Partida Rol por web

Tras quedarse más o menos con lo que veía, Tornes empezó a dar órdenes.

Muy bien, chicos. Os quiero en orden. Iremos asegurando habitación por habitación. Uno abre, los otros le cubren.

Giró su cabeza hacia la derecha.

Esta será la primera.

Señor. respondió Nutty dirigiéndose a la primera, la de la derecha por la que ya había salido un tipo.

Con la pistola le hizo un gesto a Miller para que le cubriese mientras se iba acercando.

Elizabeth se quedó un paso por detras de los militares sin saber muy bien que hacer y lamentando no haberse quedado en la cama aquella mañana. Con la cabeza aún algo gacha por la advertencia de Tornes siguió al grupo lo mas atenta y sigilosamente posible

Nutty entró a la habitación pistola en mano. Miller vigilaba su espalda mientras apuntaba a los dos policías que aún se movían por el suelo. 

El cuarto era un pequeño despacho con un par de sillas un escritorio y un ordenador que estaba ahora tirado en el suelo hecho añicos junto con los cristales y algunos papeles. Había sangre dentro y entre las sillas estaba el cuerpo de una mujer, también vestida de policía, le faltaba parte del cráneo que estaba repartido por el resto de la habitación.

La ventana estaba rota aunque tenía rejas y no se podía acceder por ahí al interior.

¡Limpia! dijo Nutty a sus compañeros.

Una mujer caída pero lo que le han hecho es casi peor que una puta explosión. - añadió arrugando el rostro.

Hizo entonces un gesto a Miller y se dirigió a la siguiente habitación, tras hacerle un gesto militar a Tornes de que vigilara el perímetro.

Eli se apartó el pelo de la cara y miró cuidadosamente a su alrededor, prestando atención a los sonidos y a algún movimiento que pudiese producirse cerca de ellos. Puede que no supiese ni por donde había que coger una pistola per ¡diablos! sus oídos tambien servían. Finalmente, y tras unos segundos atendiendo a su alrededor sacó el transmisor tratando de hacerlo funcionar, ya fuese para ponerse en contacto con el alto mando o con alguno de sus compañeros.

Muy bien. 

Tornes siguió atento a cualquier problema que pudiera haber, además de los dos policías que se afanaban por arrastrarse. Esperaba no tener que neutralizarlos pero...

Repitieron el proceso en la habitación contigua pero con el problema de que había dos heridos tratando de morderles arrastrandose hacia ellos. Debían hacer algo con aquellos tipos.

Miller dio una patada a la puerta y Nutty entró dentro de lo que era otro despacho como el anterior había un hombre tirado en el suelo y una mujer sobre el. La escena os petrificó. ¡La mujer le estaba sacando las tripas con las manos y se las estaba comiendo! No quedaba gran cosa del hombre, parecía que la mujer antes de llegar a las tripas le había mordido la cara, los brazos... la sangre estaba por toda la habitación y el olor era fétido. Insoportable.

Al entrar la mujer giró la cabeza hacia vosotros y se empezó a levantar mientras hacía aquel ruido del que no acababais de acostumbraros.

Tornes no podía creer lo que estaba viendo en ese momento. ¡Aquella mujer estaba comiéndose a un hombre!
Tras muchos años de servicio y haber participados en decenas de misiones, aquello no lo había visto en su vida. Cuando observó las entrañas en las manos de la mujer el cuerpo le produjo una arcada, la cual solo pudo contener por pura voluntad.
Las manos de la mujer se alzaron en dirección a Miller y Nutty, que eran los más próximos a la habitación.

¿Pero que clase de infierno es este?

El infierno.

Tornes lo había nombrado pero no sabía lo que era el infierno hasta que no veías andar veinte metros a tu compañero de escuadrón faltándole casi media cabeza, después de que un IED le explotase en la cara pero su cuerpo se negase a reconocer lo obvio.

De todas formas, la escena frente a él iba a ser archivada en la misma carpeta, la de Esto hará que las pesadillas hagan que te mees en la cama como un niño de tres años.

Eli se acercó y vió lo que había al otro lado de la puerta. La mujer estaba devorando las visceras de aquel hombre de una forma realmente terrorífica y espeluznante. Algo que hubiese hecho vomitar a cualquiera. Sin embargo, la científica logró sobreponerse a la situación. Había un número limitado de horrores a los que se podía someter a una persona en un día y Elizabeth parecía haber alcanzado el limite. En otras palabras: aunque horrorizada y pálida, la joven permanecía tranquila y espectante.

CrEo que por mucho penalizados que pongas paso la tirada de miedo XD

No parece que la radio esté rota sin embargo no captas ninguna otar señal salvo ese molesto chisporroteo.

Aquello era completamente de locos. La mujer había comenzado a avanzar hacía ellos olvidando su anterior víctima. El escenario era dantesco y Elizabeth tenía la certeza de que como la cosa siguiese así iba a volverse loca. La radio no funcionaba, algo parecía bloquear las ondas, la gente desgarraba con sus propias armas naturales a sus semejantes, aquella gente había perdido lo que les hacía humanos.

-No se puede hacer nada más aquí...tenemos que irnos de este pueblo

Civiles... - murmuró Nutty cuando escuchó a la científico hablar de abandonar la misión y huir.

Amartilló la pistola y disparó, haciendo que la bala impactase contra la cabeza de la mujer y explotase como una sandía lanzada desde un décimo piso, esparciendo sangre y vísceras por toda la habitación.

Aguantando las ganas de vomitar por el olor de las entrañas del hombre, dijo. Miller, cubreme, voy a comprobar al caído.

Nutty, tenga cuidado. Y señorita Weaver. No nos vamos a ir de aquí. Y mucho menos sin que hablemos usted y yo.

Tornes se giró para no dar la espalda a los que estaban arrastrándose todavía por el suelo o a algún visitante inesperado más.

Maldita sea. No sé cuántas veces van ya, pero... dónde nos hemos metido.

La cabeza de aquel tipo saltó en pedazos. La sangre negruzca salpicó las paredes y el cuerpo se desplomó junto a los restos del otro cuerpo cadáver. De otra de las puertas, una de las del lado izquierdo, se empezaron a escuchar golpes como si alguien tratara de salir y no pudiese abrir la puerta. Del piso de arriba cayó un hombre, un policía  que, tras dar con sus huesos en el suelo con un sonoro estrépito comenzó a levantarse mientras gemía. Por si eso fuera poco los que había por la calle empezaban a subir las escaleras en dirección a la puerta principal.

La misión era ver lo que ocurría y volver a informar. Esto no son terroristas- recordó Elizabeth a sus compañeros. Aquellos hombres parecían creerse los protagonistas de una pelicula de acción. En aquel momento, Elizabeth vo todo lo que ocurría y palideció. No tardarían mucho en rodearlos.

Pues salga fuera y dígales que trabajamos para el gobierno. Que vuelvan a sus casas y que no se alteren.

Tornes estaba empezando a cansarse de la actitud de aquella mujer. Se pensaba que a él le gustaba agredir y mucho menos disparar a ciudadanos americanos. Aquello que estaban viendo no haría otra cosa que alimentar las pesadillas de las que disfrutaba cada noche.