Partida Rol por web

Amanece en la linde del Bosque de la Luna Oscura y os levantáis en animados tras dormir en un cómodo refugio sobre un lecho de blandas plantas, casi agradecéis tener un druida y un explorador en el grupo; el aire puro os llena los pulmones y el rocío os moja la ropa.

Los rayos de luz se cuelan por enre las nubes y os dais cuenta con inquietud que no os encontráis del todo bien. Pero aparte de alguna molestia y picor, no parece que la enfermedad os afecte.

Vuestro compañero leñador Vanick Inor, que se encuentra bastante mejor, ya que las pústulas le cubren gran parte de la piel no han aumentado de tamaño, os suplica que pongáis rumbo a Raices y Remedios, en el pueblo de Refugio de Halcón, donde seguro que Laurel, la alquimista local, podrá ayudaros.

pues ya es raro...........

Amaneció un día claro, con un sol radiante, que animaba a los compañeros a despertarse. La suerte de haber encontrado un cobijo seco y haberlo llenado de hojas a modo de colchón, ayudó a que el sueño fuese mucho más reconfortante. Sacando un poco de carne seca, pan y algo de vino, el elfo tomó un improvisado desayuno después de calzarse y ataviarse con sus pertrechos.

Cuando escuchó la súplica del leñador, el explorador le tendió un poco de su pan y parte de su carne y le dijo.- Primero come, y coje fuerzas, que si no no llegarás muy lejos.- Dijo mientras masticaba.- depués seguiremos rumbo al pueblo... espero que lleguemos a tiempo de avisar.- Pensó en alto Aaronvir, recordando las huellas que encontró y que le decían mucho más de lo que podía ver.

Otro dia mas amanece ante Lezort y no podia saber lo que le pudiese suceder pero tampoco pensaba mucho en ello, lo que llege llegará quiera el o no.

despues de ponerse en marcha de regreso a Refugio halcon come unas bayas que ha echo el elfo

en el momento que nos ponemos en marcha sin que los demas se dén mucha cuenta me voy acercando al leñador y entre susurros-Buenos dias buen amigo ahora que estamos en calma y tranquilidad le querria hacer una pregunta.- continúo hablando casi en susurros.- Estoy buscando a un amigo mio llamado Horrick Dankaw hace tiempo que no se nada de él, lo ultimo que supe fue que estaba en refugio de halcon, ¿sabe usted algo?.- Y continúa andando y susurrando esperando que le contestase el leñador positivamente

El leñador, que recuerda tu ferocidad en la batalla, está asustado por tu amabilidad actual, pero te responde con prontitud.

-Sí, era uno de los leñadores que estaba en el campamento, estaba enfermo con los demás. Si conseguimos que Laurel haga un remedio, podríamos llevárselo.-

Siento mi conducta de antes en el campo de batalla, realmente no soy asi, pero en el fragor de la batalla me transformo. No perdamos mas tiempo y vayamos rapido hacia el poblado.- Le dá una palmadita en el hombro y se acerca al enano..........

Lezort se acerca al viejo enano.- Viejo stilgur no has perdido pericia en tu hacha eh, tendremos que volver a entrenarnos un dia de estos, cuando nos recuperemos y salvemos a estos aldeanos, pero no pienses que podrás ganarme soy mucho mejor de lo que era.- Le dice sonriendo y tocandole el pelo en forma de broma, que sabia de sobre que al viejo enano no le gustaba que le tocaran el pelo o la barba.

El enano gruño ante las palabras de Lezort.

Empezo a sacar algo de comida y masticando (más bien escupiendo) responde:

- No confundas ser mejor con ser más alto. Y eso todavía se puede arreglar, cachorro.

Girandose hacia el leñador comenta:

Y esa Laurel, ¿Conoce de algo a los druidas de aquí?

-No creo, es a la que llaman para partos, heridas y enfermedades, pocimas amosorosas y eso. Nunca ha tenido nada que ver con los Druidas. Y no usa ninguna brujería, ni adora a ningún dios raro, solo remedios naturales.-

Terminado el bocado, Viento guardó todo en su morral y cogió todos sus pertrechos. Luego miró a la lejanía. Quedaba aun un buen trozo de camino que recorrer hasta llegar al pueblo. Volviéndose, miró a sus compañeros y les dijo.- Venga, movámonos.- Comentó escuetamente, y sin esperar se puso en camino para dar una primera vista del terreno.

El enano entornó los ojos en dirección a la población. 

Caminando tras Aaronvir gruñó, anticipando lo que podrían encontrarse en Refugio de Halcón.

- ¿Que te dice tu vista de elfo?

Viento no se giró para mirar a su amigo enano. Con la vista fija en la dirección que llevaban contestó.- Ver, de momento nada. Pero presentir... me temo que lo que nos encontremos no sea nada bueno.- Luego miró a ambos lados observando su derredor.- Solo espero que lleguemos a tiempopara poder avisar.-Treminó diciendo Aaronvir a su amigo.

Son bastantes horas de camino hasta Refugio del Halcón pero las andáis a paso apresurado y firme, avanzando a más velocidad una vez que llegáis al camino, hollado por las suelas de incontables leñadores y carros portadores de troncos.

Al fin, cuando está por caer la tarde podéis ver la colina de "la percha", el lugar donde viven los ricos y poderosos del pueblo, para al poco contemplar la  empalizada que rodea su zona baja. Entráis por la puerta norte y no veis mucha animación, sólo unos niños zarrapastrosos corretean por la calle. Vestidos con harapos remendados mil veces y con collares de flores al cuello. Jugando a la pelota o a pillar. Sus juegos infantiles os alegran el día.