Partida Rol por web

Aunque Missy tarda algo mas de lo esperado, finalmente llega al centro comercial casi a las 10 de la mañana, casi todas las tiendas estan abriendo en ese momento asique es buena hora para poder comprar cualquier cosa que se necesite.

- Vaya. Ya era hora. - le digo con un guiño de ojo cuando la veo aparecer. Ya pensaba que habías cambiado de opinión y no venías.

Missy llegó al trote, visiblemente azorada. Había llegado allí cuan rápido había sido capaz, pero claro, no podía largarse sin más.

- Perdona, querida- respondió abrazando a la chica, para luego despegarse rápidamente al darse cuenta de que esa era la actitud que solía mantener con sus Pokemons y no con la gente.

Rock no habría sido capaz de seguir el ritmo, así que estaba dentro de su Pokeball, pero Cloud, el Growlithe, reposaba silencioso cual paladín y guardián, cual guardaespaldas, a sus pies.

- Me has despertado, y tenía que desayunar, despedirme de mi madre, y organizar algunas cosas antes de salir, pero he intentado ser rápida- y aún así, porque no estaban las tiendas de zapatos abiertas...-, pero de lo cambiar de opinión ni hablar. Eso ni lo menciones- añadió para intentar reforzar la confianza de la chica- ¿Qué tenías pensado comprar tú?

Observo al Growlithe detrás de Missy.

- Me llamó la atención que le eligieras. - le digo. Una Gran Elección. Lástima que Silver no dejara que Skorupi viniera conmigo.  - añado mientras una lágrima recorría mi mejilla. Si me hubiera dejado traerlo conmigo ahora mismo tendríamos 4 Pokemon en nuestro Grupo.

- Tengo que comprar una Tienda, las Herramientas para montar la bicicleta y luego una cazo, unas cerillas y algo de comida para llevar.

- Se porta muy bien, es todo un campeón- Missy, satisfecha, se arrodilló para plantarle un beso al flameante Pokemon en el cogote y unas caricias en el cuello, como acompañamiento a los elogios de Samy. Entonces se levantó y siguió hablando sin darle más importancia. Su tono había sido dulce, pero Samy sabía que exageraba. El pequeño aún no había combatido, por lo que si era o no un buen combatiente no estaba demostrado.

Missy ladeó la cabeza, cual gato, reparando en la lágrima de la mejilla de Samy. La señaló con el dedo.

- ¿Es de sueño o por Skorupi?- preguntó dubitativa, en tono escéptico. No iba a preocuparse a lo tonto, y no veía una tercera posibilidad- Yo quería llevar un montón de trastos. Tengo que pensarlo todavía. Yendo a una ciudad cercana no me quiero llevar muchos trastos.

- Maldita sea Samy. - me reprimo. Deberías controlarte. No puede ser que se te escapen las lágrimas de esta manera.

- ¿Eh? - digo secándome la mejilla. No, no tengo sueño. Me acordé de Skorupi. Silver digo que no estaba preparado y que no me daría ningún pokemon adicional. Que no se fiaba de mi.

- No pienso llevar mucho. Tan sólo lo justo y necesario para poder subsistir. Cuerda, linterna, comida, algo de ropa, el saco y una tienda, cerillas y un cazo. - digo. Nada más. Bueno, y la bicicleta cuando consiga montarla. - añado con una sonrisa mientras me rascaba la cabeza.

Missy ladeó la cabeza. En cierto modo entendía a Silver. Samy era demasiado cruel a veces, como Missy, pero ella se había molestado en ocultarlo, y llevaba desde que recibió a Rock más blanda y frágil de lo normal. Aún había tenido ingenio para un par de alardes de manipulación y técnicas de arpía, pero menos que de costumbre. Samy en cambio se había limitado a ser ella misma, escondida tras esa capa de rocas. No podía decirle que entendía al maestro pokemon.

- Es una cuestión de tiempo, supongo- respondió la chica intentando animar a su compañera-. Al final acabaría confiando en ti. Pero, para qué necesitas tanto equipo, ¿no vas en bus a la ciudad portuaria?- se limitó a preguntar la chica, visiblemente confusa. Ese era su plan. Si Samy cargaba con todo igual tenía otro plan... y entonces tendrían que ver qué hacían.

- ¿Y luego que? - le pregunto. ¿Como tienes pensado moverte? No siempre podremos hacer noche en una ciudad. Y si lo hacemos será caro. - añado sin poder creer que Missy no hubiera pensado en esos "pequeños" detalles.

Missy se encogió de hombros.

- Luego volvemos. Mi plan era ir allí, volver a casa en el futuro, cuando crea que he tenido bastante, y entonces valorar si estoy preparada para ir al gimnasio o prefiero adentrarme en los alrededores. ¿No te parece una buena idea?- Lo cierto es que Missy no tenía mucho problema de cara a esa primera aventura. El único problema podía ser el viaje de vuelta, que serían unos... ¿cuatro días por la montaña y el bosque? Aunque caminase sólo con la ropa puesta sería capaz de llegar a casa, el estado en que lo hiciese sería otra cosa. Llevando un mínimo podía aguantar, o eso se pensaba. Ella dejaba las excursiones por todo el mundo para más adelante, cuando tuviese que ir a estadios lejanos.

- ¿Volver? - digo atónita moviendo la cabeza a ambos lados frenéticamente. No tengo ninguna intención de volver a este Pueblo. Nada me ata a él.

- Además, si vamos en Bicicleta tendremos más posibilidades de aumentar nuestra Colección de Pokemon y hacernos más Fuertes. - añado. Eso sin contar con que podremos entrenar cada vez que hagamos noche de forma que nuestros Pokemon aprendan más ataques y evolucionen antes.

Missy bajó la cabeza.

- Nuestros padres, por ejemplo- respondió ante las primeras palabras de su compañera. Quizá ella no estuviese muy unida a sus progenitores, pero Missy sí, y se resistía a dejarles así como así. En vista a su regalo y la magnífica ocasión que le brindaba el entorno no tenía pensado ponerse a viajar sin retorno desde el principio. Y aún así, viajaría con Samy en la medida de lo cuerdo y lo posible, por muy malos que fuesen para la conciencia de Missy los métodos de su compañera-, pero.. lo último si es verdad- Entrenar juntas era una buena posibilidad, aunque si lo que tenía en mente funcionaba también podría luchar contra su familia.

Mis padres. No les debía nada. ¿O si? Se habían dejado todos sus ahorros en comprarme la Bicicleta. ¿Por qué? No se lo pedí y tampoco lo merezco pues nunca me he portado bien con ellos, bueno, realmente no me he portado bien con casi nadie.

De repente un atisbo de remordimiento empezó a formarse en mi interior. Mis Padres, Silver, ... Maldita sea. ¿Desde cuando tengo Conciencia y me importa lo que opinen los demás? Rápidamente vuelvo a ponerme la coraza aunque ya tengo decidido que antes de irme iré a pedir disculpas a Silver por mi impertinencia de ayer y evidentemente deré las gracias a mis padres por todo lo que han hecho por mi.

Miro a Missy.

- Será mejor que nos pongamos en movimiento. - le digo. Cuanto antes compremos antes podremos salir hacia la Ciudad Portuaria.