Partida Rol por web

Mientras buscábamos al doctor una gran huella y un fuerte rugido detienen nuestro avance por un momento.

Observo la huella intentando identificar a que pertenecía, pero fue en vano, lo unico que podia deducir es lo que los demas podrian realmente, no recuerdo haberla visto antes respondo a Sasori pero de algo estoy seguro, no me gustaría cruzarme con eso volviendo junto a sasori deberíamos continuar 

Tyranitar se queda parado un momento mientras Sweet habla, rascando el suelo y dejando profundos surcos en la tierra. Da la impresión de que solo trataba de intimidaros, seguramente este sea su territorio...hasta que suelta un nuevo rugido y se lanza a por vosotros a una velocidad considerable para un pokémon tan grande. En sus brillos reluce el brillo rojo del depredador.

Es como los documentales de naturaleza que aparecen en televisión. Solo que esta vez vosotros sois la presa.

Durante unos instantes permanecí quieta, suspendida en el aire, sobre unos compañeros que se me adelantaban un poco pero que permanecían en mi campo de visión. El hecho de poder contar con un rango de visión más alto no me ayudó en lo absoluto a encontrar a Mark ni a Sweet, por desgracia, pero había algo que sí podía hacer, y era concentrarme para intentar encontrar a la pequeña Pokémon de tipo psíquico. Y eso hice. Concentré todo mi poder, inspirando y expirando, sintiendo la brisa colisionar con mi pequeño cuerpo, que parecía fotografiado, en el aire.

Me costó una buena dosis de esfuerzo y cansancio dar con el Pokémon de Mark. Estaban alejados, y poco a poco noté como me costaba más mantenerme en el aire quieta y concentrarme. El dolor de cabeza aumentaba poco a poco. “Sí que están lejos, ya”, pensé, cuando finalmente di con ellos. Al instante sentí la presión de mi cabeza aminorar, causándome una sensación de alivio muy grande. Contactar con Sweet fue, una vez localizada, mucho más fácil que la búsqueda. Pude proseguir con el movimiento, resumiendo la marcha y alcanzando a mis compañeros segundos más tarde, todavía poco más de un metro por encima de ellos.

Usando una búsqueda, di con la pareja de entrenador tullido y Pokémon psíquico. "Sweet. ¿Qué hacéis? ¿Qué sucede?", pregunté, intentando sonar lo más mecánica posible.

- Perdoname pequeña.

Dice Mark el cual ya se ha puesto de pie y te apunta con la pokeball la cual te atrapa y te protege al mismo tiempo.

Justo antes de empezar a correr le lanza una bravuconada a Tyranitar.

- Cuidado al morder, que pincho.

A toda prisa y procurando no de dejar nada comienza a correr renqueante por donde habia venido.

Justo cuándo el Tyranitar dejó claro que no estaba el horno para bollos, noté una intrusión mental que me desconcentró lo suficiente para que Mark fuese más rápido que yo y sacase su pokeball.

- ¿¡Pero qué...?!

¿Es que se había vuelto loco? ¡El era un débil humano cojo, yo era un pokemon! ¡Yo podía y sabía luchar! ¿Qué creía que hacía? ¡Así no protegía a nadie!

Luché contra la pokeball y me liberé, claramente enfadada. 

- ¡Al suelo Mark! ¡No seas tonto! - le grité mientras me concentraba en el Tyranitar. Sería bruto el bicho... Por su culpa ahora no me iban a gustar los Tyranitar nunca más. Y a él no le iban a gustar los Ralts, de eso estaba segura. Tendría que escribir esto en mi diario, era un pensamiento muy profundo.

"¡LUCHA!" - fue lo único que conseguí decirle a Abra antes de perder el contacto. Con tantas cosas que ocurrían a mi alrededor no podía ponerme a charlar con ella. 

El pequeño artilugio se toma unos momentos para escanear las huellas y buscar similitudes con los datos alamcenados en su interior. La información aparece en la pantalla y una voz en off la va repitiendo, aunque te da la opción de silenciarla.

Pokémon: Tyranitar

Anteevoluciones conocidas: Pupitar

Evoluciones conocidas: ninguna

Tipo: Roca-Siniestro

Rasgos reseñables: su cuerpo no puede ser dañado por casi ningún ataque al estar formado por escamas compuestas de gran tenacidad, así que se suele mostrar ansioso por desafiar a sus enemigos. Sus garras son igualmente duras, gracias a las cuales pueden fácilmente excavar en las montañas para hacer sus nidos y las cuevas donde habitan. Por su fuerte carácter y su gran rivalidad, se les ha visto peleando con Aggron fieramente hasta el cansancio, ya que los dos son muy territoriales y odian perder. Muchas veces la razón de sus disputas son las montañas, ya que estos necesitan hacer sus nidos destruyendo montañas, cosa que a los Aggron les enfurece, ya que cuidan las zonas montañosas.

Hábitat: suele habitar en zonas montañosas de difícil acceso o con cumbres afiladas aunque también es visto en desiertos, selvas o en bosques donde busca presas.

Hábitos comportamentales: es un Pokémon sumamente territorial, y las hembras son unas de las madres más agresivas de todas, que protegen a sus crías con el máximo celo. A pesar de todo, si se le cría y entrena con cariño, hará lo que sea para proteger a su entrenador, incluso dar su propia vida por él si fuese necesario.

Dado su fuerte carácter, son pokémon inherentemente solitarios que solo se juntan durante la época del apareamiento. Aunque es raro, se han documentado casos donde la hembra mata al macho después del apareamiento para disponer de comida abundante. Es raro que la puesta sea mayor de 1 o 2 huevos.

Precauciones especiales: se mantienen alejados de humanos a menos que sean estos los que invadan su territorio, en cuyo caso son feroces y no paran hasta dar muerte al intruso. No enfrentarse a ellos sin disponer de pokémon muy entrenados.

Un nuevo rugido sale de entre los árboles y esta vez se escucha más fuerte; si Doc se ha topado con Tyranitar, la cosa puede ponerse muy mal...

Me agito, correteando y regresando en una dirección concreta.- Chade, Chade…- Llamo a Kate, gesticulando y saltando para que me sigan. El Doctor Caramelos y el pokémon grande están por aquí. Seguro que en problemas.

No me gusta, me siento como un intruso, además de que casi puedo percibir la fuerza desde aquí. No es miedo pero… no me enfrentaría a un charizard si pudiera evitarlo. Si esa es la mejor explicación. Es como entrar en el nido de un charizard, solo puedes esperar salir con un arañazo como minimo.

-Oh.- Fue lo unico que dije, al leer el mensaje, mi tono no fue muy expresivo, aunque mis ojos abiertos como platos, indicaron a los demas que algo iba muy mal.

Puesto que lo habia puesto en silencio, lo cierto es que ni me habia acordado de ponerle sonido despues del incidente con los "cuervos", se lo enseñe a los demas miembros de equipo y Sneasel. Habia mucho que leer, asi que me abstuve a señalarles la parte de preacuciones especiales. Sobre todo la parte de "No paran hasta dar muerte al intruso."

-Tenemos que ponernos en marcha.- Indique a los demas, sin decir si para largarnos, o irnos a buscar a Doc. Lo cierto es que yo tambien empezaba a dudar que los beneficios fueran a suplir lo de ser devorado y machacado hasta morir. Poco despues, se oyo el grito del Tyranitar aun mas cerca que antes.- Ahora.

"No sin el ordenador"

- No sin Doc - respondo a Sasori -. Si hay peligro debemos encontrarle con más motivo. No sé cuando puede correr un cojo, pero seguro que se cansa antes que un Tyranitar

Ni Kate ni yo hemos visto nunca un Tyranitar, pero la verdad es que compartimos en mi cabeza el mismo miedo. He leído cosas...pueblos montañosos que desaparecen literalmente del mapa, colinas que se convierten en cráteres, montañas que cambian de sitio a fuerza de avalanchas...Joder.

- No tengas miedo, criatura - digo a Charmander - tu casta es mucho más alta, tus ancestros ya dominaban los cielos y las llamas cuando los de Tyranitar rugían impotentes desde los valles

"Gracias al cielo que los Tyranitar no vuelan, por otra parte, sólo les faltaba"

Tyranitar. "Debí pensar en eso." Una sombra se apodero del rostro de Gin. ¿Miedo? No, preocupación.Su entrenamiento como Ranger le había enseñado que debía proteger tanto a los pokemon como a los seres humanos, y dejar a alguien solo frente a un inminente peligro no era algo que haría bajo ninguna circunstancia.Sus ojos tomaron un temple muy serio, miro hacia atrás -No tenemos que arriesgarnos todos.- Observo a su Abra mientras le hacia una petición -Abra, necesito que vengas conmigo, podemos ayudar al doc y a Sweet con tu habilidad de teletransporte.- Estaba casi completamente seguro de que si ambos Pokemon psíquicos trabajaban juntos tendrían suficiente poder para lograr escapar mediante esta habilidad. Sin dudar un segundo, confiando en que su compañera lo seguiría puso un pie delante de otro y comenzó a correr hacia el lugar en donde se encontraba el aroma de Mark. "Aun si esto no funciona, debo ayudar de alguna manera."

Tyranitar, esto no es bueno nunca se había cruzado con uno antes pero sabia por historias que una de las ultimas cosas que quisiera era cruzarse con uno de ellos el doctor puede estar en peligro, al igual que nosotros, debemos encontrarlo antes que Tyranitar es algo obvio lo que decía pero mayor su preocupación fue cuando ve salir a gin separandose del grupo no debemos separarnos, en el peor de los casos tendremos mas posibilidades juntos dice casi en vano Sasori, apresurémonos a seguírle

“¿En serio?”, pensé sarcástica. “¿Un Tyranitar? ¿Y qué se supone que debo hacer yo contra él?”, me quejé en silencio. Los Pokémon como Tyranitar me eran especialmente difíciles de combatir. Si ya era un Pokémon enorme, parecía que mis ataques, contra los Pokémon del estilo de Tyranitar no penetraban bien. Es más, parecía que no molestaban en lo absoluto. Una mirada cargada de ironía fue a parar a Gin. Debería saberlo. Como Kate y Charmander, que quizá sí deberían adelantarse. Todos hablaban, y hablaban, y no entendían que contra un Tyranitar valía más la pena estar precavidos. Gin, haciéndose el héroe, salió a correr hacia Mark. “¿Y este ahora qué quiere, que le arranquen la cabeza?”, suspiré, mientras lo seguía. No lo seguía convencida, lo seguía de lejos. Parecía que su rastreo era mejor que su cabeza, por lo menos. “Podría ser un buen perro de caza”, pensé, levitando varios metros por encima de Gin.

Si, por lo menos, conseguía mantenerme a distancia, podría molestarlo y que el Pokémon Roca/Siniestro no me causara grandes daños. Ya lo había experimentado con el mordisco de Growlithe, en la “Gran pelea en la que me miraron como a una asesina”. Ahora, parecía que las tornas habían cambiado. Qué aprovechados eran los humanos, en general. Bueno, no todos. Había visto de todo, pero aquello era muy curioso. Parecía aquellas cosas a las que los humanos llamaban telenovelas, en las que todos gritaban y el drama era un ítem de primer orden.

-Sigh, que mas remedio.- Fue lo que atine a decir a Sneasel en respuesta, encogiendome de hombros y poniendo los ojos en blancos. Tampoco es que pudiera al grupo de una huida estrategica a estas horas.- Pero por su propio bien, espero que aun conserve el ordenador intacto entre manos, o le partire la otra pierna.

Agarrandomde del pañuelo, y siempre al lado de Sneasel, segui a Gin en aquella carrera suya por encontrar a Doc. Mis ojos siempre fijos en el, sin distraerme o desviarlo por cualquier vanalidad, e intentando no pensar que este tenia un culo de tia bastante respingon, sobre todo esto ultimo.

A pesar de que es imposible que un Psíquico afecte a un tipo Siniestro, la casualidad o el destino quieren que el ataque de Sweet se abra paso entre ellas golpeando al pokémon con una fuerza muy superior a la esperada. Tyranitar se tambalea unos instantes, con la mirada desenfocada y rugiendo de furia y frustración, pero logra mantenerse en pie aunque visiblemente debilitado.

La feroz bestia consigue fijar la mirada en vosotros y se dispone a lanzar un nuevo ataque. No tardas ni un segundo en reconocer uno de los ataques pokémon más fuertes y más populares de las series de televisión: hiperrayo. Te das cuenta de que lo único que ha conseguid Sweet con su ataque es hacer que os reconozca como un rival a tener en cuenta y ahora emplea toda su fuerza.

Es el fin. A esta distancia, en estas circunstancias, es casi imposible sobrevivir a un ataque de esa magnitud. Solo queda huir y rezar que de algún modo falle en el intento.

Atravesáis la maleza guiados con total precisión por los rugidos de Tyranitar y el impecable instinto de Gin, esquivando arboles y arbustos para llegar hasta la posición de Doc.

Lo que veis os aterroriza. Tyranitar se yergue amenazador en una posición de combate y el brillo que hay en sus fauces os indica sin lugar a dudas que está a punto de emplear Hiperrayo. Delante de el, insignificantes ante su poder y majestuosidad, veis a Sweet y a Mark.

A esta distancia es casi imposible, por no decir seguro, esquivar un ataque de tal magnitud. Unos segundos más y puede que asistáis a la segunda muerte pokémon del día...