Partida Rol por web

Seguramente de aquí nos pasen a la sala común, como mucho, antes de mandarnos a nuestras habitaciones. opinó Jeff mientras tragaba sin saborear la comida de la bandeja.

Al menos esta noche experimentaremos el sueño sin estar bajo los efectos de los narcóticos. murmuró con un tono de anhelo en su voz, la duda era si era por el sueño natural o por las inyecciones tranquilizantes que supuestamente ya no les iban a dar.

De vez en cuando Annabeth tenía sus momentos de lucidez y más ahora que las drogas empezaban a dejar de hacer efecto.

-Dudo mucho que nos vuelvan a dejar salir hoy, sobre todo después de haber anochecido. -Miró a Jeff detenidamente antes de proseguir.- Viendo como en el comedor nos han mantenido separados del resto, en la sala común seguró que lo hacen también, eso si nos dejan estar allí y no nos mandan de nuevo a nuestras habitaciones.

Miró a todos lados para comprobar que nadie los escuchaba. Las enfermeras ya se encontraban recogiendo todo e incluso les habían llamado la atención, pero ahora estaban un poco más alejadas. Annabeth bajó el tono de voz hasta casi ser inaudible.

- Hoy cuando hemos estado en el parque y me separé de vosotros... ¿os acordáis? estuve dando vueltas por aquel edificio que parece abandonado. Creo que allí dentro esconden algo, pero está cerrado, aunque... -volvió a mirar a todos lados y estaba vez un brillo de miedo asomó a sus ojos- ... alguien o algo vigila en su interior.

Dicho lo cual se quedó en silencio esperando a que alguien les dijera lo que podían hacer.

La conversación vuestra sigue sin impedimentos, los celadores y las enfermeras están moviendose por otras mesas, dejando una especie de cordón de distancia con la vuestra. Aunque hableis de lo que hableis parece que llanamente que toda la gente de vuestro alrededor os ignora, porque esta en su mundo como los enfermos más tocados, porque os odia como las enfermeras y los celadores o porque os tiene un miedo evidente como los enfermos más lucidos que han leido o escuchado las noticias, cuando mirais a vuestro alrededor, sus miradas son airadas o asustadizas que se alejan hacia su comida como si fuera lo más interesante.

De repente algo le pasa a Jeffrey, lo que le parecia una comida insustancial, le parece cada vez mejor y mejor, de su estomago como si fuera un pollito en busca de comida, se oye un ligero croqueo. El pollito quiere más comida y la bandeja de Jeffrey esta acabada, pronto arrebata la de Richard que es la que está más cerca. Uno de los celadores enarca la ceja al verlo, pero no hace nada de momento.

Es que a veces se le pinza a la pagina, tambien me pasaba en otra partida y se cogen todos los destinatarios si solo quitas a uno.

Y por supuesto, nada más divertido de que rolees a tu personaje rayandose no¿? :P

Las miradas de soslayo del resto de pacientes no eran para extrañarse. No recordaba lo ocurrido. Pero por los comentarios del resto debía de haber sido algo atroz. Quizá pudiesen aprovechar las reacciones del resto en su beneficio. Habría que buscar la forma. Richard hizo nota mental de aquello.

Cuando Jeffrey se echó sobre el plato y al ver la expresión del celador, Richard se echa para atrás sobre su silla y sonríe. Hace un gesto con la mano como quitándole importancia y comenta en una voz lo bastante alta para que le escuche el empleado del hospital.

- Gracias por deshacerte de eso Jeff, yo ya no podía más.

Luego baja un poco la voz y se echa para adelante.

- Ten cuidado, si comes demasiado puede que acabes vomitándolo.

La bajó todavía más cuando quiso continuar con la conversación de Annabeth.

- Sí, es un tanto extraño. Quizá deberíamos buscar el momento para echar un vistazo. O igual podríamos hablar con alguno de los celadores para que nos contase algo.

No fé que miegda le han efado a egfto pero eftá de muefgte... dice Jeffrey con la boca llena de la comida arrebatada de la bandeja de Richard, mientras mueve el tenedor efusivamente señalando dicha bandeja, hecho que lo único que logra es manchar todo de restos de comida.

Se rió tras el último comentario de su compañero, lanzando varios trozos de comida y mostrando sus boca llena mientras no paraba de tragar y seguir robando. Fi crees que agguno de lof feladoreg fan a contagnog una miegfda...

La mujer se sorprende y te pregunta con el gesto ceñudo:- ¿Todavia no lo sabe? Todos somos pacientes de ellos, pero a ti te van a convertir en un instrumental maestro para hacer la operación.- En tanto sigue limpiando la costra de manera suave y prosigue hablando como abstraida:- No todos podemos serlo, solo podemos esperar a que den su beneplacito, ni siquiera he podido serlo yo... y mira que lo he intentado.- Su cara ya consumida se deforma de la pena y dice:- Bueno esto ya está, solo ha sido un rasguño, deberias ir con más cuidado, vete a cenar que sino te dejarán sin nada.-

¿Ellos? ¿Todos paciente?Mejor quedaté calladita y no preguntes Shilya....sólo asiente

¿Ellos?-la joven cabaretera se hubiese abofeteado por preguntar...pero de perdidos al Ganges, como se solía decir y continuó- Istoy confusa...y cansada...pero si me dices donde estan illos hablaré por tí...podrías ocupar mi lugar.

Fuese lo que fuese a lo que se refiriese la tísica enfermera con aquello de ser un instrumental maestro no la hacía mucha gracia serlo...además si era una pieza importante sería vigilada y si no lo era podría escapar y esconderse una temporada en el cabaret. La joven llegó a plantearse incluso volver a la India, lo cual era una prueba de lo asustada y confusa que estaba.

Annabeth miró a Jeff con una mezcla de expresiones en su cara... sorpresa, miedo, risa, asco... Aquella repentina manera de abalanzarse sobre la bandeja de Richard y devorar de aquella forma la asquerosa comida le dio pie a la artista a pensar que su amigo estaba perdiendo la cabeza completamente ahora que las drogas le estaban dejando de hacer efecto.

La mujer miró a su alrededor para ver si las enfermeras o los celadores estaban observándolos y si alguno hacía el ademán de parar aquello, pero parecía que no les importaba lo que Jeff pudiera estar haciendo siempre y cuando no fuera algo peligroso o que alterara el orden de los otros enfermos.

- Jeff cariño, si no te comportas te volverán a drogar. ¿Es eso lo que quieres? -le dijo con un tono cariñoso mientras intentaba esquivar, con una mueca de asco, los trozos de comida que salían disparados de la boca del periodista.

El comentario de Richard disculpando el comportamiento de Jeffrey como si fuera cosa convenida entre los dos, hace que el celador gruña y mire hacia otro lado. Pero muy a vuestro pesar, la forma de comer de Jeffrey que ha pasado de utilizar cubiertos a comer directamente con las manos o beberse a grandes sorbos lo que le sobra del plato pronto no es disculpable, a pesar de vuestros comentarios y recomendaciones Jeffrey no parece poder pararse. Vuestra conversación se ha detenido ante la gula del hombre, que termina la comida de Richard y se pone con los restos de la comida de Annabeth, cogiendoselo practicamente de las manos, terminandoselo y mirando con gula como pasa el carro con las sobras, para poder fregar los restos y utilizarlo para el desayuno...

La mujer te mira triste, mientras se va quitando la bata te comenta:- Es que no quieren hacer más de un experimento con cada paciente, pues la pureza del mismo se disiuelve trás la operación... Además yo soy un instrumental, pero menor.- Termina quitandose la bata que le viene repegada, cuando puedes ver los huesos tras una camiseta que se va quitando mientras sigue hablando:- Lo que es un orgullo, pero no como el tuyo, aunque nos veremos en la mesa de operaciones...- Su sonrisa ocupa toda su cara y se ve el brillo de sus ojos orgullosos, cuando al quitarse la última capa hasta la carne, puedes ver que donde debería estar el estomago, sus pulmones y corazón, hay solo una especie de armariete con instrumental médico bien agarrado con una especie de correas para que no suenen al moverse.

Jeff se levantó, empujando la silla hacia detrás con un chirrido que hace que todo el comedor se fije en el trío.

Sin detenerse un segundo, se gira hacia el carro de la comida, apartando sin ingún miramiento al celador que empujaba el carrito mientras un par de enfermeras recogían los platos de la mesa y empezando a coger los restos de los platos de los otros enfermos a puñados y llenándose la boca de ellos.

Sus ojos como platos reflejan ¿felicidad?

Shilya abrió los ojos completamente aterrorizada...no podía ser lo que estaba viendo pero...era real...profundamente real y perturbador

Estar mu-mujer...no tiene...pero ¿como?

Shilya jamás supo como pudo hacerlo, pero finalmente logró controlarse. Algo en su interior la decía que si huía como una histerica como la exigía su sentido común sería aún peor. Mucho peor...pero al parecer lo que la iban a hacer ya era peor que aquello. Finalmente, con la cara del color de la cera y unas terribles ganas de vomitar, la joven hindú salió de la habitación en dirección al comedor.

Se apartó hacia atrás al ver como Jeff se abalanzaba también sobre los restos de su bandeja mirándole con cara de asco. Fue incapaz de reaccionar al ver cómo, en un movimiento rapidísimo, se levantaba al paso del carrito con las sobras de la cena. La cara del periodista era de auténtica felicidad mientras devoraba aquella asquerosa comida tragándola casi sin masticar. Annabeth sintió fuertes arcadas al ver aquello.

- Que alguien le detenga, por favor... Eso es asqueroso, se va a poner malo comiendo de esa forma, por favor parenlo de una vez.

Se estaba empezando a preocupar seriamente por su amigo. Sabía que la ayuda que le prestarían serían darle más drogas pero tenían que detenerlo de una vez.

No hubo reacción cuando Jeff se lanzó sobre el plato de comida. Hubo duda durante unos instantes, Richard apenas podía creer lo que estaba haciendo su compañero. Aquello debía ser el efecto de las drogas. Debían haber inhibido algo en la cabeza de su amigo y se comportaba raro. El grito de Ann le sacó de su ensimismamiento. No podíamos dejar que le volviesen  a pinchar. Eso no parecía estar ayudándole.

Se levantó y se dirigió hacia el carro de las sobras. Cogió a Jeffrey por la cintura con ambos brazos e intentó tirar de él. Aunque su fuerza no era la que esperaba, maltratado por la vida en aquella institución. En cualquier caso siguió intentando apartarlo de la bandeja.

- Jeff, deja eso. - Dijo entre esfuerzos por retenerle. - Así no vamos a ganarnos muchos amigos.

Te diriges a toda prisa hacia el comedor, donde te deben esperar tus amigos, hay un guardia en la sala, pero no te mira a tí sino hacia dentro de la sala, pronto te das cuenta de que muchos lo están haciendo todos mirando hacia la misma dirección, donde puedes ver la siguiente escena.

Esta el carrito donde se llevan las bandejas vacias o semivacias tirado en el suelo donde Jeffrey esta devorando con fruicción todos los restos que hay en ella con una gran sonrisa en la boca entre bocado y bocado, mientras que el hombre de servicio le mira horrorizado sin saber muy bien que hacer. Entonces Richard se lanza hacia Jeffrey para sujetarlo, aunque no sabes muy bien si servira para algo.