Partida Rol por web

Pétalos de cerezo en el lago

Cap.1-¿Qué coño está pasando aquí?

Cargando editor
15/04/2011, 11:49
Cléquetto

¿Wilbur? Estoy confuso... Pensé que estos eran tus hombres. ¿A quién he de dirigirme para tratar el tema de los estipendios?

El enano del parche se hace con la botella y se sirve vino, derramando parte en el vaso y parte en el mantel. Sara, que se mantiene de pie junto a la mesa, reorienta el chorro colocando la mano por debajo de la boquilla de la botella.

¡Bah! ¡Mercenarios y su falta de organización! Será mejor que trate el tema con todos presentes. Wilbur me habló de dos heridos... y a vosotros os veo bien. Posadera, ¿estoy en lo correcto al presuponer que hay hombres heridos en las habitaciones?

Sara asiente repetidamente, aún asombrada por la presencia del alcalde en su posada.

Mujer, llévate a Vórtimer a atender sus heridas y traélos aquí. Odio tener que repetir las cosas cuando se trata de un tema de negocios...

Vórtimer alarga la mano a punto de coger el vaso de vino, pero Sara tira suavemente de su brazo para ponerle en pie. Los regordetes dedos enanos se abren y cierran como si casi pudieran rozar el deseado vaso y transportarlo hasta la boca.

Con mucho esfuerzo, Sara empuja a Vórtimer escaleras arriba, en dirección a la planta superior.

Cargando editor
15/04/2011, 14:42
Wilbur

- ¿Mis hombres? En modo alguno, el hecho de que haya sido yo el primero en dirigirme a Su Excelencia ha sido algo completamente anecdótico, que no implica de ningún modo una posición de superioridad jerárquica respecto de mis compañeros.

Somos simplemente un grupo de hombres libres, con habilidades tan diferentes como complementarias, unidos para realizar un proyecto común con las mayores garantías de éxito, y este proyecto es limpiar de bandoleros y escoria élfica los alrededores de esta bella ciudad.

Cargando editor
15/04/2011, 18:06
Roger de Valverde

Con lo suspicaz que parece el Alcalde y no sabiendo exactamente que ha dicho Wilbur permanezco en silencio sobre el tema.

Le sirvo una jarra a Wilbur antes de que este también tenga sed. – Ya veras que cordero prepara la posadera.

Notas de juego

En ese caso veo todos los mensajes.

Al leer tus dudas sobre si los Leia junto a esa frase concreta no lo tenía claro.

Cargando editor
18/04/2011, 21:09
Cléquetto

Bueno, bueno... No me vengáis con vuestras historias. A mí el modo en el que estéis organizados me importa la perilla de un elfo. Yo lo que quiero es... Oh... parece que bajan...

Valandil y Nugruk bajan las escaleras siguiendo a Sara. Los dos mercenarios están completamente curados, aunque hambrientos.

La planta baja parece una taberna vacía, si no fuera por la mesa central, con su botella de vino tinto y su jarra de agua fresca. A ella están sentados Borateo y Roger, ante dos platos con algún resto de comida. Wilbur está aún comiendo. Un enano de barba gris está sentado con los tres. Y más allá, junto a la puerta de salida, un elfo en pie y solo.

Sentaos, sentaos... Precisamente les estaba hablando de negocios a sus camaradas de armas. Mañana a primerísima hora debéis uniros a la cuadrilla de mineros, en la salida oeste del pueblo. Mandaré a Esvatt para que os guíe hasta ellos. Custodiaréis el convoy hasta la mina, vigilaréis los alrededores y os aseguraréis de que todos mis conciudadanos regresan sanos y salvos.

Cargando editor
19/04/2011, 09:32
Borateo Belarson

 Borateo con una mueca de sorpresa a Nugruk y a Valandil descender por las escaleras, siguiendo a Sara.

 Así que ese viejo borrachas sirvé para más cosas que para beber y emborracharse. Interesante saberlo.

 - Celebro veros de nuevo, compañeros. Veo que maese Vórtimer es un sanador excelente.- Luego se vuelve para encarar a Cléquetto.- Me parece muy bien vuestra idea, ilustre alcalde, custodiar a vuestra gente hacia la mina, pero creo que se ha olvidado hablarnos de la recompensa por arriesgar nuestros pellejos.

Cargando editor
21/04/2011, 11:55
Valandil de Oronar

En efecto... el señor Vórtimer conoce algunos trucos bastante interesantes. responde a Borateo para seguidamente escuchar a Clequetto.

Comprendido. dice el elfo mientras la visión de la comida hace que su estómago comience a gruñir.

Malditos bandidos elfos... necesito hacerme una clava.

¿qué peligros habitualmente asolan a sus mineros? ¿bandidos elfos que reclaman un impuesto especial por extraer metal en el interior de lo que consideran sus montañas o algo así?

No se atreve a preguntar mucho mas. Seguro que sus compañeros ya han tenido ocasión de charlar largo y tendido mientras Nugruk y él estaban descansando y no sabe hasta que punto debe de hablar de mas ante los aldeanos.

Cargando editor
22/04/2011, 13:00
0-El hospital de los horrores

Brrrlmph... ¡¿Sus montañas?! ¡¿Sus montañas?! De ningún modo. Hace un mes ni siquiera había elfos en cien millas a la redonda. Esos elfos...-dice tranquilamente con Valandil y Valthonis delante-son vagabundos y holgazanes que se quieren hacer ricos haciendo sangrar Holmet. No busquéis justificaciones raciales ni conflictos por la propiedad de las tierras. ¡SOLO APLASTADLOS!

Sara coloca su mano en el hombro de Cléquetto, transmitiéndole tranquilidad.

Sss.. señores... Mi esposo está descansando... por favor, hablen de sus asuntos sin elevar la voz. Traeré dos platos para nuestros dos recién recuperados pacientes. ¿Usted desea algo, alcalde?

No... no... no quiero nada... Perdoname, muchacha... Bien, por dónde íbamos... Ah, he perdido el hilo de mis propios pensamientos.

Sara abandona la estancia y se mete en la cocina, aún algo nerviosa por haber tenido que llamar a la calma a un personaje de tanto peso en el pueblo.

Recapitulando... Esos bandidos suelen estar en el camino que lleva a las llanuras, único enlace de estas apartadas montañas con la civilización. Pero si es cierto que habéis montado una sangría en sus filas, como me ha dicho Wilbur... las expediciones mineras son el punto más vulnerable através del cual vengarse del Mundo. Les pagaré... su hospedaje en esta posada, tanto cama como comida. Incluyendo estas extravagantes comilonas a media tarde... ¿Suelen alimentarse tan copiosamente a estas horas? Bah, da lo mismo... También recibirán una pieza de oro por cabeza y día, hay muchos soldados que no reciben tanto por sus labores de guardia en las grandes ciudades...

La posadera entra de nuevo con un plato en cada mano. Coloca un plato sopero delante de Nugruk y Valandil, que contrasta con el plato de carne de Wilbur, aunque Valthonis lo lleva peor... Con más tiempo en ayuno y sin nada de comida que llevarse a la boca.

Un par de platos de rica sopa de pescado... Perdonen que no ponga nada más consistente, pero soy algo torpe y pensé que al estar guardando cama comerían más ligero. No pensé que Vórtimer les pudiera atender tan pronto... en las condiciones en las que se encontraba. Si quieren, puedo empezar a cocinar algo de carne, pero prácticamente se os juntaría con la cena. ¿Desean algo más, los señores?

No soy idiota... sé que los mercenarios solo quieren una gran recompensa de un plumazo y a otra cosa, y desde ese punto de vista este salario día a día parece poco... Pero entiendan que desde mi punto de vista estoy pagando con los impuestos de los míos una misión de custodia que podría enfrentarse a cero peligros. Sería como pagar por nada. Si a mayores se encuentran con ellos, les pagaré lo estimado en mi cartel de se busca: doscientas piezas de oro por cabeza, vivos o muertos. Pero traedlos, por Moradin... No pagaré doscientas monedas a alguien que me diga lo que quiero oír, necesito la prueba de bandidos muertos. Aunque sea una cabeza cercenada. Holmet necesita ver que sus enemigos son castigados para recuperar la esperanza que antes tenía. A los vivos puedo someterles a juicio público y puedo exponer los cadáveres de los que murieron en la plaza del mercado, pero no puedo mostrar nada a mis vecinos si solo tengo la palabra de alguien diciendo que han matado a uno... diez... un millar de bandidos. Las palabras se las lleva el viento y no valen el oro de la Tesorería. ¿Les parece una recompensa aceptable?

Notas de juego

Actualizado el pnj de heridas.

Cargando editor
22/04/2011, 16:36
Wilbur

Wilbur saca su maza de armas lentamente y comenta, pensativo:

- Las alabanzas acerca de los herreros de Holmet son cantadas en toda la región, se dice que sus armas son las de más bella factura, que sus filos podrían partir en dos una montaña de un solo tajo y que su dureza es inigualable. Durante nuestro encuentro con los elfos mantuvimos un feroz combate, en el transcurso del cual algunos vimos como nuestras armas resultaban dañadas.

Yo por ejemplo dejé mi maza de armas clavada en el cráneo de un elfo y al no poder desclavarla usé está pobre baratija de maza de armas que traje como reserva para continuar el combate, no pudiendo después recuperar la original.

¿Sería posible que, como incentivo extra, nos proporcionasen algunas de las magníficas armas que salen de sus fraguas? A mi desde luego una maza de armas de gran calidad me sería de gran ayuda en la lucha contra los elfos. Además, sería de una belleza poética el que sean las armas de Holmet las que acaben con los malditos elfos que interrumpen la tranquilidad de sus bosques.

Incluso sería una magnífica publicidad que incrementaría las ventas cuando se corriese la voz.

Cargando editor
22/04/2011, 19:33
Valandil de Oronar

Me contengo para no sonreir ante el comentario del avispado Wilbur.

Respecto al pago, Valandil se encoge de hombros. Después de todo no se apuntó a esta aventura por dinero sino por diversión y por tener algo que hacer en lugarde pasarse el dia holgazaneando en el bosque y comiendo raices y manzanas.

Ese pago la parece mas que aceptable, de hecho, pero prefiere que sus compañeros sean los que regateen.

Cargando editor
22/04/2011, 23:06
Roger de Valverde

Las palabras del alcalde me preocupan mas que me tranquilizan.

Sólo pagara por cuerpos pero quien nos garantiza que si los traemos nuestra recompensa no sea ser ejecutados por haber matado a unos indefensos elfos. Una vez muertos ya no son salteadores.

– ¿Todos los salteadores son elfos?

Cargando editor
23/04/2011, 15:18
Cléquetto

¿No creéis que eso es abusar un poco de la situación, joven Wilbur? Unas buenas armas suponen tanta recompensa como la ya establecida... Incluso tenía la esperanza de que parte de la recompensa quedase en Holmet cuando adquirieseis alguna muestra de la artesanía local...

Oh, está bien. Dadme una lista de vuestras armas más desgastadas y os traeré una por cabeza. ¡Cinco armas de gran calidad! ¡Vais a arruinar las arcas de la ciudad!

Pero en esas condiciones contractuales me veo en la obligación de pedir una contraprestación adicional para el pueblo. En parte tiene que ver con la pregunta formulada por ti, humano-le dice a Roger-. Es cierto que los bandidos, según los testimonios de los que fueron asaltados, eran de raza elfa. Todos sin excepción. Por eso, cuando los guardias capturaron a ese elfo de allí-señalando a Valthonis, que sigue de pie junto a la puerta que da a la calle-le sometimos a juicio, como bien les podría explicar Wilbur. Por cosas que no vienen a cuento, ajenas a mi voluntad, Valthonis fue condenado a cambiar su "régimen de libertades". Ahora está bajo la servidumbre de Holmet, lo que significa que me debe obediencia por ser yo el representante del pueblo.

Toda esta conversación es escuchada a unos pies de distancia por el propio Valthonis, que tiene que soportar la ligereza con la que el alcalde habla sobre el elfo y sus circunstancias.

Él proclamó su inocencia, ¿pero y si se trata de uno de los bandidos? Tenerlo cerca como siervo supondría un gran peligro. Podría atentar contra mi vida. Por eso formará parte de vuestra labor llevar a Valthonis con vosotros. Debéis investigar si está o no relacionado con la banda de ladrones élficos, y a la vez vigilarlo. Si es inocente, os podrá ser de gran ayuda, pues durante el juicio afirmó ser un mercenario como vosotros que tuvo el valor de venir a enfrentarse a ellos en solitario. Algo diestro será, si pretendía derrotar a toda una banda sin ayuda.

Sara, la alcaldía pagará una habitación individual y las comidas a Valthonis. Vivirá en la posada, al menos durante unos días.

Sara asiente. La primera reacción de la posadera es alegrarse, ya que Cléquetto se acuerda al fin de su nombre. Pero luego se preocupa de tener que alojar a un convicto bajo el mismo techo que su pequeña hijita. Y más cuando el alcalde confesó delante de ella temer por su vida si lo tenía cerca. Aún a pesar del miedo, no tenía opción. Un cliente es un cliente, y no podía decir que no al noble local.

Notas de juego

En el apartado de notas, en vuestro siguiente post, decidme qué arma de gran calidad queréis recibir. La oferta del alcalde es para los cinco mercenarios: Borateo, Nugruk, Roger, Valandil y Wilbur. Cléquetto no mete a Valthonis en el trato.

Cargando editor
23/04/2011, 16:28
Wilbur

Wilbur echa una mirada desconfiada al tal Valthonis, para despues asentir dirigiéndose a Clequetto.

- Muchas gracias Excelencia, sabremos estar a la altura de vuestra generosidad.

Antes de partir quisiera conseguir algunos componentes para hechizos ¿Sabe donde podría localizar una tienda adecuada en Holmet?

Notas de juego

Maza de armas (porque supongo que en una herrería no fabricarán bastones mágicos de mago ni cosas así).

En el Rincón de Wilbur ¿Podrías poner un pequeño anexo diciendo cuanta bonificación de ataque tengo con la nueva maza (o sea, decirme "tiras 1d20 + X) y cuanto daño produce?

Cargando editor
23/04/2011, 22:54
Roger de Valverde

Bueno si logramos que confiese tendremos un buen puñado de monedas de oro que es por lo que hemos venido todos.

– Gracias por la confirmación de la información.

Un buen negociador Wilbur ha logrado sacarle una cosa muy valiosa.

Notas de juego

Una espada larga.

Cargando editor
25/04/2011, 21:04
Borateo Belarson

 Borateo, ahora con la tripa llena, viendo a sus compañeros bajar casi ilesos cuanto antes estaban moribundos, y, sobretodo el gran esfuerzo de cargar durante las cuatro horas de marcha con el bárbaro y el elfo a cuestas, hacen que le entre sueño al pelirrojo. Quien escucha sin intervenir lo que tratan unos y otros. Parece no tener nada que añadir.

 Lástima, las cabezas de aquellos dos hubieran sumado 400 coronas de oro, un buen pellizco, la verdad.

 Luego mira al elfo que aguarda en la entrada de la posada finalmente responde.

 - Estoy conforme con el trato, por el precio por las cabezas, por los honorarios de la custodia de los mineros, los gastos de la posada y especialmente por esas armas. A cambio de la custodia y la caza de los bandidos. Por mí no hay más que hablar.

Notas de juego

Lanza Larga.

Cargando editor
25/04/2011, 21:32
Valandil de Oronar

Valandil asentía a lo que sus compañeros iban comentando para seguidamente rebuscar entre sus ropas el resto de sus escasas pertenencias

Realmente no vamos a cazar elfos porque sean elfos. Venimos a ayudarles a que se libren de los que asolan sus tierras y ponen en peligro a sus hijos, sean elfos, orcos o avestruces gigantes. Valthonis, ¿deseáis uniros a este ágape? parecéis hambriento Y según pronunció lo delos avestruces gigantes se fijó en la cara de Clequetto para ver si podía adivinar alguna expresión del patrón. Pero antes de que Clequetto pudiera decir algo a este respecto, si es que iba a decirlo, Valandil se había vuelto haciala posadera.
Tenéis una mano extraordinaria en la cocina, señora Sarah. Os lo agradecemos. Mi estómago delicado y hambriento lo acepta como si fuera un banquete de boda de un mediano. No pdíais haber escogido mejor dice con gran sinceridad. Después de todo la dieta que Valandil solia procurarse habitualmente solia ser mucho menos apetecible. No le gustaba cazar. Era casi vegetariano y se alimentaba básicamente de frutos del bosque, cereales salvajes, hongos y raices.

Notas de juego

Una cimitarra. Y unos espolones de acero inoxidable Falconsize.

Edité el post por una incongruencia por haber leido mal el último post del master.

Cargando editor
28/04/2011, 10:31
Director

¿Los gastos de la posada?

Sara estaba en la cocina cuando el alcalde mencionó esa parte, y si no llega a ser por el comentario de Borateo repasando todo se habría producido una situación un tanto peliaguda cuando el alcalde se hubiera marchado y Sara pasase la cuenta de esa comida a los mercenarios.

Sí, Sara. Mañana enviaré a alguien con un saco de monedas para pagar todos los gastos que los presentes ocasionen a tu establecimiento. Todo correrá de mi cuenta.

Muy generoso por su parte, su ilustrísima.

Aunque en realidad se paga con los impuestos de todos los holmetanos.

Veamos... espada larga, lanza también larga... Ja, parece que hay algunos complejos por aquí. Maza de armas y cimitarra.

Nugruk no llega a pedir nada. Quizás sea porque considera que la verdadera fuerza no está en la factura del arma sino en los brazos de quien la blanda. Quizás sea porque ya tiene un vínculo especial con su espadón, ¿una herencia familiar? Quizás sea porque haber caído en combate por primera vez en su vida le haya traumatizado demasiado como para hablar.

Bueno, he de irme. Señor Wilbur, no hay dado de alta ningún negocio de magia en los registros mercantiles de Holmet. Espero que pueda encontrar los componentes que busca viendo de una tienda a otra, siempre que no se trate de algo demasiado exótico. La plaza del Mercado es el mejor lugar. La reconocerá por la escultura en bronce de un yunque en el centro de la plaza, pero está bastante cerca de la plaza del Martillo. Caballeros, un saludo. Les recomiendo que se acuesten pronto. Los mineros a los que acompañarán mañana madrugan mucho.

Cléquetto se levanta y se va. Al pasar junto a Valthonis, le hace un gesto para que se agache un poco y le susurra algo al oído. Tras esto, deja la posada.

Notas de juego

Para escuchar lo que le dice a Valthonis, tirada de escuchar CD 15.

Son las cinco de la tarde, habéis comido todos (menos Valthonis), y tenéis el resto de la tarde libre para hacer lo que queráis, por ejemplo, compras.

Tenéis dos habitaciones dobles y dos sencillas, podéis hablar de cómo os distribuís.

Cargando editor
28/04/2011, 11:02
Cléquetto

Las palabras flotan junto a las orejas puntiagudas de Valthonis...

Vigílalos bien. Serás mis ojos y mis oídos. Estaban heridos, y no dudo de que fueran atacados, pero tal vez sean unos farsantes que se hacen pasar por mercenarios para sacarle los cuartos a los incautos. Quiero saber cuáles son sus capacidades, y si realmente son tan diestros como dicen ser.

Cargando editor
28/04/2011, 11:13
Borateo Belarson
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+4)
Motivo: Chafardear
Dificultad: 15+
Resultado: 20(+4)=24 (Exito)

Notas de juego

 A ver que se dicen¿?

 Por cierto Nugruk y Valthonios no se conectan, quieres sugerencias para substituirlos¿?

Cargando editor
28/04/2011, 11:16
Director

Notas de juego

No empecé a tomar medidas porque se juntó KDD y semana santa. De momento envié un mensaje global, a ver si a eso reaccionan. A ver si esta semana se pasan por la partida.

Cargando editor
28/04/2011, 11:59
Wilbur

- Bueno señores, yo me voy de compras.

Wilbur sale disparado del lugar en dirección al mercado.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(-1)
Motivo: Escuchar
Dificultad: 15+
Resultado: 12(-1)=11 (Fracaso)