Partida Rol por web

La pruebas, la hueles, la miras una y otra vez. Llegas a una conclusión, es arena, arena de verdad. Pero no llegas a comprender como puede ser tan dorada y brillar incluso cuando apenas hay luz. Jay te estrecha la mano -¿Magia? Oh amigo es usted un soñador, esas cosas aquí son poco creíbles. Lo único verdadero en este pueblo es levantarse para trabajar, día si y día también. 

Sonrio de medio lado y me guardo el polvo en un bolsillo y en la probeta, hago un gesto de despedida y digo:

-día a día me levanto y trabajo en descubrir quien soy señor-salgo del reloj si no encuentro nada mas y paso por la plaza del centro del pueblo haber si veo alguien alli

Llegas al Granny's a las 12, hora del almuerzo. Obviamente a esa hora, casi todo el pueblo está en el Granny's disfrutando de una comida casera. No hay sitio en ningún lado donde sentarte, entonces ves en una de las mesas una chica joven. Delgaducha, de pelo castaño, ojos claros y  con gafas grandes. Mientras se come un simple sandwich, lee un libro y sin prestar mucha atención a su alrededor. 

Me acerco con paso tranquilo y pido un chocolate caliente con churros, me siento en la mesa de la muchacha y le digo:

-Disculpe es que no hay mas sitios libres, aun que tal vez este no este libre de ser as digamelo, un libro ¿que libro es?

La chica da un bote en su asiento cuando le hablas, verdaderamente estaba enfrascada en la lectura - no, no, claro siéntese...- después te enseña la portada del libro, puedes comprobar que se trata de un libro infantil "El Mago de Oz" -Por cierto mi nombre es Olivia, Olivia Hausser ¿y usted? - te tiende la mano para estrechártela. 

-Mi nombre es Naxael, Naxael Inferno y es un gran libro la verdad, me pierdo pensando cada dos por tres en el como un diario y no como una historia, imaginando que quien lo escribió estuvo de verdad en oz y que existe un lugar así-dije mirando la portada del libro.

-Ya que usted me presto su nombre, el de su libro y si mesa déjeme almenos invitarla a un chocolate con churros-dije sonriendole

Niega con la cabeza un par de veces - no por favor no hace falta, además no pega con mi almuerzo- sonríe un poco tímida - encantada de conocerle Naxael. Yo también creo que Oz es como si existiera. Ojalá conociese al Mago -ríe un poco nerviosa- olvídalo, son cosas mías...

-estudio lo oculto quizás halla oído como despotrican de mi, pero investigo la magia y las cosas paranormales, a si que si quiero saber, cosas suyas me encantaría escucharlas a si que vamos- indico a la camarera que le traiga a la joven un refresco.

Sonríe íimida de nuevo- bueno ya sabes, eso de los deseos y no usaba magia...bueno si un poco - la camarera se acerca y os pone dos refrescos- ¿cómo es eso de estudiar lo paranormal? - te mira curiosa mientras da un sorbo a su refresco.

Saco a Sam del coche que lo primero que hace tras olisquear a Dominique y chuparla es levantar la pata en una farola y echar un meo, luego viene a mi con el rabo moviéndolo de contento. -Espero que no me hayas jodido la tapicería.- Le digo con una sonrisa, Sam no era de esos perros, a no ser que le dejara muuuuucho tiempo en el coche.

Nos vamos los tres a un puesto de burritos de la calle, y pido algo para mi y Sam, aparte de unas cervezas para mi chica y para mi; y depende de lo que pida Dominique añado algo para compartir entre los dos o no. Una vez que nos dan la comida nos encaminamos al parque y busco un lugar cerca del laguillo, con los patos revoloteando cerca del agua...

-Uaaaahhhhhh..... Ainssss.... Esto es la gloria.- Suspiro sentándome y buscando un palo para jugar con Sam mientras comemos. -Tienes cosas interesantes que contar..... Cuenta, cuenta, no me dejes en ascuas.- La verdad es que yo debería de contarla algo, pero ni se como hacerlo...

Salimos del hospital de la mano y por fin me llega el aire fresco – detesto el olor a hospital – le digo a mi chico arrugando levemente la nariz, y  cuando saca a Sam del coche me agacho para acariciarle y dejar que me llene la cara de babas – yo también me alegro de verte cariño – le digo antes de que se vaya a mear a una farola , saco clínex del bolso y me limpio la cara – verás cómo me rehúye Pandora cuando me huela – le comento  a mi chico con una sonrisa.

Vemos un puesto de burritos , mi chico pide un par cervezas para nosotros y algo de comer para ellos, así que pido algo ligero que aún tengo el estómago algo revuelto. Cuando tenemos la comida nos adentramos en el parque y Will busca un sitio cerca del lago y donde los patos van de un lado a otro y se sienta, yo hago lo mismo mientras me quito los tacones dejando mis descansar mis pies, - aaaah joder que gusto – comento y cambiando la postura me estiro en el suelo apoyando mi cabeza en el muslo de mi chico – eres un cotilla – le digo divertida y sacándole la lengua – Eh oído una conversación muy rara entre dos médicos cuando fui a la morgue – le dije ahora un poco mas seria – hablaban del asesinato de Mayard, pero … hablaban de magia , y de lo que pasa cuando alguien intenta salir del pueblo, de un contraataque , no sé cosas muy raras – le termino por contar mientras me paso la mano por la cara. Todo aquello me parecía una soberana gilipolles, pero por algún motivo me inquietaba un poco.

Asiento a las palabras de mi chica. -Tienes razón, yo también lo odio.- La digo sacando la lengua con asco en una graciosa mueca. Sam juega con Dominique y la lame antes de irse a mear y mi chica me dice que Pandora la va a rehuír. -Nah, si se lleva bien con Sam, exagerada.- Añado sacándola la lengua.

Se quita los zapatos y nos tumbamos en el césped, antes de que se incorpore bien sobre mi, la hago un suave masaje en los pies. Tras un rato, y tras llamarme cotilla ya se incorpora apoyándose en mi muslo y me comenta lo acontecido. -No te diría que estas loca ni nada de eso, ni ellos tampoco, tiene algo de sentido.- Tuerzo el gesto. -Es complicado mi amor, pero vengo de hablar con la alcaldesa y... aghhhh!- Comento pero cuando mento a la alcaldesa me duele el corazón un poco, es como un pinchazo. -Vamos, te digo que te creo....- Reconozco mientras el dolor se va pasando poco a poco. -Aquí pasa algo raro, y si tiene pinta de ser mágico, pero no tengo ni idea de como solucionarlo.- Admito comiendo un poco.

Mi chico me dice que el también odia ese olor y hace mueca que me hace reír de buena gana, no había nada mejor que pasar la tarde con Will para olvidar el ajetreado día de hoy.- No sé, no sé, hace mucho que no le ve, quizás hoy debáis quedaros en casa para confirmar esa teoría – le digo con picardía, anoche había dormido de puta pena y eso no solía pasarme cuando dormíamos juntos.

Una vez instalados en el parque y antes de que cambie de postura, me hace un suave masaje en los pies – Mmmmmm – gimo de forma suave – eres el mejor, amor mío – digo con voz dulce y una sonrisa. Acomodo mi cabeza en su muslo y le cuento lo que había oído , el me dice que no me tachará de loca ni a ellos, y que todo tiene sentido - ¿Qué tiene sentido amor? – le pregunto, y comienza a contarme algo pero lo deja a la mitad ya que un quejido le interrumpe, me siento enseguida y me acerco a él – cariño ¿que te pasa?  - mi chico no era de quejarse porque sí y me preocupaba.

Pero luego me dice que aquí pasan cosas raras que, probablemente tengan que ver con magia y se pone a comer, alzo una ceja y le miro curiosa – estás un pelin críptico mon amour -  pero dejo el tema ahí y abro la cerveza para beber un poco antes de comer.

-Pues en verdad es curioso, aveces encuentras cosas, otras no encuentras nada, la gente te teme y se burla de ti a partes iguales, pero es algo mágico-saco un poco de polvo dorado y lo miro y solo si sigue siendo dorado, lo echo un poco sobre la mesa.

El día que había empezado tranquilo y soleado, va cambiando poco a poco a nublado, hasta que comienza a llover. Las nubes y la llegada del anochecer oscurece todo haciendo que las farolas del pueblo se enciendan más temprano hoy. Por suerte la lluvia no cae con mucha intensidad y no llega a calaros la ropa. Sam por su parte, parece que la lluvia le importa bien poco y sigue jugando y corriendo detrás de las ardillas. 

La muchacha se sorprende al ver aquella arena dorada y brillante. Te mira un momento suplicante y sin decir nada coge un poquito y la mira de cerca -¿es de verdad? es precioso ¿de que se trata? - te mira esta vez con entusiasmo -a mi no me da miedo esas cosas, al contrario, me encantan.

Te sonríe de oreja a oreja, te da la sensación de que es una chica bastante inocentona. 

El viaje en el coche es silencioso, solo se escuchaba la lluvia golpear la carrocería. Parece que Sebastian prefiere darte la sorpresa antes de hablarte, para evitar alguna mala palabra. El viaje no dura mucho, salís del pueblo y a pocos kilómetros llegáis a una pequeña granja. Sebastian te hace una señal con la mano para que le sigas hasta el establo. Una vez dentro te dirige hasta una caballeriza donde hay un enorme corcel negro. El corcel relincha y manotea en la tierra al verte, como si se alegrase de verte. Cuando ves a ese imponente caballo negro, una sensación cálida te invade, como si hubieses recuperado algo de tu vida que perdiste hace mucho tiempo.

Sebastian te mira y te sonríe - ¿Te gusta? es todo tuyo.