Partida Rol por web

Sigo al anciano misterioso muy de cerca mientras avanzamos por la ciudad.

No dejaré que me de esquinazo.

Conforme avanzamos por la ciudad mi enfado se va convirtiendo en sorpresa.

¿Pero qué es esto?, si parece un final fantasy.

Cuando vamos a entrar en la taberna sonrio al leer su nombre.

¿Su dueño será un enano con mal carácter?

Aparto de mi mente más ideas estúpidas y me siento justo enfrente del viejo. Una vez me siento doy un vistazo a toda la taberna.

Que gente más rara.

Cuando estoy sentado me doy cuenta de una cosa, carraspeo antes de hablar.

Me parece que no me he presentado, me llamo Edgar D. Luffy.

Aunque no sé porque me presento, no sé ni que hago aquí.

Sigo al hombre, con tal de alejarme de allí... Mientras camino, contesto a Matth, aunque no creo que la respuesta le deje muy satisfecho.

-Pues sí, tengo curiosidad, pero qué le vamos a hacer...primero prefiero salir de aquí.

Cuando llegamos a la taberna, me alegro de que vayamos a encontrar a más personas, a ver si alguna no está tan chiflada como el viejo. Pero al entrar, me quedo clavada en la puerta.

¿Es que hoy es el día de carnaval, o qué?¡Porque esta gente o está disfrazada...o son marcianos! - exclamo sorprendida, con la boca abierta.

¿Acaso esto es una broma de mal gusto?

Sin saber qué hacer, me siento en la mesa del viejo, a ver si no se me acerca nadie de los "raritos disfrazados", y escucho al chico presentarse.

-Hola, yo soy Emily...y no entiendo nada de lo que pasa aquí.

Dafne sigue al anciano y a los demás quedando última pero sin perderlos nunca de vista aunque sus ojos más de una vez se quedaban embobados viendo aquel maravilloso pueblo.

- Esto es un sueño....- susurró para ella.

Al entrar en la caverna sus ojos no dejaron de mirar como esas personas interectuaban, reían y hablaban entre ellos y escuchó a la chica pensar que era carnaval.

- Puede que tengas razón... los disfraces son buenísimos...- dijo algo tímida.

Luego se sentó al lado de Edgar y cuando se presentaron él y Emily ella dijo:

- Mi nombre es Dafne.

Cuando la chica que se sienta a mi lado comienza a hablar me quedo parado unos instantes, es la primera vez que me fijo en ella tan detenidamente.

Es preciosa, presiento que es ella.

Le sonrio y me doy dos golpecito en el corazón con el puño cerrado.

Tú eres la elegida.

Es extraño, siento como si un enano me estuviera golpeando el corazón. Nunca había latido con tanta intensidad.

Permanezco callado, mirando hacia el viejo.

En un gesto impropio de mi mi ceño está fruncido y parezco estar de mal humor.

Cita:

-¿Elegida?, ¿De qué elegida hablas?, ¿Tú sabías algo de esto?-

Miro al chico para después mirar a Dafne, confuso.

Miro al chico que acaba de hablar extrañado.

¿Qué quieres decir con saber algo de esto?, si quieres saber algo pregúntale a mi hermano. Es como una enciclopedia andante.

Lo de la elegida lo decía por...

No acabo la frase, le guiño un ojo y sobre mis labios sonrientes me llevo un dedo en señal de silencio.

Es un secreto.

Sonrío al chico, entrecerrando los ojos

-¿Te refieres a que te has enamorado de ella o a que te gusta?-

Curiosamente en mi tono de voz se nota que estoy muy enfadado y nervioso, toda esta locura de viajar a otro mundo me pone histérico.

Al escuchar al chico, pongo una mueca sorprendida, que, con toda seguridad, no me queda nada bien.

Iba a preguntarle que quería decir cuando escucho a Matth reprenderle, y no puedo evitar pensar que esta situación es cada vez más rara.

Decidiendo que mi atención a la  conversación entre ellos dos puede esperar, al menos hasta entender algo, vuelvo a preguntarle al viejo.

-Oye, ¿por qué nos has traído a este lugar tan raro? Y... - intento atar cabos sueltos, intentando recordar todo lo que ha dicho el hombre desde que nos ha traído hasta aquí, y de pronto me viene a la memoria una frase que ha dicho, a la que antes no le había prestado mucha atención. pero ahora, al ver que ninguno de los que estamos aquí sabe el por qué, cobra mayor importancia.

-¿No has dicho antes que un chico se ha perdido?¿No querrás decir que hay un chico como nosotros al que has perdido, no?¡¡¡No me digas que lo has dejado con tus amigos los chiflados, lo del emeprador ese!!!

Dafne se sonroja ante la sonrisa de Edgar y en su mente sólo se encontraba la última frase de este dirigida a ella Soy la elegida... pero no puede pronunciar palabra ya que su estado de nerviosismo y rojez le impide hablar. Pero luego escucha a Emily preguntar por el chico perdido y se olvida unos instantes de sus nervios Más tardes hablaremos... al menos eso espero...

- ¿Un chico? Es verdad recuerdo que se quedó atrás... ¿Qué le pasará?

Cuando estais todos sentados, el anciano hace un gesto con la mano y se os acerca un enano con mal caracter y una barba que llega mas abajo de su gruesa cintura.

-Si, que os pongo?

-Pues yo querria una gran jarra de hidromiel... y para los niños cuatro vasos de leche de murg.

Luego el enano se va y desaparece entre el gentio.

-Pues si, es cierto que falta un chico como vosotros. Se solto cuando no debia soltarse y desaparecio. En cuanto a donde esta... me temo que no lo se. Puede que apareciera en el medio del oceano, en un desierto o algun pueblecito... o tal vez en el centro de un volcan activo, la verdad es que no tengo ni idea. De todas formas algo me dice que esta vivo.

Al poco aparece de nuevo el enano con una bandeja. Coloca sobre la mesa una enorme jarra con un liquido amarillo y espumoso y cuatro vasos pequeños con un liquido azul que os recuerda a suavizante para la ropa, pero que desprende un olor dulzon apetecible.

Sin entender demasiado bien al hombre, olisqueo desconfiada la bebida...el viejo lo ha pedidido como leche de no-se-qué, y no sé que clase de animal será ese, pero de todas formas, desprende un olor agradable, así que con cuidado, lo pruebo.

-Mmm, está muy bueno, ¿Qué clase de leche es?No lo había probado nunca. Respecto a lo del chico...si es uno como nosotros, que no sabe qué hace aquí...¿no deberías ir a buscarlo? Al y al cabo es tu culpa que se haya perdido.

El anciano mira a Emily mientras pega un sorbo a su vaso y pregunta que clase de leche es.

Leche de murg, como ya he dicho. Respecto al chico...

El hombre levanta la cabeza mirando hacia la puerta de la taberna y sonrie.

Vaya, al final no ha caido en un volcan en erupcion. Ven aqui, chico, aun no he empezado a explicar nada!

El anciano que me trajo hasta aquí está ahora junto a otras personas, me pongo a estudiarlas a todas ellas y a los que nos rodean. - Tu y tu... - Mejor me cayo o capáz que me manda a un lugar peor. Me siento en la mesa y me tomo el tobillo que me molesta, pero disimuladamente para no hacer notar el dolor. - Será un gusto escuchar las explicaciones. -

-Tú...eres el chico que este viejo chiflado perdió, ¿verdad? ¿También estás aquí sin saber por qué, como nosotros? - intentando averiguarlo yo sola, observo su aspecto, y no parece disfraado como los otros de la taberna. - ¿Qué te ha pasado cuando te has perdido?¿Te has encontrado con otro viejo chiflado, el emperador?

Sé que son muchas preguntas a la vez, pero no puedo evitarlas en esta situación...

Esperando a que me conteste, acerco disimuladamente el vaso de leche a mi bolso, para que la ardilla la pruebe...quién sabe. quizás le guste.

Aparto el vaso de leche de murg a un lado y miro al anciano

-Danos ya una expliicación, de lo contrario yo me marcho, esto es una locura-.

El anciano se echa atras en su asiento, pega otro sorbo a su jarra y se aclara la garganta.

Bueno, si, creo que os debo una explicacion.

Antes de nada, podeis llamarme Moggur. Como ya os habreis dado cuenta, no estais exactamente en vuestra realidad y esto se debe a un conjuro que he utilizado para traeros.

El caso es que ahora estais en una tierra llamada Gaia. Hace cincuenta años estallo una guerra entre la luz y la oscuridad. A dia de hoy esa guerra continua, pero el emperador Raithwall ha ido ganando terreno y ahora domina casi toda la tierra, creando caos y confusion por doquier. Hace varios años encontre un pergamino en el que habia escrita una antigua profecia que decia mas o menos lo siguiente:

"Un caminante abandonara nuestro mundo para engendrar a cinco niños cuando empiece la batalla. Solo cuando los descendientes de los descendientes  se unan contra el mal, terminaran las guerras y sufrimientos."

Me costo conseguir el poder magico necesario para viajar a traves de las realidades, sin contar lo que tarde en descifrar la profecia.

Moggur apoya sus manos sobre la mesa y se levanta entusiasmado de su asiento.

Vosotros sois los elegidos! Vosotros destruireis al emperador y devolvereis la normalidad a esta tierra!

A mi pesar, no puedo evitar reírme al escuchar lo de los elegidos. Es exactamente lo que había dicho Edgar a Dafne hace unos momentos...

-¿Has dicho Gaia?¿Otro mundo?Estás de broma, ¿no? No querrás que me crea que la magia existe... - al menos de momento, desisto de preguntarle más cosas...cada vez me doy más cuenta de lo chiflado que está.

No me gusta el tono con el que Matthew me ha contestado pero cuando iba a contestarle aparecen sucesos más importantes.

Sea como fuera, por fin he descubierto quien es la elegida.

Cuando estamos todos el viejo por fin se decide a hablar, asiento con la cabeza como si estuviera entendiendo todo.

Es curioso, no recuerdo haberme golpeado la cabeza. Pero parece que el golpe ha sido más fuerte.

A no ser que se reconquiste el mundo jugando a fútbol me parece que te has equivocado de elegido.

¿Se habrá confundido con mi hermano?

Me pongo en pie dando un puñetazo en la mesa

Cita:

Miro a Moggur y digo

-Voy a hacer como si me creyera todo ese cuento de una guerra ntre la luz y la oscuridad…aunque sea así, ¿Qué derecho tenías a traernos a este mundo?, ¿No has pensado acaso en que nosotros tenemos nuestra propia vida en el mundo que dejamos atrás?-

Exhalo el aire y trato de calmarme

"Me las pagarás por esto, viejo maldito"

-Por como has hablado de él me imagino que el emperador es el causante de la guerra y el representante de esa oscuridad que mencionabas…¿Qué debemos hacer nosotros para volver a nuestro mundo?, ¿Matarle?, ¿Arrebatarle el trono?-

El anciano escucha todas las quejas y preguntas mientras su ceño se va frunciendo a cada momento que pasa. Cuando Mathew termina de hablar empieza el, calmado pero con un rudo tono de voz.

Me parece que no me he explicado con claridad. Pensais que una vez el emperador conquiste este mundo no querra mas y mas? Hay puertas que llevan a vuestro mundo. Un mundo miserable, donde no existe la magia y donde los monstruos, o animales como los llamais alli, son mansos y debiles? Es un objetivo facil de conseguir! No solo podeis salvar este mundo, sino tambien el vuestro.

La expresion de su cara se suaviza. Se vuelve a recostar en la silla y habla mirando a Edgar.

En cuanto a lo de jugar al "fulbon" o como lo hayas llamado, no se lo que es, aunque dudo que sirva para algo. En este mundo podeis tener habilidades que en el vuestro no teneis, solo hay que puliros un poco. Si no me he confundido con lo que dice la profecia, los cinco llevais genes de alguien de este mundo, asi que supongo que podreis lanzar hechizos, y manejar una espada no es demasiado dificil.