Partida Rol por web

Mmm... esa gente son ladrones y esclavistas, no debería haber en nuestra conciencia peso de remordimiento

Muerdo el labio inferior y paso la primera a la señal de Aslam hasta la grieta donde espera William...

Paso sigilosa y al llegar levanto una mano dando unas vueltas a lo que Wingnut responde dando unas vueltas en círculos hasta aterrizar en un punto cercano y acercarse dando saltitos por el suelo para terminar subiendo a mi mano, unas migajas de frutos secos son su recompensa.

Le dejo en mi hombro mientras voy a un lugar seguro donde me señale William, con la flecha en el arco encajada y lista para disparar...

Aurum Malla du Llum - Mientras el resto espera una nueva oportunidad para pasar Erika cierra los ojos poniendo las manos sobre sus pechos en tanto canturre entre siniestros susurros unas palabras mágicas, Wingnut aletea nervioso, una aura inquietante y transparente envuelve a ambos, y ahora Erika parece más tranquila mientras le dice a William

Bien maestro, ¿Cual es el plan? ¿Habeis encontrado alguna puerta que nos meta en el interior?

Maedros murmuró una maldición y lanzó sobre si mismo la armadura de mago. No tenia el menor interes de quedar sin proteccion mientras varios guardias le llenaban de flechas. Era mejor haberlos eliminado sin tantos aspavientos, si hubiera sabido... en fin, ya daba igual

Tras esto siguió avanzando intentando moverse en silencio mientras indicaba con un vehemente gesto en su cuello la mejor solución respecto a la vida o muerte de los guardias

Todos conseguís descender con gran sigilo. Tras la muralla veis que el torreon tiene dos entrada al este y al oeste (vuestra derecha y vuestra izquierda). A vuestra izquierda también hay una escalinata que asciende por el muro. También podeis ver en un esquina unas escaleras de piedra que también ascienden.

-¡Bien! Ya estamos todos--susurra Aslam satisfecho.

-Ahora podríamos tratar de entrar por ahí--propone el pícaro mientras señala la puerta de la izquierda--Mientras lo vais haciendo, yo trataré de quitar la escalinata para dificultar la bajada de los guardias por si nos descubren.

-¿Qué decís? ¿Algún otro plan? ¿William?

Al final habían logrado llegar todos sin que les escucharan, pero esa era la parte facil. La dificil venía al entrar.

Sigue sin gustarme ni un pelo dejar a esos guardías ahí. Aunque quites la escalinata podrían bajar por la de piedra. Y siguen pudiendo dar la alarma.
Entrar en una guarida de bandidos ya es una locura, pero encima no eliminar a posibles enemigos cuando tienes la oportunidad es de idiotas.
Todavía tenemos angulo desde aquí. Podrías usar el mismo plan, y si no los derribamos a todos estamos más cerca de la entrada y podemos llegar.

Apoyo a William, ellos no dudarán si nos tienen a tiro, pero en esto de ser indiscreta soy bastante novata... asi que dejo la decisión a quienes sabéis, a una palabra vuestra cruzo las escaleras para abajo, estoy lista para cualquier cosa, jejeje

Erika observa a los guardias por encima de una cobertura, estudia la situación, y tal como dice William podríamos con ellos antes siquiera que se dieran cuenta de que están siendo atacados, y ya podríamos bajar sin preocupación de quien pudiera asaltarnos por la espalda, es menester que entre en esta fortaleza.... y es importante que lo haga con Aslam.... así que tendré que acatar su decisión y mantenerme pegada a él....

-Si os soy sincero, no me veo capaz de acabar con ninguno de los guardias desde aquí abajo--susurra Aslam al tiempo que desenvaina la daga--Es más, no creo ni que llegue hasta allá arriba con el acierto necesario para que resulte eficaz el ataque sorpresa. Pero nada, sea como disponga la mayoría...

A todas luces, la decisión de atacar por sorpresa desagrada en exceso al joven de Absalom. Si por él fuera, entrarían en esa ratonera, le pondrían una daga en el cuello al tal Zamir y lo harían cambiar de parecer con respecto a los robos y la trata de blancas a la mayor brevedad.

Mientras discutís el plan alguno de los guardias mira desganado hacia vuestra zona, pero no os ve. Parecen ataviados como los bandidos os emboscaron.

- Matemoslos. No tengo intención de retirar la escalera, ni de dejar enemigos detras nuestra 

Al final parecía que el sentido común en el resto del grupo funcionaba bien. Todavía no entendía la reticencia del joven a matar a gente que había tratado de matarlo a él. Desde luego había algo que no les contaba.

Bueno, pues tenemos otro problema, arriba hay cuatro guardias, por lo que tenemos que ser tres al menos los que disparemos y el cuarto que lo neutralice unos instantes Maedros, para poder rematarlo luego.
Así que yo soy uno. Erika, los elfos tienen fama de buenos arqueros, ¿te importaría ser otra?. Y hace falta uno más, así que me temo que te tendrás que mojar Aslam.

El explorador ya tenía su arco preparado. Sólo esperaba confirmación de los demás y se pondría al tajo.

-Me mojo, me mojo--asintió Aslam con desagrado--Aunque repito que no sé si seré lo suficientemente bueno como para que el plan salga todo lo bien que debiera. Sólo soy un simple cerrajero...

-¿Por qué diantres tendrá la gente esa maniática fijación por borrar del mapa a aquellos que únicamente tienen un punto de vista distinto al suyo? Con lo fácil que es negociar primero y, llegado el caso, enfrentarse después cuando no quede más remedio.

Contando con que acertemos los tres, y los tres matemos a los guardias con una sola flecha cada uno.... demasiadas coincidencias, no dejaré nuestra vida a ese hipotético azar, lanzad vuestras saetas mientras yo comienzo una nana arcana

Quien quede en pie caerá sobre el lecho de piedra para no volver a ver la luz del sol

Aún con estas palabras mantengo el arco siempre en mis manos y la flecha en la cuerda, mientras observando a los guardias ya empiezo a murmurar las primeras sílabas de la mágica canción

Una vez aclarado el asunto, William apunta con cuidado con su arco. En cuanto comprueba que todos están en posición para abrir fuego también, dispara a uno de los guardias que están al sur.
Lamentablemente el disparo pasa demasiado lejos de su objetivo y el explorador apunto está de lanzar una maldición en voz alta. Por fortuna se contiene en el último momento.

Los guardias están ubicados en el extremo oeste de la muralla. Dos al norte y dos al sur

Al ver la distancia real a la que se encuentran los centinelas, Aslam niega con la cabeza y vuelve a insistir:

-Quizás yo debería acercarme un poco más antes de que iniciemos el ataque sorpresa. Desde aquí no voy ni a llegar allá arriba con la daga.

Mientras hablaba, el pícaro escucha el silbido de la flecha que acaba de disparar William y entiende que ya no es el momento de seguir debatiendo nada, sino que por fin ha llegado la hora de pasar a la acción.

-Está bien. ¡Que Desna reparta suerte!

Moviéndose con agilidad, sin atención alguna al sigilo, Aslam se sale del plan previsto y corre en dirección a la escalera de mano.