Partida Rol por web

— Recuerda la inyección — Al ver que lo que fuera controlaba a Sandra volvía a intentar su truco de los ojos imposiblemente abiertos, Robert no pudo menos que intentar recordarle a su compañero que tenía forma de dormirla.

— Y si tienes algo para venderle lo ojos, adelante. Creo eso será tan importante como atarla — añadió mientras sus propios ojos recorrían el tablero de la Cira atentos a que ninguno de ellos mostrara nada extraño "Por lo menos no veo ninguna luz roja" se planteo a si mismo antes de volver a observar el ingreso de Karl al laboratorio.

— Y supongo que luego deberíamos llevarla a la sala de hibernación de la Hécate. Y a Doble-R también. Cuando alguien venga a relevarme trataré de asegurarme que él sigue siendo él mismo. Con un poco de suerte lo que sea que esta causando problemas no puede permanecer en más de un cuerpo a la vez — se explicó mientras trataba de idear algún medio para asegurarse que la mente de alguien dormido no estuviera dominada por ninguna fuerza extraña

Frente a la compuerta aún cerrada, Valerie apoyó la espalda contra la pared, el arma desenfundada y rogando no tener que usarla. Odiaba cualquier uso de la fuerza, cualquiera, pero había visto esa cosa, la había sentido hurgándole el cerebro, y no quería volver a sentirla. 

Escuchó el comentario de Robert, y enarcó las cejas.

— ¿Crees que realmente sólo puede ocupar un cuerpo a la vez? Ojalá tengas razón... 

Ella no lo tenía tan claro. Recordaba las anotaciones del piloto suicidado, y las referencias acerca de sueños compartidos y la presencia que todos los tripulantes y científicos de la Hécate decían que habían notado. Y su propia experiencia. Había intentado parasitarla a ella, y probablemente a Karl, y lo había conseguido con Doble-R y con Sandra. ¿Secuencialmente...? 

Karl ya estaba en el laboratorio secundario a escasos metros del cuerpo flotante de Sandra.

Por su parte Robert revisaba todos los controles de la Cira, asegurándose de que la situación seguía bajo control, mientras imaginaba alguna manera de saber si alguien era quien decía ser. Le recordaba a viejas historias de posesiones fantasmales o películas de bajo presupuesto sobre encuentros con aliens que robaban la mente o cambiaban cuerpos. El viejo mito del doppleganger. La verdad es que no se le ocurría ningún método eficaz - o mejor dicho científico - para corroborar quien era el que estaba dentro de un cuerpo. Salvo un análisis psíquico. Pero según los informes de la expedición ninguno de los presentes tenía valoración de psíquico dentro del Cuerpo de Expedición¹.

— La verdad es que no estoy seguro, pero por lo menos, por ahora, pareciera que no lo hizo. Es cierto que nos dedicamos a dormir a cada uno de los que fue parasitado, pero no hemos visto que intentara parasitar a mas de una persona en simultáneo — El médico le contestó a la científica sin darse cuenta del verbo que había inventado, y adoptado al hablar —

— Pero si nos aseguramos que Sandra... ¿será realmente Sandra? esté dormida, quizás podamos dedicarnos a conseguir la información e irnos de aquí. Reconozco que me gustaría intentar despertar a Doble-R par ver si es el mismo, pero creo que será más seguro que siga dormido hasta que podamos hibernarlo en la misma Hécate. Y que siga así hasta que pueda venir alguien con más conocimiento de de los efectos mentales, alguien que sepa como evitar la propagación de ese parásito y venga aquí a terminar lo que estamos haciendo. Aunque lo que hagamos solo sea dormir a los parasitados —

Todo estaba oscuro de nuevo, pero ahora habia un cambio. Se escuchaba una especie de siseo rítmico, con cadencia, apagado, muy lejos, y aquellos aullidos demoniacos habían desaparecido.

Recordó la caída. Un miedo irracional a que sucediera de nuevo la despertó por completo, poniéndola alerta, temiendo que aquello se volviera a repetir. Escuchó atenta, intentaba traspasar la oscuridad con su mirada y, fue consciente de lo cansada que estaba.

Aquello la sorprendio. ¿Cansada?Agotada. Pero aquella sensación provenia de aquel ser, de su cuerpo alli en la Hécate, o solo de su mente en aquel vacío. No podia saberlo, todo se mezclaba en su mente. Una reacción emocional a aquella pesadilla, estaba segura.

Sintió el impulso de girarse y llamar a Summer. ¿Habría el sentido también esa caída? Pero chocó con algo, algo le impidió hacer el movimiento. Contuvo la respiración ante aquel obstáculo inesperado y aquel siseo....se detuvo. De repente, su mente procesó la informacion que comenzó a llegarle como un tsunami.

El roce del traje en sus manos, en su cuerpo, la presion del casco, el siseo que volvió y reconoció como su respiración. Rapida y agitada ahora. Sintió a su cuerpo acelerarse hasta que escuchaba en sus oidos sus propios latidos.

¡Habia vuelto!

Fue consciente de que podia ordenar a su cerebro que abriese los ojos. Y, poco a poco, respondieron.

Delante de ella estaba el laboratorio, abierto en canal al espacio profundo. La Cira estaba sobre su cabeza. Ella flotaba, suspendida en la nada. Pero una nada conocida. Era todo tan bonito. Era tan bonito sentirse viva.... Y, alli, frente a ella, su mirada borrosa le devolvió la imagen de Karl.

Los ojos de Sandra se abrieron lentamente. Se quedó un instante mirando al laboratorio. Después, lentamente, miró a la Cira sobre ella, como si ambas cosas fueran especiales, nuevas, sorprendentes.

Lentamente devolvió su atención al frente y, solo entonces, se percató de que Karl esta alli.

Sonrió, mirándolo. Y Karl pudo ver que estaba llorando.

Lo miró durante un instante, y después desvió su mirada, buscando algo en su casco. ¿Quizás buscaba reactivar la comunicación?

Tenía tanto que contarles. Tanto de lo que advertirles....

Se sentia lenta pensando, lenta moviéndose... Era como si todo fuera el doble de complicado.

Mientras se aproximaba a la Hécate a través del vacío, Karl pudo ver que Sandra despertaba y notó un escalofrío de alarma. Pero un momento después, también sintió alivio. Más del que hubiera esperado...

Miró su mano derecha, en la que aún llevaba el sedante que Robert le había entregado. Por un momento, la idea de soltarlo y dejar que se perdiera en el espacio rozó su mente. Lo agarró con más firmeza.

—Sandra... ¿Me recibes? No te muevas de ahí.

No quería hacerlo, pero todos sus instintos le gritaban que debía sedarla. Por el bien de todos, tenía que hacerlo. Pero esos ojos... y esas lágrimas... ¿Realmente era necesario? ¿Y si otra vez era la Sandra que conocían...?

—No te muevas —repitió—. Todo va bien...

En su fuero interno sabía que la amenaza estaba sobre sus cabezas, muy cerca de ellas, esperando a caerles encima... y tragárselos.

Pero las palabras de Karl, o más bien su tono, no hablaba de defenderse. Sino de humanidad, de... cariño. No iba a hacerlo. 

¡Karl! ¡Vamos!

Rogó en silencio. El soldado debía romper el hechizo como fuera.

Sandra conectó las comunicaciones de su casco y la voz de Karl inundó todo su traje, haciendo que diera un respingo por la sorpresa.

...muevas. Todo va bien.

Lo miró y asintió varias veces. Sabía que él tenía experiencia en aquel tipo de rescates en el espacio, asi que no estaba nerviosa.

-No sé donde está ahora era cosa, quiso saltar de mi a ti, Karl, pero algo pasó y no lo consiguió. Pero es importante, he hablado con Summer, hay otro de esos seres dentro de él, en su cuerpo, no hay que despertarlo...

Miró a su alrededor, tanto como le permitía su casco.

-¿Donde está su cápsula? -dijo, con un claro deje de miedo en la voz.

La voz de la técnico, por un momento, relajó al médico. Sin embargo rápidamente recordó con que naturalidad Doble-R había hablado con ellos, aparentemente dueño de su cuerpo, aunque en realidad no fuera así.

Sin embargo Sandra era uno de ellos. Una compañera. Y decia estar en control de su cuerpo. No le gustaba en lo más mínimo la idea de tener que abandonarla junto con Summers y quien fuera que estaba infectado.

— Sandra, lo siento. Esas... cosas... ya nos demostraron que una vez que afectan a alguien pueden simular no estar allí. Queremos confiar en ti, pero... — Tras un momento de dudas tuvo una idea — Karl, deja la jeringa y aléjate. Sandra, si realmente eres tú, inyéctate tu misma. Es solo un sedante. Te llevaremos a una de las cápsulas de la Cira y te despertaremos dentro de ella. Si realmente eres tu no habrá ninguna señal extraña en tu electro y podremos despertarte del todo. Sino... lo siento, si no eres tu te deberemos dejar en la Hécate dormida. Tu decides. Si realmente eso que te intentó controlar no está más contigo, puedes sedarte tu misma. Si no lo haces, sabremos que no eres tu —

Con todo más allá de sus palabras algo molestaba a Robert. Si el parásito había salido de Sandra y no había podido afectar a Karl... donde es que estaba en ese momento? O acaso Karl había sido infectado?. O Valerie? O incluso el mismo?

Casi sin darse cuenta abandonó el puente y corrió donde habían dejado a Doble-R, desesperado por verificar si seguía dormido.

Robert se dirigió hacia donde habían dejado a Doble-R y comprobó, con cierto alivio, que seguía dormido. Era lo normal con el efecto del sedante, de hecho debería permanecer dormido mucho tiempo, pero a estas alturas ya nada le parecía seguro.

Por las holopantallas todos observaban las reacciones de Karl y Sandra... incluso ellos mismos.

Sandra abrió los ojos como platos mirando lo que llevaba Karl en su mano.

-¡JODER! ¡Me ibais a pinchar eso!-exclamó. No sabía si asustarse, si impulsarse lejos de allí o, simplemente, confiar-Menudo recibimiento, yo también os he echado de menos.

Suspiró. Estaba tan cansada...

Pero sabía lo que sentían hacia ella. Ella lo había visto todo, lejos de su cuerpo, en aquel terrorífico lugar donde aquel ser había confinado su mente, pero no la había privado de sus sentidos que seguían en su cuerpo. Los había podido oir y ver como si estuviera en su cuerpo, pero sin estar. No había sido dueña de sus acciones, había sido una mera expectadora de lo que aquel ser había querido hacer. Había llegado a pensar que aquel estado no acabaría, que no moriría, que vagaría eternamente en aquella nada.

Miró a Karl. No parecia que estuviera manejado por aquella cosa. ¿Robert? Sonaba como él. ¿Val quizás?

-De acuerdo. Entiendo que no confieis en mi-fijó su vista en Karl-Pero prométeme que me despertaréis lo más rápidamente posible. No me dejes dormir... no me abandonéis en la Hécate...-dijo sin disimular su miedo-No despertéis a Summer, una cosa de esas está dentro de él. Cuidado con Val, no ha dicho ni palabra aún... Y no me voy a pinchar yo esa mierda, odio las agujas. Asi que te toca a ti machito.

Tendió su brazo a Karl.

- No. Ne estoy infectada. Lo intentó antes, pero no lo consiguió. Y si tú ya tampoco... ¿dónde se ha metido entonces?

¿Karl? ¿Robert? O...

— Yo no! — la voz del médico surgió alta y clara por medio d los intercomunicadores — Por lo menos no creo que nada me esté controlando —aclaró — y les confirmo que Doble-R sigue dormido. Karl? —

Karl sintió un alivio enorme cuando escuchó lo que Sandra dijo. Habría sido muy desagradable tener que forzarla a colaborar, pero si estaba dispuesta a que la inyectase voluntariamente, todo sería mucho más fácil.

—No te preocupes, Sandra —dijo—. No me moveré de esta estación hasta que tú no estés embarcada en una nave de rescate, sea la Cira o sea cualquier otra. Te lo prometo.

Llegó lentamente hasta la técnico y con el brazo libre, la asió por la cintura. Miró su rostro y comprobó que parecía haber recuperado la normalidad. No pudo evitar sonreír aliviado. Preparó la jeringa... pero entonces dudó. Sandra había recobrado la consciencia... ¿y si la necesitaban? Aún estaban a tiempo de cambiar de idea.

—Chicos —dijo por el comunicador—, ¿estáis seguros de que lo mejor es que durmamos a Sandra? Parece que esa cosa ya no la posee, y si surge algún problema técnico, sería bueno contar con ella despierta.

Tragó saliva. ¿Tendría tantos reparos si se tratase de cualquier otra persona? Pero pensar en eso no ayudaba mucho...

—Vosotros decidís —dijo por fin, con la jeringa preparada.

— No lo sé, la verdad. Quizá... bueno, entiendo tu preocupación, Karl, y también que Sandra puede ser la clave de nuestro regreso a salvo. Pero... deja que le pregunte algo antes...

¿Cómo estar seguros? Sí, parecía que ya no la parasitaba. Y era cierto que el comportamiento de Doble-R primero, y el de la propia Sandra cuando estaba dominada por esa cosa, había sido extraño. Poco... humano. Y ahora la chica parecía muy humana, cierto. Pero entonces, se repitió ensimismada, ¿dónde estaba el alienígena ahora?

— Sandra, dices que has visto como intentó saltar a Karl sin conseguirlo. ¿Dónde fue entonces? Y... Has hablado con Summers -No había tiempo para muchas averiguaciones, pero debían protegerse.- Vale. Luego nos aclaras eso. Lo que quiero saber es si esa cosa ha podido parasitar a una IA. Tú eres lo más cerca que ha estado nadie de nosotros de ese ser. ¿Qué piensas? ¿Puede haber saltado a Stocker? 

Sandra arrugó el ceño viendo acercarse a la jeringa. No le gustaban nada aquellas cosas, pero entendía los motivos aunque no le apeteciera lo más mínimo volver a quedar fuera de juego.

Pero la forma en la que la sujetó Karl cuando llegó hasta ella, la hizo sonreir, pícara, a la vez que ella se sujetaba a el pasándole su brazo por encima del hombro-No sabias como hacerlo, ¿verdad?

La voz de Val resonó entonces dentro de su casco-¿A Stocker? No, yo creo que no. Creo que necesita de una entidad viva para poseerla o como demonios podamos llamar a eso que ha hecho. Pero si está en Stocker, podemos luchar contra ella. Stocker solo es una máquina.

Miró de nuevo a la jeringa y después a Karl-Duermeme, llévame dentro, miradme el cerebro y despertadme rápido. Si esa cosa sigue ahí, estamos perdiendo un tiempo precioso- hizo una pausa, dudando, pero tenía que decirlo- Sé que no está dentro de ti, pero ojo con los demás... Cuando despierte haré lo posible porque nadie más tenga que ir a ese puto lugar del que yo he vuelto y si eso implica lanzar a la estación contra el pedrusco, lo haré. Pensad en eso también mientras me trasteais las neuronas.