Partida Rol por web

Los que tengan walkie-talkie escuchan por la radio mi voz:

-Algo ocurre al este de mi posición, junto al río. No sé exactamente lo que es, pero la gente está muy asustada. Demasiado. Me acerco a observar de cerca. Solicito apoyo por si hay que intervenir no romper mi cobertura. Corto.

Llevo mi mano a mi oreja, para poder escuchar las palabras del auricular, y me sorprendo cuando escucho las palabras del camarada Volkov. Miro después a Daniil, seguramente, él también ha escuchado lo mismo que yo y con sólo mirarnos, ya sabemos que tenemos que actuar.

Me separo un poco del pelotón, mientras me agacho un poco, colocando una mano y mi rodilla en el suelo, para después, dar un gran salto hacia la posición desde donde ha venido la llamada de auxilio.

-Es cierto que Defensa se encarga del proyecto, debido a que los NOVA son poderosos... y peligrosos si se descontrolaran. Por eso hemos sido muy cuidadosos en el desarrollo y seguimiento de sus poderes. Sin embargo no crea que solo van a servir para defender la Rodina de la amenaza capitalista, han abierto todo un neuvo campo de estudio, toda una nueva tecnologia, que ayudará a hacer más fertiles los campos de Rusia, la vida de los rusos más comoda y feliz...-

Escucha lo que Serguey dice en el walkie y no puede evitar levantarse.

-Perdonen camaradas, parece que tenemos una emergencia.- Dice intentando ve desde el palco algo.

"Serguey, informa." se escucha desde el comunicador que les hacen llevar a todos los miembros del CCPE

-Desde mi posición no veo nada, Dr. Grigorovic. Sólo sé que hay algo causando un miedo atroz a los camaradas que se encuentran junto al río. Estoy en camino, pero tal vez alguien más veloz que yo debería acercarse e informar. Corto.

Daniil frunce ligeramente el ceño al ver la nube que se alza desde el rio.

Muchas de las personas que observan el desfile no la han visto aun, pero los murmullos van extendiendose y las cabezas van girándose, del desfile al cielo.

Daniil intenta mantener la sonrisa en su rostro cuando cruza la mirada con Sirius, que le mira de forma severa. Barkov solo necesita un mínimo gesto de asentimiento para hacer saber a su compañero que tiene que ir a apoyar a Serghey.

Por el momento a él le toca seguir ahí y fingir que no pasa nada. El pánico masivo puede ser más peligroso que esa nube, sea lo que sea.

Escucha la voz de Serghey en su oído e intenta buscarlo entre la gente. Pero ya no está en el mismo lugar que antes y es imposible distinguirlo entre la multitud.

Sirius ya debe de estar cerca del rio así que busca con la mirada al resto de sus hombres y con disimulo utiliza el transmisor que lleva en la solapa.

"Felix y Viktor, abandonad vuestras posiciones y apoyad a Serghey en el este"

Katrerina, envuelta en su aura llameante, se inclina ligeramente hacia Daniil.

- ¿A qué estás esperando? ¡Ve con ellos!

El susurro está cargado de urgencia.

Daniil asiente a Katerina. No quiere alarmar a la gente, pero la mujer tiene razón... en ese estrado será de poca utilidad.

Se da la vuelta de manera solemnte y alza la vista al palco, cruzando miradas con el Doctor.

Después baja las escaleras despacio hasta desaparecer detrás de todo el montaje de mecanotubo que sujeta el palco.

En cuanto desaparece de la mirada de todos empieza a correr camino al este, desabrochándose uno de los botones del uniforme. Incluso hecho a medida el cuello del uniforme a penas puede contener su enorme cuello.

"Me dirijo hacia el este por Vetoshnyy. Sirius, ¿que ves? ¡Informa!"

Surcas el aire en una parábola elegante, cruzando por encima de los edificios que rodéan la Plaza Roja y la infinita multitud que se agolpa a lo largo del recorrido del desfile.

Al otro lado del río puedes ver una columna de espeso humo negro. Proviene del lugar donde se construye el nuevo Estadio para las Olimpiadas Soviéticas. La muchedumbre está huyendo de la zona en estampida, cruzando los ríos y colapsando las calles. Al cabo de unos segundos, comienzas a caer de nuevo cerca del río. En el paseo hay algo menos de gente que en las cercanías de la plaza, pero aún así, hay demasiada gente como para aterrizar con seguridad...

Mi cuerpo comienza a caer mientras concentro un poco de mi energía en los pies para poder caer entre la gente que pasa corriendo por debajo de mí. Poco a poco, veo como el suelo se va acercando y me preparo para el impacto con destreza.

Mis pies golpean el suelo con gran fuerza, levantando el asfalto en forma de círculo a mi alrededor. Acto seguido, salgo corriendo hacia el lugar del incidente, informando a medida que avanzo hacia la columna de humo.

- Tovarich... Hay humo en la construcción del nuevo estadio... la gente está descontrolada y sale corriendo de allí. No sé lo que está pasando, voy a investigar. Cambio. -, digo por radio mientras por segunda vez y ahora con una dirección concreta, salto hacia la columna de humo con gran celeridad.

- Os mantendré informados. Cambio y corto.-, digo sin esperar la respuesta mientras me alejo por los aires.

El impacto derriba a algunos transeuntes. La gente comeinza a agolparse junto al río, viendo el humo alzarse de la enorme estructura de vigas de acero del Estadio. Puedes sentir el sordo retumbar de una explosión en el suelo, a pesar de la distancia.

A lo lejos, las luces destelleantes del equipo de bomberos intenta infructuosamente alcanzar el lugar, pero los cortes de las calles y la multitud del desfile entorpecen sus esfuerzos.

Daniil sigue corriendo calle abajo hacia el rio. Cuando escucha el mensaje de Blakovich desvía un poco su rumbo hacia el nuevo estadio. ¿Un atentado? ¡En las obras debe haber decenas de trabajadores!

La gente se aparta al verlo llegar, la mayoría acaban de ver su cara por las pantallas gigantes, y también como levantaba un tanque de 50 toneladas. Mejor no ponerse en el camino de esa mole que avanza rápidamente por las calles de Moscu.

-¡Felix! ¡Viktor! ¡Pavel! ¿Estais con nosotros? ¡Quiero un informe de posición ahora mismo! ¡Blackovich, infórmanos en cuanto sepas algo más! Serghey, ¿sabes algo?

El buen doctor escucha imperterrimo la conversación en el palco. Mantiene el tipo, debe dar la impresión de que domina la situación. Se gira y se dirige a las autoridades.

-Hay un incendio en el nuevo estadio. Los agentes del CCPE se desplazan ahora mismo allí para socorrer a la gente. Es importante mantener la tranquilidad entre la gente, que no cunda el pánico, sobretodo eso. Una horda incontrolable de gente asustada es algo que ni los superpoderes de mis hombres pueden detener y muchos resultarian heridos.-

Lo dice tranquilamente pero serio, pretende darle la atención que requiere, pero tampoco quiere dar a entender que la situación esté descontrolada.

Sigo avanzando como puedo entre la multitud, pero ahora que sé que tengo que llegar hasta el estadio estoy seguro que no llegaré a tiempo para actuar. Tendría que atravesar el desfile con mi identificación en alto, y aún así tardaría demasiado, además de causar más miedo del necesario.

Por el rabillo del ojo observo un grupo de policías de los que están controlando el tráfico en las calles de los alrededores al desfile y encuentro mi oportunidad.

-Acerqueme al nuevo estadio tan pronto como sea posible.- Me dirigo a un policía que está junto a su moto, mientras le muestro la identificación del GRU, procurando resaltar mi rango.

Se escucha al buen doctor por la radio:
-Solicito urgentemente el uso de un helicóptero para el transporte de mis hombres al lugar siniestrado.-

Tras los sonidos de estática se escucha la afirmación de un oficial del ejercito del aire.

-Daniil, Serguey. Decidme vuestra posición, mando a un helicóptero hacia allá.-

- Puedo ir en una motocicleta policial. A la distanacia que estoy seguramente sea lo más rápido.

- Señor, a sus ordenes. Agárese fuerte...

El agente baja la visera del casco y arranca la moto, encendiendo las sirenas mientras se abre paso entre la muchedumbre, dirección sur.

Sabía que no me harían hablar, pues no habría mentido sobre mis ideas y no me ha correspondido realizar ninguna parte del espectáculo, sin embargo estoy en la primera fila de mi batallón. Como diría el fotógrafo que me retrató anteayer, mi rostro no es de hermoso efebo pero cualquiera que lo mira siente de manera irremediable la paz y la seguridad que irradia. Es mi primera aparición pública, pero mi rostro ya ha sido utilizado de manera anónima por el aparato propagandístico. No es hermoso ni masculinamente atrativo, pero mis rasgos relucen fuerza, convicción y seguridad. No entiendo bien a que se refiere, pero el doctor me dijo que me ayudaría a salvar a la gente y que mis palabras serían escuchadas por más gente, y eso sí me gusta.

Durante el desfile he estado pidiendo a Dios que nuestros enemigos renuncien a sus malvadas intenciones ante tal despliegue de fuerza, y que la victoria del bien que representa la patria, sea incruenta, pero la aparición de la nube negra y lo que oigo por el comunicador me devuelven a la dura realidad de la necesidad de mi oficio. Dios me ha permitido usar la violencia en su nombre, y si la uso yo, y soy bueno en lo que hago, evitaré que otros la usen y se condenen.

- Te cubro Sirius, estoy en el aire encima tuyo.

Con esas palabras, Pavel se eleva con un impulso de sus piernas y se dirige hacia lanube, atento a cualquier amenaza e intentando localizar a Sirius para servirle de apoyo.

Daniil se para en seco cuando oye al Doctor. Un helicóptero, claro, corriendo tardará demasiado. Mira a los lados y observa uno de los edificio que parece algo más alto que los demás y tiene un tejado plano.

"Estoy en el 25 de Vetoshnyy, voy a subir a la azotea. Que me recojan allí."

Daniil corre hacia la casa intentando no arrollar a nadie a su paso. Abre la puerta haciendo crujir la cerradura que no puede más que ceder. Entra en el portal de marmol de la casa y llega a un ascensor con apliques dorados, donde está esperando una viejecita.

-Perdone señora, soy de la policia militar.- Dice Daniil enseñando su placa, no queriendo dar muchas explicaciones a la anciana- Me temo que voy a tener que robarle el ascensor.

Daniil se mete al ascensor esquivando todo lo gracilmente que puede a la anciana. Practicamente llena todo el compartimento y la luz de PESO MÁXIMO parpadea si se mueve.

-Vamos, tienes que funcionar...- dice, y pulsa el botón del piso 12, el último.

Las puertas del ascensor se cierran y la maquinaria empieza a funcionar con un chirrido agónico.

Tras el lapso, y después de escuchar aquella pregunta vía telecomunicador me decido a responder con toda prisa.
Sí, aquí estoy, estamos todos bien? pregunto ligeramente preocupado con el ceño fruncido Donde paráis todos? S-siento haber tardado...

Dicho esto solo sé mirar a lado y lado en busca de algun compañero al que dirigirme.