Partida Rol por web

Aquella tarde, la dueña del coliseo, Morkhalee, se encontraba juguetona...ya que decidió que para su divertimento y el de sus congéneres, lucharíamos con un arma...sorpresa!!. Era la segunda vez que me encontraba en aquella situación...aun podía sentir el contacto de mis preciadas dagas entre mis dedos...sin embargo allí me encontraba frente al elfo oscuro, con las fundas desnudas. La tarde se mostraba...complicada...

Abrí el arcón en cuyo interior se encontraba el arma que portaría en el combate, y en su interior se encontraba...UNA MAZA!!!. Desde luego, aquella tarde la dueña del coliseo tenía ganas de reirse...

Pese a todo, no iba a caer en la desesperación, y me preparé para el inminente ataque del que iba ser mi rival. Adoptando una posición defensiva, hice un gesto a mi rival, cediendole la iniciativa...

Cuando quieras Delderius... 

Algo nuevo...

Delderius sonrió. Nunca había combatido en esta arena, y la verdad es que la situación le producía una extraña sensación. Y entonces de su cajón salió una espada corta.

Era verdad que no era su espada corta. Pero le valía para usar todas sus técnicas. Sonrió perversamente.

Y se lanzó al combate con alegría

Tras fintar a su adversario lanzó un profundo y recio golpe contra el brazo del arma de este, haciéndole una grave herida en el brazo del arma, que casi le valió perder el brazo.

- ¿Donde habíais estado Hugo? HAcia tiempo que no os veía por la arena - inquirió con curiosidad

Sin esperar a una respuesta reanudé mi ataque sobre el brazo herido de mi adversario, con la idea de destrozar el mismo antes que este pudiera rehacerse

Tras escuchar sus palabras, más una manera de saludar, que una pregunta por si misma, atacó a una velocidad endiablada...Mi torpeza con la maza era evidente, una vez tras otra trataba de interponerla entre la afilada espada corta que el manejaba con destreza.

Su arma mordió la carne de mi brazo, practicamente arrancándolo del resto de mi ser...apenas pudo aguantar un tiempo más en su sitio, pues traté de jugarmelo todo, agarrando la maza con los dos brazos para poner la fuerza que me quedaba en un atauqe dirigido...

Pero su arma llego antes, su tajo fue brutal, y mientras observaba como la sangre abandonaba mi cuerpo en el lugar donde antes había un brazo útil, sentí otro fuerte golpe en una de mis piernas...

Desde luego los monjes van a tener trabajo... 

Delderius no iba a permitir que el humano entrara en el combate. Se le notaba torpe con la maza, mientras que él manejaba su espada corta con la precisión de un cirujano. Un nuevo golpe se adelantó al intento de esquivar de Hugo, ocasionándole una mala herida en su torso, que agravaba la anterior.

El mortal no dejaba de sangrar.

- Realmente siento curiosidad Hugo. ¿Donde has estado?

Mientras hablaba Delderius movió nuevamente sus espadas cortas con brutal eficacia. El que Hugo aun estuviera pensando como se manejaba su arma ayudaba, claro. Y el elfo oscuro se manejaba con una precisión brutal, aprovechando cada descuido del humano para causarle las mas graves y profundas heridas.

Mi brazo colgaba inerte, sin vida...al menos lo que quedaba de él. Trate de moverme, de alejarme de su espada, pero su hoja rasgó de nuevo mi pecho, mientras seguía hablándome...

No escuché sus palabras con claridad...quería saber donde me había metido!?...pero apenas tenía resuello para respirar...Creía que durante el combate no había recibido ningún golpe en la cabeza, y sin embargo...todavía me preguntaba si había agarrado la maza por el extremo adecuado!...

Antes de poder aclarar mis ideas, y mucho menos abrir la boca, observé como aquella espada se me acercaba inexorablemente...y me alcanzaba de nuevo arrancando el escaso aliento que quedaba en mi pecho...

Hugo se movió con una rapidez que le honraba. Pero sencillamente no fue suficiente. El filo cortante del kukri de Delderuis le atravesó por debajo de las costillas, acabando con su consciencia, y haciendo que el gladiador humano se desangrase.

Delderius alzó los brazos. Había sido una carniceria.

Pero eso no significaba que no hubiera disfrutado. Ganar siempre era interesante. Miró a Hugo. Habría otra ocasión para hablar

DUELO PARA DELDERIUS. ARENA LIBRE PARA NUEVOS DUELOS

Tras comenzar a entrenar juntos, el público no tardó en pedir un enfrentamiento entre JUan Bautista y su nuevo mentor de combate. Sin embargo, la maestra de juegos estaba dispuesta a darles más. Todo se volvió mucho más ominoso cuando repentinamente una densa nube verde acortó la distancia entre ambos contrincantes:

-Me parece que tendrás la opción de probar ese dominio de las distancias cortas, Juan. Aseguro que respirar eso duele horrores.- dijo a su contrincante, mientras cerraba su guardia.

Juan Bautista todavia no era un oponente digno para Parnassus en lo que a combate corto se referia, y el favorito del coliseo se lo demostro tirandol de un fuerte golpe hacia el veneno adormecedor que se esparcia por la arena.

Juan consiguio taparse con su brazo para soportar momentaneamente las consecuencias toxicas de aquel humo, pero no podria hacerlo por mucho tiempo.. debia salir de ahi..

Ante el primer ataque de Juan Parnassus lo enganchó de la muñeca con una de las nuevas puntas laterales de sus escudos y lo proyectó hacia la niebla verde. La muñeca chascó mientras se abría, aunque no estaba rota.

Juan trató de utilizar el impulso en su provecho, para girar y sajar el brazo derecho de Parnassus, pero el otro escudo ya buscaba su frente, y el aturdimiento repentino, así como el terrible dolor en las mucosas frenaron su ataque.

La situación era desesperada; si no encontraba una grieta en el muro de retención de Parnassus, pronto se ahogaría.