Partida Rol por web

Miro a Hitomi mientras caminamos.

- Yo tampoco creo que vuelva a aceptar el Sake de Dante, apareció en mis sueños y me destrozó el libro que estaba leyendo... 

Noto el capón de la joven en mi cabeza.

- ¡Oye! Que lo sugirió él, yo solo dije que bueno... Pero si te pones así compraremos lo necesario y listo. Tengo muchas ganas de ver este pueblo, y por cierto no soy vidente ¿eh? Pero he estudiado muchísimo la historia de nuestro mundo, y a veces se manifiesta en sueños, a modo de recuerdos de cosas que sino seguramente habría olvidado ¿entiendes?.

Parecía que empezábamos a adentrarnos en el pueblo, que era aún más bonito de lo esperado, me encantaba como lo habían decorado ¿y esa gran torre? Si se podía, quería visitarla.

- Venga Hitomi, ven con nosotros un rato, ya verás esa tienda al final, pasemos un buen rato juntos ¿vale?, quiero conocer a mis futuros "nakamas".

Sonrío a los dos alegremente.

El muchacho intento siempre la delantera en la caminata sin alejarse demasiado de las chicas, quizás solo un par de pasos aunque podían conversar perfectamente desde esas distancias en las cuales se encontraban. -Bueno, si van a tomar algo puede que les acompañe, tampoco es que tenga mucho que hacer. -Decía mientras evitaba mirarles, al parecer quería guardar algo de orgullo para sí mismo.

-No tengo problemas en que vengas con nosotros. -Pronuncio mirando por sobre el hombro aunque solo por unos instantes y volver a posar la mirada hacia adelante, a pesar de que no podían verle el muchacho guardaba una leve sonrisa. -Puedes hacer lo que quieras, no somos tus padres como para que nos tengas que explicar a donde vas y donde no. -Asumía que los padres hacían esas cosas, aunque el tono relajado de sus palabras daban a entender que estaba de buen humor.

Sintió el golpe en la cabeza a lo cual respondió enseguida algo molesto. -No vuelvas a golpearme así, no estoy acostumbrado y tampoco me gusta. Si eres una ladrona entonces ayudame a robar si no quieres que me descubran. -Una vez habiendo llegado Kaito no parecío sentir demasiado interes por las estructuras que había, si bien era un carpintero no le interesaba absolutamente nada lo que le rodeaba, quizás si existiera un dragon de verdad o cosas hechas con restos de estos dragones sentiría mucho más interés, siempre le había gustado experimentar con distintos materiales extraños, mientras más mejor. -Un carpintero que viaja en un barco pirata se vuelve un pirata, si arregla el barco de un pirata o ayuda a un pirata se convierte en un maldito pirata. La pirateria va más allá de eso, son gente fuera de la ley que son perseguidas por la marina, quieran o no para el mundo te has vuelto una pirata más, tú...Denna e incluso yo. Si no quieres que te digan pirata entonces no deberías viajar en un barco pirata. -Concluyo de manera redundante a proposito, él ya tenía claras las cosas e incluso cuando la chica le ofreció el dinero el muchacho simplemente alejo su mano con el dorso de la suya. -Ya te lo dije, si necesito algo simplemente lo robare. Si no quieren meterse en problema entonces pueden tomar su propio camino, tampoco me contendre por el hecho de que puedan matarnos. -Su seriedad se contagio a su rostro, hablaba en serio y no tenía intenciones de contenerse con ello, si atraía los problemas hacia él entonces también podría llevarlos a los demás miembros del barco y eso no le molestaba ni un pelo.

Me sorprendí al oir aquello de Denna - ¿Dante también te ha dado Sake? Vaya, siento eso. - dije un tanto sabiendo por lo que estaría pasando... o no. Tampoco sabía si era su primer trago así que...

Por otro lado sonreí al ver que a Kaito no le molestaba que fueramos juntos. - Parece que si que puedo fiarme de Denna... y me alegra ver que igual puedo confiar y tener a mi lado a un compañero... Nakamas dice Denna... igual sí, podría ser así... Y además ninguno de ellos era pirata. Aunque sigan insistiendo. - Gracias. - agradecí sin saber porque a Kaito.

Entonces tras todo aquello del capón y el resto, primero respondí a Denna - ¿Eh? ¿Recuerdos? - ¿Como se pueden tener recuerdos de algo que solo has estudiado? - Pu-pues... no entiendo muy bien la verdad - pero me sorprendí al ver la reacción de Kaito al enfadarse y repetir que eran piratas y... más que me dijera que yo lo era. Apreté el puño pero me contuve dando un par de paso adelante y evitando que miraran mi cara - Es un barco marine, robado. Los que andaban en el interior del barco son un ex-pirata que si sigue entrando y saliendo al camarote del capitan de la misma manera, no tardará en hundirse en el mar, también habían dos luchadores, uno un tanto machista y el otro un gran cocinero, una historiadora simpatica, un carpintero de buen corazón y una navegante ladrona. Eso no nos convierte a ninguno en pirata. No hemos hecho ninguna de las acciones que ha hecho ninguno de esos piratas que navegan atemorizando a la gente. Y además... S-si te vas del barco - me giré entonces para mirarle a los ojos con seriedad aunque con preocupación - No estarás relacionado con nada pirata. Por tanto no puedes llamarte pirata cuando no quieres estar con uno. - Guardé el dinero entonces y suspiré.

-No todo era dinero tuyo, hay más, por lo cual es dinero robado, no saqueado. Podemos usar eso para ti si te parece, y si no dejamelo a mi. - cambié de tema radicalmente - Muchos tenderos en la isla donde vivia eran muy tontos o descuidados. Quizás no se puedan robar cosas vistosas, pero sí cosas que no prestarán detalle. ¿Vamos? - Estaba claro debido al cambio de tema que había dado que no quería hablar de lo de ser pirata... pero tenía curiosidad de por qué Kaito estaba sacando el tema de los piratas - ¿Qué dije anoche para que esté así Kaito?

- Bueno, quizás sean recuerdos formados por mis estudios, ni yo misma lo sé, pero si tengo suerte recordaré cosas de las islas a las que vayamos, cosas sobre su cultura que quizás puedan ayudarnos.

Kaito volvía a hacerse el frío con nosotras pero... después de la noche anterior, seguía pensando que se escondía tras una capa helada que seguro que entre las dos podríamos llegar a echar abajo. En cuanto a la chica, me caía bien y su discurso... no podía estar más de acuerdo.

- Pues sí, no somos piratas, al menos no de esos que asesinan gente por que sí, y van saqueando ciudades, si eso es lo que Dante espera de mí se ha confundido de chica y tampoco creo que vosotros lo seáis, en cuanto a los del barco... apenas si he tratado con ellos, pero el cocinero, hace muy bien su trabajo y parece agradable.

Sigo caminando con ellos pensando en que quizás logremos ser buenos compañeros, la cosa va bien, quizás ir tras el One Piece juntos pueda ser real.

- ¿Vamos al mercado? Una vez allí ya veremos si robamos o qué hacemos, eso sí, si alguien va a robar, que sea después de haber visitado esa torre -señalo- me ha llamado la atención...

-Realmente no me interesan. -Pronuncio mientras continuaba caminando y llevaba las manos hasta los bolsillos al escuchar la conversación sobre las personas que estaban dentro del barco. -Tsk.. -Masculló cuando Hitomi intentaba justificar sus acciones y admitir que era una ladrona, por un momento se llevo la mano derecha hasta la cabeza pero rapidamente intento pasar desapercibido acomodando sus cabellos. Piratas...Ladrones...Su doblemoralidad da asco. Nuevamente cosas le pasaban por la cabeza y prefería guardarlas mientras continuaban caminando, el resto del camino simplemente se mantuvo en silencio, mirando los lugares y dejando que las chicas decidieran el camino, simplemente se digno a guardar las manos en los bolsillos mientras estas observaban los lugares que quisieran, sería mejor que estuvieran felices con todo lo que hicieran, cuando llegasen a una armería quizás estaría con las palabras más firmes para poder decirlas.

Me alegré mucho cuando Denna pareció ponerse de mi lado, sobre todo cuando decía que no ser un pirata, aunque estaba claro que todos los piratas son iguales - Puedo fiarme de ella. Estoy segura. - asentí para mi misma y después miré con una media sonrisa a Kaito al ver su reacción.

Habiamos ganado y ya quedaba mirar la ciudad. De repente me sentía más fuerte con una aliada que parecía entenderme, aunque solo es el principio. Y además con "recuerdos" de lugares - Bueno Denna, pues... como eres la interesada en la cultura de los tres, tu decides primero. Mercado o la torre esa, puedes elegir. - Sonreí amigablemente hacia ella para que decidiera entonces.

- Este Kaito, siempre haciéndose el frío...

Sonrío alegremente, bajar a tierra firme, el pueblo tan bonito, las conversaciones de la pasada noche, todo hacía que me hubiese levantado con el pie derecho, tenía ganas de pasar un buen rato con ellos y ningún comentario de Kaito iba a estropearlo.

- ¿Puedo escoger? Gracias Hitomi, eres la más simpática de la tripulación. Pues me gustaría ver para que usan la torre, me temo que si al final alguien roba algo tengamos que salir por patas y no me de tiempo a conocer nada de este fantástico lugar. Asi que si todos estamos de acuerdo -miro a Kaito de reojo- ¡vamos para allá!.

Luego de decidir el lugar a visitar, y caminar por un rato siguiendo las calles que llevaban al centro del pueblo, terminaron llegando a la calle donde estaba la plaza, y en el centro, la torre.

Era enorme, de unos ocho pisos. Tenía un estilo japones, siendo colores rojos y blancos, manteniendo diseños de dragones en las paredes y estatuas en las esquinas de los techos. Se podría decir que la torre estaba en un tipo de plaza por el cual caminaba una buena cantidad de gente, siendo ese el punto central del pueblo.

Las puertas de la estructura estaban cerradas y cuidadas por marines que sujetaban sus rifles con una mano para apoyarlos en sus hombros, peor había algo extraño: Los marines, llevaban la gorra colocada al revés(hacia atrás), ademas de usar un pañuelo verde en vez de uno azul.

Aquella torre majestuosa se alzaba ante nosotros con colores un tanto notorios. Imponente, era la única palabra que se me venía a la mente para describirla. - Estamos en Dragon Town, a los pies de la edificación quizás más importante de la ciudad, con simbología draconaria y mucha guardia.... - Me acerqué levemente a Denna con gran preocupación en mi rostro - Dime por favor que no existen los dragones ni tienen uno vivo en esa torre.

Miro a Hitomi con cara de preocupación, cogiéndoles a ambos por los brazos y caminando hacia atrás desde una posición donde los marines no puedan vernos, para hablar con ellos.

- Chicos no era esto lo que me esperaba, ¿os habéis fijado en los marines? ¿no os parece raro lo de su gorra y su pañuelo? Esta situación me da mala espina, asi que, ¿queréis ir o damos la vuelta?. No creo que vayan a hacernos nada, a ninguno nos conocen, podríamos preguntarles por la torre o algo así, -me giro hacia la joven- ¿un dragón? pues no te lo puedo decir seguro, pero eso sería digno de ver, definitivamente si tienen un dragón ahí encerrado, seré la primera en cruzar la puerta de la Torre cueste lo que cueste, siempre he querido ver uno. Bueno, ¿qué hacemos?.

Observo la torre desde allí, es enorme y tiene su encanto, me gustaría saber porque la tienen tan custodiada ¿puede que sea una especie de cárcel?.

El primero en desaparecer fue Kaito, aun mientras Denna y Hitomi se habían puesto a conversar el peliblanco se había escapado de su vista como si hubiese una especie de fantasma, aunque de un momento a otro pudieron encontrarle cerca de la torre con las manos en los bolsillos y mirando hacia arriba la estructura enorme de ocho pisos, parecíera como si estuviera juzgando cada espacio de la estructura. -Eh...Ya veo. Incendiable, algo fragil, aunque me gustan sus diseños de dragones. -Estaba a un costado de la puerta a varios metros de distancia por lo cual no era fácil que los marines pudieran verle, aunque aquello cambio cuando el carpintero le dió un par de patadas a la torre para observar su dureza. 

-Me gustaria entrar, ya que estamos aquí. -Kaito se aproximo lentamente hasta donde estaban los Marines de aspecto extraño aunque aun las chicas estaban a tiempo para poder impedir este acto.

Cojo a Hitomi del brazo, no voy a impedir que Kaito entre en la torre, pero tampoco quiero que se enfrente a los marines, asi que lo mejor será que nosotras le vigilemos, o que tomemos la iniciativa antes de que pueda liarla. Asi que me adelanto un poco a él y me dirijo a los extraños marines.

- ¡Hola! - intento parecer una joven inocente - somos nuevos en la ciudad y nos gustaría saber si esta gran torre se puede visitar... Si no es así, algo importante tiene que tener -me acerco más a ellos con un tono más pícaro- con tan fornidos hombres guardándola...

Los marines que vigilaban la puerta no tardaron en prestar atención al peli-blanco que se les acercaba, pero no lo reconocían como pirata, razón por la cual no hicieron nada mas que mirarse entre ellos para luego volver a ver a Kaito, esperando a ver que hace o que quiere. Para sorpresa de ambos, dos chicas se acercaron rápidamente para llegar antes que el carpintero.

-¿Hm?.-

La de cabello rubio parecía ser la mas interesada e inocente, al menos, hasta que comenzó a seducir de esa forma a los marines, quienes se limitaron a sonrojarse un poco antes de responder.

-Es la torre Shimada.- Respondió uno de ellos con una sonrisa amable.-¿Son turistas?, pues... el actual líder no permite visitas así como así, lo lamentó. Pero podrían pedir una cita, aunque la cola es larga, y si no piensan quedarse en la isla por lo menos tres meses, no les recomiendo pedirla.-

Viendo como su compañero niega a las chicas la entrada, el otro marine lo interrumpe con un leve codazo al brazo para tomar la palabra.

-Aunque, bueeeno, podríamos llegar a un acuerdo para que sean las próximas en entrar en la torre.- Sugirió el hombre que no despegaba la vista de Denna, soltando una risa un tanto pícara. 

El peliblanco ya había sido olvidado por los marines, pues ahora estaban concentrados en el par de... chicas, bueno, en una solamente, pues la otra no tenía mucho que poder mirar.

Aquello sin duda iba a ser útil, que Denna distrajera a los marines había causado un pequeño hueco en su defensa la cual Kaito rapidamente aprovecho avanzando sin mediar muchas palabras, pasando de los Marines quienes se estaban entreteniendo con los encantos de la chica. -Me siento como un proxeneta, aunque no es del todo malo. -Se dijo a si mismo mientras avanzaba por la puerta principal como si aquello no fuera nada malo, incluso dando la vuelta para mirar a las chicas e indicar con sus manos que buscaría una forma de abrirles una puerta alterna, quizás una trasera que no estuviera siendo cuidada o incluso una ventana para que estas pudieran ingresar con mayor facilidad, una vez dentro no sería demasiado problema poder esconderse o algo por el estilo, siempre era bueno tener emociones fuertes.

A pesar de que lo que Denna decía parecía tener un poco de verdad, simplemente me encogí de hombros - Un marine es un marine, da igual como lo pintes... - Pero para mi sorpresa mientras estaba Kaito investigando la fachada de la torre, Denna me arrastró con ella para... ¿Seducir a los guardas? - ¿Qué narices está haciendo? He seducido alguna que otra vez pero... este no es mi estilo...

Me mantuve callada mientras los marines daban su respuesta y Kaito pasaba como si nada al interior. Ahogué un suspiro en mi interior y seguí el rollo de Denna - Bueno... si "la proxima" puede ser ahora, igual podríamos tener más privacidad incluso, ya sabeis, dentro. - No tenía ni la más minima intención de dejar que me tocaran, pero tenía un plan y si nos metían dentro los podría dejar noqueados y con nosotras en el interior. - Además ¿quien mejor para enseñarnos la torre que un par de fuertes guardas como vosotros?

Perfecto, mi idea parecía haber surtido el efecto esperado, eran hombres después de todo. Miré de reojo a Kaito que entraba en la Torre como quien no quería la cosa, ahora solo faltábamos Hitomi y yo, y parecía que ella me seguía el juego.

- Como dice mi amiga - le paso a mi compañera un brazo por los hombros - nos encantaría que nos hiciéseis de guías por aquí, no se me ocurre nadie mejor. Asi que... ¿alguno de vosotros se apunta?.

Tras decirlo solté a Hitomi y miré a los marines con una sonrisa pícara, adelanté mi brazo derecho y esperé a que alguno de ellos lo cogiese y nos guiase dentro. Allí si era necesario podíamos usar la fuerza para dejarles inconscientes y visitar la Torre por nuestra cuenta con total libertad, la verdad es que parecía un buen plan.

Los guardias estaban perdidos en su mundo, ignorando totalmente al carpintero que paso por la puerta principal como si nada.

-Hm...- Los guardias escuchaban lo que les decía la otra chica, pero básicamente no le echaban ni una miradita.-Sí Sí lo que digas.-

La atención de ambos estaba totalmente en Denna, siendo que cuando la pirata extendió su brazo, ambos marines se dispusieron a tomarla suavemente, pero solo el mas rápido pudo hacerlo, terminando de mostrar una sonrisa "inocente" mientras abría la puerta de la torre para poder entrar. El otro marine, algo frustrado, mira a Hitomi de pies a cabeza, luego suspira y la toma del brazo de la misma forma que el otro hizo con Denna, para luego entrar a la torre.

La torre estaba mas decorada por dentro que por fuera, teniendo mas estatuas y pergaminos de dragones. Las paredes que dividian las habitaciones no parecían ser muy resistentes(puertas/paredes de papel japones) pero mantenían el bonito diseño. Al fondo, habían unos escalones que parecían llevar al segundo piso.

-Y aquí estam-Uno de los marines estaba por presentar el lugar a las chicas, pero tampoco estaba tan distraído como para no notar ya dentro a un total desconocido de cabello blanco.-Un intruso...-

De manera protectora, ambos marines colocaron a Denna y a Hitomi detrás de ellos, pasando luego a apuntar a Kaito con sus rifles.

-¡Tu, el de pelo blanco!. ¿¡Quien eres?!.-

Noté el hecho de que el Marine que me cogió a mi parecía desganado con ello, tanto que me mosqueó de sobremanera, pero aguanté hasta estar dentro de la torre. Una vez dentro ya se distrageron con Kaito, y llegó mi momento de venganza.

Saqué mi Bo y golpeé en la nuca al que tenía delante con más fuerza de la necesaria por ese suspiro de antes, esperé a que Denne hiciera lo propio y entonces hundí el bo en la espalda del susodicho - La proxima vez te lo piensas antes de hacerme ascos - realmente me había sentado muy mal - ¿Y bien? ¿Hay una torre que ver no es así? - Y aunque mi frase iba con esa intención, realmente me agaché al marine caido para empezar a robarle todo lo que tuviera, ropa inclusive. - Te vas a acordar de quien es Hitomi Rain.

Una vez entramos dentro imito a Hitomi noqueando al marine que llevaba cogido del brazo, parecía que el plan había ido bien.

- Pues sí, vamos allá, quizás encontremos algo interesante... por ejemplo un dragón ¿eh Hitomi?.

Sonrío esperando no cabrearla con la pequeña broma, esta chica tiene mucho genio. Camino junto a ellos observando todo a nuestro alrededor.

No pudo hacer mucho una vez ingresado al lugar los tipos se dieron vuelta y le encontraron dentro a pesar de que tenía pensado irse a buscar una puerta trasera, si bien aquello no termino siendo un problema debido a que los sujetos rápidamente fueron atacados por las chicas quienes les golpearon por detrás causando que el carpintero esbozara una leve sonrisa al notar que empezaban a tomar una actitud más desafiante, aunque el que había metido todo el lio precisamente hubiera sido el peliblanco. 

-Esperen, no podemos dejarlos allí. Hay que arrastrarlos hacia algún lugar y robarles la ropa o al menos la gorra y la camiseta, así podremos pasar algo más desapercibidos.

Efectivamente lo primero que hizo fue ir a buscar a los tipso y arrastrarlos hasta algún sector que no se vieran y quitarle lo que pudiera servirles, la gorra, la pañoleta e incluso la camiseta marine para luego quitarse él la suya propia delante de las chicas sin sentir pudor alguno, aunque cuando lo hizo las chicas pudieron notar como la espalda del muchacho tenía una serie de marcas y cicatrices diversas entre los musculos, algunas reconocibles como quemaduras de cigarrillo, cortes de navajas o incluso cicatrices formadas por los golpes de un latigo y también otras irregulares que no parecían ser como las otras, a pesar de ello la parte delantera del joven no parecía tener marca alguna. Se coloco la camisa, la gorra y amarro su anterior vestimenta a la cintura dejandola caer por la parte trasera de sus piernas esbozando una sonrisa. -Bueno, ahora podemos seguir. -Dijó tomando el rifle de uno de los tipos.