Rin observa aquella aula fantasmal... ¿por qué había una aula así en este instituto? ¿Y por qué les habían hecho mandar a buscar un radiocassett aquí?
¿No nos habremos equivocado de au...? - y en este momento la puerta se cerró.
Si había algo peor que estar encerrada en una clase fantasmal con sábanas que bien podían ser asesinas y con objetos que a saber de quién y para qué eran, este peor era quedarse encerrada con Suou Tamaki.
Se dirigió a la puerta, para comprobar que no se había cerrado con llave y que podrían salir en cuanto tuvieran el aparato.
La puerta no se abre, por muchos esfuerzos que hace Rin.
Así que Tamaki se situa detrás de ella, y la hace a un lado con cuidado, intentándolo él, pero nada.
Con algunos jadeos se apoya de espaldas a la puerta, pero sigue sonriendo.
Parece que nos hemos quedado encerrados. Dice inocentemente encogiendose de hombros.
Se acerca a una mesa con una sábana, y levantándola espolvorea el polvo.
Oh, vaya. He encontrado el radiocaset. Dice con una sonrisa señalando el aparato con una divertida sonrisa.
Pone la sábana en el suelo, junto a la puerta. Obviamente para que la chica pueda sentarse sin mancharse.
Él se pone delante de la puerta, y da algunos golpes. ¿Nos oye alguien? ¡Nos hemos quedado encerrados! Dice en voz algo más alta, pero sin sonar desesperado. Todo lo contrario, mantiene la calma perfectamente.
Rin se deja caer encima de la sábana derrotada. Ahora se habían quedado encerrados. Ella que siempre evitaba todo contacto físico/visual/olfativo/cercano/lo que fuera con Tamaki, ahora, va, y se quedaban los dos encerrados. Solos. Su corazón le latía tan rápido que creía que se le iba a parar en cualquier momento.
No creo que te oigan... en cuanto vean que tardamos vendrán a buscarnos... - dijo abrazándose a sus rodillas.
Lo peor de todo, es que en el fondo, estaba feliz de estar allí con Suou.
Tamaki desiste, tranquilo, y se deja caer al lado de ella, al filo de la sábana, lo suficiente para dejar un espacio entre los dos.
Sí, seguro que sí. Dice tranquilo, aún sonriendo.
Está sentado de culo, con una rodilla levantada y un brazo apoyado en ella. La otra pierna estirada.
Deja pasar unos segundos de silencio. El aula seguía medio a oscuras, apenas iluminado por un agujero de luz de las ventanas y la luz intermitente, que se encendía y se apagaba sin un patrón.
Apoya la cabeza en la puerta. Perdona si te incomoda estar conmigo. Dice con una sonrisa sincera.
Rin observó de reojo como se sentaba a su lado, eso aun la puso más nerviosa, pero no se esperaba en absoluto lo que le dijo después.
¿Qué...? - no esperaba que se notara, y si se notaba, esperaba que no fuera Tamaki quien lo notara - No... no me siento incómoda contigo... para... para nada... - empezaba a tartamudear y a parecer idiota - ¿Por qué lo dices...?
Tamaki sonríe de lado.
Estoy acostumbrado a tratar con chicas, sé cuando están cómodas y cuando no. Dice de nuevo con una sonrisa. No parecía ofendido.
No... no es que esté incómoda... es otra cosa.
Sus manos empezaron a juguetear con los cordones de sus zapatos, con las piernas flexionadas y sus dos coletas lilas cayendo a ambos lados de su cara, la cual estaba semi escondida entre sus rodillas.
Tampoco quería que pensara que se sentía incómoda con él... solo se ponía nerviosa, porque era evidente lo que sentía por Tamaki. Nunca antes lo había sentido tan fuerte por un chico, y la verdad, anteriormente tampoco había convivido, estudiado y hacerlo todo con dicho chico... si se declaraba y Tamaki la rechazaba, iba a seguir viéndolo todos los días, por eso declararse no era una opción.
Afina Ark la garganta, empezando a recitar...
"Siento que amando el amor me falla,
mas fallando en amorio, amor faltaba,
faltaba amor, fallando el amorio,
mas amando sin ser amado sonrio,
amado y amor se funden en uno,
mas falla el amor que fallando sonreian,
sonrisa de amorios en un amor que no falla,
fallando sin fallar, el amor es sonreido.
Mas sin fallar amor no saca sonrisa,
ni sonrisa sin amor, ni amorios se fallan,
no fallan, no sonrio, porque de amor,
fallando me quedo ,sin amor, no sonrio."
Tirada: 1d20
Motivo: Afinar Voz_Calentamiento
Dificultad: 9+
Resultado: 10 (Exito)
Joer, mu justo...XD, que mal.
Para ser inventada a quedado genial....XD
Ojo no confundais el Fallando o el Fallar..¿ehh?...XD
Tamaki se puso serio mientras escuchaba a la chica. Sabría encajar cualquier respuesta. Cuando finalmente la oye, sonríe como un niño.
¿No? ¿Seguro? Me alegro, Sakagami. Dice con esa sonrisa.
No me gustaría cambiar de grupo, estoy bien con vosotros. Dice con una pequeña sonrisa más nostálgico.
En serio, dime cualquier cosa que te incomode de mí. Lo dejaré de hacer. ¿Es porque te digo que eres preciosa? Dice acercándose un poco.
Rin lo miró de reojo, sonriendo como una tonta al ver que se alegraba de su respuesta... a veces le parecía que Tamaki usaba una extraña máscara con esta sonrisa bobalicona, como si las cosas realmente le afectaran pero quisiera esconderlas... o quizás es que sí era tonto de remate. A veces le parecía una cosa u otra, y fue por eso mismo que acabó colgándose de él, este extraño "misterio".
Pero cuando él se acercó un poco, ella abrió más los ojos y lo miró sin apartarse.
En realidad es porque se lo dices a todas. - decía frunciendo el ceño.
...
Y aquí, después de tres segundos, es cuando se daba cuenta de lo que había dicho. Parpadeó. Intentó tragar saliva con la boca seca. Y finalmente se levantó cogiendo el radiocassette.
Andaaaa... el radiocassette sí que estaba aquí al final, ¿eh? jajajaaa....
Idiota, idiota, idiota, idiota, idiota ToT
En un primer momento, a Tamaki se le quedó esta cara, con el corte:
Dejó el radiocassette en cuanto notó la mirada de Tamaki encima de ella... hechizada por su mirada totalmente... su boca se entreabrió mientras sus mejillas aún se ponían más y más coloradas:
Sí.
...
Digo, no, claro que no... ¿Por qué iba a querer eso? N-no... No digas tonterías, Suou.
Su mirada descendió hasta sus zapatos, mientras sus manos permanecían en el radiocassette.
Tengo la sensación que la estoy cagando por momentos...
Tamaki bajó la mirada, hasta el punto de que el flequillo y la oscuridad de la habitación el tapaban la cara, de manera que no se podía ver la expresión de su cara.
Se hizo el silencio, finalmente él mismo lo rompió.
Levantó la cabeza de nuevo.
¿¡Quéééé!? ¿¡Yo!? ¡Pe-Pero si eres tú el que siempre me lo rompe a mí tonteando y flirteando con todas las chicas que se cruzan en tu camino! ¡Eres un... un mujeriego!
Todo eso dicho señalándolo y sin poder entender porque ahora se ponía de esta manera tan depresiva... pero en cuanto se dio cuenta, se quedó totalmente congelada.
Cállate. No digas nada.
Y se mordió la lengua.
Tamaki dejó el drama de golpe, al oír esas palabras y te miró, con una expresión que nunca antes habías visto en él.
¿Te gusto, Sakagami? Te pregunta con esa mirada. Quizá algo preocupada.
Sentía que no paraban de dar vueltas sobre el mismo tema, pero aquella pregunta la dejó desconcertada del todo. Si respondía y él no sentía lo mismo, se iba a llevar un chasco, si no respondía se lo iba a llevar él.
Era buena actriz, siempre podría fingir que el rechazo no le afectaba apenas, y... llegado el caso, solo tendría que decir que solo le gustaba y que le pasaría rápido para no preocuparlo. Mientras no dijera lo muy colada que estaba de él, todo estaría bien.
No lo miró cuando respondió, dirigió la mirada hacia otro lado, apretando los puños.
Sí.
Tamaki volvió a bajar la mirada y también dejó pasar unos segundos.
Finalmente levantó la vista.
¿Te gusto? Repitió. ¿Qué te gusta de mí? Su actitud había cambiado, ya no era el tonto Tamaki que siempre era. Ahora estaba serio, y algo borde quizá. No me conoces. Dijo sentándose en la puerta, sobre la sábana, con una sonrisa burlona.
Lo mejor será, que hagamos como si esto no ha ocurrido. Vuelve a decir, con una sonrisa de inocencia.
Rin se quedó totalmente bloqueada, lo miró como si fuera un monstruo, los ojos se le inundaron en lágrimas... ¿por qué le decía eso así? A ella le había costado mucho aquello... como para que él ni siquiera la rechazara, simplemente ignorara su declaración y punto.
Se dirigió a la puerta, y sin ningún tipo de duda, le arreó una patada que abrió la puerta con un solo golpe.
Ya está abie... - y justo en este momento, el tablón que había encima de la puerta anunciando la salida de la misma, se descolgaba por el impacto para acabar cayendo en la cabeza de Rin a la misma vez que la puerta se volvía a cerrar - ...rta
Dio dos vueltas sobre sí misma y se fue a caer al suelo con las manos donde el golpe.
Tamaki se encontraba encima de la chica, con los brazos haciendo fuerza para no apachurrarla.
Tenía los ojos cerrados, y cuando la chica pudo abrir los ojos, vio como de la frente de Tamaki salía un poco de sangre hacia su ojo derecho. Y la puerta... se había vuelto a cerrar.
¿Lo ves? Esto me gusta de ti.
Dijo de repente, como si escupiera aquellas palabras, lentamente se levantó, deslizándose por el suelo para que él dejara de hacer fuerza con los brazos, y por todo aquel montón de cosas buscó la sábana menos sucia y algo de agua, con la de cosas que había no le extrañaría encontrar por allí un grifo, o incluso una botella de agua oxigenada.
Intentaba no pensar en nada, ni en lo que había pasado antes ni en lo que había pasado ahora... debía curar la herida que se había hecho Tamaki, no era plan de ponerse histéricos. Aunque el corazón le seguía latiendo con fuerza... ahora comprendía que no tenía nada que hacer con él, se tendría que conformar con amistad y punto.