Partida Rol por web

Sian escucha las palabras de Astrid y comienza a responder:

- Asi que puedes regenerarte, vaya ese es un poder muy util

Pero en ese momento un anciano entra en la habitacion, Sian mira sorprendida y escucha como habla y se acerca a Maki, la joven se pone alerta y mirando fijamente al anciano dice:

- Espere, de que dice que la conoce? porque no creo que sea el estilo musical que usted escuche normalmente

Mira a Astrid y a Fox y a continuacion en un tono inquisitivo dice:

- No sera...como ha podido pasar por los guardias que hay fuera?

Maki parecia que estaba calmandose un poco cuando aquel anciano entro en la habitacion, algo sorprendida y con los ojos aun llenos de lagrimas mira hacia este y Astrid, niega con la cabeza y dice:

- Yo...no conozco a este señor

Le mira un poco asustada pero habla de forma educada, se notaba que en su cultura se respetaba mucho a los ancianos ya que lo dijo educadamente y agachando un poco la cabeza para ser lo mas respetuosa posible

Klauss observa a ambas mujeres que conversan sobre unos poderes curativos.

- ¿Serán estas personas también especiales? ¿Con habilidades para-normales?

Pero no confía en ellas, no las ha visto nunca y no ve al Señor Andersen por ningún lado. Una de ellas, dirigiéndole la palabra, le inquiere sobre cómo ha franqueado a la policía de la puerta, pero la ignora. Sólo le preocupa Maki, así que se dirige a ella:

- Señorita Maki, disculpe mi intromisión. Lo que voy a contarle le sonará muy extraño pero es de suma importancia que preste atención. Corre usted un grave peligro. No me pregunte cómo lo sé, pero debe usted marcharse de aquí - duda durante unos instantes sobre cómo continuar - ... a cualquier sitio donde no la conozcan ni la puedan encontrar.

Klauss contempla la cara de Maki intentando distinguir su reacción. Después de tantas horas intentando encontrarla, una vez ante ella no sabe qué decir y su propuesta le parece una soberana idiotez, sin contar con que probablemente no le haga caso.

Por un instante se cuestiona si debe marcharse pero finalmente hace acopio de voluntad y permanece esperando una respuesta.

El comentario de Sian acerca de la llegada del desconocido hace que me fije en la puerta, como también en el propio desconocido, comprobando si tiene un pase colgando del cuello como nosotros. Su llegada me ha pillado por sorpresa, y más aún su intervención. Lo que dice es preocupante, desde luego para tomárselo en serio, pero plantea demasiadas interrogantes.

Para empezar, quién coño es y cómo sabe eso que afirma.

Mi primer impulso es acercarme a la cama y ponerme entre él y Maki, pero sus formas y su aspecto no me hacen pensar que realmente sea un peligro. Tiene mucho que explicar, eso sí. Pero antes, me dirijo a la puerta y compruebo si esos guardias siguen en su puesto.

Entonces regreso junto a los demás, dispuesto a exigir explicaciones.

Disculpe, señor, pero si pretende que alguien se tome en serio una advertencia como esa, quizás debería comenzar por presentarse y explicar cómo lo sabe ¿no cree? -Me paso los dedos de una mano por las sienes, cansado. Mataría por una copa ahora mismo- Y de qué o de quién tiene que esconderse.

El anciano no tiene pase colgando y cuando Fox sale puede ver como los dos guardias estan como estaban Sian y Astrid cuando canto Maki, como ensimismados mirando hacia el vacio delante de ellos en la misma postura vigilante que habian estado antes, pero parece que estan aun mas sumergidos de lo que estaban las dos mujeres

En teoría el acceso a la habitación estaba limitado a la lista dispuesta por la policía, pero aquel cuarto estaba más concurrido que Alexanderplatz. Podía imaginarme las artimañas que Sian y Fox podrían haber utilizado, ¿Pero ese señor? ¿Habría empleado su encanto de dulce abuelo o alguna retorcida artimaña de persona resabiada?

Lo que estaba claro es que lo que parecía un anciano despistado no era tal. Maki no le conocía, pero él a ella sí, y no sólo eso, sabía que algo malo iba a pasarle a la chica.

Rodeé a Maki con un brazo, tratando de que se mantuviera tranquila, o al menos todo lo tranquila que habíamos conseguido que estuviese hasta ese momento. Entonces Fox me quitó las palabras de la boca, exponiéndole a Kauss todo lo que quería saber.

-Por favor, explíquese…  - le pedí al hombre.

Puede que lo que dice tenga algo que ver con lo que aquel tipo de negro dijo ayer.

Nervioso al comprender que se ha metido en un lío del que no puede salir sin dar explicaciones, Klauss decide aclarar la situación para tranquilizar a las personas presentes:

- Disculpen, intentaré explicarlo. Mi nombre es Klauss Albretch y vivo en Madrid.

Toma una pausa antes de proseguir y observa dudando a la mujer pelirroja y al caballero. Al llegar, discutían sobre habilidades especiales curativas. Tras un instante, concluye que no le queda otra alternativa que confiar en esta gente y hablar llanamente - Hace unos días en Madrid, tuve una visión de Maki en peligro. He viajado hasta aquí para advertirla.

Al ver la cara de estupefacción de sus interlocutores, Klauss trata de aclararlo:

- Mmmm ... a veces tengo visiones que posteriormente se cumplen ... - y tras dudar un momento, añade - bueno ... o eso creo ...

- Tengo que hablar con el Señor Anderson, él sabrá qué hacer - piensa Klauss mientras introduce la mano en el bolsillo del pantalón y extrae un móvil. Busca en la agenda el número y pulsa la tecla de llamada.

Mientras el hombre se presenta y comienza a dar explicaciones, yo me apresuro a pensar en todo lo que está pasando. Parece que mi idea de hacer cantar a Maki ha sido otra nueva gran cagada, como las que acostumbro a cometer. Como elegir la ruta del puente aquel fatídico día. Lo que comenta el señor Albretch sobre unas visiones sólo acrecienta mis ganas de salir de esta habitación, aunque me gustaría saber más sobre todo esto. Supongo que es el momento de priorizar.

Bueno, eso de las visiones suena muy interesante, y a mí personalmente me gustaría saber más sobre ello. ¿Quizás tomando una copa en algún otro lugar? -La pregunta me sale sola, sin siquiera darme cuenta de la propuesta en sí, como si tuviera activado una especie de piloto automático. Lo cierto es que lo que sí tengo es prisa. Y nervios. Y eso me produce cierta necesidad. Y sed- Si nos planteamos salir de aquí y hacer caso a la advertencia del señor Albretch, este sería un buen momento. Si él ha podido sortear a los guardias sin estar autorizado cualquier otro podría, y ahora mismo podríamos irnos sin tener que responder demasiadas preguntas...

Señalo la puerta con cara de circunstancia, consciente de mi culpa en todo esto, y ladeó la cabeza con los ojos cerrados, dejando claro que a los guardias les ha afectado también la canción de Maki, aunque a mayor intensidad.

En este momento Klauss comienza a tener dudas sobre los ocupantes de la habitación del hospital:

- Un momento, ¿los guardias de la puerta están para que nadie entre o para que nadie salga?

Sólo pensar en que quizá se encuentre encerrado en esta habitación le sube la tensión sanguínea y comienza a transpirar nervioso, pero continúa buscando respuestas:

- Y vosotros, ¿de qué conocéis a Maki y qué hacéis aquí?

Sian escucha lo que se va diciendo y dice en un tono serio:

- Fox, tal vez deberias intentar tocar a los guardias y tratar de influirles o algo, asi podemos ver si eres capaz de anular los efectos de la cancion de Maki o al menos hacerlos mas tenues

Tras esto mira al anciano y dice:

- Señor...disculpe mi descortesia pero debe comprender que es muy extraño lo que nos comenta, dice que ha tenido una vision sobre que Maki era dañada pero eso ya sucedio ayer mismo fue atacada por una masa de personas y realmente no sabemos porque

Mira inquisitivamente y añade:

- Nosotros estamos aqui para tratar de ayudarla pero usted dice que esta aqui para avisarle de un peligro,digame a parte del ataque que sufrio ayer hay algo mas que debamos estar atentos?

El telefono suena pero no da linea cuando el anciano llama

Maki escucha lo que sucedia, pero no prestaba mucha atencion o al menos eso es lo que parecia, dice entonces con la voz medio entrecortada:

- Yo...no quiero ser una carga ni una molestia para nadie...pero...no quiero dejar de cantar...porque decis que mi voz afenta a las personas?

Mira algo extrañada:

- Yo tengo una voz normal, nisiquiera soy una gran cantante en realidad

Japón, Alemania, ¿Inglaterra? y ahora España. Fuera lo que fuese lo que estuviera ocurriendo parecía ser algo a nivel mundial. Podría haber gente como nosotros en cualquier lugar.

La idea de Klauss de salir de allí pareció convencer a Fox, que propuso aprovechar que los guardias tenían la “guardia baja” para salir de allí. ¿Pero a dónde?

-Podríamos ir a mi casa… - sugerí, aunque no del todo convencida.

Suponía que Fox y Sian tendrían algún sitio al que ir, pero no me parecía prudente meternos en su territorio, no de momento. Sí, parecían tener buena voluntad, y a veces estar incluso más perdidos que yo, pero prefería esperar un poco más.

No puedo poner a la chica en peligro.

Me estiré sin soltar a Maki, para tender mi mano al Señor Albretch.

-Me llamo Astrid, conocí a Maki ayer en una cafetería.

Entonces Sian sugirió a Fox que hiciera una prueba con sus poderes. ¿En serio?

-Si queremos salir de aquí, ¿No deberíamos hacerlo antes de ponernos a experimentar? No se, digo yo…

Maki me sorprendió al volverse a dirigirse a nosotros.

-No eres una molestia, son cosas que pasan, y lo vamos a solucionar. Volverás a cantar. – le dije mostrándole una sonrisa. - ¿Verdad? – pregunté a Fox.

La pregunta de Albretch me incomoda. No me había parado a pensarlo ni por un momento, la verdad es que sólo me había planteado no tener que responder preguntas incómodas. Sin embargo, la propuesta de Sian me resulta un tanto rocambolesca. ¿Ponerme a experimentar con mis poderes en este instante? Teniendo en cuenta que me gustaría salir de aquí sin llamar la atención, no me parece la mejor idea del mundo.

Maki vuelve a hablar, pero empiezo a pensar que está sedada o algo. Después de todo lo que hemos hablado, no puedo creer que no se haya enterado de nada. Y sin embargo, la sigo viendo tan desvalida que de verdad quiero ayudarla, aunque no tengo claro que vaya a poder.

¿Quién soy yo para salvar a nadie? No pude salvar ni a Caren...

La voz de Astrid, que así se llama la pelirroja, me saca de mis malos recuerdos. Su pregunta me pilla por sorpresa, y sólo acierto en principio a mirar a todos, sorprendido, pero parece que esperan una respuesta.

Eh... Sí, claro... -Me doy cuenta de que sueno poco convincente, de modo que trato de recuperar la compostura y miro a Maki fijamente a los ojos- Lo harás, te prometo que haré todo lo que esté en mi mano. -Tras decirlo, busco la mirada también de Astrid, esperando su aprobación, y me giro hacia Sian esperando encontrar en ella la misma decisión que yo tengo en este empeño- Pero para llegar a ese punto, ¿y si nos vamos? Los guardias están grogui y nadie hará preguntas, así podemos salir discretamente. Puedo probar a ver si logro despertar a alguno de ellos cuando hayáis salido todos, y después... ¿Tu casa, dices?

No me hace gracia invadir la intimidad de nadie, pero también reconozco que no tiene mucho sentido irnos todos a reunirnos a un hotel.

Aunque la idea del bar no era tan mala...

Sian mira a todos y dice:

- Y porque quereis que nos vayamos de aqui asi? no me parece prudente que nos llevemos del hospital a una cantante de fama mundial que anoche fue atacada por el publico en directo en la television

La chica se queda mirando a todos y añade:

- Porque los primeros en preocuparse seran los meimbros de su banda no? y despues si salimos podrian por asi decirlo reconocerla facilmente no? no se, aqui parece que esta bastante segura por el momento, creo yo

Maki asiente y se recuesta un poco mientras dice:

- Gracias...pero no se preocupen por mi, seguro que para el concierto de Nueva York ya estare recuperada

Decia la chica que parecia algo cansada y adormilada sin duda por los motivos que Fox habia pensado

A Sian no le faltaba razón, al menos en la mayoría de su argumento, pero no teníamos mucha más opción.

- Si hace dos días este hombre se hubiese presentado en mi puerta diciéndome que ha visto que estoy en peligro, no le hubiera creído. Pero hoy es todo muy distinto. Si existe la posibilidad de que algo le pase a Maki aquí, deberíamos irnos. - miré a Maki, y levanté ligeramente su cara por la barbilla, para que me mirara a los ojos. - Te recuperarás, pero en otro sitio, ¿De acuerdo? Confía en mí.

Era evidente que los tranquilizantes aún le hacían efecto, pero igualmente quise que estuviera tranquila e informada.

- Respecto al grupo, ellos me conocen. Maki puede ponerse en contacto con ellos y decirles que está conmigo. - O eso espero. - Incluso estaba autorizada a entrar en la habitación, así que...

Además, no se hasta que punto les importa Maki, ¿Por qué no está aquí ninguno de ellos?

Aquella opinión la omití por la propia Maki, y continué.

- Por otra parte, sin intención de ofender... En occidente no diferenciamos con tanta facilidad a las personas asiáticas. Disfrazándola un poco no debería ser difícil que pase desapercibida. - Entonces miré a Fox. - Si, podríamos ir a mi casa. Se trata de un apartamento, no muy lejos de aquí. Vivo sola, así que no hay problema.

Durante unos segundos el anciano tiene una nueva vision en este caso ve claramente la cara del hombre que vio antes del accidente el cual esta delante de todas las personas que estan alli en ese instante, el hombre sonrie y dice:

- Pensabais que era tan sencillo? no, ella es la llave, todo empezo a desarrollarse cuando ella sufrio aquella perdida y decidio cantar, ahi fue cuento todo empezo

Puede ver como Maki que estaba al lado del hombre empieza a llorar desconsoladamente, el hombre mira a los demas y añade:

- Y sucedera de nuevo, pero esta vez a una escala mayor, alegraos pues a vosotros tabien os afectara

Tras marcar un número de teléfono, Klauss escucha atento al móvil posado en su oreja pero la señal continúa y nadie coge la llamada. Irritado, le pregunta a Sian:

- ¿Cómo? ¿Ayer Maki ya sufrió un ataque? Quizá pueda tratarse de la visión que tuve... En cualquier caso, creo que es buena idea salir de aquí, la casa de Astrid puede ser buena idea. Una vez en un sitio diferente podremos ...

En este momento, Klauss enmudece y su mirada se pierde en la distancia. A los pocos segundos, parece volver en sí. Mira a los presentes algo desconcertado y comenta:

- He visto ... - se siente confundido y no sabe cómo expresarlo - ... creo que he tenido ...

Comprende que el resto no están comprendiendo nada. Toma aire profundamente e intenta explicarlo:

- Acabo de tener otra visión. Se trata de un caballero de mediana edad, no es la primera vez que le veo. Pelo castaño, ojos grises, con una mirada que hiela la sangre y da mala espina. ¿Conocéis a alguien así? Parece que dice algo sobre Maki ... - Klauss la mira y le pregunta - Maki, disculpa la pregunta, ¿tu habilidad para influir en los sentimientos de los demás cantando empezó el día en que perdiste a algún ser querido?

Mientras escucha la respuesta de Maki, se dirige a la puerta y sale al pasillo, comprobando que los guardias siguen en estado de ensoñación.

Klauss se encontraba hablando cuando de repente se detuvo, y con la mirada perdida se mantuvo en silencio unos instantes. Entonces comenzó a hablar con aparente dificultad, pero supo recomponerse y retomar la palabra.

¿Será ese tipo? Podría encajar con la descripción…

-Creo que podría ser el hombre que se acercó a Maki ayer. Tom dijo que se llamaba. – miré a Sian y Fox. – Aún no me había dado tiempo a contároslo. – dije a modo de disculpa y continué. – No sé si grises, pero tenía los ojos claros, y con lo demás encaja bastante bien. Ese tío sabía cosas, sabía que Maki era la causante de todo, y que la gente volvería en sí cuando la sedaran… Además decía cosas muy raras, hablaba de un nuevo mundo, uno donde la gente como nosotros tuviera su sitio. – me dio un escalofrío al recordar lo que hizo con aquellos policías. – Porque él también tiene una habilidad, lanzó a los antidisturbios contra la pared con tan sólo mover su mano…

Acaricié la cabeza de Maki con una de mis manos, terminando en su mejilla y secando los restos de sus lágrimas.

-Hay algo más. – me decidí finalmente a contar el último detalle. – Dijo que Maki es la llave. – le sequé las lágrimas de la otra mejilla. – La clave para ese nuevo mundo.