Partida Rol por web

El cazador echó a reír con una sonora carcajada. Aunque era difícil saber qué era lo que le había provocado la carcajada, si lo de obligarle a ir por las malas o que le hubiera llamado "majestad cazador", o tal vez la impaciencia que empezaba a resultar aparente en Galdrín, pues con el cazador todo era así de complicado y confuso.

-Tenéis gracia, maestro de armas. - Dijo poniéndose en pie. -Pero si pretendéis intimidarme con esas ínfulas de capitán, estáis muy equivocado.

Alzó las dos manos vacías hacía Galdrín para hacerle ver que no iba armado. Covern finalmente parecía dispuesto a colaborar, recogió sus cosas y se plantó junto a Galdrín.

-No os conviene tenerme como enemigo. -Dijo finalmente de modo amenazante.

El maestro de armas se relajó al ver que el cazador se incorporaba e hizo un gesto al soldado que habia designado para el cuidado de Willy.

-Ten cuidado. No te acerques a la jaula más de lo imprescindible. -De todas formas no creía que tras el susto el hombre fuese a cometer ese error.

Ante las palabras del cazador mostró un semblante impasible.

-Y sin embargo, no cesáis en vuestros intentos de que eso ocurra.

Finalmente enfiló el camino de la ciudad esperando, por segunda vez ya, que el cazador y Larkin le siguiesen.

- Le sacaremos de su madriguera. 

Sentenció Ser Roshar, aparentemente satisfecho por adoptar una solución sencilla y clara. Temía la posible trampa, lo que no necesitaba mencionar a su señor porque de seguro tomaría precauciones. Y hubiera preferido atraer al Zorro con la ofensa a su posible orgullo. La rapidez del anciano decidiría que plan se llevaría a cabo primero. 

- ¿Es diestro Lord Clayton en el uso de la espada? - El caballero pretendía tanto conocer la habilidad del enemigo de la familia como su arma predilecta. Así como si hacía uso de alguna peculiar maniobra como la que el joven Lugus le había mencionado en su primer encuentro. 

Se despidió del caballero con nuevas muestras de afecto y poniéndose una y mil veces al servicio del justador dorniense. Había sido una velada muy agradable para Whalen, y se había sentido como un verdadero lord, y no como el retoño asustado y acomplejado de un severo veterano de guerra.

Tras despedirse nuevamente con apretones de mano de Bryan se acercó hasta la mesa familiar. Lo hacía con cierto reparo, al verlos enfrascados en una conversación... Y parecía ser una importante por el semblante de todos los presentes.

Señores...

Lady Varya siguió la mirada del joven noble hacia sus familiares, como si no se hubiese percatado de las burlas que le habían dedicado el día anterior, y luego volvió a mirarlo con gesto de apoyo.

-Estaría encantada de enunciarles vuestras virtudes, hay más en la vida que la lucha y la fuerza.

Su mano descansó por un instante en el brazo de su esposo para volver a su regazo de nuevo.

Galdrin consiguió convencer a Covern de que siguiera sus pasos de vuelta a la ciudad, aunque el cazador se mostraba abiertamente molesto con la situación. Por lo menos el maestro de armas logró salvar una difícil situación que a punto estuvo de convertirse en un baño de sangre sin sentido. 

Para cuando llegaron a la posada, el resto ya había terminado la reunión en la que les había dejado y cenaban tranquilamente junto al invitado, el joven Orten Lugus. Incluso Whalen se había unido de nuevo a la mesa de la familia, tras haberse ido a charlar con el caballero dorniense.

-Descuidad, mi amable señora. -dijo el educado muchacho para rehusar el ofrecimiento de lady Varya. -Pero mi hermano no ve más allá de su propia espada, y el resto lo siguen como una jauría de perros a su amo. Mi hermana es la única que podría entender algo si no estuviera siempre borracha. Como podéis ver, mi familia es una carga que en nada honra el buen nombre de mi padre.

Galdrin retornó a la posada cuando Orten terminaba esa frase, acompañado del cazador desaparecido hasta el momento. Covern, seguía sus pasos, tan imposible de descifrar cómo de costumbre. 

La pregunta de Ser Roshar quedó sin respuesta. Lo que no le importó, pues le permitía regresar a un segundo plano, donde se encontraba más a gusto para representar su papel y cumplir con sus funciones. Alzó la mirada hacia la amplia estancia para realizar una rápida comprobación, pero la aparición del maestro de armas acaparó su atención. Fijó su mirada en la figura que lo acompañaba preguntándose qué nuevas traían, cuán involucrado estaba el cazador en la trama que se cernía sobre la familia. Al menos confirmarían si se trataba del Caballero Zorro o no, y sospechaba que no tendrían tanta suerte... A pesar de la gran coincidencia que suponía aquella destacada cicatriz. 

-En respuesta a su pregunta, Ser, - dijo el joven Lugus girándose hacía el caballero, -Lord Clayton es muy diestro con la espada. Es habilidoso y listo. Puede que esté volviéndose loco, pero su astucia en combate es muy singular.

Orten iba a responder al caballero en cuanto su pregunta fue formulada, pero consideró que Lady Varya debía ser atendida en un primer lugar. No en vano era la esposa del Lord.

El maestro de armas entró en la posada seguido de Covern. Ante las sospechas existentes no dudó en observar a los presentes en la sala principal de la posada para ver si alguna cara reflejaba reconocimiento ante la presencia del cazador.

Galdrín, tras saludar con la cabeza a los presentes en la mesa, se dirigió directamente hacia Lord Evan y le susurró algo al oido. Luego se mantuvo a la espera de su respuesta.

-Covern se encontraba a las afueras de la ciudad con Willy, el lagarto-león. Le he traído para que responda las preguntas que considereis pertinentes aunque quizas lo más adecuado es hacerlo en alguna otra parte y no mostrar división en publico.

Ser Roshar anotó la información brindada por el joven Lugus sin tener en cuenta la tardanza de la respuesta, entendía sus prioridades. Se interesó más por las precauciones que deberían tomar con el Caballero Zorro, un hábil espadachín muy escurridizo. Con suerte no tendrían que cruzar sus espadas. 

En cuanto a la nueva aparición, observó con detenimiento como Galdrín se acercaba a Lord Evan para comunicarle en secreto las nuevas y dejó de prestarles atención. Sin duda la mesa volvía a centrar sus miradas en ellos y él debía, como siempre, resguardar los otros flancos. 

El viejo Lord parecía más preocupado que de costumbre, meditabundo y ensimismado. Escuchó algo distraído las palabras de Galdrín como si ya apenas le interesa aquel asunto, pues otros más importantes habían reclamado su atención en las últimas horas, y se giró pesadamente hacía él para hacer un ademán con la mano y dejar el asunto en sus manos.

-Bien. Habla con Ser Roshar. Encargaros vosotros del asunto. - Un brillo audaz y siniestro resucitó en los ojos de Evan. -Haced lo que consideréis necesario.

Lord Evan intercambió brevemente unas palabras con Galdrín y tras despachar el asunto se giró hacía el resto y se levantó de la mesa, alzó la mano hacía su esposa para que lo acompañara y después se despidió de la comitiva para dar por zanjada la reunión y aquel largo día.

-Es tarde. Mi esposa y yo nos retiramos a descansar. -Dijo en general, aunque se dirigía particularmente a su invitado. -Espero veros mañana, Orten, sería un honor que nos acompañarais a la cena de nuevo. Y estaría muy agradecido en contar con vuestra ayuda, como habéis prometido.

El maestro de armas asintió ante las palabras de Lord Evan y echó una rápida mirada a Ser Roshar y a Covern.

-Mi señor, Covern es una persona terca y de un caracter voluble, sobretodo en lo que concierne a la nobleza. Le he convencido de dejar a Willy debido a que usted, en persona, le preguntaría sobre el asunto de los Claviguer. Quizas convendría resolver esto rápidamente.

Dejó la sugerencia en el aire esperando la respuesta de su señor.

El caballero no pudo evitar intentar captar algo de la conversación privada entre su señor y el maestro de armas, más por comprobar el grado de sutileza logrado por ambos que por descubrir la información intercambiada. Cualquier posible fallo en la seguridad debía ser tenido en cuenta, cualquier dato en oídos ajenos a la familia... 

- Que descansen. Señor. Señora. - se despidió, dedicando una ligera reverencia a ambos. 

En seguida buscó la situación de la prostituta que había llamado su atención con anterioridad, pues el interés se había multiplicado tras la conversación con Orten. Antes de acercarse tendría que acabar de hablar con él, pese a que no parecía tener nada más de interés. Solo ganas de cooperar. Esperaba poder fiarse de sus intenciones...

- Esperemos poder acabar con todo esto pronto... - comentó con tono cansino una vez sus señores se hubieron retirado. 

-Confío plenamente en vuestra habilidad y la de Ser Roshar para indagar sobre el cazador Covern. - Le dijo en voz baja.- Ciertamente, no creo que él tenga que ver con este asunto pues mi entrevista con Orten Lugus ha relevado datos sobre el Caballero Zorro  dirigen mis sospechas en otro sentido. Aún así, no estaría de más investigarlo por si acaso.

Dicho eso, Lord Crogall se retiró tal y como había comentado anteriormente.

Galdrín y Lord Crogall cuchicheaban en voz baja y Ser Roshar no pudo escuchar la conversación, lo cual era en parte un fastidio y en parte un alivio. Si él no podía escucharla, dudaba mucho que cualquier otro lo hiciera. Evan respondió al maestro de armas girándose hacía Ser Roshar y señalándolo a él con la mirada durante una leve fracción de segundo, después su mirada se dirigió a Covern, por lo que el caballero pudo suponer que la conversación giraba en torno a éste.

La interesante chica, a la que Orten Lugus había desvelado como la hija perdida de Lord Dannett, había desaparecido del salón común de la posada, para frustración de Ser Roshar, quien la perdía de vista por segunda vez. Pero algo le decía que su presencia allí no era efímera y que no tardaría en volver a verla. Aún así, Ser Roshar estaba intrigado. Su identidad, de ser cierta, le llevaba a formularse numerosas preguntas.
 

La entrevista con Orten Lugus dio por finalizada aquella jornada en la ciudad, el torneo se acercaba y las sospechas de los Crogall no hacían sino aumentar del mismo modo que lo hacían los rumores y palabrería que rondaba contra ellos. A la acusación de haber asesinado a los campesinos de las tierras de los Dannett se sumaba la de los Claviger, aunque todavía no sabían mucho al respecto de qué podía ser. Al menos la jornada no había sido del todo improductiva, pues la charla con Orten Lugus dio a conocer mejor al Caballero Zorro, y la puesta en escena del excéntrico anciano caballero llamado Joris Landseer les abrió una puerta que les resultó sospechosa y necesaria a partes iguales. Aunque en honor a la verdad, en aquella situación, cualquier cosa podía resultarles sospechosa, si bien en realidad no lo fuera.