Partida Rol por web

Me acerco sigilosamente al rincón donde esta Delderius y Ricardo sin que me escuchen.

- Buenas Ricardo - consigo que se de la vuelta un poco soprendido - no creas que te has librado tan fácilmente de mi, después de que te ensañaras conmigo he terminado un par de combates y el escozor no se termina de quitar. Pero no te preocupes que ya se me pasará en la arena con tu sangre.

Me voy hacia un sitio libre en la mesa y me sirvo una jarra de buen licor, saboreandolo lentamente.

- ¡Ah! y por cierto Ricardo, me alegro que mi sangre no se te haya ido todavía, soy bastante duro de roer, asi que esa sangre te servirá para recordarte quien va a disfrutar bañandose en la tuya, cuando te la saque en un sano duelo cuando estés preparado para sentir mis ganchos

tras mi combate entro en le recinto y me busco algo de comer,andando pesadamente me siento y empiezo a comer de una forma apresurada

el combate me abrió el apetito

Una sombra te tapa la luz justo antes de que empiezes a devorar la comida...

En un torpe humano casi con un susurro:

- No debrias comer justo antes del combate te volveras mas lento... te espero

despues se gira y se dirige hacia la arena.

veo como una figura se interpone delante de mi lo cual no hace que mi hambre o ansia por comer desparezca,entonces oigo sus palabras y veo comos e dirije hacia la arena.
Levanto la vista viendo como la figura desaparece entre las rejas.......

Sin duda en breve nos veremos tu y yo,deberías ser mas cautelosa con tus consejos,aconsejar a tus rivales nunca ha sido una buena idea

sigo comiendo intentando saciar mi hambre

Tras el duro día de combates, Parnassus se echó pesadamente en uno de los camastros. Debía dormir un poco. Bien sabía que el primer evento de parejas había sido solo la apertura de muchos más que vendrían en las siguientes jornadas. El público lo volvería a querer ahí: había matado a una de sus mujeres, y después de que otros dos humanos hubieran vapuleado a dos compatriotas, lo que volvía a granjearle los odios y amores de todas las partes. Tras el amanecer todo volvería a girar vertiginosamente.

Corres por la calle siguiendo al hombre en la lejanía. Ahora puedes ver claramente que lleva uno de los turbantes de tu pueblo. Corre como si los Hassasim buscasen su corazón. Pasas entre las gentes que abarrotan las calles. Esclavos. Mercaderes. Elfos oscuros o extranjeros. Apenas les ves ante tí, mientras sigues al hombre. Tu mente está concentrada en tu presa, como el puma tras el ratón.

El hombre gira por una de las calles y te das de bruces con ocho jovenes Elfos Oscuros. Uno de ellos lanza un brazo para intentar agarrarte, pero tus reflejos son muy rápidos para él. Él y sus amigos bloquean tu camino. -¿Donde vas con tanta prisa, esclava? ¿No te gusta nuestra compañía?

Un Elfo Oscuro entra y, sin mirar a nadie, clava un papel con una daga en una de las vigas de madera. Mientras los curiosos se acercan, se va mirando a los seres de otras razas con marcado disgusto.

En el cartel pone lo siguiente:

EVENTO PARA EL DIA DEL EMPERADOR
Conmemorando el nacimiento de nuetro señor Malekith, la Ama del Calabozo se enorgullece en contar con la presencia del mejor de nuestra raza. Por tal motivo, ha organizado una lucha por equipos de gran magnitud. Aquellos que se presenten a ella obtendrán gloria y fortuna, y acceso a un nivel superior de la casa de los condenados.

En el papel hay dos columnas con 4 filas cada una, para los gladiadores que decidan apuntarse.

Los norteños aun brindaban por la victoria de sus compatriotas sobre los Elfos Oscuros. En medio de las celebraciones, Adrián se acercó a Ricardo. -Quisiera hablar contigo. ¿Me acompañas?

Ricardo estaba oliendo el velo de la Hakhim, cuando se le acerca el veterano Adrian.

¿Si?¿qué quieres?

Cita:

Deacuerdo, es lo menos que puedo hacer por tí, despues de que salvaras mi cuello en la arena

Ambos hombres se levantan y salen a hablar.

En ese instante entran dos sirvientes elfos oscuros en la estancia. Llevan las libreas de la Casa de la Obsidiana, patrocinadores del gladiador de los escudos. Sin mirar siqiera a los presentes, se dirigien al cartel marcado, escriben el nombre de Parnassus en él, lo sellan con el sello de la casa por encima, y luego se marchan sin mediar palabra.

Algunos no eran dueños de su destino. La maldición del esclavo quedó patente para todos en el pedazo de pergamino.

Antes de salir observan como un elfo oscuro clava un papel en una de las vigas.

Espera un momento Adrian, quiero ver eso

Apartando a los curiosos se acerca a al papel y lo lee.

Será posible, lo que no se les ocurra a esos bastardos.
En fín algo tendré que hacer para molestar al emperador

¿Alguien tiene algo con lo que escribir? Por cierto al primero que me diga "tu sangre" le parto la cara

Un humano de los veteranos se le encara y le contesta.

Que tal con tu sangre niño Y se echa a reir coreado por algunos.

Vaaleeee, tú lo has querido abuelo

Mientras está riendose Ricardo se le acerca en menos tiempo en lo que se tarda en parpadear y le pega un puñetazo que le rompe la nariz.

Mira por donde ya tengo con que escribir

Se acerca nuevamente al papel y pone su nombre.

Listo Adrian, disculpa la espera ya podemos seguir

Esperando que se calme el revuelo que se ha organizado en la sala, cuando la cosa esta mas tranquila leoo el papel

Tras unos segundos meditando saco una moneda del cinto lanzo una moneda escribo mi nombre y antes de se que acerque alguien me retiro para no estar en medio

Me levanto con cierta indolencia y escribo mi nombre debajo del de Liu An

"Todos los elfos oscuros juntos"

- Jejeje esto puede ser interesante

Mi mano vuela hacia la segunda columna y asi queda inscrito mi nombre en el Dia del Emperador

Luchar con un elfo... antes despellejado y puesto a secar a la luz de cuatro soles.

Garruk estampa una gran cruz y agarra a un mozo cercano, que se esmera en mantener limpia la gran sala. Elevandolo hasta su cara le pide amablemente.

¿Eh tu?, ¿sabes escribir?... el joven humano asiente con cara de pasmo ...pues pon junto a esta cruz mi nombre.

Le atrapaba con la mirada mientras le perseguía entre el tumulto de aquellas calles extrañas... Por qué huía? De quién? De qué? Nada parecía perseguirle.... nada salvo yo... Concentrada en él todo discurría a gran velocidad a mi paso... un giro... uno más... y una mano que intentó rozarme...

Con el gesto rápido escapé de aquel brazo intentado continuar mi camino...8 elfos ante mí intentaban impedirme el paso... y yo perdía los ojos sobre sus hombros en busca de aquel otro que me tomaba ventaja...demasiada ventaja....

Cita:

Entorné los ojos dorados a mirarle...dejando escapar la presa que ahora se alejaba y se perdía... y retirándome la capucha hacia atrás con ambas manos le miré orgullosa... con los hombros firmes y las pupilas más que eso... con el brillo en la mirada... el brillo de un fuego que poco abundaba en esas tierras...

A quien llamas esclava... elfo?.... la voz sonaba suave... pero la luna reinando en mi frente... la llama en mi mirada y la sangre del desierto en mi piel... la teñían de desafío... Soy una Sierva del Profeta.... Libre... más libre de lo que tú o cualquiera de los de tu sangre lo será jamás... Nada te importa a dónde vaya... dejadme pasar...