Partida Rol por web

Se me congeló el bocado de carne en la boca. Estaba muy dura y había que masticarla mucho, pero al oir la risa y ver el vaho que entraba entre las rendijas no me atreví ni a seguir masticando por miedo a ser oída. Busqué con cada mano el brazo de cada uno de mis compañeros, para detenerlos también, por si nos oían.

Con gestos de la cabeza y los ojos muy abiertos por el miedo señalé haci afuera, donde había visto el vaho, intentando decirles que había algo.

Temí por los tres de arriba, y el ruido que hacían, pero no había forma de avisarles.

-Chicos...hay...hay otro piso...

A continuación la inconsciente pequeña subió lenta y sigilosamente por las escaleras para ver que había en esa imposible planta superior.

Agarro con fuerza la mano de Jessica, tengo lágrimas de miedo en los ojos y no soy capaz de moverme.

Cuando nos acercamos a los baúles, vimos para nuestra decepción que aquello era imposible de abrir. Los cofres estaban tan bien cerrados que apenas pudimos lograr entreabrirlos ni un maldito milímetro y aquello no era demasiado normal.....aunque la verdad que a esas altura nada lo era ya.

Mientras Rocky y yo seguíamos haciendo fuerza, escuché la voz de Zai anunciar como unas escaleras conducían a un piso superior:

-¿Cómo? Pero eso no puede ser....-

Aun con la antorcha casera, me acerqué a Zaina para iluminar el camino que ya comenzaba a subir tras ella:

-Chicos, esto no me gusta nada.....cada vez es más raro todo....-

Cada vez se parece esto más a los libros de detectives de papá...

Digo tragando saliva y andando detras de Cory para subir con él y con Zaina al piso de arriba..

Mientras los sigo digo: ¿Creeis que deberiamos avisar a los demás?... ¿o mejor los avisamos cuando ya hallamos mirado todo?...

Justo cuando Jessica pensaba en sus tres compañeros, que inspeccionaban el piso superior, Daniel le dio la mano, presa del terror. Antes de que pudieran decir nada, la cabaña se estremeció como si una locomotora hubiera chocado con ella, y de todas las superficies y paredes salieron nubes de polvo. La lumbre tembló pero no se apagó.

¿Qué habría pasado? Se lo estaban preguntando cuando la cabaña volvió a temblar y los troncos de las paredes crujieron amenazadoramente. Afuera, algo respiraba y jadeaba, algo muy grande... Lo oyeron moverse poco a poco, hacia la puerta de la pequeña casa.

Rocky estaba proponiendo aquella idea cuando, de repente, la cabaña tembló como si un autobús hubiera chocado con ella, y los tres se cayeron de rodillas al suelo. Antes de que pudieran preguntarse qué demonios había ocurrido, notaron un nuevo temblor y las maderas de las paredes crujieron y soltaron nubes de polvo.

Pudieron oír cómo abajo, sus compañeros chillaban de terror. Había algo afuera, algo grande...

-No por favor... no por favor... no por favor... - Empiezo a repetir una y otra vez.

Siobhan contuvo la respiración y cerró los ojos con fuerza, como si preparara para que en cualquier minuto lo que sea ejercía presión desde el exterior, acabara triturando la cabaña. El corazón le latía con fuerza, al punto de darle la sensación que le retumbaba en los oídos... Notó que la cosa del exterior se acercaba a la puerta y en un acto reflejo corrió hasta la puerta y apoyó sus manos en ella y empezó a empujar como si de ese modo pudiera evitar que abrieran la puerta.

-No va a entrar, no va entrar -empezó a repetir con un hilo de voz pero plenamente convencida de ello-... no es bienvenido, no puede entrar sin invitación... no va a entrar, no va a entrar... sólo es viento, no es más que viento...

Cerré los ojos y apreté la mano de Danny en la mía, encogiéndome. Lo que quiera que fuese era gigante, y me daba miedo, muchísimo miedo.

Quería despertarme ya y estar en mi cama. Despertarme y que la abuela me abrazase. Quería pensar cosas bonitas, porque si pensaba en lo que estaba fuera me moriría de miedo..

Mientras seguíamos subiendo un temblor hizo que toda la casa se tambalease, aunque más que un temblor parecía que algo gigantesco hubiera embestido la casa. Con las sacudidas de la cabaña tuve que sujetarme fuertemente contra una pared para no caerme. Los gritos de mis compañeros de abajo ascendieron hasta arriba y llegaron a nosotros haciendo que al menos yo mirara hacia la luz que salía del piso de abajo:

-Tenemos que ir por ello chicos.....- ,dije mientras bajaba los escalones que había subido para ir a buscarlos.

Espero no arrepentirme de esto...

Digo mientras bajo tran Cory suspirando por lo que podría pasar en la planta de abajo...

Digamosles que suban...

sugirió Zaina mientras seguía a los chicos

Cory, Zaina y Rocky bajaron a toda prisa las escaleras para encontrar a sus compañeros en el piso inferior. Siobhan se encontraba en la puerta de la cabaña, que estaba cerrada aún, y se apoyaba contra ella con sus manitas, como si quisiera evitar que nada pudiese entrar. Jess y Daniel estaban agarrados de las manos, aterrorizados. Estaba claro que ahí abajo habían sentido el impacto de lo que fuera que acechaba en el exterior con mucha más intensidad.

Podían oír un sonido extraño, como una especie de gruñido gorgoteante. La canción de las hadas volvía a oírse, pero esta vez les parecía acelerada, apremiante. La hierba emitía ruiditos al ser aplastada por algo, como enormes patas o pezuñas... o quizá algo que no podían ni imaginar. Lo que estaba claro, es que aunque la cabaña ya no temblaba, algo seguía ahí fuera. Y tal vez pronto volviese a atacar.

Cuando vi el panorama que había en el salón de la cabaña casi me caigo por las escaleras viendo como SIobhan parecía estar impidiendo que, lo que fuera que había golpeado la casa entrara al interior:

-¡¡¡ Vamos rápido chicos !!!-

No sabía bien porqué pero tenía la impresión de que nuestra única salida era subir de nuevo y escondernos en aquella oscuridad pues, si intentábamos huir estaba seguro de que lo que fuera nos atraparía sin remisión:

-¡¡¡ Arriba chicos, seguidnos.....debemos subir !!!-

Mientras apremiaba al grupo, corrí hacia Siobhan para sustituirla y quedarme yo sujetando la puerta para subir en último lugar, después de todo era el mayor y pensaba que era mi deber cerrar el camino para que el resto se sintiera más seguro y pudiera actuar sobre el miedo que sentían:

-¡¡¡ Venga....todos arriba !!!-

Mi rostro se gira hacia las manos de Jessica y después la miro en la cara, como esperando que ella también asienta par salir corriendo hacia el piso de arriba. Por nada del mundo la voy a soltar.

Dicen que la curiosidad mató al gato y Zaina era como un pequeño minino. Escurridiza y ante todo, curiosa. Mientras sus compañeros subían no pudo evitar la tentación de acercarse a una de las ventanas para ver que demonios era lo que empujaba la puerta.

No bien Rocky hubo puesto sus manos en la puerta de madera, un nuevo temblor sacudió toda la casa. Oyeron un gruñido estentóreo y una respiración profunda una vez más. Lo que había fuera continuaba allí.

Zaina se encaramó a la ventana de la habitación contigua, y pegó la cara al cristal para intentar vislumbrar afuera.

Las hadas continuaban revoloteando en el exterior de la cabaña, pero en la puerta... todo lo que pudo ver fue oscuridad. Había algo, estaba claro... pero era negro como la noche, con dos pequeños ojillos rojos que parpadeaban. Era una enorme masa oscura que se movía empujando la puerta, obviamente tratando de echarla abajo.

Sin esperar la reacción de alguno de los compañeros de la planta baja... rapidamente subo las escaleras hacia el piso de arriba y busco con la mirada alguna zona de escape...