Resoplo al no saber si se está metiendo conmigo o lo dice en serio y me vuelvo a enfurruñar de nuevo: Pues entonces supongo que tendré que buscarme otro trabajo. Con la comida no se juega..
- ¡Fantastisimo!- Exclama el vendedor mientras recoge el kit médico. Se agacha tras el mostrados y seiscientas milésimas y dos nanosegundos después, vuelve a erguirse.- ¡Ya está! ¿No queréis algo más? ¿Seguro? Tengo miel de topo, y calzoncillos velocidad luz y sombreros mejicanos y helados de uranio enriquecido...¿No queréis un ambientador con forma y olor a pino?
Ahora el kit médico tiene para 4 usos.
Finalmente el dependiente termina de cargar nuestro med pack y nos lo entrega listo para su uso.
Yo pago la puñetera factura y, girándome, digo.
Pues ya hemos terminado. Nos topca un poco de relajación y meternos algo en el cuerpo. Que va haciendo falta.
Y dicho esto, miro detenidamente a Ary la cual, si que va cambiando de color.
Resoplo por unos segundos y añado.
Vamos, que estaba yo de broma. No vamos a convertir esto en una demostración de resistencia. Aunque quizá, si que deberíamos hacer algo así cuando nos toque hacer una visita a algún bar.
Tras este comentario, me dirijo a la puerta de la tienda y salgo. Ya en la calle, espero a mis compinches para seleccionar un comedero aceptable.
Por cierto. Cuatro recargas. Entonces al final, han sido 120 plásticos, creo.
Sonriendo ante la perspectiva de no tener que comer gusanos salgo detrás de Blaze para buscar un sitio en el que poder comer.
Emmm yo a lo de la bebida también me puedo apuntar, pero sin apuesta porque sé que voy a perder.. jajaja
Y harás bien en no hacerlo.
Contesto yo de buen humor.
Pero primero lo primero. Pues no podemos olvidar, que ahora mismo deben estar montando las mejoras que pedimos en nuestra nave. No, creo que no seria adecuado que apareciéramos borrachos como cubas.
Aunque no puedo evitar reír ante tan grata perspectiva.
En fin, veamos si nuestros compinches salen. Así podemos meter algo solido en nuestros estomagos.
Al acabar de ver por fin la luz al final del túnel sonrío.. Me haces rabiar muy a menudo, pero en el fondo no me caes tan mal. Digo a Blaze sacándole la lengua.
¿Rabiar?
Repito yo con cierto tono de incredulidad.
Recuerda lo que somos. La próxima vez que hablemos de gusanos, desafiame a comer un par de kilos de tus galletitas. Para la gente como nosotros, no existen los limites.
Y ahora, casi estoy a punto de soltar la carcajada de nuevo.
Sisi Blaze lo que tu me digas.. yo soy normal jajaja Me echo a reir mientras me imagino al piloto enterrado en una montaña de galletitas en las que sólo asoman los ojos a través del cristal del casco.
Nacho solo va mirando de un lado a otro sin hacer caso a sus compañeros
De repente se sobresalta
Chicos!! un autentico mexicano para comer!! entramos? sisisisisisisi
Bueno Ary. Al menos, mi estomago no parece una bestia desbocada. Pero claro, si a ti te parece eso normal, yo ahí ya no me meto.
Y es obvio que sigo teniendo ganas de cachondeo. Pero antes de que Ary me llegue a contestar, escucho a nuestro señor Infiltración.
Miro a Ary y digo.
Por mi, lo que decidáis estará bien.
Ahora, presto mi atención al Señor Infiltración y añado.
Por cierto, esos mexicanos, ¿de donde son?.¿ De algún planeta lejano o algo así?
Sí, me parece que de uno en que todo lo que comen pica una barbaridad.. No podemos elegir algo menos.. picante? Pregunto por si cuela..
Veis una cantina donde creéis que se puede comer y beber algo; o al menos algo similar. Incluso parece que hay musica ambiental.
Ahorros: 150-60 = 90 plásticos.
Son 60 porque el medpack ya tenía 2 recargas de antes, más las dos compradas; pues cuatro en total.
Y hasta nosotros llega, en ese momento, cierto sonido armónico. No se puede definir como música pues, en ese momento, dos tipos liándose a leches salen despedidos por las puertas del local.
Y yo, que miro con interés como ambos pipiolos tratan de acertarse, me giro y digo.
Hay que ver que delicada es nuestra Tuercas. Y eso teniendo en cuenta la bestia parda que tiene por estomago.
Señalo entonces con el pulgar detrás de mi y añado.
Me parece que ese local, tiene la clase de ambiente que es perfecto para nosotros. ¿Vamos?
Sonrío ante las palabras de Blaze y respondo: Más bestia que tú no hay nada, ni siquiera mi estómago. Entra tu primero que a mi me da vergüencita.. Digo señalándole la entrada.
Por supuesto Tuercas. Yo ire el primero.
Nos encaminamos finalmente a la entrada de la cantina y cuando llego hasta su puerta, la abro y sostengo la puerta para que mis compinches puedan pasar.
¿Veis?. Los Fankonnen también podemos ser educados.
En ese momento, uno de los pipiolos trata de agarrar al otro con tan mala fortuna que falla y, resulta, que queda frente a mi.
Lo miro de arriba a abajo y digo.
Aparta que molestas.
Y cosa curiosa. El pipiolo nos mira a los cuatro y decide apartarse sin decir nada de nada. Y yo río y mirando a mis compinches digo.
Si, ya se nos va notando cierta manera de hacer las cosas.
Y es muy posible que el pipiolo decidiera largarse sin decir nada, por que los cuatro hemos apoyado nuestras manos en las empuñaduras de nuestras armas.
Je,je,je. Como siga yo, no me responsabilizo de lo que pase en la cantina.
Je,je,je.
Joder Blaze.. - me acerco a él y le doy unos toquecitos en el casco con la mano. - Toc Toc! Hay alguien habitando esa cabeza?! Como nos busques una bronca te vamos a dejar aquí sólo porque no nos vamos a meter ninguno, es más, vamos a desaparecer más rápido y mas sutilmente que nuestro señor infiltración..
Ya, ya. Seguro.
Contesto yo mientras entramos en la cantina.
Y he aquí que el ambiente es bastante agradable.
Por aquí y por allá, hay algún que otro tipo dedicándose a lo suyo frente a una botella de Alcohol.
Al lado de un reproductor de música, en el que no se sabe lo que suena, hay otros tres borrachos tratando de corear la canción que suena.
A lo largo de la taberna, hay bastantes mesas. Algunas ocupadas y otras vacías. Y en las ocupadas, la gente trata de comer lo que sea entre eructos y maldiciones a la salud de los cocineros.
Y al fondo, por supuesto, hay una gran barra ocupada por mas de uno que discute acaloradamente sobre a saber que tema.
Por en medio de este caos, alguna que otra camarera, que deben ser expertas en artes marciales o algo así, van de un lado para otro sirviendo un pedido tras otro.
Y yo, tras asentir satisfecho al ver el panorama, pregunto.
¿Que preferís?. ¿Mesa o barra?. Parece que en la barra hay mejor ambiente, ¿no?
Pues yo prefiero una mesa.. Digo mientras Blaze empieza a darme un poco de miedo con su actitud desde que ha entrado por la puerta del bar.
No se hable mas. Que sea una mesa entonces.
Y los cuatro penetramos en el asqueroso antro, digo en la taberna, caminando uno al lado del otro
Avanzamos por en medio del salón del antro y finalmente, nos sentamos en una de las mesas laterales.
Por supuesto, los cuatro lo hacemos de espalda a la pared y mas de uno de los presentes, no hecha alguna que otra mirada de soslayo.
Pero he aquí que yo, que soy uno de los que se han sentado en un extremo de la mesa, sigo teniendo mi mano derecha apoyada en la empuñadura de mi arma como si tal cosa.
Y en voz alta, les digo a mis compinches.
¿No estáis ansiosos por probar la eficacia de nuestro nuevo equipamiento?. Y ya sabéis a que clase de equipo me refiero.
Y en ese momento, una de las camareras, una fantauriana, se nos aproxima y pregunta.
¿Que van a tomar?. ¿Lo tienen ya pensado o les traigo una carta para que elijan?. Les recomiendo las costillas de chucho Ixiano. Hoy están realmente soportables.
Quita quita! tráeme una carta que como tenga que elegir el comegusanos este me voy a poner enferma seguro! Respondo acto seguido antes de que nadie pueda decir nada.