Partida Rol por web

Maedros, aprovechando que estaba bien sujeta, lanzó un rayo de frío contra ella, impactandole en el pecho, y causándole una ligera congelación

Me niego a matarla a sangre fría, así que vuelvo a intentar noquearla a base de puñetazos. Está claro que no es lo mío.

Los golpes empiezan a hacer mella en la resolución de la mujer, que os grita -¡Que valientes! Cuatro contra una... ¡Os arrancaré el corazón! ¡Os sentiréis muy hombres!

No logra liberarse de los brazos repletos de músculos del monje enano.

Rabioso ante la palabreria de la estúpida, hago un giro de muñeca y me dejo de remilgos.

¡Calla puta, no te hemos dicho que puedas hablar!

Descargo el hacha pero con miedo de darle al enano fallo el ataque. Pero la lanza le abre una pequeña herida en su pantorrilla.

Aprovechando la indefensión de la mujer, Fist comienza a apretar el cerrojo con intención de que pierda el conocimiento.

Un nuevo rayo de frio de Maedros golpea a la sacerdotisa

Fist aprieta con fuerza y logra que los huesos de Luscilia crujan mientras Maedros vuelve a golpearla con el rayo de frío.

La mujer, tremendamente apaleada, cae inconsciente. Al poco de hacerlo escucháis como el zombie, que estaba fuera del edificio, gime y se marcha temblando, en busca de otras presas.

Bueno, pues esto ya está. Inmovilicemos a esta puta y llevésmola a nuestros jefes. Y rescatemos a los prisioneros ya. Solo me preocupa el zombi que hemos dejado suelto... esperemos que no sepan que es responsbilidad nuestra.

- Quizá deberíamos encargarnos de su sirviente zombie, a saber que se le ocurrirá hacer ahora que no tiene quién lo controle. Pero Hothar tiene razón, lo primero es liberar a los prisioneros. Registremos también a la mujer, no sea que si recupera la consciencia tenga alguna forma de liberarse y huir.

En cuanto reventáis las cerraduras y dejáis salir a los pobres taldoranos os encontráis con un montón de gente que os da las gracias efusivamente, entre ellos podéis reconocer de pasada a Cestis, que también os reconoce a vosotros.

-Vaya, la sociedad cuida de los suyos.- Comenta aliviado. Es obvio que está herido y le han torturado. Pero aún aguanta de pié.- Menos mal que habéis aparecido antes de que me vendieran a los Derros, como han estado haciendo con mucha de ésta pobre gente.

-Vaya, la sociedad cuida de los suyos.

- Sabes que sí, Cestis, aunque nos ha costado bastante. El clérigo que estaba al mando y su segunda nos han puesto las cosas difíciles. Por cireto, ¿reconoces el símbolo de su dios? - le digo mostrándole el símbolo obtenido de Dalirio.

-Me temo que no tengo ni idea... debe ser un dios maligno... pero no lo reconozco.-dijo Cestis

Maedros, tras atar con fuerza a Luscilia, se acerca a Cestis.

- Me alegra que estés bien. Y si, en efecto, ha sido complicado obtener la victoria y poder rescatarte. Pero bien está lo que bien acaba. - miro al resto de prisioneros a los que estamos liberando- Y para el resto, tened en cuenta que habeis sido liberados por la sociedad pathfinder.

Luego mira a los compañeros y a Cestis
- Creo que deberíamos registrar este lugar e ir al cuartel de la sociedad, ¿no os parece?