Partida Rol por web

Amanda guió a las chicas a la cocina donde, para variar, la mugre reinaba como monarca inderrocable.

 La pileta en donde se lavaban las verduras era el único lugar aséptico de la cocina, y posiblemente de la casa, así que el trabajo tal vez no resulte tan desagradable.

 La chica señalo un cajón de verduras y se lo puso en la mesada al lado de la pileta, la chica abrió el grifo y comenzó a lavar la primera planta de lechuga he hizo señas a las otras dos chicas para que le corten la parte mala a los tomates.

Para sorpresa de Kat y Noe, Amanda se hacia entender muy bien.

Antes de poder terminar de lavar la primera planta de lechuga Tobías entro en la cocina

El joven miro a las tres chicas con una mirada laciva deteniendose unos minutos en la parte tracera de las "nuevas".

-Amanda ve a ver que quiere Isaías  creo que te llama.- Dijoe el hombre con un tono un tanto agresivo.

La joven muda solto la planta de lechuga y salio del lugar casi espantada, no costaba darse cuenta de que la chica le temia al joven.

-Dejenme que las ayude con eso, no quiero que se estropeen sus hermosas manos.- dijo tratando de aparentar galanteria, cosa que no podria hacer ni aunque su vida dependiera de ello.

Bill salio de la granja hacia los terrenos de la casa, el lugar era altamente deprimente para cualquiera que amara un poco la vida. Pero al mal paso mejor darle prisa.

 Bill no tardo en divisar el lugar donde se cortaba la leña, había un tocón cerca de donde habían estacionado la camioneta y un hombre estaba ocupado dando violentos golpes a la madera cortando así la leña.

El sujeto levanto la mirada y diviso a Bill acercándose.

-¡Hey compañero! dijo al muchacho, -Me avisaron que vendrían a ayudarme, tu debes ser el "elegido".- El hombre tenia el hacha en su mano izquierda y una lata de cerveza en la derecha, lo miraba con una sonrisa un tanto perturbadora
 

Mierda, es aquí al lado, entre toda la suciedad, la mierda y el desorden. Esperaba poder alejarme un poco de la casa y olvidarme de su ambiente lúgubre.

Observo a Isaías según me voy acercando... genial, un hacha, una cerveza y cara de loco... por más que me esfuerce por no juzgar las apariencias...

Si no suelta el hacha al saludarme me mantengo a una distancia prudencial y le saludo levantando una mano. - Buenas Isaías, un placer.

Jajaja, bueno, parece que nadie tenía muchas ganas de cortar leña, a si que me ha tocado, si. ¿Tienes otro hacha para que pueda ayudarte? -  Por algún motivo la idea de tener yo también un hacha en mis manos se me antoja bastante atractiva.

Fuimos detrás de Amanda hasta la cocina. La cocina del infierno podria decirse...Aunque el lugar donde teníamos que lavar las verduras estaba limpio.

-Genial así no pillaremos una gastrointeritis.

Amanda nos señalo unos tomates para que cortáramos las partes malas. Coji el primer cuchillo que vi y lo lave un poco en la pila.

-A saber si esta limpio o no.

Amanda parecía acostumbrada a expresarse por gestos por que se la entendía muy bien. Cuando empezó a lavar la verdura no llevaba ni la primera lechuga cuando olí un olor asqueroso y agrio y vi aparecer a Tobias.

-No me jodas. Ahí estaba mirándonos con esos ojos lascivos y asquerosos como todo el. No por que fuera Lesbiana me disgustaba que un chico me mirara asi, habia estado con algunos pero no me llenaba,pero que me mirara un tío así con esa suciedad y ese olor me enfermaba.

Mando fuera a Amanda y se ofreció a limpiar con nosotras mientras nos miraba descaradamente.

-En serio estamos aquí pensé por las continuas miradas.

-Que amable. Dije en un tono bastante falso. Me cabreaba de sobremanera. Pues nada nosotros seguimos con los tomates y tu puedes ponerte con la lechuga. Y de paso que te de un poco el agua jodió cerdo.

-Vale-dijo Noe divertida. Aquel tipo era un pervertido, pero no iba a pasar de eso por lo que no veía ningún problema en relajarse y tanto daba que la mirase un paleto del campo o un borracho de la ciudad. Por lo único que lo sentía era por lo incómoda que debía estar su amiga. Pero bueno aquella era la casa de Samuel, asi que ¿qué podía pasar?

Si, seguramente tenga algún otra en el cobertizo del fondo pero tengo que buscarla.- Dijo sin dejar de mirar a Billy -Pero que modales los míos, ¿quieres una cerveza? pregunto el hombre mientras  jugueteaba con el hacha de mano.

-¡Amanda! ¿que demonios se supone que haces aquí?- pregunto de repente el hombre y Bill pudo notar que la chica se acercaba a ambos.
 A veces me pones nervioso mudita entupida.- Dijo y lanzo con fuerza al hacha hacia el tocón en donde estaba cortando leña dejándola enterrada allí.
-Cuida al muchacho y no lo molestes, yo iré a buscar el hacha y hay de ti si estropeas el trabajo eh.- Dijo mirando a la chica.
Isaías comenzó a caminar hacia el lugar en donde se suponía que estaría el cobertizo -Cerca de la leña hay una hielera con algunas cervezas, sírvete si quieres.- dijo al pasar por al lado de Bill.

Amanda estaba pálida, cuando Isaías le hablo pareció que estuvo apunto de desmayarse, no hizo ni un gesto, no levanto la mirada mientras el hombre hablaba. Cuando este se marcho pareció que el alma regreso al cuerpo de la joven.

 Con rápidos movimientos de manos Amanda intento comunicarse con Bill, parecía nerviosa y al borde del llanto.

La chica parecia estar señalando la camioneta en la que los chicos habian llegado, luego se señalaba a ella y entrelazaba los dedos como rogandole a bill que se la llevara de allí

Tobías paso por detrás de Katherin y esta sintió la mano de este sobre su trasero.
-Lo siento.- dijo con una sonrisa un tanto picara -No tenia lugar para pasar.- agrego manteniendo la expresión.

Antes de que alguien pudiera decir algo mas un fuerte grito volvió a sonar en la casa, parecía venir de debajo de ella y eran casi sin duda alguna humanos.

Tobías se desentendió del asunto y tomo la lechuga que había dejado Amanda retomando así su limpieza.

-Kat.- dijo  Samuel de repente habia entrado a la cocina sin hacer ruido, una particularidad que parecia ser común en los White.
-Va a haber que traer sillas, me acompañas a buscarlas al covertizo? pregunto el joven con su usual cara de buen muchacho.

-Ve si quieres y yo me ocupo de los tomates-dijo rápidamente Noe tratando de darle salida a su amiga, que parecía detestar estar cerca de aquel tipo. Y con razón. Aquel grito si la había puesto algo mas nerviosa. Aquel tipo iba la segunda vez que se cortaba... no le importaría ir ella a cortar la ternera o lo que fuese con tal de no tener que pensar en la sangre de un pueblerino encima de su comida.

Cuanto Tobias paso por mi lado tuve que reprimir una arcada por su asqueroso olor y por que me paso la mano por el culo.

-Claro la cocina es muy estrecha. Respondí a su falsa disculpa. Pegue un salto cuando escuche el grito que venia del sótano.

-¿También son los animales? Estoy segura de que es una persona. Mire a Noe la cual pareció sobresaltarse un poco por el grito. Iba a decir algo mas cuando llego Samuel. Y me comento de ir a cobertizo a por sillas. Noe se ofreció para terminar los tomates mientras yo iba con Samuel.

-Si claro voy. Le dije a Samuel con una sonrisa. Toma Noe para que cortes los tomates. Y le di el cuchillo en la mano. No me fiaba un pelo de ese Tobias y de los gritos. Cuando los escuchamos antes Jeremias dijo que había sido Tobias pero ahora Tobias estaba aquí...

Cuando estuviera a solas con Samuel le comentaría lo de estos gritos y lo poco normales que me parecían.

Mierda mierda mierda, era así, ¡¡he acertado!! ¡¡Joder joder lo sabía!! ¡¡Pobrecilla!!

Le digo susurrando, hablando rápidamente y acercándome mucho para que me escuche solo ella - No se que es lo que te habrán hecho, pero puedes contar con nosotros. No puedo dejar eso sí a mis amigos aquí tirados. Déjame pensar... ¿Y si escapamos todos esta noche mientras la familia duerme? ¿Quedamos a medianoche en la furgoneta?

Si me dice que si le digo finalmente - Márchate como te ha pedido Isaías, no queremos que sospeche nada... y por favor cuídate hasta esta noche, no me perdonaría que te pasase algo.

Amanda asintió con la cabeza, estaba algo asustada aun pero se la noto mas tranquila luego de la promesa de Bill.

 La chica emprendió una rápida carrera hacia la casa, algo raro había en esta casa, algo raro había en esta familia que le ponía al muchacho los pelos de punta.

Samuel salio de la casa junto con Katherin, estaba en silencio y con un semblante serio. Recorrieron todo el camino sin decirse una sola palabra. Al llegar al cobertizo Kat vio que estaba tan derruido como la casa, era de madera y al parecer en algún momento estuvo pintado de verde, le faltaban grandes tablones de madera en varios lugares y no tenia un solo vidrio sano, de hecho las ventas parecía estas cegadas por dentro como si alguien no quisiera que entrara la luz allí.

De dentro del cobertizo salio un hombre con un hacha oxidada en su mano derecha se dirigía hacia Samuel y Kat con una sonrisa que le ponía los pelos de punta a la joven muchacha.

¡Pero que belleza! dijo el hombre -Samuel, Samuel siempre acompañado de bellas mujeres, deja algo para el resto de la familia.- dijo el hombre

 Paro sorpresa de Kat este no se detuvo a habar, siguió su camino con el hacha en la mano y un paso firme.

-Ese es Isaías.- Dijo Samuel serio mientras llegaban a la puerta del cobertizo.
-Bien, debemos buscar las sillas aquí.- Dijo ingresando el primero por la puerta de madera.

Cuando Katherin se fue junto con Samuel Tobías aprovecho para acercarse a la chica.
 El muchacho respiraba con rapidez como si algo estuviera sucediéndole, se quedo con las manos apoyadas en la pileta por unos minutos antes de girar repentinamente hacia Noe.
 Tomo a la chica por los brazos y la alejo de la pileta de una manera brusca.
 Noe dio contra una mesa que detuvo su avance, por suerte el golpe era muy leve y nada le sucedió a la chica.
-Te crees que puede provocarme así con esa ropa.- dijo Tobías, El hombre estaba fuera de si y tomo a la chica por la blusa tratando así de quitársela por la fuerza. El degenerado estaba intentando abusar de la chica y no había nadie cerca que pudiera ver lo que sucedía.

Respiro hondo e intento relajarme. - Si vuelve Isaías no debe notar nada, tengo que intentar aparentar estar igual que antes.

De repente se me ocurre una idea, busco rápidamente de entre las maderas que hay cortadas cuatro trozos pequeños, que puedan caberme en los bolsillos, si puede ser que sean trozos con corteza exterior. - A falta de papel tendrán que servirme para escribir mensajes. Si consigo hacerme en la casa con algún cubierto o algo afilado podré escribir "00:00 Furgoneta" en cada uno de ellos, y entregárselos a mis amigos... ¿Incluido Samuel?

Miro la cerveza tentado durante un momento. - No, debo mantener la mente despejada. Aunque podría abrir una solo para fingir, para ganarme su confianza.

Me acerco a la hielera y cojo una cerveza, la abro y miro si veo a Isaías cerca, si no lo está busco algún arbusto que haya cerca y tiro parte del contenido de la lata - Si le da por coger mi lata ha de parecer que he bebido.

Dejo la lata en el suelo, cerca mía, cojo el hacha, y me coloco mirando hacia el lugar por donde se ha ido Isaías, si vuelve quiero verle al instante. Empiezo a partir algún tronco con el hacha, pero intentando no cansarme mucho, simplemente quiero que se vea que he empezado a trabajar.