Partida Rol por web

Mierda! Me choque a mirar que eso soldado era de Cartas... Zach se puso delante mía para protegerme, todo fue por mi culpa por este maldito traje... Que solo sirve para estorbar, me miro y me dijo Corre ...Le mire Mis ojos se abrieron mas de lo normal , aquí nada mas lo que haría seria estorbarle Nos vemos mas adelante!!... Y salí corriendo Pensando que le dijeron El príncipe esta aquí...

Escuché atenta las palabras de Antye ¿o debía llamarla Wendy? En fin, la escuché con atención, que ella pensase que no era malvada era un alivio, esto ya de por si era duro de sobrellevar como para encima ser una malvada de cuento…literalmente hablando.

¿Rampunzel?¿ La chica del pelo largo que vivía en una torre? – le pregunto alzando una ceja curiosa – puede ser… no estoy muy puesta en cuentos – le confieso con toda sinceridad, lo único que tenía en mente con respecto a todo eso era la conversación con el sombrerero y el manifiesto.

Al llegar al jardín un escalofrió recorrió mi cuerpo, esto parecía una el escenario de una peli de Tim Burton y no terminaba de gustarme, todo descuidado, olvidado… mas que miedo me inspiraba una profunda tristeza y desasosiego, pero eso no era nada en comparación a cuando vi al conejo convulso que sostenía una taza y un platillo en sus temblorosas manos. Abrí y cerré la boca un par de veces, años de carrera de derecho no me habían preparado para esto, pero por suerte, Antye/Wendy tomó la iniciativa.

El conejo nos lanza lo que lleva en las manos repitiendo una frase que hace que mi pulso se aceleré, y pone de punta cada folículo piloso de mi cuerpo – creo que será mejor irnos de aquí….rápido – le digo Antye, el conejo parecía trastornado, como todo en el país de las maravillas, pero si tenía razón quedarnos aquí y dejar que nos encuentren era la peor de todas las ideas. 

Comienzas a correr aprovechando la ventaja que te ha dado el chico. Corres y corres, alejándote de la pelea, hasta que no escuchas nada. Te detienes, exhausta y miras a tu alrededor. Más laberinto y no hay señales de Zacharias. Entonces oyes que llega alguien...

El Sombrerero después de un buen rato de caminada, se encuentra con una mujer vestida como si fuese al más elegante de los bailes. Va con un vestido blanco de seda, con una tiara en la cabeza y unos tacones en la mano. La mujer parece exhausta, como si se hubiese dado una buena carrera.

El hombre que se presenta ante Mariam, va con un enorme sombrero de copa, una traje que le queda algo grande y está algo despeinado. 

Se percató de la presencia de la elegante mujer y , con una reverencia exagerada, dijo:

-¡Vaya! Pero, ¿qué ven mis ojos? ¿Tú también te has perdido? No recuerdo haberte conocido... ¿Quién eres? Por favor, demuestra mi cordura y dime que no nos conocemos, de lo contrario, sería muy ridículo decirlo.... -en su cara se dibujó una sonrisa muy amplia, de oreja a oreja, mientras aguardaba una respuesta.

Wendy observa absorta la reacción de la liebre y se queda inmóvil cuando las confunden como soldados de la Reina. Ellas no dan esa imagen, ¿o sí? Claramente, ese título erróneo la asusta por varios segundos, pero el comentario de Dominique la hace regresar los pies a la tierra y parpadear varias veces. La joven mira a su compañera pelirroja, pero parece que no quiere irse.

-Está asustado, es comprensible.

Con cautela, se acerca a la liebre a una distancia prudencial para no ser atacada y alcanzar a esquivar en caso necesario. De un semblante nervioso, alza un poco la voz para ser escuchada a través del escándalo sin llamar la atención.

-Abajo la sangre roja.

Esa frase... Abajo la sangre roja...- pensé en voz alta, eso era lo que le había dicho al sombrerero para hablar con él en la cafetería - Antye no se como vas de memoria pero, te acuerdas lo que le paso a Sebastian? vale guay, preferiría que no nos pasara lo mismo - miré al conejo y ladee la cabeza ¿como puede correr tanto? muy agudo Dom es un conejo - me riño mi subconsciente poniendo los ojos en blanco.

Conejo, ¿donde está el sombrerero? - le pregunté acercándome a donde estaba, o donde debía estar - estate quieto joder!!! 

Liebre de Marzo deja de correr en cuanto escucha las palabras de Wendy. Se acerca a ella con cuidado y cuando se dispone hablar, sus orejas se tensa y mira a Dominique. De dos grandes zancadas se pone enfrente de ella y con una voz chillona empieza a halar -¿Conejo? ¡CONEJO!, Señor Liebre de Marzo para usted - mueve las orejas nervioso a todas direcciones - ¿me ves cara de conejo? NO, NO ¿te gustaría que yo también te insultara? ENCIMA NI NOS CONOCEMOS - comienza a dar vueltas nervioso - ¿Sombrerero? ¿de qué me suena hummm? ¡AH YA SÉ! NECESITO UNA TAZA DE TÉ.

Entonces unas trompetas suenan bastante cerca a lo que la Liebre hace que salte hacia un seto, dejando ver sus enorme orejotas. Entonces veis a un grupo de 5 hombres cartas, armados (suponéis que son los soldados del cuento de Alicia). Delante está el AS de corazones leyendo, lo que parece un anuncio. 

-Se hace saber a los habitantes del País de las Maravillas, que por orden de su Majestad la Reina de Corazones, mañana al amanecer se procederá a la ejecución del traidor, el príncipe Jack de Corazones. Se pide a todos los habitantes que acudan a la ejecución, como modo de demostrar lealtad a la Reina. Quien no esté presente se le considerará traidor y también será ejecutado.

Siguieron su camino si hacer muchos caso, mientras repetían una y otra vez la trompeta y después el mensaje Real. 

Wendy sonríe un poco por la confusión entre Dominique y Liebre de Marzo. Por ahora ha confirmado su identidad y su participación en la revolución dicha en el libro. La pelirroja se centra en su compañera mientras la liebre anda en sus asuntos.

-No se qué le ocurrió al doctor... aunque creo que murió por lo que escuché de los demás..

Se interrumpe cuando la liebre se esconde y escucha a lo lejos las trompetas. Reconoce al As de Corazones, pero la noticia dada hace que su semblante palidezca y abra mucho sus ojos. No presta atención a la retirada del séquito, pues el corazón le late a gran velocidad y se hiperventila.

-Hay que salvar a Jack... hay que salvar a Jack...

La perturbación de Wendy es notoria, pero su estado no se refleja por completo. Una de las personas más importantes de su vida corre peligro y está en manos de una mujer que con solo nombrarla se asusta. Su lado impulsivo quiere salir corriendo a hacer algo, pero sus extremidades no responden. El cuerpo le tiembla un poco y su mirada se pierde en algún punto perdido, los nervios parecen consumirle.

Me percate de otra presencia, en este caso era de un hombre con un gorro muy grande le quedaba grande.... y me reir tan solo verle me hizo gracias... Me hizo una reverencia... Me quede sorprendida ante ese gesto.

Si ando perdida...¿Me podrías ayudar?. No se como he venido a este lugar y con este traje precioso y con una corona, si soy princesa o reina no lo se... Se ríe...

Ponderó sobre lo dicho por la mujer, y rompió en una carcajada.

-Me temo, buena señora, que nos encontramos en situaciones muy parecidas. Si bien, yo conozco estos lares... Y , de hecho, sé cómo he llegado... Al menos, algo me dice que lo sé... O igual es un simple sentimiento... No, tiene que ser algo... Bueno, supongo que podremos salir juntos de este lugar... O tal vez perdernos aún más... A saber....

Por lo menos tu sabes como has llegado hasta aquí, yo ni eso se.... Solo se que estaba en la calle, y que hacia una niebla muy abundante no se podía ver nada detrás de ella.... Supongo que la niebla fue quien me trajo a este lugar...no se si habrá mas personas que conozco en este lugar.... Llamado País de las Maravilla!! Cuyo libro leí cuando era una cría. Ya hacia un rato sin caminar... y los soldado de la reina me podría encontrar... Sera mejor movernos no crees??

Escuchó las palabras de la dama, y, con una sonrisa un tanto tonta, dijo:

-¡Oh! Por supuesto, habrá que moverse... Pues... Vamos por aquí... ¿O era por allá? ¡Maldita sea! Ehm... ¡Sí! ¡Por aquí! -dicho esto, y apuntando con la mano hacia un sendero, lo siguió. Pronto, pensó, deberían estar fuera del laberinto.

Me puse al mismo paso del Sombrerero Yo te sigo.

Conseguís salir del laberinto y el Sombrerero sin saber muy bien a donde va, echa a caminar. Todo está igual pero distinto. Todo es lúgubre, de colores apagados y poca vida. Las plantas y árboles están retorcidos. No hay apenas color, todo parece estar en una escala de grises. 

Seguís caminando y a los pocos minutos divisáis una casa. El Sombrerero recuerda de quien es esa casa, ¡La del Conejo Blanco! Pero hay dos personas allí, dos muchachas pelirrojas y de un seto salen dos enormes orejas de ¿conejo? que tiemblan bastantes. Al fondo se ve una marcha de soldados de la Reina, parecen estar dando una noticia, mientras caminan por el sendero.

Solo Dominique puede percatarse de la llegada de estas dos personas, a uno lo conoce aunque está algo raro, con ese enorme sombrero y un traje que no le queda nada bien. 

Caminaba junto a Mariam (o más bien ella junto a él, pues vaya el paso del Sombrerero) , cuando divisó, a lo lejos, una caseta. 

-¡Por mi sombrero! ¡Si yo conozco esa casa! -vio entonces a las dos mujeres , y, un tanto sorprendido, siguió- ¡Vaya! Dos damas frente a la casa.. ¿Y qué son esas orejas que veo? No serán de Cheshire, ¿verdad, Conejo? Bueno, parece que este día no puede ser mejor, con tantas mujeres apareciéndose ante mí... Me pregunto si aquellos guardias rojos a lo lejos son también mujeres... -dijo esto mientras observaba a los soldados- Conejo, aclara esto: ¿no serás la lirona, cierto? Ahora que lo pienso, tal vez yo mismo sea una dama... ¡Oh! ¡Cuán descabellada idea!-dijo, mientras cuchicheaba, dando a entender que desechaba esa idea....sólo para decir luego- ¡Quiero mi vestido! O , al menos, una falda... -"recuperó" su cordura entonces, y continuó, semblante oscuro y voz seria- ¿Qué está pasando aquí? Demasiado oscuro todo esto, exijo una explicación...

Perdón, perdón no quería ofenderte – le digo levantando las manos a modo de rendición , tras ver como se pone por llamarle conejo – dios que susceptible – pienso pero antes de poder decir algo mas, unas cartas de corazones aparecen para “invitarnos “ a la ejecución del príncipe. Abro la boca hasta el punto de casi desencajar mi mandíbula.

Son reales, SON REALES!!!!!!! – pienso muerta de miedo por haber perdido la poca cordura que me quedaba pero Antye me sacó de mis cavilaciones y temores. Sus palabras me hicieron girar la cabeza para verle, la pobre estaba en estado de Shock o muy parecido. Me acerco a ella y paso uno de mis brazos por sus hombros – venga nena, encontraremos a Jack pero tienes que reaccionar – le digo bajito intentando darle ánimos.

Pero al parecer aquí las sorpresas no acaban, veo al sombrerero, EL SOMBRERERO!!!  Era difícil reconocerlo a simple vista, al ulima vez que le vi estaba distinto… como una persona normal y junto a él, una chica que no conocía.

Al acercarse el hombre comenzó a soltar un montón de tonterías y eso me hace recordar la última parte de nuestra conversación – Sé tanto o menos que tu Sombrerero, y me alegro de volver a verte  - le dije con una sonrisa sin soltar a la Antye.