Partida Rol por web

Renunciar a lo terrenal

6. El templo de la Ascensión

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17/11/2021, 17:06
Salihah

-Nepthis, no sé si es conveniente que se conozca este lugar -comentó su hermana-. Como tampoco sé qué es lo que va a suceder ahora contigo. ¿Volverás a la Iglesia? ¿Tomarás el cargo que he dejado vacante? ¿Cómo... qué implicaciones tiene que tú seas una Manifestación en este momento, en Mulhorand? ¿Volverás a la Compañía?

Miró a los demás integrantes, como si quisiera que fuesen ellos los que convencieran a Nepthis de que dejara las aventuras y sentara la cabeza.

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17/11/2021, 17:06
Nepthis

Nepthis recibió con gusto los abrazos de quien quiso dárselos, aguantando con estoicismo la fuerza de Amessis. Les rodeó a todos ellos con sus nuevas alas en un gesto instintivo. Comprendió el enfado de Jotnar, él no era un hombre de fe. Decidió respetar su decisión y hablar con él más adelante, cuando se hubiera serenado. Sonrió de medio lado cuando Nebakay habló.

Lo primero es lo primero.

Extrajo de su estuche de pergaminos un pergamino para neutralizar venenos. Recitó las plegarias que estaban escritas en la vitela y, cuando terminó la oración, el papel se deshizo como la arena. Se acercó a Nebakay y le tocó en el pecho, eliminando el veneno de su sistema y aliviando inmediatamente los síntomas. Manteniendo unos instantes las yemas de los dedos sobre el pectoral del clérigo de Isis se dio cuenta de que el deseo concupiscente permanecía inalterado.

Ella está conmigo —asintió, y se llevó la mano al pecho—. La siento en mi corazón, pero no soy ningún títere, sigo siendo yo. Mi voluntad es libre, y Ella no puede invadirla.

Las preguntas que su hermana hizo llover sobre ella la hicieron reflexionar. A partir de aquel momento se iba a exigir de ella que tomara decisiones difíciles que afectarían a las vidas de mucha gente, pero ella nunca había sido una mujer que eludiera las responsabilidades.

La anonimidad que protegió el Templo de la Ascensión durante generaciones se ha visto comprometida. Los enemigos de Mulhorand, los siervos de Set, han descubierto este sagrado lugar y el ritual corrupto que permitiría al Padre de los Chacales Ascender a un mortal para sus nefarios propósitos —dijo, y buscó con la mirada a Ba'cai—. Creo que ha llegado el momento de que este lugar que perteneció al pueblo de Mulhorand regrese al pueblo de Mulhorand. Pienso que deberíamos hacer este sitio público para que todos aquellos fieles que lo deseen puedan peregrinar a estas estancias sagradas en la que se ha escrito la historia de nuestro pueblo. Para que todos sepamos que cualquier persona, grande o pequeña, humano o no-humano puede Ascender si está dispuesto a abrir su corazón. Podría cambiar, por fin, las cosas en nuestro país y que el clero se dedique a lo que debería dedicarse: ayudar a la gente en vez de a la mercadería y la lucha por el poder político. Y que el rey-dios proteja este lugar como debe ser protegido para que las fauces de Set no vuelvan a cerrarse sobre él. Pero Guardián, creo que la decisión pertenece a ti, en última instancia a ti. Me gustaría saber qué es lo que querrías hacer  con este lugar.

Aguardó a la respuesta de Bac'cai antes de responder a su hermana. Más preguntas difíciles.

No he tenido tiempo para reflexionar sobre ello, Salihah —admitió Nepthis. Se detuvo miró al techo un momento en un gesto pensativo y dijo:—, pero sí he pensado largamente acerca de las visiones. ¿Por qué ahora, en el otoño de mi vida? ¿No tendría sentido que Hathor escogiera a alguien más joven? ¿Qué ha cambiado en los últimos años?

Hizo un gesto con la mano, abarcando a Amessis, Lurzca y a Jotnar.

Me uní a la Compañía de la Barba Insondable porque Jotnar me pareció un hombre justo, en el que poder confiar. Aquí podría marcar la diferencia como sanadora, y porque alguien en el clero tenía que arremangarse y trabajar en construir un futuro mejor para Mulhorand con las razas no humanas en vez de mirarlos por encima de hombro —dijo—. Y me quedaré porque ahora son mi familia, tanto como lo eres tú.

Amessis la volvió a abrazar con fuerza y obstinación. Nepthis depositó con suavidad un beso en el pelo.

No juzgo incompatible mi pertenencia a la Compañía con guiar y aconsejar a la Iglesia. Es más, esto que ha ocurrido hoy me ha convertido en un objetivo para las fuerzas oscuras de Mulhorand. Si tengo que poner mi vida en manos de alguien es en las de Lurzca, Jotnar y Amessis. Y no estoy del todo segura de que les guste lo que voy a decirles a ese atajo de políticos, de todas formas —dijo, y se detuvo un momento—. Sé que dijiste que te querías retirar de la política, pero si te referías a la vida pública, bueno… es obvio que tú sabes todo lo que yo ignoro al respecto. Quizá podrías ayudarme en esta nueva etapa.

Y quizá, arreglar esta relación patológica que tenemos tú y yo.

Nepthis: prueba de nivel de lanzador para activar el pergamino de Neutralizar veneno (26, éxito).

Me descuento 1 pergamino de neutralizar veneno.

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17/11/2021, 17:06
Lurzca

Le mestiza escuchaba todo lo que estaba diciendo aquella nueva mujer. Todo parecía implicar cosas muy grandes, grandes cambios a nivel social, económico y político. Cosas que ella no llegaba a comprender. No es que no entendiera que por ejemplo el esclavismo estaba mal, aunque había intereses de la gente poderosa por defenderlo o que en tiempo de sequía subía el precio de los alimentos por la escasez de los mismos. Ella comprendía esos conceptos y sin embargo, no sabía que podía hacer ella para que las cosas cambiaran.

Nepthis era ahora una "ascendida", Amessis también comprendía las cosas de la fe a un nivel muy superior al de la mayoría y podía jugar con la vida y la muerte a su antojo. Incluso Jotnar, sin ser un hombre de fe, era creador de vida en cierta manera. El mejor jardinero que jamás había conocido y un buen hombre gestionando las cuentas de la compañía. Seguro que Nepthis podía encontrarle su sitio en el nuevo orden de Mulhorand.

¿Pero ella? ¿Dónde encajaba ella? No era más que una esclava, una gladiadora que se había fugado de sus amos en busca de una vida mejor. Era una mestiza abandonada por sus padres. Nunca supo si su madre fue una elfa o un trasgoide o al revés, su padre era el elfo y su madre una piel verde, aunque eso lo creía menos probable. Aunque todo eso ahora importaba poco. Lo que realmente le importaba era saber que le iba a deparar el futuro... ¿Dónde encajaba ella a partir de ese momento? Sólo los dioses lo sabían.

Te sientan bien esas alas. - Dijo Lurzca tras sentir la suave caricia de su plumaje. - Son suaves. - Le dijo a Nepthis esgrimiendo una tímida sonrisa. - ¿Y qué tenemos que hacer ahora? - Le preguntó a la ascendida. - No digo en el futuro, digo ahora mismo...

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17/11/2021, 17:07
Jotnar

Jotnar le habría lanzado el hacha a la cabeza al campeón de Anubis de no ser porque tenía las fuerzas mermadas. ¿Ahora resultaba que importaba su presencia o su opinión? ¿En Mulhorand? ¿En un templo muhoraldino de Mulhorand? ¿Con un puñado de clérigos presentes en un templo mulhoraldino de Mulhorand? Claro que sí.

No quería saber nada de aquello pero al parecer se tenía que quedar porque aún no le habían restregado lo suficiente por la cara que los designios celestiales habían tenido que venir a ponerlo todo patas arriba sin derecho a réplica. Ya nada podría volver a ser igual, ¿cómo demonios iba a ser igual cuando una de sus chicas iba por ahí dando todo el cante con escarabajos brillantes revoloteándole alrededor y emplumada como un pollo? ¡Gracias, dioses por ponerle una diana gigantesca en la cabeza!

Por un momento y para su sorpresa estuvo de acuerdo con Salihah: si de él dependiera dejaría que aquel maldito lugar fuera tragado por el desierto. Pero tampoco iba a poder consolarse en aquello a juzgar por las palabras de Nepthis así que se limitó a suspirar con resignación y a recoger al hipopótamo para devolverlo a la mochila mientras esperaba a que terminasen de hablar.

No obstante, cuando Nepthis empezó a hablar de la parte que correspondía a la compañía, simplemente se giró de espaldas, encontrando algo muy interesante que examinar en uno de los jeroglíficos de las columnas.

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17/11/2021, 17:07
Salihah

-Lo que sí sé es que vamos a armar un gran revuelo -comentó Salihah, sin saber muy bien si decirlo riendo o con gesto grave, dada la solemnindad del momento-. La única encarnación que conocemos es el rey-dios  y ahora tú, y eso te pondrá al mismo nivel que él. Además, nuestra Iglesia es pequeña en comparación con las demás, los templos se llenarán de visitantes.  ¿Le mostrarás al mundo lo que eres? No sé de qué puedo servirte, hermana. Mi política no tiene nada que ver con tu visión de la Iglesia. ¿Quieres cambios? Vas a hacer saltar todo por los aires con tu sola presencia. Una vez entres en la espiral, no vas a poder salir de ella. Te absorberá, igual que me absorbió a mí. Solo espero que tú seas más fuerte para salir de ella.

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17/11/2021, 17:07
Bac'cai

Bac'caci reflexionó con las palabras de Nepthis y pensó qué quería hacer realmente con el Templo. No le pertenecía y además, él era uno de los últimos Ascendidos, sino el único en todo Mulhorand, probablemente, si no contaban a Nepthis.

-Ese era un lugar de peregrinación y cultura. Los clérigos custodiaban la historia del mundo, contada a través de los hombres y mujeres que la vivían. Yo era un erudito, antes de recibir la Ascensión de Anubis. Mi dios falleció hace siglos, no sé si las gentes lo habrán olvidado ya. Este lugar de conocimiento, si es que queda algo en él que no haya sido saqueado, puede servir a su propósito, como bien dices, para que las gentes de Mulhorand nunca olviden. 

Se acercó a la Nepthis Ascendida, que no era más alta que la Nepthis de antes, y le puso una enorme manaza en el hombro.

-Has elegido tu ascensión como yo elegí la mía. Tendrás que acostumbrarte a tu nueva forma y a lo que ello conlleva. Antes, en mis días, la gente adoraba a los ascendidos y los trataba como reyes y semidioses. No sé si todo eso ha cambiado. Solo los que porten los símbolos solares conocen el ritual. No sé qué habrá sido del resto de talismanes, pero es imperativo que este lugar quede protegido; la fe puede ser un arma extremadamente poderosa.

Bac'cai se alejó un poco de Nepthis para darle espacio y contempló la gran sala de rituales, llena de grietas, destrozos y serpientes.

-En cualquier caso, si vais a exponer este lugar al mundo, va a necesitar de una gran reconstrucción. No sé cómo ha cambiado el mundo en estos siglos ni cómo se van a tomar esto los sacerdotes. 

Bac'cai os ayuda a explorar todo el templo.

Encontráis una gran cantidad de volúmenes, papiros y legajos con historia de Mulhorand, probablemente escritos que nadie ha visto en los últimos quinientos años. Hay libros, estantes, muebles antiguos. Todo está lleno de polvo y telarañas. La sala en la que estáis, que mide unos 100' de ancho por unos 350' de largo, está llena de escombros y destruída. La gran estatua de Anubis también lo está. Encontráis, de todos modos, en una de las habitaciones, los planos originales del templo.

Plano del Templo de la Ascensión
Plano de la Sala de Rituales del Templo

Objetos encontrados tras la batalla contra los siervos de Set
- Khopesh grande (tamaño mandoble para alguien de tamaño medio)
- Espadas, cimitarras, lanzas, camisotes de mallas, todos con adornos de cabezas de serpiente
- Amuleto de colmillo de serpiente
- Pendiente con forma de lágrima roja
- Un exquisito frasco de cristal con grabados, relleno de un sospechoso líquido rojo

Pergaminos encontrados por ahí:
- 3x Luz abrasadora
- 5x Neutralizar veneno
- 2x Quitar maldición
- 1x Reanimar a los muertos
- 1x Custodia contra la muerte

Objetos encontrados aleatoriamente en el complejo (incluye las ofrendas en la tumba de Bac'cai):
- Tótem de Bastet dorado (maldito)
- Corona del Rey Serpiente (maldito)
- Khopesh +1 Absorbearena
- Vestido de color azul con hilos de plata
- Caja con forma de estrella de cinco puntas con polvo de diferentes especias en su interior
- Bolsa para el cinto con la efigie de un ave
- Un peine de color negro
- Un cayado con la forma de una rama de un árbol
- Un caldero de gran tamaño con símbolos de Set
- Una bolsa de cuero con una única semilla de un tipo de baya
- Nuevas indicaciones para encontrar al que pedía que lo encontrasen

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17/11/2021, 17:08
Lurzca

Después de todo lo sucedido, Lurzca ayudó a Nepthis a recoger todo lo que iban encontrando, a catalogarlo y a clasificarlo. Ella no hizo nada de eso, pero su puso en cada lugar lo que la recién ascendida le decía que pusiera. Tardaron un buen rato en aquella labor. Un tiempo que a la mestiza se le hizo corto y perdió la noción del tiempo. Después de aquel trabajo, la mestiza seguía sin saber muy bien que debía hacer con su vida ahora que Nepthis, a quien consideraba su hermana mayor y su guía se quedaba en aquel templo para hacer las cosas... lo que fuera que hacía una ascendida.

Acto seguido visitó en solitario los pasillos de aquel enorme templo. Dentro de los muros del lugar sagrado donde se hallaba, se respiraba paz. Paz y silencio, algo que la gladiadora sabía apreciar, pues no había para ella nada más horroroso que el clamor del público enfervorecido por la sangre de los gladiadores derramada en la arena. Desde que abandonara aquella vida, odiaba a la gente que gritaba y valoraba mucho el silencio y allí el silencio imperaba. Eso le dio tiempo para reflexionar y entonces regresó junto a Nepthis.

¿Puedo hablarte de un asunto? - Le dijo a la ascendida y ésta asintió. - Creo que si te vas a quedar aquí, me quedaré contigo. - Le propuso, aunque casi era un ruego. - Creo que debo protegerte. Y... me gusta este lugar. - Bajó la mirada. - Y me gustaría aprender más de Hathor... - Confesó.

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17/11/2021, 17:08
Jotnar

¡POR LAS BARBAS DE MORADIN, PARAD YA!—explotó Jotnar que ya no aguantaba más. No sólo se había visto obligado a pasearse por todo el maldito templo sino que no paraba de oír lo mismo una y otra vez por parte de todo el mundo con la naturalidad de quien habla de lo más trivial de Mulhorand. A sus oídos, lo que acababa de soltar Lurzca había sido la idiotez conformista que había colmado el vaso—. ¡Lleváis repitiendo como loros todo el rato que Nepthis es diferente, que es diferente, que ya no es igual, que es diferente, que ya no es igual, que es diferente, que no va a poder seguir con nosotros, que se tiene que quedar aquí! ¿Soy el único al que tiene algo que objetar a que otros hagan con nuestra vida lo que les de la gana? ¿El que no quiere que se rompa la compañía? ¿Al que le preocupa que con el cante que da ahora con toda esa parafernalia voladora alrededor no vayamos a poder seguir haciendo lo que hacíamos? ¿Al que si ella quiere seguir haciendo lo que hacíamos le da igual lo que digan los demás? ¡La fe, la gente, el rey-dios! ¿y nosotros qué?

Le dio una patada al suelo de pura frustración.

¡Ya está, ya me habéis hecho decirlo!—rezongó molesto consigo mismo por ello—. ¿Aún queda alguien más por meter el dedo en la llaga otras doce veces más o puedo largarme de una vez a amargarme debajo del primer puente que encuentre?

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17/11/2021, 17:09
Nepthis

No hacía falta ser una Ascendida de la Madre Cariñosa para darse cuenta de que no era Jotnar quien hablaba, sino su dolor. Nepthis alzó una mano en dirección al enano, con gesto apaciguador.

No es el momento ni el lugar para dirimir esas cuestiones —respondió Nepthis con la voz más suave que pudo modular. Lo que no era mucho decir, al fin y al cabo seguía siendo Nepthis—. Ya hablaremos cuando lleguemos a Gheldaneth.

»¿Qué tal si vas fuera, no para amargarte debajo de un puente, sino para cargar los camellos con todo lo que hemos encontrado? Jabbar te estará echando de menos.

Ensayó una sonrisa deslucida y dejó que el enano se marchara como era evidente que necesitaba para calmar sus ánimos. Suspiró.

No nos vamos a quedar aquí, Lurzca querida —le explicó pacientemente a la semiorca, como solía hacer con prácticamente todo—. Vamos a viajar a Neldorild, a informar al cónclave de todo lo que ha ocurrido y de la voluntad de Hathor. Después, Bailarina de la Fortuna mediante, volveremos a Gheldaneth.

Depositó una mano en el hombro de la mestiza y le sonrió. Después miró a su hermana y asintió, como para confirmar lo que acababa de decir.

Puedo tener muchos defectos, pero no soy una cobarde ni eludo mis responsabilidades. Daré a conocer quién soy y guiaré a la iglesia y a los fieles si es que quiere escuchar lo que tengo que decir. Pero no quiero gobernar a nadie, ni sobre la iglesia ni sobre Mulhorand. No está en mi naturaleza. Lo que yo siempre he querido, lo que me gustaría hacer con este don que se me ha concedido, es ayudar a todo el mundo, si fuera posible. A todos: a esclavos —señaló a Lurzca con un gesto del brazo—, a repudiados —dijo en dirección a Amessis—, a todos los no humanos que en tan poca consideración se tiene en nuestro país —miró hacia Jotnar, que se marchaba fuera—. Y hablando de ayudar…

Habían recorrido todo el templo y no habían encontrado rastro de los clérigos desaparecidos de Anhur y Thot. Debían habérselos llevado los siervos de Set y Sebek huidos. Pero quizá podrían ayudar a alguien más antes de irse de allí. Nepthis mostró a Bac'cai el mensaje del tipo que pedía aiuda. Al fin y al cabo, él conocía el complejo como la palma de su mano.

¿Sabes quién es y dónde podríamos encontrar a este tipo?

Mientras los ayudaba con ese último fleco pendiente, Nepthis le habló a Lurzca en confidencia:

Lo que acaba de pasar me acaba de pintar una diana en la cabeza dijo, pero se detuvo. Temiéndose que Lurzca lo tomara literalmente y confundiera la metáfora con los tres círculos tatuados que tenía en la frente y que la identificaban como miembro del sacerdocio se apresuró a rectificar:—Me convertiré en el objetivo de las fuerzas oscuras de este país. Y no solo los siervos de Set y Sebek, me voy a convertir en una amenaza política para mucha gente. Y la verdad, no podría mejores manos para poner mi vida que en la tuya.

Sonrió a Amessis, que estaba cerca de ella.

Que en la de mis amigas dijo, metiéndola a ella en el ajo.

Era una lástima que el dolor de Jotnar le hubiera impedido participar en aquel momento.

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17/11/2021, 17:09
Jotnar

Jotnar se quedó mirando un momento a Nepthis con los ojillos brillantes, luego se limitó a asentir.

Bien—murmuró parcamente.

No obstante, en su fuero interno agradeció que la sacerdotisa le diera algo que hacer, algo en lo que ocuparse en lugar de estar simplemente plantado allí tragándose el mal cuerpo, incluso que mencionase a Jabbar por absurdo que pareciese. Nepthis siempre recordaba sus gansadas, nombres inventados en segundos incluidos. Cuando vivía en Kessenta nadie apreciaba sus gansadas.

Se dio media vuelta y se dispuso a ir a preparar el camello, pensando en las ganas que tenía de pronto de verlo esperándolo sentado en la arena mientras se calentaba con el sol en lugar de seguir en aquellas salas cubiertas y frías como una maldita tumba.

Habían encontrado tantísimas cosas que no iban a saber ni por dónde empezar a identificarlas. Pero ya se les ocurriría algo.

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17/11/2021, 17:10
Lurzca

¿Qué le pasaba a Jotnar? Era sin duda alguna toda una incógnita para Lurzca. Desde luego no se había tomado demasiado bien la ascensión de Nepthis. Era posible que la razón no fuera otra que el mero hecho de que su vieja amiga no iba a tener tanto tiempo a partir de ahora para estar con ellos. Puede incluso que tuviera que dejar la compañía, pues aunque esa no fuera su intención, su nueva naturaleza igual le acababa obligando a ello. 

No era la mestiza la más indicada para ir a hablar con él líder de la compañía, pues no era demasiado buena con las palabras. Supuso que en algún momento Nepthis hablaría con no él en un privado y solucionarían aquel asunto. Eso sin duda sería lo más apropiado. 

Fuera como fuera, el abrazo que le unió a la semi-celestial y a su vieja amiga Amessis fue realmente reconfortante y las palabras que les dedicó la ascendida, fueron tranquilizadoras para Lurzca. Parecía que si intención primera era la de seguir a su lado haciendo exactamente lo que ya hacían. 

Lurzca se quedó más tranquila después de aquello, pero además, algo había cambiado en su interior. Lo que habían presenciado sus ojos era para ella simplemente un milagro y como tal provocó un cambio en ella. Abrazar la fe de Hathor era ahora el camino que Lurzca quería seguir. Había sido iluminada por Nepthis y por fin entendía cuál era su propósito en la vida, cuidar de Nepthis y seguir las enseñanzas de su nueva deidad patrona.