Partida Rol por web

| RESOLUCIÓN DE TIRADAS |

Nathan es el primero en intentar demostrar a Chris que realmente el entrenamiento les había servido para crecer en el campo de la magia. Sin lugar a dudas, Nathan lo controlaba a la perfección. El agua empezó a elevarse por encima del lago, formando una esfera de gran tamaño, y que se dirigió después hacia el cuerpo de Melania. Al impactar contra ella, la chica se empapó desde la cabeza hasta los pies.

Chris rió y aplaudió.

- ¡Perfecto, Nathan! Veo que has aprovechado los entrenamientos... ¿Quién quiere ser el siguiente?- preguntó.

| BOSQUE |

Observé atentamente como Nathan se ofrecía a ser el primero en probarse a si mismo. Con la misma atención vi su concentración y cómo una esfera hecha de agua se dirigía hacia mi. Levanté los brazos para protegerme la cara, pero aún así acabé empapada. El pelo me chorreaba sobre los hombros y toda mi ropa estaba calada. Además, el agua del lago estaba congelada y empecé a tiritar, rodeándome con los brazos.

- Muuyy... Gra-gracioso...- dije, con los dientes rechinando por los tiriteos-. De repente me han entrado unas ganas locas de abrazarte para agradecerte este baño gratuito...- comenté, mientras me lanzaba corriendo a por Nathan, colgándome de su cuello y rodeando su cintura con mis piernas. Quería empaparle a él también, compartir el agua con él.

Unas carcajadas entrecortadas salieron de mi boca. Ladeé la cabeza para que mi pelo siguiera chorreando agua sobre la suya.

| JUGADA MASTER |

Estaban realizando su último entrenamiento, comprobando que realmente los esfuerzos de todos habían servido de algo, cuando de repente se escucharon unos aplausos detrás de ellos. Cuando se giraron, temiendo lo peor, se encontraron con la silueta de un hombre que salía de detrás de un árbol.

- Bravo, señor Wishborn- comentó, dejando de aplaudir en ese momento. Aquel rostro frío y maléfico ya lo habían visto con anterioridad. Aquella voz intimidadora ya la habían escuchado en otra ocasión. Se trataba del subdirector del internado, George Bing Brown. Sonreía con superioridad, satisfecho por tenerles delante-. Me ha costado mucho encontraros... Aunque debo daros las gracias. Habéis permanecido aquí, pensando que nadie os había visto... ¿De verdad pensábais que si los Guardias Civiles os encontraban vendrían ellos solos a deteneros? Pues estábais equivocados- dijo, haciendo un gesto con ambas manos. Era una señal.

Fue en ese momento cuando, de los árboles, empezaron a salir más personas. Entre ellas se encontraba el personal docente del internado, incluyendo a la madre de Selene, a la que tenían prisionera. Un hombre vestido con una camiseta y unos pantalones negros la amenazaba con un cuchillo, rozándole la garganta, para impedir que se moviera.

- Selene, tenemos a tu madre. Sabemos lo importante que es para tí, así que yo si fuera tú me rendiría... Te prometo que si lo haces la dejaremos libre- dijo Brown-. Sabes perfectamente que no hay sitio para ti en éste mundo... Eres un bicho raro y en ningún sitio podrías hacer una vida normal. Nosotros te proponemos sacarle utilidad a tus dones y proporcionarle a tu madre un nuevo hogar donde vivir-.

- ¡No, Selene, no caigas!- gritó Tonya, la madre. El hombre que la sujetaba apretó más el cuchillo contra su cuello, provocándole una herida.

Selene observó a su madre. No pensaba dejarla en manos de esa gente, pero si su madre le había dicho aquello era porque detrás de todas aquellas palabras había una trampa. Aunque siempre podían utilizar eso a su favor... Se le ocurrió una idea.

- Júrame que si me entrego le perdonarás la vida y no sufrirá ningún daño. Ni ella ni el resto de mis compañeros- pidió Selene, con el rostro completamente serio.

- Te lo juro, pequeña... Ahora ven conmigo- dijo Brown, abriendo los brazos para recibirla. Selene avanzó. Chris intentó detenerla, sujetándola de la mano, pero Selene le dirigió una fugaz mirada, en la que parecieron intercambiar unas palabras y, finalmente, Chris la soltó.

Selene siguió avanzando hasta que llegó a Brown. Éste cumplió su palabra y una vez que tuvo a la chica en sus brazos, ordenó que soltaran a su madre. Cuando ésta quedó libre, la voz de Selene resonó en todo el bosque:

- ¡AHORA!- gritó, y Brown sintió como sus manos, que estaban en contacto directo con la piel de Selene, le ardían. Finalmente, soltó a la chica y aquello se convirtió en una batalla campal.

| Bosque |

Aquello vino inesperadamente, aquel asqueroso y sus compinches nos habían encontrado, no nos lo pondrían fácil con la madre de Selene como rehén. Pero por suerte, este tiempo nos había servido de algo, por fin podremos hacer algo con nuestros dones y no sólo en un simple entrenamiento, hablaba por mí y por los que todavía no habíamos tenido la oportunidad de usarlos cuando hizo falta.

Cuando se llevaron a Selene, mi cuerpo se llenó de rabia.
Esta vez no os la llevaréis ninguno.- pensé.

Ese grito entró en mi como energía para poder salvarla a ella y a los demás, estaba dónde necesitaba, en el interior de un espeso bosque, eso me ayudaría bastante.

Miré a Anthony, cerré los ojos y me concentré en el bosque y en todo lo que en él habitaba, ésta vez, las cosas si me saldrán bien cuando en realidad me necesitan.

Pensé en los árboles, con suerte podría hacer una especie de ring, dónde combatir y que no pudieran escapar.

La cosa no salió del todo bien, así que lo volví a intentar. Esta vez sí, sin dudarlo miré al grupo de domadores y me fui para el que tenía más cerca, abalanzándome contra él, pegándole puñetazon en plena cara.

| Bosque |

Maldita sea, maldita sea y maldita sea. No dejaría que esa panda de cabrones nos metiesen de nuevo en aquella "carcel" para usarnos de cobayas.
Selene actuó con rapidez, al igual que Daphne. Sentí una fuerte presión en el pecho al verla arriesgarse de tal manera despues de mover algunos árboles y atacar tan bestialmente a uno de ellos. Le estaba haciendo polvo...

Pensé rápidamente que podría hacer con mi don, y lo primero que pensé fué en lo que tanto me funcionaba; el rayo, pero en un bosque era peligroso y Selene y Daphne estaban muy cerca de ellos... ¡Cómo me habría gustado tener el don de Daphne! Incluso el de Marta.

Me acerqué corriendo a Selene y Daphne, para luego concentrarme e intentar provocar un mini-huracán, para que los enemigos que se encontraban cerca de mi saliesen disparados hacia los árboles, dejandoles inconscientes o lo que ocurriese... Aquel remolino de viento tenia que ser potente, fuerte y no afectar a los que nos encontrabamos dentro ni a los 10 metros donde se encontraban Chris, Yuri, África y todos los demas... Era una dificil tarea, pero aquel acto podía decidir si ganabamos o perdíamos.

El remolino comenzó a aparecer, pero sin la fuerza que yo quería, así que dí un grito, esforzandome al máximo y lo volví a intentar, por última vez...

| RESOLUCIÓN DE TIRADAS |

Todo ocurrió muy rápido y apenas pudieron reaccionar debidamente a los acontecimientos. La más eficaz fue Daphne, que de inmediato utilizó su don para formar un corrillo con los árboles que tenían a su alrededor. Se creó una especie de ring y en el centro se libraba la batalla. La chica aprovechó la confusión de uno de sus enemigos para lanzarse contra él y propinarle un puñetazo, causándole una conmoción.

Sin embargo, Anthony no midió bien los efectos de su remolino de viento. Alcanzó a muchos de los enemigos, pero también a muchos de sus amigos. Yuri, que se da cuenta de lo que iba a suceder antes incluso de que el viento les alcanzara, se aferró a las manos de Melania y Marta, advirtiendo además a África y Nathan de que se aferraran a alguna de ellas. Así lo hizo. El viento no les desplazó tanto como lo hubiera hecho individualmente. Al ser un grupo, el peso a mover era mayor, y solo cayeron de bruces al suelo unos metros más alejados del centro de la batalla. Únicamente les provocó algunas magulladuras, nada grave.

Por suerte, a los enemigos sí les hizo más daño. Sus cuerpos se empotraron contra los árboles que se habían cercado y quedaron algo mareados, pero aún quedaban muchos con unas ganas inmensas de atraparles.

Por otra parte, Daphne y Anthony iban a notar el desgaste en sus anteriores acciones, ya que al intentarlo varias veces seguidas habían agotado parte de su resistencia. En esos momentos empezaban a sentirse algo cansados.

| Bosque |

Por suerte, aquella especie de ring nos vino bien, ya que teníamos a nuestros enemigos acorralados. Pero lo que me vino mejor fue aquel puñetazo que le di a uno de los que iban con los domadores.

Cuando iba a ir a por otro me agarré a Anthony porque no ví el remolino, y no esperaba que de pronto nos rodease. En cuanto este se apaciguó mi blanco se fijo en otro domador, ya que lo tenía a unos metros y el tornado no le hizo mucho daño. Así que lo primero que hice fue dejarme caer contra él para tirarlo al suelo y propinarle patadas, estaba bastante cansada, así que no sabría si me saldrían bien las cosas.

| Bosque |

El resultado del remolino de viento no fué tan bueno como quería, pero almenos sirvió de algo. No habia tiempo para disculparme con mis compañeros, ademas de que estaban bien.

Daphne atacaba a uno de esos tipos, pero parecía necesitar algo de ayuda, así que me acerqué para darle un buen puñetazo en la cara, esperando dejarle atontado. El resultado fué bastante bueno, ya que le rompí la nariz y le dejé insconciente en el suelo.

-¡Ya me lo agradeceras luego!.-exclamé, mirando fugazmente a Daphne mientras me giraba para ir a por mi principal objetivo; George. Apesar de estar mayor no tenía ningun reparo en patearle el culo todo lo posible...

En el primer intento noté como mis fuerzas flaqueaban a causa de usar mi don, así que resbalé, dejándole un tiempo precioso para que la tomase conmigo... No podía desconcentrarme, debía estar atento a todo. Ya habría tiempo de descansar más tarde.

Esperé a su ataque, pacientemente, para intentar bloquearlo y contraatacar...

| BOSQUE |

De repente, pasó todo tan rápido... Aquellos tipos nos acorralaron y nos vimos obligados a luchar en cuanto Selene dejó libre a su madre y a ella misma. Había sido inteligente, ya que en caso de ataque, su madre no podría haberlo soportado. Sin pensarlo dos veces, corrí hasta su madre para protegerla, pero el remolino de viento causado por Anthony lo puso todo patas arriba. Me aferré a la mano de la madre de Selene y pareció que todos juntos evitamos daños mayores.

Algunos enemigos estaban mareados, así que debíamos aprovechar la ocasión. Me lancé a por Paolinni, aquella zorra insípida a la que Anthony le había visto las tetas. No sabía si la pillaría desprevenida, pero salté hasta su cuello, intentando propinarle un puñetazo en la cabeza que la dejara inconsciente.

| RESOLUCIÓN DE TIRADAS |

Daphne intentó atacar a uno de los empleados del internado, vigilantes, pero no le funcionó. No solo no pudo tirar al hombre al suelo para golpearle, sino que él le tiró a ella. Pero antes de que el vigilante se dispusiera a matarla fríamente, apareció Anthony. Le propinó al vigilante un fuerte golpe en la cabeza. Tan violento fue, que le dejó sin respiración y sin conocimiento. Lo había matado.

El intrépido y valiente Stoker intentó atacar a continuación al cerebro de toda aquella operación, o al menos el que parecía serlo: George, el subdirector del internado. Sin embargo, el director no se encontraba allí. George esquivó con gran maestría su ataque y justo cuando el joven Anthony pasaba por su lado, éste lo agarró por la espalda. Anthony intentó zafarse, defenderse, pero no lo logró. A cambio, George sacó de un bolsillo una jeringuilla que destapó con la boca. Se la clavó a Stoker en la nuca y éste notó como un líquido frío recorría todo su cuerpo. Además, sintió que su magia se desvanecía.

- Bien, Anthony, a ver qué haces ahora sin tu don- dijo George, haciéndole un gesto a los guardias. No para que se acercaran, sino para que dispararan dardos contra los compañeros de Stoker, seguramente con el mismo líquido que le habían inyectado a él. Si no esquivaban bien los dardos, recibirían el impacto y sus dones quedarían anulados. Cada uno de los ex-alumnos tenía a un guardia apuntándole con una pistola y los dardos salieron disparados.

A Melania también le inyectaron el mismo líquido, aprovechando su ataque fallido a Paolinni. Ésta sonrió maliciosamente mientras la retenía en el suelo contra su voluntad hasta que consiguió clavarle la jeringuilla. No la soltó a continuación, sino que la tumbó en el suelo, poniéndole las manos a la espalda y Paolinni sujetándoselas, sobre su cuerpo.

- Casi lo consigues, niñata, pero me parece que subestimas a los que tienes delante...- comentó, pegándole un puñetazo en el costado.

[Bosque]

Gentuza.  Desde luego en instantes como este me preguntaba cómo era posible que yo mismo hubiera dudado hacía algún tiempo en cuanto a si acabar con ellos era el mejor método a seguir.  No había otro.

Visto el panorama, me lancé directamente a por George, la voz cantante, para acallarla.  El golpe era sencillo.  Un puñetazo que entrara de lado, directo al maxilar inferior, con el objetivo de partir la mandíbula.

| Bosque |

La cosa se había puesto peor de lo que ya estba, ví como George le inyectaba una susancia a Anthony y segundos después todos estábamos encañonados con dardos que contenían la misma sustancia para anular nuestros dones.
Cuando ví que el individuo que se encontraba frente a mí lanzó el dardo, me agache lo más rápido que pude, para zafarme de la inyección y volver a utilizar mi don, de distinta forma que antes.
Una vez logré esqquivar al dardo agachada, cerré los ojos intentando poner mi mente en blanco y pensar sólo en el bosque, esta vez, mi don cambiaría de táctica, esta vez, los árboles los dejaría a un lado e intentaría llamar a las grandes y pequeñas criaturas del bosque, para que atacaran a los domadores y así hacer más fácil la batalla, estaba demasiado cansada, pero era mejor arriesgarse y caerse totalmente fulminada del cansacio a dejar que nos encarcelen de nuevo.

| NOTA MASTER |

Bueno, en vista de cómo está el panorama, he decidido cerrar la partida. No tiene la continuidad que me hubiera gustado y a pesar de que la historia se encontraba ya en la batalla final, en una parte que debería resultaros lo suficientemente interesante como para postear más a menudo, tengo que darla por zanjada. No os podéis imaginar lo que me fastidia cerrar partidas sin acabarlas y últimamente llevo una racha que me aterra abrir nuevas.

Hoy mismo acabo de ver como un director abandonaba umbría sin previo aviso, dejándonos tirados a los jugadores, y sin tener rumbo fijo ahora, a la espera de que otro tome la dirección. Yo, al menos, podré decir que no la abandoné. Sí es verdad que han habido muchos parones y no nos hemos sabido adaptar al ritmo...

Estoy empezando a pensar que ese don que tenía para crear partidas con un principio y un final, ha desaparecido y que cualquier partida que intente abrir fracasará por falta de posteo. ¿Sabéis cómo lo pasan los jugadores cuando el master abandona sin previo aviso? Si alguna vez lo habéis vivido, acordaros de mí, porque yo en todo momento he cumplido con mi promesa de seguir jugando cosa que no todos habéis hecho. Agradezco que hayamos llegado hasta aquí pero para lo poco que faltaba, no costaba nada terminarla. Aceleré el final llevando a los malos malísimos a vuestro encuentro, pero aún así no he conseguido engancharos.

Espero que, al menos, en las otras partidas en las que participáis sí hayáis posteado... He visto que muchos de vosotros os habéis conectado hace a penas un día o dos, cuando la última jugada master lleva ya colgada una semana.

No tengo nada más que decir. Un saludo y suerte a todos.