Partida Rol por web

Garv resiste el conjuro de la sacerdotisa casi sin inmutarse. No está seguro, pero quizás sea frustración lo que parece aflorar por un segundo en el impasible semblante de su enemiga...

previendo que la estrategia de su enemigo era lanzar contra ellos todas las maldiciones de su repertorio mientras flotaba en el aire, zaev decidio mantener una flecha preparada, para dejarla volar en el momento en que su objetivo empezara de nuevo q conjurar

El enano recibe de nuevo la salpicadura de las asquerosas secreciones...

El clérigo insistió en sus rezos a Pharasma para azotar a la infiel que osaba oponerse a su voluntad. Sabía que el enano estaba combatiendo con fiereza pero la sierva del mal era un objetivo prioritario. En esa ocasión Garv esperó unos instantes afinando su puntería mientras completaba el rezo y comprobó cómo el rayo se dirigía con mayor precisión hacia la hereje.

El segundo rayo de luz sí alcanza a la sacerdotisa en el torso. El impacto la hace tambalearse, pero no parece capaz de pararla...

Cegado de dolor y furia, el último de los Canes Pútridos no consigue traspasar las defensas de Garin que, aunque mareado, saca todo el partido de su escudo pavés.

Aunque mareado por la pestilencia de esos perros apestosos, el instinto de supervivencia hace reaccionar al enano con dos golpes más...

Pese a fallar estrepitosamente con su primer ataque, tropezando con una invisible (e imaginaria) tortuga fenecida, Garin se rehace y el segundo hachazo destroza por fín el cráneo de su enemigo. Sin embargo la materia cerebral le salpica y la náusea le sobreviene una vez mas...

Zaev deja volar su flecha, sin mucho convencimiento sobre la efectividad de su disparo

La sacerdotisa se acerca a la posición de Garin y Garv, mientras comienza a mover las manos de manera amenazadora.

Zaev apunta con cuidado y suelta la flecha, que sin embargo pasa a poca distancia de la cabeza de la sacerdotisa

La sacerdotisa ignora la flecha que le ha pasado rozando y conjura un muro de viento que se alza frente a vosotros, impidiendo vuestros disparos.

Viendo que sucesivos proyectiles serían inútiles, Garv decidió cambiar de enfoque. Conjuró una columna de llamas que descendió del cielo hasta caer sobre la hereje, bañándola en fuego sagrado para purgar su pérfida maldad de este mundo.

"Agggghhhhhh....!!!"

El fuego celestial toma por sorpresa a la acólita del Sendero Susurrante. Su cuerpo calcinado cae flotando lentamente hasta el suelo empapado...
 

Las huellas continúan hacia el suroeste. Entre las posesiones de la sacerdotisa encontráis:

-Una guadaña

-Una coraza brillante con símbolos de Urgathoga

-Una poción de color claro

-4 viales de líquido oscuro

-Varias piedras preciosas

- Un saquillo con polvo de plata

-Una perla engarzada en un colgante al cuello

-Un símbolo sagrado de Urgathoga
 

A lo lejos parecen intuirse las siluetas de edificios...

- Creo que deberíamos seguir. Afirmó Zaev. -Eso sí, en cuanto determinemos si algo de todo esto pude sernos de utilidad. Examinó superficialmente las posesiones de la sacerdotisa, mostrando algo más de interés por las gemas y las joyas, pero no intentó determinar su valor. Viajaba con un enano y un orfebre y además, él siempre había confiado en los peristas cuando necesitaba colocar cualquier cosa que hubiese caído en sus manos.

-Podría ser útil que me adelantara para echar un vistazo y evitar nuevas sorpresas, pero tratándose de hombres lobo y perros ghoul, no se si podré acercarme sin ser detectado