Partida Rol por web

¡Buenas!

¿Tenéis claro el sistema? ¿Y la ambientación? ¿Tenéis claro lo que sois, simples y básicos aldeanos?

En esta escena crearemos a los personajes; OS CREAREMOS. A partir de aquí me dirigiré a vosotros, personajes, y no a los jugadores que os someten a su voluntad cual títeres. Para eso está el offtopic, allí hablaré con ellos, con Fosforiya, Licaón y nenva. Aquí hablaré con vosotros... por cierto ¿cuáles son vuestros nombres?

-Mi nombre importa más bien poco, como yo, al menos en este pueblo. Pero vamos, si insistes en saberlo, te lo diré, Rupert me llamaron, aunque no se se quien me puso ese nombre. 

Qué incómodo, una voz que pregunta... ¿Me estaré volviendo loco? Quizas Qui efecto de no haber comido estos días...

- Tu debes de ser de lejos- y se me escapa una carcajada ante tal comentario - Jaja, por que aquí todos nos conocemos. Yo me llamo Trea - digo mientras rastreo a mi alrededor para saber de dónde procede la voz - ¿Y tu, cómo te llamas? ¿de dónde vienes? Déjate ver, no te hagas el interesante-  

-​​​​​​-Bueno Trea, yo creo que no se presentará. Ya sabes, los extranjeros vienen, nos toman el pelo, y se van. Bah. -Me alegraba que no fuera una voz en mi cabeza. Trea la oia... Bien. Cogí una piedra,y la tiré a un charco, como despreciando al interlocutor...

Yo soy... pero no soy. Mejor no intentéis entenderlo, el mundo es más complejo de lo que podríais imaginar. Por mí no os preocupéis, no estoy aquí para haceros daño, de hecho no estoy aquí, sólo quiero ayudaros a que os conozcáis un poco más.

Así que tenemos a Rupert, y a Trea. ¿Y tú cómo te llamas? Sí, tú, el que se deja manipular por Licaón.

Ahora que conozco vuestros nombres quiero saber algo más sobre vosotros, algún rasgo que os identifique, ¿tenéis alguna manía? ¿Algo que os diferencie?

También quiero saber quiénes son vuestros padres, cuál es su oficio, y por tanto el vuestro. A vuestra edad hace poco que habéis dejado de ser aprendices.

¿Podéis decirme también con qué otros habitantes de Adalas tenéis relación? Ya sé que todos os conocéis, esto es muy pequeño, pero con algunos tendréis más afinidad que con otros, ¿no? Entre vosotros tres ya sé que la hay, pero de eso hablaremos luego.

Los pasos que vamos a seguir son:

- Nombre

- Imagen (ilustración)

- Descripción física y psicológica (cada una en un par de líneas como mucho)

- Oficio

- Contactos

Os pongo mi ejemplo, y así me conocéis un poco más a mí también:

- Nombre: Director

- Imagen:

- Descripción física: Soy bajito y regordete, a pesar de ser un anciano soy más fuerte que la media debido a mi raza, la de los enanos. Esto también me hace ser más lento. Mi cara la marca una enorme nariz gruesa y redondeada, unas cejas cerradas y una gran barba blanca que me llega hasta los pies. Visto con ropas bastante caras, no me proporcionan armadura y están decoradas con runas; también porto un sombrero.

- Descripción psicológica: soy un sabio, mi inquietud es la obtención de conocimiento, y trato de ayudar a los más jóvenes, como vosotros, des los que sinceramente me sirvo para mis intereses. De dudosa ética, creo que el fin siempre justifica los medios y que las reglas están hechas para romperlas, si las rompo yo, claro. A veces me enfado, y os aseguro que no querréis estar cerca cuando eso pase.

- Oficio: mago, alquimista, creador de mundos y elaborador de sabrosísimos brebajes. Aunque esto no siempre fue así... pero eso ya os lo contaré otro día.

- Contactos. Vivo en una alta torre en mitad de un bosque alejado de todo, junto a otros magos y muchos aprendices que vienen hasta aquí para formarse. Aparte de esto mantengo correspondencia con otros ancianos por medio de lechuzas y palantirs. Creo que soy respetado en el Gremio de Magos, pero a saber lo que se dirá de mí por detrás... sé que tengo algunos enemigos, con total seguridad debido a mi peculiar modo de ver algunos temas prohibidos.

- B-Be... Berod... señor. ¿Qué...? ¿Cómo...? Hablas en mi cabeza, ¿eres un demonio? - ¡Mierda! Se me han caído el cesto de bosta de vaca para calentar el hogar... tendré que recoger todo esto rápidamente, o el Tío Lanos se hará un delantal con mi pellejo. Esa voz... ¿qué brujería es esta? La voz ha preguntado muchas cosas, eso no es nada común... será alguien de fuera... ¡o algo! Dioses, espero que no me haya poseído un espíritu... Será mejor responderle, sea lo que sea, no vaya a mosquearse.

- A... Ayudo al Tío Lanos a palear turba para la forja, la sacamos de la turbera que hay junto al bosque. El herrero la usa como combustible y a veces me deja mirar cómo fabrica cosas de hierro... - ... he hablado mucho, siempre me pasa, ¡maldita sea! No sé si esta voz viene de algo maligno, debo tener más cuidado.

Nombre: Berod

- Descripción física: En la aldea dicen que soy grande, y los que quieren fastidiarme, me dicen gordo directamente. Mis tíos dicen que soy "de huesos anchos"; pero a mí me da igual lo que me digan, sé que en una pelea puedo con la mayoría de los chicos de mi edad, y con muchas que son más mayores. Creo que tengo 18 años, pero mis tíos no están seguros porque soy más alto que muchos de los que nacieron en mi año. Puedo andar y cargar cosas pesadas sin cansarme mucho, así que siempre he ayudado a mi tío paleando y cargando turba para la forja, y a veces a los hortelanos para ganar unas monedas más en época de cosecha.

Como soy grande, a veces me cuesta moverme sin tirar algo al suelo. Por eso a menudo dicen que soy torpe y estúpido. ¡Pero no lo soy! Es que las casas en la aldea son pequeñas, y están llenas de cosas... Además, aunque tenga las manos grandes y callosas, ¡soy bastante hábil! Como le caigo bien al herrero, a veces me da piezas de hierro y remaches, y con eso y los retales que desecha el curtidor, fabrico cosas para protegerme mientras paleamos turba. El bosque está cerca, y allí hay lobos, alimañas, y gamusinos, ¡no hay que confiarse!

- Descripción psicológica: Soy un poco taciturno, y no me gusta meterme en jaleos. No me gustan las fiestas de la aldea, la gente bebe mucho y se pone idiota. Los hombres quieren pelear y las mujeres bailar, y a mí no me gusta hacer ninguna de las dos cosas. Me gusta aprender cosas, y aunque me cuesta al principio, luego no se me olvidan porque me invento canciones para contármelas mientras paleo turba. Así es como me he enterado de cómo se llaman muchas de las herramientas del herrero y para qué sirven, y qué cosechan los hortelanos, o qué raíces y tallos comen cuando la cosecha no es suficiente.

Según dicen algunos en la familia, un antepasado de mi padre era de fuera del pueblo, aunque no les gusta hablar del asunto. Tener sangre de forastero es una irregularidad, y a nadie con el mínimo sentido común le gustan ese tipo de excentricidades.

- Oficio: Soy paleador de turba y mozo de cuerda. A lo mejor por eso soy grande, o quizá me dieron ese trabajo porque soy grande, la verdad es que no me acuerdo. Casi todo mi tiempo se reduce a palear turba en la turbera junto al bosque, apilarla para que se seque, y transportarla donde sea necesaria, especialmente en la forja. Otros aldeanos la usan para calentar el hogar o hacer pan... pero el herrero es el que más nos pide porque la forja la devora noche y día.

También ayudo en las huertas y transporto cosas los días de mercado cuando me lo piden, y a cambio, los hortelanos y los tenderos me dan una moneda, verduras o cosas así.

- Contactos: No tengo mucho trato con la gente de la aldea, salvo por los tíos Lanos y Molga, y mis primos Roder y Farlia. Tenemos otros parientes en la aldea, pero la mayoría son muy viejos y sólo los vemos de vez en cuando. No tengo padres. El Tío Lanos dice que cuando era muy pequeño, hubo un invierno muy duro que trajo fiebres, y murieron de eso. Pero no me lo creo del todo... algunos parientes murmuran cosas sobre ellos... que se fueron, o que mi padre se fue y mi madre se murió de pena, pero tampoco me lo creo. Nadie se va de la aldea, eso es de gente rara.

Aparte de eso, me llevo bien con el herrero y su aprendiz, son amables conmigo y me explican cosas de vez en cuando. También están Rupert, el chico que nos ayuda en la turbera al Tío Lanos y a mí a menudo; y Trea, la hija del tabernero. Son simpáticos y me gusta estar con ellos, pero me cuesta soltarme... ¡Rupert sabe de todo! A veces me gustaría ser más como él, siempre dispuesto y valiente... Y Trea tiene algo... Te mira con mucha intensidad y me resulta difícil hablarle mirándole a los ojos, ¡tiene mucha fuerza en ese cuerpo tan pequeño!

Mi nombre es Trea, significa fuerza o intensidad, cuando me lo pusieron no respondía a ninguna tradición en mi familia, era simple y llanamente, porque incluso antes de nacer ya era un poco “revoltosa”

Mis padres tienen la taberna de la aldea, así que, convivo entre borrachos desde que tengo uso de razón. Lo bueno es que conozco a todo el mundo, con más o menos relación, pero de vista me suenan seguro. Mi estatura es un poco pequeña, por eso hasta que no siga creciendo no me dejan servir, no llego bien a la barra. Por ahora me toca la peor parte, limpiar y recoger las mesas, aunque desde hace un par de semanas, me están enseñando cómo hacer la mejor cerveza de la aldea, tampoco es difícil, porque no hay nadie más que la haga, pero aún así, una motivación habrá que tener.

A mí lo que de verdad me gusta, es preguntarles a los pocos forasteros que paran a descansar, de dónde vienen y qué hay más allá del bosque. Tengo una curiosidad tan grande por explorar lo que debe haber más allá, que no puedo conformarme en pensar que el mundo se reduce sólo a la aldea. Sé que a veces puedo ser bastante pesada e insistente y que el leñador y el cazador intentan esquivarme cuando me ven aparecer rondando por su mesa, en busca de nuevos relatos acerca de lo que se han encontrado en el bosque, ahora mismo son mis ídolos.

Sé que nadie toma en serio a la hija de un tabernero pero, sinceramente tengo serias sospechas de que los mayores tienen un complot para que los jóvenes no sepamos nada de lo que hay ahí afuera. Estoy convencida de que cuando los jóvenes llegamos a una edad adulta, los mayores se reúnen con nosotros para hacernos parte de la conspiración y quitarnos toda idea de salir porque si no, ¿quién los cuidará?

Lo que ellos no saben, es que yo soy muy lista y estoy todo el día reuniendo pistas, tarde o temprano lo descubriré.

- Ehh ehh, acertijos extraños no, aquí no gustamos de eso. Y menos de alguien tan extraño. O eres o no eres, pero si quieres ayudar, anda, consígueme comida para hoy. 

HISTORIA: Es que claro, yo soy Rupert, y eso, en este pueblo, significa el chico para todo, pero que no es de nadie. No mentía cuando dije que no sabía quien me llamó así. Que yo sepa, no tuve padres. No no, ninguno. A ver, tampoco es que haya nacido como una mala hierba a la orilla del camino, pero que nadie los conoció. Sencillamente, ahí estaba. Dicen que la anciana señora Thumbs me crió los primeros años, pero murió. Luego no tuve donde quedarme, así que me debí encontrar la forma de vivir. Así me conocen todos como el "chico para todo". La familia Hebez me deja un trastero. Está compuesta por el señor Ruy, que no está muy de acuerdo, la señora Prais y su hija Dísi (que es preciosa y siempre hemos tenido mucha afinidad), y debo cuidarles y repararles el gallinero a cambio, pues venden los huevos y repostería hecha con ellos. Algún día de fiesta me dejan tomar un huevo y están riquísimos. 

Pero tengo que buscarme de comer, así que desde pequeño hago de todo. Voy al río y cojo un par de cangrejos, trabajo con el buenazo de Berod en la turbera por un trozo de pan y de queso, descargo en la posada con Trea por un plato de sopa, llevo cartas o comidas a los soldados a cambio de un poco de harina para unas gachas, cuido ovejas por un poco de leche, o ayudo en las cosechas a cambio de un poco de grano. Cuando alguien quiere construir algo, ahí estoy yo, a cambio de comer, y a veces, de un trago de cerveza mala y pasada, que sabe a gloria a mi paladar. La verdad, se vive bien, aunque a veces preferiría ser un soldado. Pero nunca me han aceptado, aunque lo he intentado. El capitán no parece querer a un chico tan joven como yo, o a saber qué. 

DESCRIPCIÓN FÍSICA: Tanto trabajo de todo tipo, ha hecho que sea medianamente fornido, aunque estoy algo menos ancho de lo que correspondería, por haber comido de menos. Soy rubio, y suelo cortarme el pelo corto, para que no me moleste al hacer trabajos duros. Ojos verdes oscuros, cara con la piel clara con algunas cicatrices de los trabajos, y manos curtidas. Mi altura es media, aunque un poco más de lo normal, porque en las fiestas casi siempre veo las calvas de los hombres mayores desde arriba. Suelo vestir con lo que me he ganado con el tiempo, algunas ropas verdes y pantalones de trabajo, desgastados y algo rotos. Llevo alguna herramienta, como una pala, una hoz. Si físicamente tengo algún problema es que no soy un tipo rápido corriendo. No, definitivamente no. Saltar, cargar... 

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA: Soy alguien resistente, he dormido casi al raso en ese trastero de los Hebez, y no me achanto ante las condiciones climáticas. Soy un tío que siempre interviene, que intenta llamar la atención, que quiere ser protagonista. ¡Narices! Es la forma que tengo de comer. Me gusta comer, porque se lo que pasa si en ocasiones no lo haces. De hecho, improviso en ocasiones cualquier tipo de cosa, de herramientas a canciones, para ver si se puede llamar la atención. De hecho, esa forma de ser hace que a veces esté menos atento a las cosas, y me despiste.

OFICIO: Pues lo que me den. Un poco de todo, claro, todo pequeñas chapuzas. Si tienes algo que hacer y necesitas carne de cañón, soy tu persona. 

CONTACTOS: Pues sobre todo la familia Hebez, y todos los muchachos de nuestra edad, aproximada, desde Berod y Trea, hasta Dísi Hebez y Joymer, hijo de un soldado. Luego claro, todos me conocen, pero muchos de ellos hacen como que no existo, hasta que me necesitan. 

Berod
Así que eres grande, fuerte y resistente, pero poco ágil y torpe. Sin embargo eres hábil con las manos y tienes buena memoria. Ya que pasas tanto tiempo con el Herrero y su aprendiz, ¿cómo se llaman? Tus puntos flacos pueden ser la timidez y la cobardía, según parece, además de la torpeza.

Trea
Dices que eres revoltosa, pequeñaja, menuda pero llena de energía. También muuy curiosa, ¿tanto que oyes conversaciones ajenas? Tanto que inoportunas al Cazador y al Leñador, ¿cómo se llaman? Dudo que hayas visto a muchos forasteros, son más bien pocos los que vienen a Adalas; o ninguno. Al parecer también eres algo mentirosa. Sobre ese complot que dices tienen los adultos sobre no slair de la aldea ya hablaremos...

Rupert
Alto, fuerte, ¿guapo? ¿Eres guapo? Te gusta ser el centro de atención, ¿no? No entiendo lo de poco ágil, lo de no saltar ni correr, al verte no lo diría. Me preocupa que no tengas un oficio, pero ya veremos qué tareas podemos encomendarte. Lo que me tranquiliza es que parece que sabes buscarte las habichuelas, con tu labia, con tu disposición a hacer todo tipo de tareas, la familia Hebez debe estar contenta contigo.

A los tres me gustaría preguntaros, ahora que os conocéis mejor, qué pensáis los unos de los otros. Sois amigos, eso lo sé, y no os importaría vivir alguna aventura juntos, o hacer alguna trastada. Pero, ¿qué os une? ¿Cuál es vuestro pasado en común?

-Ehh, eh, señor charlatán, lo de ser ágil o no ni te va ni te viene. Corro poco, pero tampoco nunca me preocupé de ello, en el pueblo no hace falta. Lo de saltar pues oye, no es tampoco muy típico, aunque diría que salto mejor que la velocidad que tengo. Oye, simplemente, no hay prisa... Aunque quizás sea que no como todo lo que debiera... A lo mejor soy mejor ahí de lo que pienso... Voy a probar...- Intento hacer unos sprints, y me canso, pero diría que es algo decente. Doy unos saltitos tontos, y me salen bien. (1 agilidad) - Diría que si puedo correr, oye... ¿A eso lo llamarías correr? -pregunto a la voz.

De todas formas, soy un hacha charlando con la gente, ¡tengo que ganarme la vida! (2 carisma), aunque yo diría que si, que soy guapo, y eso ayuda... ¡Aunque siempre voy asqueroso! Lavarse a veces es imposible con tanto que hacer... Desde luego, soy fuerte,(1 en fuerza) aunque no tanto como mi amigo Berod. ¡Y ya te dije de que lo conocía! De vez en cuando cargo turba con él, a cambio de comida del herrero. Si si. El aprende cosas de herreria, y yo pienso como usarlas para ganar algunas comidas extras cuando él me lo cuenta (1 ingenio). Claro está, el las lleva a cabo, no soy hábil, pero si muy ingenioso. Y claro, Trea es la que me coge esas cosas que hace Berod y se me ocurren a mi, y me dice como como y a quien ofrecérselas. De ella aprendo a observar y ver a quién le puedo dar en trueque los cachivaches por algo de comer. Si. ¡Aunque ella es la que lo ve todo mejor!

- ¡N-No soy torpe, sólo soy grande! - Las palabras del mago me molestan... mierda, me he dejado llevar y noto la cara latirme de rabia, seguro que me estoy poniendo rojo como un tomate maduro. Dice que es un sabio, ¡pero no me conoce nada de nada! - Eh... además, no soy cobarde. No me gusta pelear, eso es todo... Si tengo que hacerlo, lo hago, pero no me gusta hacer daño a los demás si puedo evitarlo. Prefiero que se cansen lanzándome golpes y después derribarlos de un empujón. (2 Fuerza, 1 Resistencia). No sé si este mago además de hablar en mi cabeza puede mirar dentro de ella como los demonios, tengo que intentar calmarme...

- El herrero se llama Beleg, y su aprendiz es Tome. Beleg es bastante anciano, debe tener por lo menos cincuenta años... y Beleg creo que es un poco más mayor que yo. Pero es difícil saberlo, porque los dos están casi siempre cubiertos del hollín que suelta la forja. - Muy bien, lo estás haciendo bien, Berod... Ahora, no le cuentes más de lo necesario.- De vez en cuando me enseñan cómo fabrican algunas herramientas, trozos de armadura y armas para los soldados... son muy majos y creo que les caigo bien. Así he aprendido a fabricar algunas cosas... bueno, y con ideas que se le ocurren a Rupert. Es muy ingenioso, pero siempre quiere hacer las cosas muy rápido y se impacienta... pero a mí me gusta dedicarles tiempo. Así aprendo mejor, voy despacio y me voy contando lo que hago con cancioncillas... (1 Habilidad, 1 Sabiduría) - Vuelvo a notar la cara encendida, igual el sabio piensa que lo de las cancioncillas es una estupidez, ya no soy un crío... Dice que quiere saber lo que me une a Rupert y Trea. ¡Estas preguntas son del todo extravagantes!

- Mmm... Sobre Rupert y Trea... Pues siempre han estado en la aldea, como yo. Me gustan porque me hablan bien y creo que les importo. Sí, son mis amigos. - Al pronunciar esas palabras, noto cómo el calor de mis mejillas se desplaza a mi pecho. Me siento bien, confiado... - Una vez, cuando Rupert y yo éramos pequeños, los cuatro hijos del molinero vinieron a la turbera a meterse conmigo. Me decían chancho-seboso y otras idioteces... Pero Rupert empezó a reírse de ellos, y les dijo que si fueran un poco más feos su madre los habría confundido con una mierda de perro y los habría echado a la letrina, ¡y nos partíamos de risa! Entonces se cabrearon y fueron a por él. Pero al verlo en peligro me volví como loco... no recuerdo muy bien qué pasó, pero entre Rupert y yo pudimos con ellos y dejamos sin conocimiento al más mayor, el imbécil de Rold. Desde entonces, siempre le he tenido mucho aprecio...

Trea... no sé, es muy diferente... ¡pero es muy buena! De vez en cuando, cuando su padre no mira, nos deja probar su cerveza sin cobrarnos. Me gusta mucho verla cuando vamos a la taberna, pero nunca sé muy bien de qué hablar con ella... Siempre quiere hablar del "exterior", ¡y tiene tanta energía...! Cuando te mira es como si te traspasara con los ojos, no sé cómo explicarlo... De lo que estoy seguro es de que posiblemente es de las personas más listas de la aldea.

Posiblemente he vuelto a hablar demasiado... Siempre me pasa, ¡siempre! Cuando me pongo nervioso me pongo a parlotear cosas estúpidas como una cotorra... No sé por qué podrían interesarle estas tonterías a ese sabio... 

Si, mi intención era un poco no hacerme el tipo guay ,guapo y atlético, pero no queda más remedio. Oye, que  de todos modos se resolvió bien, ahí, haciendo una carrera de prueba :) jajaja

-¡Cómo que ando escuchando todas las conversaciones ajenas!- respondo ofendida a la voz.

Miro al suelo y un poco avergonzada, bajo el tono y digo en un tono casi inaudible - sólo las que me interesan-

-Verá usted Señor Mago, cuando el cazador que se llama Odo y el leñador que es Drake coinciden en la taberna y se ponen a charlar, tenga por seguro que intento revolotear a ver si puedo pillar algo (Agudeza 2), pero no soy ni chismosa ni mentirosa, sólo que, a veces, la realidad me resulta un poco...aburrida y tal vez, sólo quizás, la maquille un poco. (Ingenio 1) Es algo que hago desde pequeñita, mis padres Edith y Aland, me lo decían y regañaban porque me inventaba unas historias de lo más surrealistas, teniendo en cuenta que nunca salí de aquí, ellos no se explicaban cómo podía tener tanta imaginación si no había visto más que mesas, sillas y cervezas.

-Y por cierto, ¿qué tiene que contarme acerca del complot de los mayores? Si es tan sabio seguro que algo sabe...- y entrecierro los ojos como intentando escudriñar algo en el ¿aire?

Al ver que no hay respuesta, mi impaciencia hace que continúe hablando – Sí, por supuesto que conozco a Rupert y a Berod, ya le he dicho que conozco a todo el mundo. A veces vienen por la taberna, que es donde suelo verlos porque yo siempre estoy allí. Rupert es un chico muy listo y buscavidas, me gusta echarle una mano, y con cualquier cosa que me entero le aviso, es un buen trabajador. Aunque es muy mono, va muy poco arreglado y claro, así la hija del señor Ruy, Disi nunca se va fijar en él con otros ojos, pero estoy convencida de que él está coladito por ella. Tras unas cervezas (Habilidad 1) las cosas se ven más claras y a la gente se le empieza a soltar la lengua y yo claro, estoy desarrollando un don especial de escuchar y adivinar (Sabiduría 1) Ejem..bueno...tal vez sea, preguntar e insistir, da igual, como sea, lo sé.

Y Berod es muy amable y me escucha sin interrumpirme, aunque a veces, tengo la sensación de que le hablo muy rápido y que ha dejado de oìrme, pero como es muy educado no dice nada. Lo cierto es que le doy un poco la tabarra con lo del complot, le intento poner al día para ver si él se ha enterado de algo, pero no suelta mucho, es de pocas palabras. Me gusta elaborar un plan con ellos, me gustarían de compañeros de viaje. Aprovecho que se han bebido unas cervezas y les hablo que un día saldremos y nos iremos por ahí, ellos me asienten con la cabeza y me piden que les rellene el vaso, doy por hecho que quieren seguir escuchándome, aunque no digan mucho, sé que confían en mí-

Vaya, creo que no deberíais hablarme así. No siempre estaré en vuestra contra, a veces os ayudaré. Creo que no tenéis muy claro mi papel en todo esto.

Pues ya os hemos puesto números. Sólo faltan algunos últimos detalles y estaremos listos para empezar: Habilidades, Equipo y Vínculos.

Habilidades. Para no complicarlo mucho os voy a proponer unas yo, decidme si estáis de acuerdo o no:

Equipo. Son vuestras pertenencias, tampoco tenéis mucho. Mirad vuestras fichas para ver las cartas con las que empezáis, vuestras ropas, algo con lo que defenderos de las ratas y poco más... podéis proponerme más cosas, pero no olvidéis que no sois más que pobres y sencillos aldeanos.

Vínculos. Esto es importante, es lo que os une, lo que os cohesiona. Debéis escribir un vínculo para cada Personaje, osea, cada uno debe escribir 2 vínculos. El único requisito es que pueda resolverse, ya que al hacerlo ganaréis algo. Puede ser ayudar al otro a conseguir algo, o devolverle un favor, o saldar una deuda... lo que se os ocurra. Proponed.

Ej: Quiero acompañar a Trea más allá de las montañas que podemos ver en el horizonte. Berod me salvó la vida una vez, debo salvársela yo a él. No descansaré hasta que Rupert llegue a ser soldado. Cosas así...

- O sea, que a veces hasta nos vas a ayudar, ¿no? Genial, genial. Oye, ¿Y una casita con un huerto y unos cerdos, y así puedo comer tranquilo todos los días no te parece que sería adecuado? Con tu capacidad de crear mundos... oye, ¿porque no? ¿No me harías el favor? (Tirada de engatusar al máster) . Bah, no te veo por la labor... Bueno, bueno... - miro a mis compañeros, y pienso que mis habilidades deberían haber bastado para convencer a este loco que nos habla, pero bueno, si no, sencillamente le miro y le sonrío, y le agradezco su presencia. 

- A ver, que si, que me gusta mucho mi pala. Claro, que estaría bien una espada, y un escudo, y una armadura, pero oye, un lugar para dormir y un petate donde acostarse, es bueno, no puedo quejarme. La verdad, me ha ido bien hasta ahora, así que soy feliz con ello. Lo único, que no te olvides de mi pequeña bolsa para llevar los recados, una especie de mochila casera, que me hizo la costurera del pueblo, Lupa, por un recado, y donde llevo pues las cosas delicadas y demás si me mandan recados de ese tipo. Oye, siempre viene bien.

Me encogí de hombros, señalando a mi bolsa, de remiendos de tela, y con un par de tiras de tela reforzada como asas para la espalda. La verdad era muy útil, aunque estaba casi tan sucia como yo, pero claro, para llevar a veces las cartas que me pedían, o algunos sacos de harina, era útil, para llevar de más. 

-Por cierto, Trea, a lo mejor este mago nos ayuda a poder salir de aquí, y ver qué hay fuera, y si hay una verdadera conspiración. Yo creo que si. Y esa sería una gran oportunidad, Berod, de demostrar que no eres un cobarde, y que en ti hay un gran espíritu, ¡Y así no se meterán más contigo! 

-Psss si no se puede pedir más...bueno, me gustaría que mi falda tuviese varios bolsillos secretos pero que quedasen ocultos tras mi mandil- total por pedir que no quede, lo mismo cae.

-Le debo una a Berod porque un día que estaba limpiando los dichosos barriles de cerveza, estaba tan enfurruñada con la tarea que me impusieron mis padres, que para acabar antes limpiaba rápido y sin cuidado. Hasta que hice saltar uno de los lados de la pieza del grifo. Sólo de pensar la que me iba a caer, casi muero de miedo. Tuve la buena fortuna de que justo, Berod vino a verme a la taberna. Cuando me vio tan apurada y le conté lo que me pasaba, observó detenidamente el estropicio y se fue con la promesa de que antes de que terminase de limpiar el barril estaría allí con la solución. Fue la vez que más tardé en realizar mi trabajo, haciendo tiempo para que volviese mi amigo. Regresó con una pequeña pieza que su amigo el herrero le ayudó a fabricar, la colocamos y hasta hoy día nadie se ha dado cuenta. Es lo más importante que nadie ha hecho por mí, así que estaré en deuda con él siempre- me quedo pensativa en que casi es como si me salvase la vida.

-Con Rupert también tengo algo pendiente, él colabora en mi investigación. Cuando pasa por la taberna y ese día están los soldados, me hace el favor de sacarles conversación e información valiosa para mí. A mí no me caen nada bien, sobretodo, porque he intentado hablar con ellos, pero claro, no me toman en serio. Así que, me aprovecho de la capacidad para socializar de mi amigo y a cambio, yo le relleno la jarra- hacemos un buen equipo.

-Por cierto, Trea, a lo mejor este mago nos ayuda a poder salir de aquí, y ver qué hay fuera, y si hay una verdadera conspiración. Yo creo que si. Y esa sería una gran oportunidad, Berod, de demostrar que no eres un cobarde, y que en ti hay un gran espíritu, ¡Y así no se meterán más contigo! 

Rupert ¿y qué tienes que ver tú con eso? ¿Cómo te afecta a ti? ¿Quieres decir que acompañarás a Trea hasta descubrir qué esconden los adultos? ¿Y también que ayudarás a Berod a demostrar su valor, a superar su cobardía? Eso puede llevaros meses o años...

Y Trea, está claro que a Berod le debes un gran favor, más conociendo el talante de tus padres. Con Rupert no lo tengo tan claro, él te ayuda a sacar información a los soldados, y tú le devuelves el favor con cerveza, no veo que haya nada pendiente ahí...