Partida Rol por web

HOJA DE PERSONAJE - VAMPIRO: LA MASCARADA

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ATRIBUTOS

Especialidades:

HABILIDADES

TRASFONDOS

DISCIPLINAS

Me queda subir alguna información más que os concierne a todos y una guía básica para hacer la ficha.

Perfecto, porque yo ni idea de cómo hacer la ficha... :( De momento estoy mirando cositas de los clanes y de los poderes por allí.

Viendo cositas buscando la esencia de este Nosferatu en una posición de cierto poder.

Debe ser alguien temido por la información de la que dispone, seguramente potenciaré lo de Ofuscación al máximo. Una sombra entre las sombras, y un par de ojos brillantes en la oscuridad:

Pero la imagen que he encontrado que me está gustando dista un poco del Nosferatu monstruoso 100%. No sé, me da hasta un poco de pena jejeje, tiene los ojos muy expresivos:

¿Cómo lo ves? Me lo imagino siempre con una capa de esas pesadas que llegan hasta el suelo, con mugre claro.

De hecho, sería algo más destrozado y humilde, aunque su venerada Príncipe en su día igual le regaló una capa bonita pronto se quedó destrozada.

Por último... ¿Por qué la máscara? ¿Para no disgustar a otros Vástagos en las reuniones? ¿Para causar más miedo aún de alguna forma perversa? Me imagino que a Elise de la Serre no le desagrada el aspecto de Victor.

Pero me gusta la idea de la máscara. Tal vez la máscara sea como un símbolo de su posición de "Mano Derecha" o "Senescal".

Ah, me gustaría tener controladas un montón de ratas de las cloacas de París.
 

Me gusta también la segunda imagen, le da cierta "humanidad" dentro de lo monstruoso que es ¿no crees?

La máscara... creo que le da un toque de distinción. Ofuscación al máximo te permitiría adoptar la forma de un humano, uno muy feo, pero lo suficientemente humano como para no romper la Mascarada (la Mascarada es el "secreto" de que existen los vampiros, cosa que si fueses con tu cara real por ahí, seguro que la romperías). Quizás es un modo de distinguirse, como tú dices, de ir más allá de la propia aceptación de su aspecto, negándose a "disfrazarse" de humano, como un símbolo de rebeldía, o quizás una barrera contra el mundo y el dolor que le infringen por su aspecto (muchos clanes vampíricos detestan a los nosferatu por su aspecto). O quizás fuese un regalo de Elise... como tú desees. ¿La verdad? No concibo la Ópera Garnier sin un fantasma de la Ópera ¿conoces la novela? 

Voy a ponerte un breve resumen para que te hagas la ficha, aunque hoy voy muy tasada de tiempo. 

P.D: me encanta la capa.

Sí, me gusta la humanidad que hay en él. Sobre la máscara, pensaré en el tema un poco. Pero la idea es un poco la de hacer ver que todos llevan máscaras, y de alguna forma la apariencia monstruosa de Victor le permite ser "menos monstruoso" por dentro que otros con máscaras más bellas.

He leído la guía para hacer la ficha (gracias!), y me he pillado el pdf (que es un buen tocho). He hecho un intento de ficha, a ver qué te parece...

El reparto de los 15 puntos "gratis":

Animalismo (7).
Virtud: Coraje (2)
Trasfondo (1): Contactos
Trasfondo: Influencia (2)
Virtud: consciencia (2)
Trasfondo: Mentor (1)

Pero se quedaría en Ofuscación 3, que me parece poco. Es solo un primer intento, echaré un vistazo al manual en condiciones y ajustaré algo. Pero te pongo el primer intento a ver si voy por el buen camino o si ves que estoy haciendo algo mal.

Dudas:

¿Defectos no se ponen entonces?

Lo que aparece en la historia he intentado plasmarlo con Contactos, Posición, Influencia y Mentor en las opciones de trasfondo. Pero no he puesto nada de Dominio. Lo de "Mentor" es un poco por la Príncipe, pero entiendo que estará ocupada con otras cosas. Se podría cambiar Mentor por Dominio.

El punto de mentor no lo gastes, te lo regalo por trasfondo, al igual que el de posición.

Fuerza de voluntad a 3... eres la zorrita de toda esta gente xD te aconsejo que lo subas, eres el típico niño que si para una furgoneta ofreciendo caramelos, te metes hasta el fondo. 

Te aconsejo igualmente dedicarle algún punto a potencia.. es bastante interesante.

Lo demás está muy bien, ¡ya falta menos! 

Vale, creo que ya lo tengo :) Te resumo por encima las opciones:

Atributos: he puesto más en mentales y físicos que en sociales. No he subido más después.

Habilidades: Conocimientos (13), Técnicas (9 y 1 punto más de los 15 gratuitos), Talentos (5)

Ventajas: Trasfondos (5): Contactos (4) e Influencia (1)
Disciplinas: Ofuscación (2 + 1 de los gratuitos = 3), Potencia 1
Virtudes (7): Consciencia 1 inicial + 3 + 1 de los gratuitos = 5
                  Autocontrol: 1 inicial + 3 = 4
                  Coraje: 1 inicial + 1 + 1 de los gratuitos = 3

Puntos gratuitos: subir 1 habilidad (trato Animales) (2p) + Coraje (2) + Consciencia (2) y subir Fuerza Voluntad 2 puntos (2) + Disciplina (Ofuscación) (7p)

Por último, tengo una duda... Quería poner los siguientes defectos:

Dificultad Habla (no tengo claro cuál, algo así como que le cuesta pronunciar los sonidos donde tiene que juntarse los labios, como M-P-B)
Repelido por Cruces

Según entiendo, dan 1 y 3 puntos respectivamente. Es decir, 4 puntos en total. Con esos 4 puntos puede comprar +2 Fuerza de Voluntad (2p) y +1 Trato con Animales (2p), ¿es así?

He optado por cambiar la Disciplina de Animalismo por habilidad de Trato con Animales, y así he podido meter Potencia 1.

Gracias por los consejos.

Perfecto, me tienes que definir tus 4 contactos (incluyendo fotos).

Apuntate generación 10°.

Lo de los defectos esta bien ;)

“Prêtre” Mathieu Le Bars

Victor conoció al padre Mathieu cuando era tan solo un niño vagabundo, aunque el cura no se acuerda de eso. El “prêtre” quiere “salvar” a Victor y cree honestamente que es un siervo del diablo que ha optado por convertirse en un ángel del bien. No pueden verse en la iglesia, así que suelen escoger una prisión donde a menudo acude Mathieu para hablar con los presos.

A través de las confesiones de los fieles, Victor ha podido recopilar más información. El padre se la da porque cree que así ayuda a que Victor dé el paso desde la oscuridad hasta la luz. Desconoce el alcance de la naturaleza monstruosa de su amigo, aunque tal vez sea la persona mortal que más cerca esté de comprenderla.

Commissaire Baptiste Coudert

Joven comisario de la policía parisina. Detrás de su fachada de hombre casado y padre de familia, es un depravado sexual con gustos delictivos. Victor le consigue jóvenes de ambos sexos que deambulan por las calles de París, y después los hace desaparecer. Baptiste se asegura de que no se investigue demasiado. Además Baptiste cree que está en deuda con el hombre enmascarado, y le pasa información de los archivos policiales.

Maeva

La exótica cortesana asiática es la prostituta favorita de muchos hombres influyentes de París. Finge desconocer el idioma y le cuentan sus secretos mientras Victor observa desde un escondite. Cuando va a ver a Maeva, Victor suele llevar una máscara oriental y ella cree que es una deidad de su cultura y le obedece ciegamente en todo.

Benjamin Bo “Bebo”

Bebo  conoce a Victor desde que era un niño. Ahora lidera una banda de mendigos que conocen las idas y venidas de mucha gente de la ciudad. Suelen verse en una casa de leprosos, donde Victor lleva la máscara que supuestamente oculta las horribles secuelas que esa enfermedad le dejó. La realidad es mucho más aterradora.

Regalos del máster:

- 1 punto en animalismo

- +1 en potencia

- + 1 en ofuscación

- + 2 en Fuerza de voluntad

Qué generosa! Es porque vamos a morir pronto ¿verdad? XP. En cuanto termine el proyecto que me tiene agobiado (el jueves), termino de actualizar la ficha con los defectos y el regalo este

​

Cierto, una confusión, me fijé en tu ficha y pensé que era la última versión. Te lo actualizo :)

Después de atravesar alcantarillas y grandes desagües de evacuación de las calles, llegas a la superficie, esa odiada zona en donde múltiples miradas te juzgan. Pero estás acostumbrado, y además es de noche. Has aprendido a agradecer el precioso velo que te otorga la oscuridad, protegiéndote del odio de los seres humanos. Con buen paso, llegas a donde se encuentra tu primer objetivo, el Comissaire Baptiste Coudert.

El Commissaire enarca una ceja al verte, mientras media sonrisa lasciva asoma por sus labios al intentar deducir el por qué estás allí.

- Vaya, vaya... ¿traes algo para mí esta noche? ¿un tierno regalito quizás? estaba pensando en ti esta noche, y con lo que me sorprenderías la próxima vez... y ciertamente me apetece mucho que me sorprendas, aunque el último chico no me aguantó ni tres embestidas, quizás debas buscar algo más fuerte... - su voz sonaba repulsiva, al igual que su gesticulación y sus palabras. Cuando Víctor le explicó el motivo de su visita, su sonrisa desapareció - cada vez me inquietan más tus preguntas, ¿barco en Marsella? que yo sepa hay prevista la llegada de tres, uno de Corinto, otro de Nápoles y otro que viene de Túnez... los dos primeros son comerciales, el último transporta reliquias de arte, un regalo para nuestro amado país... conozco a una persona de confianza en Marsella, sí, ya que lo dices... compartimos los mismos intereses, no sé si me entiendes... quizás le podría decir que un buen amigo va para allá y que le ayude, pero a cambio quiero algo... - sus ojos reflejaron codicia - mi regalito, quiero mi tierno regalito... había pensado en una niña esta vez, pero las que me traes son demasiado mayores... quiero una muñequita, una preciosa muñequita para jugar con ella - se relamió los labios en su desquicianteante petición - ¿me la traerás, verdad?

Victor solía entrar en la lujosa residencia del Comissaire Coudert por la puerta de atrás. Era el lugar donde concertaba sus encuentros, y el nosferatu elegía el rostro de su primera víctima como máscara. Una cara corriente, de un hombre cuya muerte fue rápida pero brutal y sangrienta en el alcantarillado de París hace ya muchos años. Acudía con las solapas de su capa levantadas, y un sombrero de copa que le tapaban parcialmente. Era una máscara más. Igual que la que llevaba el comisario en su vida diaria en el trabajo y con su familia. Porque su verdadera esencia, su auténtico ser depravado y oscuro, era otro. La verdad de la existencia monstruosa de ambos era la que se veía en este lugar. Los dos eran sin duda monstruos. Pero sólo uno caminaba el largo trayecto de la penitencia, aún a sabiendas que no había redención posible para él. El otro disfrutaba siendo un monstruo.

Coudert vivía en la opulencia, y había cuadros de gran valor y otros objetos robados de las distintas investigaciones policiales. Pero el auténtico secreto del Comissaire lo guardaban las habitaciones del sótano. Allí Coudert podía dar rienda suelta a sus perversiones más innombrables con la complicidad de Victor. El nosferatu le ayudaba por interés, y porque era una forma de obtener alimento. Pero en su interior, mientras escuchaba al remilgado y decadente comisario, se imaginaba encerrado con él en uno de esos cuartos. Se imaginaba encadenándolo y levantándolo para que se quedara suspendido en el aire encima de la cama. Luego se quitaría la ilusión que ocultaba su rostro. Empezaría con los látigos. Después cogería las tenazas...

quiero una muñequita, una preciosa muñequita para jugar con ella

El rostro de Herblay se giró hacia el Comisario de forma algo brusca. Pero luego asintió en silencio confirmando el grotesco intercambio de favores.

-La tendrás. ¿Quién es el contacto?

No dijo nada más. Victor sabía donde buscar niños que vivían en la calle. Hijos de inmigrantes, pobres, huérfanos. Niños que nadie echaría en falta. Pero necesitaba algo más que una andrajosa mendiga para saciar el apetito de Coudert. Entonces recordó el orfanato a las afueras. Allí los pudientes dejaban a veces vestidos lujosos para las huérfanas para así sentirse menos culpables de su ostentosa vida. Una niña y un vestido bonido. No sería difícil para Victor, pero cada vez que complacía las depravaciones de Monsieur Coudert, él sentía que una parte de sí mismo, de su alma, se perdía para siempre. El camino del penitente era largo y arduo.

El comisario se relame del gusto al saber que tendrá su recompensa.

- Es el que controla la carga del barco, estará ansioso por ayudarte si le llevas mi recomendación - inmediatamente se puso a escribir con una pluma una carta que deberías llevar, finalmente, la sella con cera roja y le coloca su firma personal. - con esto te abrirán muchas puertas, pero recuerda; sólo mirar, nada de tocar o llevarte, o me colgarán por tu culpa.

Esboza una repulsiva sonrisa mientras te da el papel, se nota la confianza que deposita en ti, ya que piensa que eres de su misma calaña. 

- Au revoir... espero con ansia la llegada de mañana por la noche... 

Vuelve a sus papeles, la conversación ha terminado.

Asomado a la mirilla, observaste como Maeva entraba con un cliente. 

Su cara se iluminó bajo su blanco maquillaje al imaginarse que su amo y maestro la estaba observando, y sus movimientos, antes torpes y sin vida, se volvieron dinámicos y sensuales, sorprendiendo gratamente al varón que la acompañaba.

Comenzó con una danza oriental, propia del país de donde venía, mientras se iba desnudando lentamente. Escuchabas la respiración agitada de él, y como alargaba un brazo para colocarla a horcajadas encima. Lo que vino después estabas acostumbrado a verlo, y desde que estabas muerto no te producía emoción alguna. 

Los ojos de Victor observaban impasibles la escena que se desarrollaba en el cuarto de Maeva. Una tela azul traslúcida tapaba la lámpara de pie que era la única fuente de luz en la pequeña habitación decorada al estilo oriental. La cama ocupaba el centro, y allí estaba sentado el cliente, observando excitado a Maeva quien se contoneaba delante de él con movimientos sensuales a ritmo de una melodía que  únicamente ella podía oír.

Muchas noches Victor se conformaba con mirar desde su escondite, pero esta noche estaba más inquieto de lo habitual. En su mente tenía grabada a fuego el rostro angelical de la niña de ojos azules cuando le miró por última vez en la casa de Coudert. Luego la niña había tomado la mano del Comisario, y confiada había descendido por las escaleras hasta el sótano…

El nosferatu era una sombra más cuando se acercaba a Maeva y al cliente. Él era un hombre de la burguesía, de mediana edad y cuya esposa seguramente esperaba en casa con dos o tres niños. Seguramente había preparado una bonita cena que ya se enfriaba, mientras él jadeaba sentado en la cama de una prostituta. Victor se posicionó detrás de aquel hombre, y desde allí vio cómo Maeva se colocó encima de él a horcajadas. Ahora se movía al ritmo de una melodía más antigua que el tiempo bajo la atenta mirada de Victor. Para él no existía ni la pasión ni la lujuria. Sólo existía el vacío, y las mil máscaras que lo ocultaban.

Entonces emergió de las sombras durante un breve instante, haciéndose visible para ella que se movía cada vez más rápido. La mujer se entregó por completo para ofrecerle a su amo toda su sensualidad. Detrás de la máscara blanca que usaba para sus encuentros con Maeve, los ojos de Victor seguían apagados, recordando a una niña de siete años a la que solamente le quedaba confiar que la dulce muerte le borraría el horrible recuerdo de aquel sótano.

Los gritos del varón aumentaron de intensidad, y Victor volvió a las sombras. Exhausto, el hombre se vistió y abandonó el cuarto no sin antes dejar un sobre encima de la mesita para Maeva. Ella yacía ahora en la cama, esperando y deseando quedarse a solas con la criatura enmascarada. Deseando y temiendo el encuentro a partes iguales.

-Ha salido esto en un la ‘rensa, dijo Victor y dejó caer una copia del anuncio cifrado en la cama. Ella tenía su kimono abierto, y con sus dedos rozaba su piel de forma seductora. Era inútil. -¿Quién fue el que contrató el anuncio?, insistió Victor. Sabía que entre la clientela de Maeva había varios hombres influyentes del Cuarto Poder, y no le resultaría difícil conseguir esa información. Pero el tiempo apremiaba. –Necesito sa’erlo. Urgente.