Partida Rol por web

Miro absorto la reacción de Fernando, el cual quedo anodado por el panorama de cubierta. Fernando, no tuvimos opción. O peleamos por sobrevivir, o ellos nos mataban. Podríamos haber perdido el barco. Me coloco las gafas, luego saco mi pistola para ponerle el seguro y me la guardo en la cartuchera.

Bah ¿que mas da?- Digo dandole una calada al cigarro. -Seguro que eran escoria pirata.

¿Podéis explicarme qué me he perdido? tengo una resaca de mil demonios. Estábamos en la almeja picante, había una tipa de pelo rosa.. y no recuerdo mucho más

Está bien Astinos, pero no hagas ninguna animalada. No sabemos cuantos pueden haber en el barco. Volveré a la casa del señor alcalde para avisar del capitán. Digo con un aire descorazonado. Parece que esta misión quizás iba a ser más compleja de lo que parece.

Me acerco hacia Becca y le pego una bofetada en la cara. Que cosas dices??? Que no sabes que ha pasado?? Lo que has hecho?? Pero si tu misma te has cargado y rematado a uno. Digo bien enfadado y nervioso por la situación. Me hice marine para ser un mejor científicio y poder obtener mi propio laboratorio, pero no para ser un asesino.

No digas bobadas que ya no estás borracha. Sin duda le recriminaba cada palabra. No sabía por qué dijo aquellas tonterías.

Aun sigo mirando el barco con gesto serio mientras oigo de pasada a Astinos.

-Si, si, descuida...- Respondo mientras trato de ver cuanta gente hay en el barco.

Suspiro y me apoyo contra una pared. 

-Menuda la hemos liado, yo no he querido matarlos, pero he participado intentando  defender el barco - Suelto un suspiro - Tampoco deseaba para ellos este final, eso solo lo merecen los piratas, y tampoco es que lo merezcan todos - Me encojo de hombros - Después de todo, estos solo eran bandidos al parecer.

Agarro del hombro a Bryo después de que termina de hablar. 

-Contrólate Soldado - Le digo con seriedad, luego miro a Becca con la misma actitud - Unos bandidos, posiblemente esta misma banda, ha secuestrado a la hija del alcalde, y amenazaban al alcalde con matarla si avisaba a la marina. Un grupo de gente me lo ha comunicado mientras iba de compras con James, y como es mi deber se lo comunique al capitán. 

Miro mi munición, solo me quedan 4 balas, luego miro a Fernando. 

-¿Usted esta bien Sargento? - Pregunto con algo de preocupación en mi voz - ¿Cuales son sus ordenes? Después de todo, ustedes es el oficial mayor en el barco ahora mismo. 

Se de sobra lo que acabo de hacer pero el retrasado mental de Bryo, que para variar ni se entera, comete la estúpidez de su vida.

-Vas a morir- Aguanto la bofetada sin hacer nada por evitarla y sonrío cuando encima tengo que aguantar que le muy anormal diga que yo digo bobadas. 

Disfruto del dolor en la mejilla, es una sensación familiar y agradable, igual que la sensación que crece de nuevo en mi interior. El odio, la venganza y el rencor obnubilan mi mente igual que hace unos instantes, solo la intervención de Kuu impide destripe al payaso de Bryo allí mismo.

Kuu explica lo que yo quería saber; Lo que había pasado, ¿quien era esta gente que nos ha atacado? eso era lo que yo quería saber.

Pero ahora ya nada importa, ahora mismo mi mirada no se aparta del futuro cadáver. Eso es lo único que importa.

Necesito de todo el autocontrol del que dispongo para no saltarle encima y arrancarle la garganta con las manos desnudas. Pero sé que tanto Kuu como el sargento intervendrían para evitarlo.

-Darme una bofetada es la última estupidez que has hecho- Pienso sin dejar de mirarle fijamente, totalmente ajena a todo excepto a Bryo. Ya no me importa nada, ni la misión, ni los tipos que acabo de matar, nada. Solo el futuro cadáver que tengo ante mí.

-Tengo el odio de quién no perdona y el rencor de quién no olvida. Te mataré.

Corrí lo más rápido que pude, y no tarde mucho en llegar a mi destino. ME planté de nuevo ante nuestro capitán tratando de recuperar el aliento.

-Capitán, hemos encontrado un barco, en la bahía. Sin duda es un barco pirata, así lo demuestra su bandera, el problema es que no hemos querido ser descubiertos, y por ello no hemos podido ver bien el diseo del baco ni su bandera, pero es una bandera negra pirata. Mi companero se ha quedado tratando de vigilar la zona sin intervenir a la espera de nuevas órdenes. - me quedo esperando la respuesta del capitan.

Desde la lejanía que te encontrabas, aunque no era demasiada, tampoco te permitia ver mucho mas de lo visto. Las dos figuras que veias estaban paradas en medio de la cubierta conversando.

Llegasta hasta casa del señor alcalde, donde Dexter todavía conversaba con él sobre nuevas ideas y poniendose al día de la actualidad. Entraste como papel llevado por el viento, y te presentastes jadeando un poco por el esfuerzo.

El capitán escuchó tus palabras detenidamente, aunque antes de pidió que recuperaras la respiración.

Al parecer las sospechas son ciertas, y parece ser trama de algún pirata. Aunque no sabemos su objetivo final, mejor será ponernos en marcha. Volvamos al barco y planificaremos nuestra estrategia. Esperemos que Astinos vuelva con nueva información y poder discernir el culpable. Señor alcalde, si vuelve Astinos a su casa, digale que vaya al barco. Allí estaremos todos.

Fernando ya recuperó totalmente la cordura y empezó a ver la situación. Con su orgullo, empezó a repartir las primeras órdenes.

Bryo!! No compliques más las cosas, como se te ocurre liarla!! Si quieres ser marine deberás tragar con la vista de cadáveres. Aunque seas un científcio, no dejas de ser un soldado más y la lucha forma parte nuestra. Habrán situaciones que te superan, pero te deberás sobreponerte a ellas. Fernando observó bien como Becca reflejaba un cabreo monumental en su cara, pero se contuvo para no dar paliza a Bryo. El hombre B continuaba doliendose de su dolor en el abdomen por el disparo.

Escuchad, parte culpa de esto queda bajo mi responsabilidad al quedarme dormido. Jamás pensé que se atrevieran a atacarnos a pleno día un barco de la marina. Para evitar problemas con el capitán, quedará en secreto que me dormí. Sencillamente nos asaltaron por sorpresa y dos de ellos escaparon. Prefiero evitar la carga por haber matado a dos personas. No es el método de la marina, aunque sea en defensa propia.

Fernando empezó a intentar calmar la situación, y nadie esparaba lo que podía sobreponerse en un futuro próximo. No estaba acostumbrado a cargar con responsabilidad, y sus métodos a resolver, era buscar la solución fácil. Bryo, y Kuu cargad con los dos cadáveres y tirarlos por la borda. Después limpiad la sangre de la cubierta. Becca interroga a ese hombre herido, e intenta saber quien les manda. Luego veremos si sobrevive o no.

Con la mano iba indicando donde estaba cada uno y marcando las funciones a realizar. Se le notaba algo nervioso e impreciso. Cuantas menos preocupaciones, mejor.
 

Cuando Fernando nos da las órdenes sigo sin moverme con la mirada fija en Bryo.

-Si mato a este idiota, ya no podre seguir el la marina- Pienso cuando me calmo lo suficiente como para razonar un poco - Si le mato, se acabó cazar piratas.

-Mierda.- Me trago las ganas de matarlo mientras me giro no sin dedicarle una última mirada a Bryo. -Ni perdono, ni olvido.

El pobre diablo que se sujeta la herida del abdómen paga las consecuencias. Le propino un puntapié en la boca antes de preguntarle nada. Luego me agacho de cuclillas para ponerme a su altura, aguardo fumando tranquilamente a que acabe de escupir dientes.

-¿Quién te envía? -Le pregunto liberando el humo por la nariz.

-Entendido capitán. De todas formas, y si no es molestia, le pediría que nos apresuráramos - dudé un poco - más que nada porque no sé hasta que punto Astinas podrá resistir la tentación de meter sus narices en el barco.

El hombre malherido no hace más que aguantarse su orgullo. La patada que le dio Becca en la boca le hizo saltar varios dientes. Con algo de sangre y un trozo de diente que le quedaba le escupe a Becca en su cara. Con una sonrisa algo malévola, que le hace atragantarse y toser algo mas de sangre, amenaza: Jajaja. Marines de pacotilla. Bocagrande os acabará.

-Me acabas de alegrar el día.- Le digo mientras  me pongo a horcajadas sobre él, le cojo del cuello de la camisa y empiezo a darle puñetazos en la cara con todas mis fuerzas, tras diez minutos tengo los nudillos y las manos casi en carne viva pero no importa, la sangre me salpica en la cara, pero no me detengo, se me agarrotan los brazos por el esfuerzo y sigo golpeandole sin sentir nada, mi mente está a kilometros de allí rememorando mi traumática infancia.

Un puñetazo, otro, otro, otro, otro, otro, otro...

Tras un buen rato, con el prisionero muerto, agotada, jadeando, con la camisa empapada en sudor y las manos destrozadas le doy un último puñetazo al cadáver con toda la fuerza que me queda y me detengo limpiandome el sudor de la frente con la mano con lo que lo único que consigo es ensuciarme la cara de sangre.

Sentada sobre aquel idiota, desahogada, liberado el odio y la tensión acumuladas viene la habítual punzada de culpabilidad, aunque no dura mucho. - Él se lo ha buscado.

Mientras me levanto mi mirada se para unos instantes en Bryo. Sigo muy cabreada con él, pero ahora soy plenamente consciente de mis actos.

-Si me hechan de la Marina se acabó el cazar piratas... joder... pero es que ese idiota me ha hecho perder los papeles. Por la cuenta que le trae más le vale no volver a hacer algo así.

-Bocagrande - Informo al sargento mientras busco algo con lo que vendarme la mano.

Como encontraba que Bryo estaba en shock decidí yo misma tirar los cadáveres por la borda, tomándome mi tiempo para ver como Becca interroga al bandido, por un lado no apruebo del todo aquellos métodos, pero no puedo parar de reír cuando el pobre diablo dice el nombre de su jefe, y no fue una risita, sino que me río a carcajadas provocando que ignore que Becca le esta dando la paliza mas grande que he visto en mi vida. Mientras el hombre muere yo termino de arrojar el segundo cadáver. Agarro algunos útiles de limpieza y le tiro la cubeta con agua al pecho a Bryo provocando que este se empape levemente. 

-Vamos - Le digo limpiándome las lagrimas - A limpiar. 

Tomo un cepillo, lo mojo con el agua del balde y comienzo a frotarlo contra el piso.