Partida Rol por web

Me llevo la mano al hombro y miro con ojos desencajados al payaso. Seguidamente la separo y contemplo como la sangre me recorre el antebrazo, calentándolo. En cuanto su fuerte olor me llena los pulmones me dejo llevar por la ira. Salgo corriendo, cegado de odio, hacia el payaso y salto hacia el con todas mis fuerzas, intentando derribarlo y estrangularlo.

El tiroteo continua, llenando de balas el aire de la plaza. Iñaki sale de su escondite armado con su escopeta, sorprendiendo al joven pandillero malherido debido a la aparición de un nuevo enemigo y que este está cubierto de desperdicios y restos de comida. Iñaki no le da tiempo a reponerse y su escopeta ruge con fuerza, llevando una lluvia de muerte hacia el pandilero que se desploma con el pecho totalmente destrozado.

Adrian herido dispara al pandillero veterano que se ha escondido tras varias estatuas, acertándole en la mano derecha, destrozándole varios dedos y dejándosela inutilizada por lo que el veterano deja caer su arma entre gritos de dolor. Rápidamente se repone y comienza a buscar algo en su chaqueta con su mano izquierda mientras trata de esconderse mejor.

Tarô, lleno de furia, se abalanza sobre el payaso armado, corriendo hacia su posición para matarlo. Durante su carrera el payaso desenfunda una pistola con rapidez y dispara casi a ciegas ya que no tiene tiempo para apuntar. La bala pasa lejos de Tarô sin dañarlo, clavándose en la pared de la plaza. Con un salto ágil sortea los arbusto donde estaba agazapado el payaso y cae encima suya golpeándole, haciendo que la pistola se le escape de las manos y caiga a unos metros de los combatientes. Comienza a golpearle tratando de alcanzarle el cuello pero el payaso se debate evitando que sus manos lleguen al cuello pero recibe numerosos golpes que lo debilitan.

Tras el disparo realizado, puedo advertir como al tipo aquel se le escapa un grito de dolor, y contemplo con satisfacción la mano destrozada de mi oponente.

Me da tiempo a echar un vistazo alrededor, mientras el tipo deja de disparar y busca algo en sus bolsillos, supongo que un arma, y veo a Taro luchando cuepo a cuerpo con el payaso, aunque mi compañero lleva ventaja, tambien veo a Iñaki hacer aparicion y finiquita al otro pandillero, por lo que aprovechando su aparicion y el daño de mi ataque, por lo que grito a Iñaki para captar su atencion, MECANICO!!!, y le indico con un gesto que rodee al otro pandillero, mientras yo continuo disparando hacia su posicion para dar fuego de cobertura...

Continuo intentando estrangular al payaso sin reparar en nada más. Como si estuviera poseido.

Al escuchar el grito de Adrian sigo con la mirada sus gestos y miro al pandillero escondido detras de la estatua.Al entender lo que pretende  me dispongo a correr a toda velocidad a la estatua por el lado contrario de Adrian para rodear al pandillero.

Iñaki corre rodeando la estatua para situarse en la retaguardia mientras oye los rugidos de esfuerzo de Tarô al enfrentarse al payaso homicida. Se escucha un disparo y puede ver que el pandillero veterano se inclina hacia tras girando como para advertir su presencia. El mecanico puede observar al hombre durante unos segundos, su mano mutilada, su hombro sangrante debido a un nuevo disparo, su rostro contraido por el dolor aunque mostrando una especie de sonrisa. Pero lo que más atrae su mirada es la granada que el veterano lleva en su mano izquierda mientras corre hacia su posición con los brazos abiertos, cual dama que se dispone a abrazar a su amante.

Mientras todo eso ocurre Tarô forcejea en el suelo, golpeándo al payaso con sus puños en la cara y recibiendo a su vez golpes de este, aunque no le hacen ningún daño.

Adrian observa como el pandillero veterano se gira tras recibir su disparo y se abalanza sobre Iñaki con los brazos abiertos, sorprendiéndose ante tal acto y sin darse cuenta de porque lo hace.

Mierda, ¿Qué estoy haciendo? Joder, ahora no puedo parar

Veo como Iñaki consigue rodear al pandillero y mi ultimo disparo lo ha herido aun mas, pero la siguiente reaccion de nuestro oponente nos pilla a ambos por sorpresa, este loco esta tratando de inmolarse junto a iñaki..., rapidamente trato de dispararle a una pierna, como no me esta atacando puedo apoyarme y apuntar tranquilamente, sin miedo a un ataque, espero darle y tumbarlo durante su carrera, asi si explota la granada le dara tiempo a mi compañero a ponerse a cubierto

Despues del shock de ver a este suicida venir hacia mi con la granada en la mano y de que mi vida pase frente a mis ojos recuerdo la escopeta que tengo en la mano y la estatua cerca de la cual estoy, apuntando fijamente a la mano del suicida disparo mi escopeta con la esperanza de que la granada no explote debido a eso y que me detiempo a esconderme, una vez he disparado corro como puedo a cubrirme tras la estatua.

Tarô sigue forcejeando con el payaso maniaco, mientras escucha gritos y tiros a su alrededor. Ambos contendientes se agarran, golpean y se zafan, arrastrándose por el suelo. El payaso se queda un mínimo instante parado observando algo y recibe un puñetazo que casi le hace soltar a Tarô, pero enseguida se recobra y se defiende, intentando librarse de la lucha para moverse con libertad. Percatándose de la cantidad de espacio que han recorrido golpeándose Tarô se da cuenta de que están cerca de la pistola que se le cayó al payaso y que este parece haberla visto e intenta moverse hacia allí para recuperarla.

Iñaki ve como el hombre se abalanza sobre él y, temeroso, lo apunta con la escopeta. Por un instante parece que ha dado un salto para caer encima suya, ya que su cuerpo es lanzado hacia delante como si hubiera perdido el pie de apoyo, e Iñaki responde haciendo rugir su arma, que hace retroceder al hombre con fuerza. Con rápidez el mecánico huye hacia las estatuas pero no logra llegar a ellas antes de que una onda expansiva lo lance contra el suelo y un sonido estremedecedor lo deje aturdido.

Adrian observa que, tras hacer que el hombre prácticamente caiga gracias a su disparo certero, este vuelve a retroceder debido a un fuerte impulso acompañado con el sonido de un disparo. Su cuerpo cae contra el suelo y, un segundo despues, una gran explosión sacude la plaza, llenando todo el lugar de escombros, sangre y restos humanos.

Tras la explosion, mi cuerpo golpea el suelo, y me desoriento durante unos segundos, mientras una sensacion de mareo me invade...

En cuanto me recupero, arranco un trozo de mi camiseta y me tapono la herida de la pierna, entonces me levanto y veo el destrozo ocasionado por el pandillero..., aquello parecia un escenario de guerra.

Llamo al mecanico para ver si esta bien, entonces en ese momento recuerdo el combate que mantenia Taro, por lo que al instante me dirijo hacia donde se encuentra este para echarle una mano....