Partida Rol por web

Regreso al Laberinto

El mundo de Sarah y Juliette

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25/09/2010, 11:53
Sarah

Sarah alargó la mano y cogió el móvil de Juliette. Al leer los dos mensajes su rostro empezó a palidecer, y más cuando leyó que era Jareth quién los enviaba.

¿Cuánto tiempo haría que intentaba ponerse en contacto con ella? ¿Y por qué ahora, cuando quedaba tan poco para su boda, y parecía que las cosas empezaban a irle bien? No entendía qué ocurría, era como si de repente todos se hubieran acordado de ella, primero Jareth, ahora Ludo... Levantó la mirada, sus grisáceos ojos se clavaron en los de Juliette. En ellos se veían varios sentimientos contradictorios, pasando desde el amor y la tristeza, hasta la incertidumbre y el temor. No sabía como explicarle a Juliette. No sabía qué decirle, qué contarle. No era plan de sentarse ambas muchachas mientras tomaban un café, y decirle que cuando era jovencita el rey de los goblins había estado enamorada de ella. No, no podía decirle eso, ni tampoco que había visitado su reino para poder salvar a su hermano pequeño de ser convertido en uno de ellos. Un suspiro de lo más profundo de su corazón se le escapó por los labios. Bajó la mirada y centrándose nuevamente en el móvil intentó buscar el número desde el que habían enviado esos mensajes. Pero... Una pregunta seguía haciendo hincapié en su corazón, ¿por qué? ¿qué estaba ocurriendo?

- Sí, seguro que se equivocaron al darle el número. Jareth es otro amigo. - Un amor perdido, olvidado en el frío y lento pasar de los tiempos, y que ahora, contra viento y marea, lucha por encontrarme. Hasta que nuevamente nuestros corazones se vuelvan a encontrar y... Dios mío, no, no puedo estar pensando nuevamente en él...

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25/09/2010, 19:14
Juliette

No entendía nada pero se daba cuenta que tampoco es que fuera a sacarle mucho más a Sarah; de cualquiera manera no la quería presionar, era su amiga y quería que siguiera siéndolo pues no tenía muchas.

-Está bien, pues ahora puedes coger el número y mandarle un mensaje desde tu móvil.

Sonrió o al menos lo intentó.

-Vamos, seguro nos está esperando el jefe con la mala leche de siempre.

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26/09/2010, 22:04
Dennis

Vuelven ambas chicas al periódico y a su gruñón jefe que las está esperando con su típica sonrisa sarcástica.

-Bien, bien, bien, mis dos premios Pulitzer han vuelto. ¿Me habéis traído la nota? ¿Me habeís sacado unas buenas fotos? Vale. Entonces poned vuestros jodidos culos en el asiento y a formarme el artículo para la edición de mañana. Sí, os quedáis horas extras. No importa, bien que se las paga el diario señoritas.

Dennis se pone un saco y se vá a la calle:

-Voy a hacer un mandado, una nota... sí, vuestro jefe también trabaja. Mejor que para cuando vuelva, o para mañana mismo, este ese artículo.

Y se vá dejándolas por un segundo respirar.

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28/09/2010, 10:45
Sarah

Sarah se apuntó el número del remitente y asintió con la cabeza a Juliette, sí, sería mejor que fueran rápidamente hacia el periódico.

Al llegar, les esperaba su jefe, como siempre bastante irritado. La joven se mordió el labio intentando evitar reirse en su cara. Ya que después de lo ocurrido en el hospital, y con la mente todavía perdida en sus recuerdos de adolescencia, la actitud del hombre le pareció cuanto menos graciosa. Ufff... Contente... Se dijo y dibujando una sonrisa en su rostro asintió con la cabeza.

Se acercó a su mesa dejándose caer sobre la silla. El ogro/jefe ya se había ido, y allí parecía que una sombra de oscuridad había desaparecido. Sarah volvió a coger el móvil y empezó a escribir un mensaje, el destinatario, el número que le había pasado Juliette. En aquel momento se preguntó que como era posible que se pudiera poner en contacto a través de un móvil. ¿No sería todo una broma? ¿Pero de quién?

Tras enviarlo levantó la cabeza y buscó con la mirada a su amiga. Al verla, le sonrió y levantándose se dirigió hacia su mesa.

- Bueno, déjame ver esas fotos, a ver qué podemos hacer... - Le dijo cogiendo una silla y sentándose junto a ella.

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28/09/2010, 11:10
Sarah
Sólo para el director

¿Jareth? Soy Sarah...

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28/09/2010, 17:11
Juliette

Por suerte para ambas muchachas el ogro se había retirado en busca de una nota, aunque Juliette nunca estaba muy segura de ello. Odiaba tener que trabajar de más sólo porque a él se le daba la regalada gana pero también sabía que si ambas se ponían de acuerdo, terminarían más pronto de lo que el hombre creía. Observó a Sarah muy interesada en mandar ese mensaje y trató de apartar su mente de las cosas de ella porque no podía comprender que hubiera cosas que desaparecieran por los espejos o mensajes que vinieran con una letra tan curiosa.

-Creo que estas dos pueden servir...-dijo poniendo dos fotos sobre la mesa.

Estaba agotada, últimamente siempre quería volver a casa y no estar más en la oficina y cuando empezó, sólo quería vivir metida en la oficina pero ese hombre, su jefe, les hacía la vida imposible a ambas. Se quedó con la vista fija, de repente se sentía enferma, como demasiado espesa, como si las cosas le pasaran en cámara lenta frente a los ojos, sin duda era un día muy raro y sabía que no obtendría más información al respecto, al menos no una que le dejara tranquila.

-¿Qué te parece?

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29/09/2010, 10:48
Sarah

Sarah observó las fotos, la verdad es que se veían bastante bien. Asintió con la cabeza y miró a Juliette, no le pasó desapercibida la expresión de cansancio que exhibía su amiga.

- Están muy bien, has sabido captar la esencia, sólo basta con mirar los ojos del pequeño, se puede ver la ilusión, el cariño que siente por Fred... - Le empezó a decir con una sonrisa en sus labios. - Cielo, ¿estás bien? tienes muy mala cara... ¿Quieres irte para casa y ya me encargo yo de terminar esto? - Terminó preguntándole con una expresión preocupada en su rostro.

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29/09/2010, 17:06
Juliette

Juliette miró a su amiga y creyó que quizás lo que la chica quería era estar sola pero aún así no aceptó enseguida.

-¿Estás segura? Mira que tendrás que soportar al ogro sola... No, quizás debería quedarme y ver si no nos pone algún pero...

Estaba indecisa, después de todo eran buenas amigas. Aunque claro, en ese momento pagaría por una ducha, una copa de vino y una cama.

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29/09/2010, 23:52
Sarah

Sarah miró a Juliette con comprensión, asintió con la cabeza mientras una sonrisa tierna asomaba a sus labios.

- Sí, no te preocupes, escribiré el reportaje y colocaré las fotografías. Tú aprovecha y ve a descansar. - Le dijo llevando su mano al brazo de ella, en muestra de apoyo. En el fondo temía que su estado de agotamiento fuera debido al shock de haber visto a Ludo en el cuarto de baño. Era un secreto que siempre había llevado consigo, sabiendo de que en este mundo no serían bien recibidos. Lo que no terminaba de entender era lo bien que se lo había tomado Juliette, parecía como si en el fondo no se hubiera sorprendido, o, quizás, necesitaba descansar para asumirlo.

Eran sus amigos, y también deseaba llegar a casa para poder volver a ver a Ludo... Pero, ahora, tenía que centrarse en aquel reportaje y escribirlo. No podía descentrarse...

- Venga mujer, no seas tonta... - Le insistió mientras le cogía la targeta de la cámara para poder recuperar las dos fotografías.

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30/09/2010, 17:32
Juliette

-Está bien...-dijo por fin.-Pero te debo una.

Recogió sus cosas luego de levantarse lentamente y se despidió de Sarah. Salió del edificio y decidió que tenía ganas de caminar un poco antes de tomar el tren, necesitaba despejar su mente.

Notas de juego

Master, tú me dirás ;)

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30/09/2010, 20:23

Juliette finalmente decide partir, aunque a regañadientes pues le preocupa el estado de su compañera. Sarah tiene demasiado en qué pensar y cree que estar sola es la mejor manera de ordenar sus pensamientos. La dos chicas se saludan con un fuerte abrazo y luego Juliette se retira mientras Sarah se queda delante del ordenador.

Notas de juego

Esperen que la continuación la postearé por separado obviamente.

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30/09/2010, 20:26

Juliette va caminando. Sola por la calle, pensando en su amiga. También recuerda eso que vió en el baño y está bastante segura de que no fue una ilusión. Tanto se concentra en recordar exactamente qué era lo que había parecido allí, y tanto trata de conectar las ideas de los mensajes, los búhos, la actitud de Sarah, todo lo que ha pasado que le entra a doler la cabeza. El dolor se acentúa y se acentúa hasta que ella comienza a marearse, y cae al suelo.

Todo se vuelve negro.

Notas de juego

Todavía no contestes.

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01/10/2010, 03:04

Sarah se ha quedado sola finalmente. Juliette ha accedido a su petición aunque en sus ojos se leía un dejo de desconfianza. Más que nada de preocupación por su amiga.

Ahora Sarah estaba frente al ordenador. Había terminado con la nota, sólo quedaba poner las fotos y recuadrarlas. Simplemente darles los toques finales. Ya era hora en la que el periódico cerraba pero Sarah sabía que a su jefe le importaba poco y nada eso.

Entonces se dió cuenta de que Dennis siempre venía antes de cerrar, aunque sea para recordarles a sus miserables empleados que, siendo el jefe, podía retirarse a la hora que quisiera. Se preguntó la chica qué lo demoraba. Era la primera vez que lo veía llegar tarde...

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01/10/2010, 12:14
Sarah

Después de repasar varias veces el artículo, y hacer unas cuantas rectificaciones, finalmente, Sarah lo dió por bueno. Antes de ponerse a encuadrar las fotos se apartó un poco de la pantalla, y movió el cuello intentando desentumecerlo. Se acercó a la máquina de café y tras sacar uno se dirigió nuevamente a su mesa.

El café no es que estuviera muy bueno, pero aquel día casi no había comido, y empezaba a sentir el estómago revolucionado, así que la bebida algo lo calmaría.

Durante un buen rato, Sarah se entretuvo encuadrando las fotos, pasándoles el filtro para poder darles algo más de luminosidad, y terminando finalmente con el artículo. Miró el reloj comprobando que ya debería estar en casa, seguro que Michael la llamaría para ir a cenar o algo... Nuevamente se volvió a centrar en su trabajo, cuando, de repente, fue consciente de que su jefe no había vuelto todavía... ¡Qué raro! Se dijo mirando a su alrededor y comprobando que efectivamente, no se veía ni rastro de él.

Se levantó de su asiento y se acercó a Edward, un compañero bastante agradable con el que habían ido Juliette y ella más de una vez a tomar café.

- ¿Te queda mucho? - Le preguntó mirando por encima de su hombro el artículo en el que estaba trabajando. - ¿Sabes dónde se dirigía Dennis? Me extraña que todavía no haya vuelto... - Le preguntó antes incluso de que el joven contestara a su primera pregunta. Normalmente daba el visto bueno a los artículos enviados, pero lo que no pensaba hacer era quedarse esperando a que apareciera.

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02/10/2010, 03:38
Edward

Edward es un tipo bueno pero de pocas palabras. Cuando Sarah lo mira y le pregunta sobre Dennis, entonces el hombre levanta su cabeza de unos papeles que está corrigiendo y dice:

-No sé. Creo que tenía que ver con un asunto de unas apariciones raras en el centro.

Sigue escribiendo unas cosas, luego tipea en su ordenador. Vuelve a los papeles, tacha algunas cosas y pregunta.

- ¿Has terminado tu trabajo? Si es así dámelo que lo corrijo y después vete a casa.

Cualquiera que no conociese a Edward pensaría que es un antipático pero tanto Sarah como su compañera sabían que solamente era corto de carácter.

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02/10/2010, 10:29
Sarah

¿Unas apariciones raras? Sarah miró a Edward con cara extrañada, sin entender a qué se refería con eso.

- Gracias, ahora mismo te lo traigo... - Le comentó y se dirigió nuevamente a su mesa para terminar de encuadrar las fotos y llevarle el reportaje a su compañero. Mientras se encontraba sentada, con la mirada fija en la pantalla del ordenador, continuó pensando en lo que le había dicho Edward... ¿Tendrá algo que ver que hayan vuelto a ponerse en contacto conmigo con lo de las apariciones? Se preguntó mordiéndose el labio inferior. Sarah vivía cerca del centro, tan sólo tenía que desviarse dos calles, así que con la intención de pasarse antes de llegar a su casa terminó de pulir el reportaje y se lo llevó a Edward.

- Aquí tienes... - Le dijo alargándoselo, se quedó a su lado, esperando a que lo corrigiese para de esta manera poder salir corriendo. Se sentía nerviosa, y no entendía el por qué... No paraba de repetirse que no tendría nada que ver, pero su corazón se encontraba en un puño.

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03/10/2010, 22:49
Edward

Edward comienza a corregir la nota. Mira, de tanto en tanto, a Sarah hasta que atina a decir, no sin una gran dosis de nervios que se nota en su voz.

- Díme Sarah y... erh...

Marca algunos errores con rojo y los corrige en el teclado, le aclara que las fotos están bien y la nota, en líneas generales, también, aunque tiene algunos errores.

-Bien... eh... díme...

Termina de corregir y la chica se pregunta cuánto vá a tardar en terminar una frase pero con Edward muchas veces no se sabe. Finalmente lo hace.

-¿Realmente te vas a casar? Digo, no es mi asunto, pero no te ves muy entusiasmada con la idea.

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04/10/2010, 12:01
Sarah

Sarah no podía apartar la mirada de las correcciones que estaba haciendo Edward sobre su reportaje. Ese hombre era capaz de encontrar errores hasta debajo de las piedras, y la joven no podía por menos de ponerse nerviosa. Iba releyendo las frases, corrigiendolas mentalmente y seguía sin entender qué veía mal en ellas.

Cuando empezó a preguntarle, le miró intrigada. Como siempre tardaba en poder formular la pregunta, sintiéndose cortado al hablar con alguien. Pero cuando finalmente la formuló, Sarah se quedó helada. Ella sí estaba ilusionada con la boda... ¿O no?

La verdad es que intentaba no pensar mucho en ella. Había quedado el próximo fin de semana con su cuñada para ir a mirar vestidos, y si lo pensaba fríamente, no tenía nada de ganas. ¿Cuando una novia no se emocionaba con los preparativos de su propia boda? Quería a Michael, eso era indudable, pero... Había accedido a casarse con él tras sus respectivas insistencias. Ella sentía que le quedaban muchas cosas que hacer antes de terminar estableciéndose. Veía el matrimonio como una atadura, era como si la Sarah que hasta aquel momento había existido, muriera en un rito bárbaro, para alzarse siendo una mujer casada...

Las palabras de Edward hicieron que todo eso que tenía dentro empezara nuevamente a darle vueltas por la cabeza. Se había quedado en silencio, mirando a su compañero casi sin pestañear, con los ojos completamente abiertos. De repente, un gesto casi imperceptible en el rostro de Edward hizo que Sarah volviera nuevamente a la realidad. Parpadeó un par de veces y volviendo nuevamente a la realidad, sonrió con nerviosismo.

- Yo... Bueno, con el estrés del trabajo y los preparativos... Supongo que no traigo la mayor de las alegrías. Últimamente voy un poco cansada... - Le dijo intentando explicar algo que en el fondo sabía que no era así. - Pero claro que me hace mucha ilusión... - Terminó diciéndole mientras cogía el bolso y se lo colgaba del hombro. - Bueno, si me das eso hago las correcciones y me voy, que se está haciendo muy tarde... -

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06/10/2010, 01:54

Edward termina su tarea y deja a Sarah seguir con su camino. Cuando la chica se está yendo, a los apurones, siente una mirada sobre su nuca, pero en una dirección contraria a la del hombre. Gira para ver pero no hay nadie allí. Tal vez su mente le está jugando malas pasadas después de tantos hechos que la remontaron muy atrás. Edward, por su parte, sigue con su tarea y en algunos minutos también seguramente se irá a su casa.

Sarah baja, usando el ascensor, para retirarse y, de paso, ver si puede saber algo más sobre eso del centro.

Entonces todo se vuelve negro. El ascensor prende su luz de emergencias. Parece que es un corte eléctrico, la luz encendida, roja, es una que funciona con un equipo electrógeno.

Sarah siente nuevamente esa mirada, pero no hay nadie en el ascensor... excepto ella y su propio reflejo en un enorme espejo que hay allí mismo.

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06/10/2010, 19:57
Sarah

Un escalofrío recorrió la espalda de Sarah, sentía la mirada de alguien clavada en su espalda... Se giró, pero no, allí no había nadie. Con la convicción de que tras lo vivido ese largo día, empezaba a tener sensaciones extrañas, la joven se dirigió hacia el ascensor con la idea de volver a casa, aunque antes pasaría por el centro para ver qué podía haber ocurrido.

Entró en el ascensor y dándole la espalda al gran espejo, miró hacia fuera mientras las puertas se cerraban. Era como un ritual, la despedida hasta un nuevo día de la gran oficina llena de ordenadores. Miró su reloj dándose cuenta de que se le había hecho más tarde de lo que imaginaba... Tendría que llamar a Juliette... Pensó en su compañera, cómo se había ido de la oficina. Su aspecto era el de una persona agotada, aunque volvió a pensar que podía ser debido a haber visto a Ludo en el baño del hospital. Una sonrisa asomó a sus labios al volver a pensar en su viejo amigo. Tantos años negándose su existencia, evitando todo lo relacionado con su mundo, que ahora que parecía haber vuelto, tan sólo sentía ganas de llorar por la felicidad que la embargaba.

Con un golpe seco el ascensor se detuvo, y las luces se apagaron, saltando enseguida las de emergencia. Sarah contuvo un grito, asustándose de aquel repentino parón. Tranquila, vendrán enseguida... Se dijo suspirando y mirando nuevamente su reloj. Pero... Nuevamente aquella sensación, alguien estaba allí, y Sarah podía sentir su proximidad, su mirada clavada en ella... Se apoyó contra la pared, quedándose en ese rincón y mirando hacia el otro lado del vacío ascensor... No hay nadie... Se dijo, pero no podía evitar sentirse observada y asustada. Temblorosa, fue moviendo su cabeza poco a poco hasta quedarse mirando el gran espejo. Allí, sólo se veía su reflejo, pero aún y así, no apartó sus grisáceos ojos de su superficie reflejante...