Partida Rol por web

Ryoji entra en el aula y miró los asientos que quedaron libres.

Cita:

Suspiró y se acercó a Izumi. - Creo que aceptaré tu oferta de sentarme a tu lado. - Acto seguido, se sentó y encendió el ordenador. Haciendo un esfuerzo sacó algunas palabras. - ¿Sabes que vamos a hacer aqui hoy?

Se quedó mirando la puerta, como esperando que apareciera el profesor, tenía ganas de empezar.

Izumi sonríe a Kamaye y responde:

¿Servicial? Sólo intento ser amable y ayudar en todo lo que pueda. Tú también lo eres con Michelle... Me alegra que la cuides tanto.

Sonríe de nuevo mientras avanza hacia el interior de la sala y asiente a Kaji.

Me alegro. Pues... El temario de esta asignatura no viene separado por días de clase, así que no sé qué tocará hoy. Quizás aprendamos a modificar pistas de audio.

Amanece un nuevo día, y como siempre hay clase. Habían pasado ya un par de meses desde que empezásteis en la prestigiosa escuela Parakiss. Las clases habían ido a mejor día tras día. Los profesores, a pesar de parecer estar locos, hacían muy bien su trabajo y vosotros lo notabáis en vuestra magnífica y mejorada en cada una de vuestras especialidades, en las que sobresalíais siempre en su respectiva clase.

Una alarma que suena en todos los bungalows os despierta y os indica que es hora de levantarse e ir a la primera clase, de vestuario, con el/la director, Isabella.

Ryoji se levantó con legañas en los ojos, sin cambiarse fué al baño arrastrando los pies y se lavó la cara, previo limpieza de dientes y hacer sus necesidades.

Al volver a su cuarto saludó a sus compañeros de curritos. - Buens dias... - Aún medio dormido, ya en su cuarto, abrió el armario y comenzó a elegir ropa. Unos vaqueros con una camisa blanca era lo idóneo para aquel día. Incluyendo zapatillas blancas con rayas negras. Ya estaba listo para ir a desayunar.

En la cocina esperó a que llegaran sus compañeros mientras se preparaba un café con leche y sacaba unos cereales para ponerlos en un bol.

Izumi aparece por la puerta principal del bungalow y saluda sonriente a Kaji. Nadie sabía como lo hacía, pero cuando la alarma sonaba, la morena ya hacía rato que estaba lista. Y no es que estuviera simplemente preparada... es que estaba impecable.

Hoy llevaba una falda a cuadros azules un poco por encima de la rodilla y una camisa blanca a juego, con una corbata azul de la misma tonalidad que la falda. Sus piernas están parcialmente cubiertas por unos calcetines que llegan hasta la mitad de su muslo, también a cuadros. Para finalizar, lleva puestos unos zapatos de charol blancos. Su largo y suave cabello está hoy suelto sobre sus hombros, decorado tan sólo por una diadema igualmente blanca.

Buenos días, Kaji. ¿Quieres que te prepare algo?

Pregunta mientras se pone un delantal con volantes y un pañuelo en la cabeza y se acerca a la cocina.

Según el día de la semana, hoy Izumi desayunaría huevos revueltos con un par de tostadas y un vaso de leche. Si tenía que cocinar para ella misma, siempre se ofrecía a preparar algo a los demás. En realidad, Izumi siempre se ofrecía a hacer cualquier cosa antes de que los demás siquiera se dieran cuenta de que lo necesitaban...

Ryoji ya se había servido los cereales. Miró a Izumi, aún con cara de dormido. - ¿Ehh? Ahh, no no gracias. No me apetece mas caliente que un café. - Ya al final se sentó en la mesa mientras dejaba que el café se hiziera.

Se llevó una cucharada de cereales a la boca, poco después, con la boca con algo de comida, preguntó. - ¿Que esh lo que toca hoy? -No era habitual ver a Kaji tan dormido por la mañana, pero todos tenemos dias y dias...

Izumi, esa chica se convirtió con el paso de los dias en una buena amiga de Kaji, ya que los otros dos ivan tan juntos, solo quedaba mas tiempo para Izumi, ya que no queríamos "incordiar" a los otros dos habitantes de esa casita.

Izumi sonríe al escuchar la voz de Kaji. El detalle de notar que no había vaciado la boca antes de hablar, le había parecido divertido. Enseguida da la vuelta para dejar un plato con huevos revueltos encima de la mesa.

Huevos y tostadas.

Responde volviendo a girarse para poner la tostadora mientras se enfría la otra parte de su desayuno.

Parece que no has descansado bien esta noche... ¿es así?

Verdadera Izumi:

Mira el pringao este... ¿es que no enseñan educación en las casas de hoy en día? Por Dios, que he podido averigüar que tipo de cereales come sin necesidad de ver la caja... Y eso que acaba de levantarse... Si se hubiera puesto en pie a las 6 de la mañana, como yo, iría arrastrándose por todas partes. Pero claro... nadie puede ser tan perfecta como yo... ¡Muajajaja!

Kamaye entraba en el baño cuando salía Kaji, pegando gritos debido a que se "estaba meando", por suerte, cuando Izumi entraba, él ya se había metido en el baño... Cuando salía, su cara estaba limpia y su pelo peinado, y su cara cargada de satisfacción.

¡Izumi! ¡Yo quiero de lo que estés preparando! -exclamaba sonriendo, si tuviera cola de perro la estaría mirando de un lado a otro mientras se movía a los lados de la morena- ¡Siempre haces unos desayunos que están de muerte...!

Pero después miraba a Kaji, y poniéndose la mano en la frente, en plan militar, añadía:

¡Buenos días, capitán!

No tardo en levantarme al oír los gritos de Kamaye. Mi idioma durante estos meses había mejorado bastante y sobretodo gracias a la ayuda de Izumi, a la que me sentía muy unida, así como al resto de compañeros. Kamaye era como mi hermano mayor, era el que más cariño me demostraba y yo, al ser una chica cariñosa, me dejo querer. Izumi es como un modelo a imitar, es tan guapa y perfecta... y Kaji.. bueno, este fue más difícil de tratar, pero poco a poco se ha ido abriendo, y aunque le gusta hacerme rabiar, me cae bien.

Salgo de la habitación con mi pijama rosa de conejitos y mi peluche de la suerte arrastrando por el suelo. Bostezo y me toco la cabeza. Sí, no me he peinado, pero como dicen aquí: El asco da confianza... o algo así. Vale.. aún tengo problemas con el idioma.

¡Buenos días..! Saludo medio energética aún. Huele de maravilla, me acerco y me llevo un dedo al labio con envida al ver el desayuno de Izumi. Yo intenté hacer el desayuno un día, pero... lo chamusqué.. casi incendio la cabaña.. así que.. se lo dejo a ella. Aunque me gustaría aprender.

Aqui llegaban los otros dos. Bueno, que decir que se llevan muy bien. Ryoji seguí comiendo sus cereales, mientras Izumi cocinaba. - Hola, ehh Kamaye.

Kamaye, nervioso como siempre, destacando con sus comentarios. Se podría decir que se había convertido en la parte divertida de la casa de los currantes. Al contrario que Kaji había empezado con buen pié.

Hola Michelle. - Dijo con cansancio, después un bostezo silencioso pero visible. A lo que sigue con otro bocado de cereales.

Michelle, a veces un incordio con sus preguntas sin fin, otras veces una buena compañía, bueno, no siempre caias bien a la gente. Este era un buen ejemplo de ello. La verdad es que con este tiempo, era la única en la que no había hablado mucho, y siempre lo había dejado para otro momento, mas adelante. Aunque quizás fuera tiempo ya de ello...

No, estuve repasando hasta tarde... - Le contesta a Izumi mientras bosteza. - Ayy. Me muero de sueño...

Sachiko saluda a los recién levantados con su habitual tono de voz, tranquilo y agradable.

Buenos dias, chicos.

Y justo después de que Kamaye pidiera el desayuno, Izumi se gira de nuevo desde la cocina con un plato para cada uno y sonriendo, como toda una madraza.

Aquí tenéis los huevos revueltos y ahora traigo las tostadas. ¿Vosotros habéis dormido bien?

Vuelve a girarse hacia la cocina para recoger las tostadas que salían en ese mismo instante de la tostadora. ¿Lo tiene todo calculado o cómo lo hace? La cuestión es que enseguida se sienta a la mesa, dejando un plato con algunas tostadas y una jarra de zumo de naranja recién exprimido en el centro para que todos pudieran coger.

Su postura en la mesa es la habitual. Completamente erguida pero a la vez, natural. Sus manos se mueven de forma elegante incluso cuando introduce la punta del tenedor en la boca para dejar el alimento allí. ¡Y no hace nada de ruido! Lleva ya tiempo allí, pero a veces cuesta adaptarse a alguien así...

Estudiar es muy bueno, pero debes cuidar de tu salud también.

Añade finalmente tras la respuesta de Kamaye, a modo de regañina pero sin dejar de ser amable.

Verdadera Izumi:

"Yo quiero, yo quiero, yo quiero" Siempre igual... podía aprender a cocinar solito... y sino, apañarse como Kamaye, que aunque sea un amargado, no causa molestia alguna. Y la enana... no, mejor que ella no cocine. No quiero volver a perder una noche de estudio por estar fregando cacharros quemados...

¿Se acostó tarde y tiene sueño? Eso es la falta de costumbre... Cuando llevas años durmiendo 5 horas y media por la noche para ser la perfección personificada, el sueño no es un problema. Además, ahora tengo que ir con más cuidado... no puedo volver a cometer el mismo error que con el profe... Tengo que irme a acostar pero estar despierta hasta que la enana se duerme para que no pueda oír mis ronquidos (si ronco) ni ver mis babas o mi postura... y levantarme antes que ella también. En fin... este estilo de vida es agotador...

¡Ñaaaaam! Exclamo ante el fabuloso plato para desayunar que nos ha preparado Izumi.

¡Gracias! Digo dándole un fuerte y breve abrazo y poniéndome a comer como solo yo sabía hacerlo. Todo lo que pueda a llevarme a la boca en menos tiempo. Izumi me había reñido en varias ocasiones por comer así... pero es que... ¡la comida sabe mejor así si cabe!

Zé bobido bu bié*... Digo con la boca aún llena, pero al mirar a Izumi, me lo trago de golpe y me limpio con una servilleta, como había aprendido de ella.

Poco a poco váis terminando de desayunar y os preparáis. No tardáis en oír unos golpes en la puerta.

Al abrir, véis al profesor Arashi con las manos llenas de carpetas con papeles.

Buenos días, chicos. Veo que ya estáis despiertos y vestidos. Dirige una especial sonrisa a Izumi. Estupendo. El director me ha mandado a deciros que si podríais hacerle el favor de llevar el material de costura. Ahora tenemos una reunión y seguramente llegue un poco tarde. Gracias. Dice sin esperar respuesta y salir por la puerta. Con tanta prisa, que se le cae un papel, con letras bastante grandes. Podéis leer:

¡CONCURSO DE TEATRO!

Izumi responde a la mirada del profesor con una amplia y amable sonrisa.

Buenos días.

Saluda sin más, esperando a escuchar el motivo de su visita. Enseguida asiente cuando demanda su ayuda.

Será un placer. Puede decirle que se quede tranquilo y tome el tiempo que necesite.

Servicial como siempre, Izumi es la primera en salir en dirección al lugar donde se guardaban aquellos materiales.

Pego un pequeño bote cuando entra el profesor. Me había pillado con la guardia baja, aún así le saludo con una enorme sonrisa.

Cuando se va, dirijo mi mirada al suelo, aunque Izumi ya se estaba yendo.

¡Eh! ¡Espera! Le grito, mientras me agacho a coger el papel del suelo. Se cayó esto... Digo dándoselo a Izumi.

Kamaye dirige la mirada al profesor ya cuando se estaba limpiando la cara con el delicioso desayuno que había preparado Izumi. Frunce el ceño.

¿Para eso viene expresamente? -preguntó sin acabar de entenderlo, pero igualmente se levantaba y se disponía a seguir a la chica cuando vio que Michelle se agachaba para coger algo- ¿Qué es? -preguntó curioso cuando el sobre ya estaba en las manos de Izumi. 

Izumi se detiene y toma la hoja que Michelle ofrecía. Tras leerlo, su mirada se ilumina.

¡Un concurso de teatro! -Exclama emocionada antes de carraspear y algo ruborizada, volver a su estado de tranquilidad habitual- La escuela debe estar planeando que participemos en un concurso de teatro, chicos. Es una gran oportunidad para ponernos a prueba... y para demostrar lo que sabemos hacer ante el mundo.

Luego mira a Michelle, y con una sonrisa amable acaricia suavemente su cabello rubio.

No te preocupes, luego se lo devolveremos al profesor. Ahora tenemos que darnos prisa para hacer lo que nos ha pedido.