Partida Rol por web

Liselotte abrió las puertas del pequeño piso en las afueras de la ciudad, estaba tan cansada que no se acordó de encender la luz, tropezó con algo. No era de estrañar, la casa estaba más llena de mierda que la de un fimador de crack. Llevaba semanas sin poder limpiar. Como el teniente siguiera metiendole esa caña... ya no sabía lo que era dormir una noche seguida. Pero al fin había suerte, un par de días de permiso, una visita relampago a papá para no tener que hablar demasiado con él y luego quizá un par de copas con alguna amiga si es que se acordaban de lla claro.

Lisette se miró en el espejo. El uniforme arrugado que llevaba debajo del abrigo la hacía aparentar mucho mayor. Pero seguía siendo una chica con ganas de divertirse y quizá solo quizá no dormir sola por una noche.

El sueño llegó rapido y profundo, apenas se había sentado en la cama que ya dormía profundamente.

Biiiiip.... Biiiiip... Biiiiip

Liselotte maldijo las malditas sirenas que hacían la noche imposible para dormier, arrebujo la cabeza bajo la almohada.

Biiiiip.... Biiiiip... Biiiiip

Un momento -se dijo con los ojos que le escocían y la boca pastosa-. eso no es una sirena. Es mi telefono.

Qué querrán a estas horas?

Me pregunto mientras torpemente busco el interruptor de la luz, por el camino mi mano tira la cajita donde guardo las cuatro joyas de mi madre al suelo... Mierda... Por fin encuentro el teléfono, intento mirar quien puede ser, pero no consigo abrir suficientemente los ojos como para vislumbrar algo, las pastillas que me tomo para poder dormir me dejan bastante zombie... No me gusta tener que tomarlas, pero si no, me cuesta horrores dormirme y a la mínima me desvelo.
Me acerco el teléfono a la oreja y contesto... Diga?
Biiiip.... Biiiip.... Biiiip
El fuerte estruendo casi me ensordece, teniendo que apartarlo rápidamente... Joder... Medio dormida no habia pulsado el botón de respuesta, así que lo pulso, y vuelvo a acercarme el teléfono... Diga?...

¿Liselotte?, Ya era hora cojones!! Es que no has visto lo que pasa en la calle, el inspector ha llamado a todos los agentes. Ven volando a comisaría YA!! -La voz de Joseph, su compañero de patrulla sonaba casi rozando lo histerico.

Ahora, la joven empezó a escuchar el ruido de las ambulancias y las sirenas de los bomberos en la calle. Genial. Otra noche sin dormir, solo van tres.

Si... Ya voy...

Cuelgo el teléfono sin mediar mas palabra, me levanto medio dormida y voy directamente a la ducha, no se que ocurre, pero sea lo que sea puede esperar al menos a que me de una ducha rápida, ni yo soporto mi propio olor... Mientras estoy en la ducha me acabo de despejar... Mierda, pero si tenía dias de permiso...
Me arreglo rápido, poniendome el primer uniforme que encuentro y salgo por la puerta, comprobando antes que lleve el arma, la placa y las llaves de casa... Me dirijo velozmente a comisaría...

Entro en la comisaría, extrañándome el ajetreo que encuentro, qué habrá ocurrido?
Me dirijo rápidamente hacia mi sección, y busco a Joseph con la mirada, no se donde se ha metido, veo a otro compañero y me acerco a él...

Oye, sabes donde está Joseph? Y que coño está pasando aquí?

Antes de darle tiempo a explicarse, veo salir a Joseph del despacho del capitán, así que me dirijo corriendo hacia allí...

Joder tio, que ocurre?

Joseph salía del despacho del capitán a toda prisa. A pesar de que llevaba poco tiempo en la comisaría dels distrito, Liselotte le tenía mucho cariño, él había sido el único que había aceptado ser el compañero de patrulla de la novata. Quizá al ser hispano estaba acostumbrado a ese tipo de reacciones por parte de los compañeros pero a Liselotte no le importaba, si tenía un amigo allí dentro ese era Joseph.

Joder Tía suerte que has llegado. -Joseph llevaba el mismo ritmo de trabajo que ella, pero además tenía un ninó de 18 meses y una mujer en paro, ¿como aguantaba?- Parece que esta noche se ha vuelto loco todo el mundo, hay disturbios en el barrio y saqueos a 10 manzanas de aquí, parece que eso de la luna ha sacado a todos los tarados a la calle de golpe.

Corre coño, y por la madre de dios, ponte el chaleco!

Vaya mierda de días de permiso, después de tanto tiempo ya me tocaba, joder... Lo llego a saber y desconecto el móvil...

Lo pienso, pero se que no puedo hacerlo, cuando se es policía se es las 24 horas del día. Y en el fondo siempre me han gustado las noches con algo de acción... Me dirijo a la taquilla donde guardo mis cosas personales, busco el chaleco, y salgo corriendo mientras me lo estoy colocando...

Venga vamos... Ya estoy preparada...

Lenta.

El coche patrulla salió disparado del aparcamiento a toda velocidad. Las sirenas rasgaban la tranquilidad de la noche hasta qeu poco a poco se confundieron con las de bomberos y ambulancias que habían tomado la misma dirección.

Joooder...

El coche patrulla se detuvo en medio de lo que parecía una zona de guerra, gente de la calle estaba squeando los comercios y frente a ellos había un supermercado con las cristaleras rotas (un alunizaje sin duda). En medio del caos vieron salir a un niño de unos seis años con el mango de una botella rota en la mano y cubierto de sangre.

Salgo corriendo detrás del niño, para poder protegerlo de esta guerra sin sentido, observo antes si el niño está en peligro, siendo amenazado, y cual es su actitud, la sangre me parece que es suya, así que me lanzo intentando llamar su atención para que se vaya dirigiendo hacia donde yo me encuentro...

Joderrrrr pero que está pasando aquí???

Le digo a Joseph justo antes de salir en busca del pobre niño, que debe sentirse muy asustado con toda esta locura...

El niño lanzó la botella ensangrentada contra el parabrisas delantero del coche sin dañarlo pero dejando una mancha roja justo donde detrás estaba la cabeza de Liselotte. Acto seguido el niño se lanzó contra el cristal del coche aporreando con sus pequeños puños la ventanilla. Su cara era una máscara de odio y furia.

Instintivamente al ver como el niño lanza la botella, agacho la cabeza...

Pero qué está pasando aquí???

Me lanzo e intento coger al niño por la espalda, y lo saco de allí haciéndole una presa para que no pueda hacerme daño con esos puños. No se si es por la rabia que tiene este crio pero me cuesta controlarlo, Mierda, y yo ahora que le digo? tendría que haber estado más atenta a las clases de psicología infantil...

Eiii... Pequeño, no temas... Hemos llegado y ahora nos encargaremos de protegerte... Tranquilo, aiii jo...

Me muerdo la lengua antes de acabar esa palabra que ha estado a punto de escaparse tras el mordisco sufrido en mi mano, y cuando creo que lo tengo algo dominado, miro a mi alrededor para ver como se encuentra Joseph...

En niño agarró la mano de Liselotte, los huesos de ella crujieron cuando los dedos regordetes del crío se cerraron sobre su mano como un cepo. El niño se giró lentamente hacia la policía. En sus ojos no había nada de raciocinio, solo furia animal.

Liselotte, apartate coño!

Asustada me aparto del niño, instintivamente cojo con mi otra mano la dañadan y miro hacia Joseph, en mi mirada se aprecia desconcierto, es la primera vez que me encuentro en una situación como esta, no quiero dañar al niño, pero si no se tranquiliza tendré que acabar utilizando la fuerza...

Respiro profundamente, intentando acallar los latidos de mi corazón... No pierdo al niño de vista, y a la mínima me planteo tener que pararlo aunque sea utilizando la fuerza...

La mano de Lisselotte crujió mientras la presión del niño se hacía cada vez más y más fuerte. Como siguiera asi aquel crio le iba a romper todos los huesos de la mano.
Escuchó como se habría la puerta lateral y su compañero salía a toda prisa por la puerta para hecharle una mano.

Intento soltarme la mano, con la otra mano empujo al niño mientras hago fuerza para soltarme...
Apreto los dientes para acallar un grito de dolor, me siento los ojos algo húmedos...

Mierda... Sueltameeeeee......

De repente el niño se desplomó medio inconsciente y llorando, llamando a su abuelo entre sollozos.