentaban acabar el día, empezándose preocupar por la ausencia de Arza, escuchasteis que uno de los soldados elevaba la voz.

La quietud de la noche, ayudó a que, pese a estar algo alejados y tras las paredes, escucharais algo de lo que decía

- Quieto... acompañar - se escuchó en primer lugar - Excusas... Autorización... favor -

Una pierna le cuelga por fuera de la cama y sus ojos se han abandonado a la dulce oscuridad, lienzo de todas las imágenes oníricas.

A-jm…

Parece que responde afirmativo a Ecthelion pero su timbre relajado y su respiración profunda demuestran que se haya en un sitio completamente distinto. Un lugar donde su madre vive y donde la tranquilidad de verdes praderas se extiende hasta el infinito. Ni el roce de sus vestiduras ni el peso de la armadura comprimiéndole el pecho son molestía en este estado. El chico duerme grata y plenamente.

Muy bien, muy bien. Ustedes tranquilos que no hay que ponerse brusco.
Intentando aparentar una calma que no sentía, Arza se preguntaba quién sería ese Lord Ranith.
Conde de Maraven, Lord Ranith ... una lástima no haber podido estar un tiempo en las tabernas cercanas para saber quiénes son todos estos nobles.
Con ese pensamiento, Arza continuaba caminando entre los dos soldados. No era el momento de intentar nada.

En ese estado de ánimo entre dormido y despierto se le oye a Menzo decir desde su camastro: gggñññmmm mmmm ññgg uuuUUUAAAAhhh!(bostezo) ¿...y Arza no tarda mucho en venir? ¿Habeis oído esas voces de advertencia? Me temo que alguno de nosotros no está haciendo caso de las advertencias del conde... Alguien debería ir...si...ir...grrrr grrrr zzz zzz zzz...Se oye a Menzo roncar.

Tras verificar rápidamente que Arza no tenía armas, los soldados, ahora ya cuatro, le escolatron hasta una de las tiendas donde se encontraba el jefe de la guardia del Conde

Las palabras, tras el saludo militar fueron fueron claras y consisas - Estaba rondando en el mesón, en la oscuridad, cerca de una de las ventanas. No tiene armas, y dice que solo estaba haciendo sus necesidades. De hecho no hizo problema en acompañarnos, pero me pareció que debiais saberlo - explico uno de los soldados.

Lord Ranith miró al pícaro con cuidado y le preguntó - Vaya, vaya, uno de nuestros salvadores. las instrucciones fueron claras. Que explicación teneis para darme? -

Casi antes de escuchar la respuesta añadió - El Conde quería tranquilidad para reunirse con el gobernante de un condado vecino... no creo que se entere con agrado que alguién haya querido espiarlo... -

Aprovechando la tranquilidad del mesón, y mientras intentaba leer, poco a poco, las anotaciones del libro del mediano mago, Ecthelión volvió la vista a los dos pergaminos que había encontrado. Pronunciando unas leves palabras en el leguaje arcano, de repente, consiguió una mayor facilidad para entender los signos del mismo.

las voces del exterior se aplacaron y poco a poco el silencio volvió al lugar. El semielfo se demoraba, evidentemente hacer sus "necesidades" era un proceso más largo de lo que suponían.

Mientras poco a poco los restantes compañeros se acostaban y se entregaban al sueño, el elfo, comodamente instalado en una de las mesas seguía intentando leer el libro y los pergaminos que le había sacado al mago mediano.

De hecho, en algún momento pronunció unas extrañas palabras y luego pareció más tranquilo, volviéndose a concentrar en los objetos que tenía en sus manos

Tras decirdir el reparto del botín, Rakas se recostó en uno de los catres, asegurándose de que resistiría su peso. Antes de comenzar a dormirse el joven bárbaro recordó el comienzo de su viaje, parecía que una vez llegaran a Casi el Mar tendría... o mejor dicho, tendrían que buscar nuevos destinos y aventuras, quizás el Conde...

El sueño reparador atrapó al guerrero, la jornada había sido intensa, la lucha contra los trasgos y el oso lechuza había dejado rendidos al grupo, sin embargo algo no cuadraba, pero no se dió cuenta de ello hasta que escuchó voces en el exterior y a el explorador hablar de Arza.

Arza había salido y aun no había regresado, aquello no era normal, más aun si tenían en cuenta las advertencias del Conde, quizás sería buena idea buscarlo. Rakas se levantó del catre, cogió sus armas y se dirigió hacia la puerta del barracón. Antes de salir despertó a Menzo y Gliadel, el mediano era bueno moviendose en silencio y si había problemas, quizás fuera necesario. Gliadel por su parte era un clérigo y en aquel campamento había otros.

- Menzo, Arza aun no ha llegado y creo haber escuchado algo fuera, será mejor que salgamos a buscarle. Despierta también a Gliadel para que nos ayude.

El hechicero observa los movimientos y trata de descubrir que acaba de hacer y después se gira hacia Rakas
Yo también os acompaño, me estaña mucho la tardanza de Arza
Poniéndose al lado del clérigo el joven comienza a zarandearlo levemente para tratar de despertarlo
Gliadel, despierta, vamos a por Arza que no ha llegado todavia

ok, pero por ahora Dramir esta mas pendiente de Arza k no aparece :)

-La cara hinchada de sueño de Menzo era todo un poema. Sus ojos inyectados en sangre se abrieron no más de un cuarto de su capacidad -mmmmssta bien ,mmmstabien -arrastrando los pies, se coloco a un lado de Glidiael y sacudió con una mano el hombro del clérigo, mientras que la otra colgaba como si siguiera dormida; Menzo miraba hacia la puerta, intentando volver a la realidad viendo la activa movilidad del barbaro que en ese estado medio sonámbulo, le parecía ir a cien por hora.: Gliadeeeel, Gliadeeeeel despierta, despierta Gliadeeeel, me temo que tenemos que buscar a Arza...Gliadeeeel despiertaaaaa despiertaaaaa -hablaba el mediano con una monótona voz como el sonido del moscardón que revolotea en la cabeza de alguien, sin parar de agitar el hombro del clérigo.

El clérigo se da la vuelta, instintivamente, en respuesta a los zarandeos del hechicero.

Snamina ¿pasaaaa?

Entre que tiene su cara medio enterrada en la cama y que su cerebro aún no ha salido del estado de entumecimiento solo podéis intuir gracias al tono de voz entre confundido y suplicante lo que en realidad ha querido decir.

Señores, no se que es lo que está aconteciendo para que me requiráis, pero no pienso mover un dedo de la cama. Espero que lo entendáis.

Fue al segundo zarandeo, esta vez provocado por el mediano, que Gliadel pareció prestarles algo más de atención. Abre solo una rendija los ojos y ve a grosso modo las dos siluetas, Dramir y Menzo frente a él diciéndole cosas raras, y lo que era aún peor: Aún era de día.

Pelor, que he hecho yo para merecer esto.

¿Arza-El?

Tarda unos segundos en recordar, es el último recuerdo que su cerebro había almacenado antes de dormirse.

¿No se había ido a visitar una ardilla o algo así?

Diciendo esto vuelve la cabeza a la cama dándole las espaldas. Parece que solo ha aterrizado parcialmente desde el otro mundo.

El humano pone cara de no entender nada
¿Una ardilla? a no se había ido por que lo llamaba la naturaleza, pero me temo que se "ha entretenido". acabamos de oír voces y nos tememos que se halla metido en problemas
Con una pizca de esperanza se queda mirando al clérigo esperando que halla entendido lo que le ha contado

Arza se encogió de hombros, tratando de quitar importancia a su estancia allí.
Cómo dije a sus hombres, sólo buscaba un lugar tranquilo donde mear. Hubiese ido al bosque en sí, pero después de haber visto de cerca la cara del oso lechuza preferí no salir.
Vagabundeé un poco, y cuando vi un lugar solitario me iba a poner cuando me vieron.
Reconozco que debería haber ido al bosque, pero no puedo estando acompañado.
Esta última frase la dice bajando la voz, como si estuviera un poco avergonzado por lo que está comentando.