Los dedos de Jeffrey continuaban tamborileando en el reposabrazos de la silla de ruedas mientras observaba a Richard lanzarle un all in al doctor, quien al parecer había decidido verlo y sacaba tres pastillas para él.
Está claro que bastaría pincharnos cualquier mierda para acabar con nostros y firmar un parte de defunción con ataque al corazón como motivo de la muerte. reconoció a pesar de no confiar en el doctor más que en la mole negra que los vigilaba regularmente.
Tomó sus pastillas y miró al doctor mientras bromeaba con un Supongo que pedir un trago de whiskie para bajarlas está fuera de toda discusión, ¿no?
- Oye, no te vayas... espera. Dinos quiénes son, quiénes están ya aquí. -Le gritó al hombre que ya se alejaba por el pasillo.
- Tenemos que salir de aquí Shilya, tracemos un plan para escapar ¿qué te parece?
Perdón pero es que... estoy en blanco
Shilya se mordió el labio nerviosa, pero en seguida dejó de hacelro temiendo que alguien lo viese y lo tomase por un tic nerviososo, con la consabida dosis de sedantes. Finalmente dijo.
Finjamos que vamos a dar un paseo...o que vamos al baño...busquemos a los chicos y hablamos...tal vez a Ieef o a Risard se les ocurra algo...
Acto seguido se levantó. Sentía las piernas algo dormidas por la falta de ejercicio lo cual tambien era una muy buena escusa para salir.
El loco mira fijamente a Annabeth, como si la taladrase con su mirada, rumiando su pregunta y tras un rato empieza a reirse nerviosamente para de repente apretarse contra el hueco y decir en siseos:- ¿Estas loca? Nunca digas sus nombres, pero si quieres llamarlos de alguna manera son "el gabinete", aunque hace más de 500 años eran la secta de la carne, que más da, si solo quieren seguir con sus investigaciones...- Empieza a mirar hacia un lado y cierra la ventanilla. Cuando creeis que se ha marchado de repente vuelve a abrirla y os dice:- No os enfrenteis, no huyais, encontrar lo que quieren... siempre quieren algo. Tengo que irme, no creo que vuelva a aparecer en este hospital... quizás en otro. Suerte- Y ahora si podeis escuchar como se escuchan los pasos alejandose por el pasillo.
Ummm que diga que pronto se marchara no significa que se marche YA Xd
El médico sonrie ante la propuesta de beber de Jeffrey:- Si no quereis sufrir un dolor de cabeza de ordago al primer trago no, cuando salgais de aqui, os invitare a una ronda de eso estar seguros.- Coge las pastillas y el vaso de agua preparado para beberlas si vosotros lo haceis. Richard se las toma de un trago, aunque toca la pierna de Jeffrey como indicandole que espere, pero tras beberse el vaso del agua no parece hacerle ningún efecto, el doctor se las toma casi al mismo tiempo y no parece que le afecte lo más minimo, a no ser que sea una especie de ruleta rusa y le haya tocado la china, las pastillas deben de ser inocuas.
- ¿Nombres? Si no hemos dicho ningún nombre. -Suspiró resignada ante las palabras de aquel hombre, sin lugar a dudas estaba completamente loco, aunque tenía que reconocer que le resultaba interesante aquella historia que contaba menuda imaginación debe tener este hombre.- Oye... no te vayas, cuéntanos más cosas de ese gabinete y sus investigaciones.
Pero esta vez el hombre sí se había marchado. Se quedaron de nuevo en silencio, Annabeth apoyada contra la puerta mientras su cabeza se iba despejando un poco del sopor producido por la medicación.
- Jajajaja... que no huyamos. Yo no me pienso quedar ni un segundo más en esta casa de locos. Vamos Shilya, busquemos a los chicos y salgamos de aquí cuanto antes o acabaremos desvariando igual que ese pobre desgraciado.
Vale, vale, picajoso :P
De acuerdo, vamonos.
Shilya estaba ya intentando abrir la puerta cuando se detuvo a escuchar unos segundos el paso de los enfermeros y celadores. No tenían ningún plan pero estaba claro que tenían que salir de allí. O al menos explicar a los chicos lo de aquel loco.
Jeffrey acerca la mano con las pastillas a la boca y se queda unos instantes quieto, mirando fijamente las pastillas que reposan en sus manos.
Ha podido ver cómo no le hacían ningún efecto, aparentemente, ni a Richard ni al doctor pero no puede evitar tratar de pensar dónde está el truco, dónde se encuentra agazapada la trampa preparado por aquellos que les retienen.
Finalmente, se deja vencer por la situación y las toma con un generoso trago de agua, tras lo cual mira al doctor y pregunta ¿Y ahora?
La puerta desgraciadamente esta cerrada por afuera y los barrotes de las ventanas impiden una salida por ese lugar, un intento de escapada en estos momentos podria ser complicado, aunque quizás si encontrarais algo para descerrajar la entrada o en su defecto obtener la copia de la llave. Desgraciadamente al ser enfermos "peligrosos" os tienen en lugares sin objetos punzantes o cualquier cosa parecida, ni siquiera teneis una horquilla del pelo...
En tanto pensais en eso escuchais los pasos del celador parandose puerta puerta abriendola, al parecer conminandoles a los que pueden ir hacia el comedor de la institución que vayan a cenar, en tanto que podeis escuchar como las enfermeras dan de cenar a los que no pueden ir. Poco después escuchais al negro parandose enfrente de vuestra puerta y abriendo la ventanilla diciendo:- Pronto sera la hora de cenar, preparaos para la cena y no monteis ningún espectaculo. El doctor Drake se esta comprometiendo al daros tanto libertad...- Y empieza a abrir la puerta de vuestra habitación, cuando salis veis a Jeffrey en la silla de ruedas siendo empujada por Richard acompañados de vuestro médico el doctor Drake, un jovenzuelo de pelo negro, ojos penetrantes y sonrisa agradable.
El doctor sonrie, al ver que al final que le habeis hecho caso, por lo que se levanta de su asiento para acompañaros a la puerta :- Pues ahora, según el regimen del horario del centro os toca ir a por la cena. No os preocupeis, pero ahora que estais mejor tendreis que responder a preguntas de la policia, aunque he intentado retrasarlo lo más posible, no creo que remomerar aquello os vaya a servir de nada, pero... C´est la vie, pueden ser muy perseverantes y no quiero meterme en más problemas.- Sabeis que no os dejan ir por los pasillos solos, por lo que el médico os acompaña mientras que Richard empuja la silla. Al menos las pastillas no parecen ser muy potentes, no te sientes cansado o soñoliento. Cuando vais a girar el pasillo veis como salen de su habitación, Annabeth y Shilya acompañadas del celador tambien van a cenar al parecer.
Los ojos de Shilya brillaron al ver a sus dos compañeros. ¡Estaban saliendo de la habitación! Seguramente ellas saldrían pronto de allí también para cenar. Pero pronto era demasiado tarde, al menos para Shilya por lo que con la mejor de sus sonrisas, ladeo ligeramente la cabeza dejando que su negra cabellera cayese sobre el hombro y se dirigió al celador:
-¿No podría dejarnos dar un paseo antes de la cena? No armaremos ningún escandalo se lo aseguro...Es que- comenzó a explicarse- Estar encerradas nos está poniendo algo nerviosas.
-Vamos- añadió la joven hindú sonriente. El contraste de su dentadura con su piel oscura y la expresión de sus ojos la conferían un aire encantador. Hemos pasado unos días muy duros...El doctor está ahi mismo...¿No podriamos los chicos y nosotras dar un tranquilo paseo? Despues del miedo que hemos pasado....
te referías a esto supongo
La cara de Jeffrey muestra una sonrisa, una genuina sonrisa, al ver a sus dos antiguas conocidas salir de sus habitaciones. Se gira ligeramente para asegurarse que Richard, quien está empujando la silla de ruedas en la que se mueve, las ha visto e incluso levanta ligeramente, casi disimuladamente, la mano a modo de saludo.
Cuando oyó como el celador abría la puerta, Annabeth no se lo podía creer. Al fin... al fin podían tener algo de libertad, podían caminar, moverse donde quisieran... o por lo menos intentarlo. Incluso podrían escapar. Se rió quedamente ante este pensamiento.
Siguió a la bailarina al exterior de su cuarto y allí, en el pasillo, se encontraon con sus dos viejos amigos. Miró con preocupación a Jeffrey que iba en silla de ruedas empujado por Richi. Se acercó a ellos despacito, sólo esperaba que no empezaran a aparecer el resto de pacientes y que el pasillo se empezara a llenar de gente.
- Hola muchachos, ¿estáis bien? ¿Qué te pasó Jeffrey para ir en silla de ruedas?
Jeff hizo un gesto con la mano tratando de quitar importancia a la situación.
Nuestro carcelero decidió que era hora que tuviese un atracón de sus maravillosas drogas relajantes. explicó mientras se levantaba el trozo de camisón que tapaba su brazo y mostraba un montón de pinchazos de aguja y moratones de pinchazos pasados. Espero que vuestra estancia vacacional haya sido mejor...
¡Iieef! ¡Rishar!-saludó alegremente Shilya abrazandolos con su acostumbrado desparpajo cabaretil. La muchacha contempló preocupada los pinchazos de Jeffrey. Annabeth y ella tenían algunos similares, pero no necesitaban ir en silla de ruedas.
Bueno-respondió mirando a Annabeth y comprobando que no hubiese nadie cerca-creo que Anbez ha tenido peor suerte que vosotros...pero nos han pirmitido salir un rato por el exterior. Mejor...hablemos fuera...hemos tenido... compañía
¿Compañia?¿Se dirá asi tambien si no hay sexo por medio?
El doctor Drake ante el comentario de Jeffrey le dice:- Esas marcas son de antes, aunque puede que te hayan dado un sedante antes, comprende que el director del centro prefiere librarse de poblemas y dejar a cualquier paciente problematico durmiendo. En cuanto a lo del paseo, miren voy a confiar en ustedes y les dejare darse una vuelta antes de comer, pero tengan cuidado de no molestar a los guardias del recinto ¿De acuerdo? Pues el que se llevaria la bronca sería yo, más que por otra cosa...- Sonrie, mientrás que el enorme negro os señala hacia un lado del pasillo y os indica:- Si seguis por ese pasillo os llevara a la entrada principal y de allí al jardín, os esperare en la entrada para llevaros al comedor.-Parece ser que teneis el beneplacito de una vuelta, aunque con la forma física de Jeffrey tras los tranquilizantes tendreis que empujarle todo el camino.
- Oh, sí, sí... -la mujer lanzó pequeños grititos a la vez que aplaudía animada ante la idea de poder salir a dar una vuelta por el jardín.- Muchas gracias doctor, es usted tan bueno... Le prometo que seremos buenos y que no molestaremos a los guardias. Oh, sentir de nuevo el sol y la brisa en mi cara... será maravilloso. Venga vamos, ¿a qué estáis esperando?
Jeff sonrió ante las palabras del doctor, acompañadas por los grititos de Annabeth, quien parecía algo más ida de lo que ya estaba desde lo de su marido.
Se reclinó ligeramente en la silla, esperando que Richar siguiera haciendo las funciones del enfermero, y cerró los ojos mientras una sonrisa se formaba en su rostro a la espera de que su rostro catase la brisa del sol y la explosión que sería el sol sobre su rostro.
Hummmm... murmuró. Algo de brisa y libertad nos vendrá bien...
- Algo de aire nos vendra bien, eso es cierto, Jeff. - Digo mientras le sonrio a este.
Sobretodo a Annabeth, cada dia parece que esta mas allá, una especimen bastante extraña. Tal vez pueda utilizarla en mi proxima novela... Si es que vuelvo a escribir alguna vez.
- Vamos. - Empujo a Jeff y sigo las indicaciones del doctor.